Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
(Foto: ESPECIAL)
La elección local de 2015 en el Distrito Federal podría traer un importante reacomodo de fuerzas en la política capitalina. Por primera vez en los últimos 18 años, la supremacía del PRD en la Asamblea Legislativa y en las delegaciones está en riesgo. Los números apuntan no sólo a que peligra la mayoría parlamentaria del perredismo en el legislativo local, sino que también algunos de sus bastiones políticos más importantes están amenazados ante el debilitamiento y las divisiones del partido del sol azteca y la emergencia de otros partidos en la capital.
La irrupción de Morena en el escenario político de la ciudad de México y la fractura del voto de la izquierda es la principal amenaza para el dominio perredista; pero no es la única. El PAN también busca aprovechar la crisis del partido gobernante en la capital para afianzar sus posiciones en delegaciones como la Benito Juárez, recuperar Miguel Hidalgo y arrebatarle Coyoacán al PRD, además de avanzar en diputaciones a la Asamblea Legislativa. Incluso el PRI, con todo y los escándalos y acusaciones de trata de mujeres contra su ex dirigente Cuauhtémoc Gutiérrez, apuesta a avanzar en los distritos locales y aumentar su presencia legislativa.
En el PRD, mientras tanto, su dirigente nacional Carlos Navarrete afirma, con más entusiasmo que seguridad, que su partido mantendrá sus posiciones en la capital del país, algo que no necesariamente concuerda con las últimas encuestas conocidas tanto a nivel de distritos como en las delegaciones. La estructura clientelar construida por el perredismo en 18 años, y que le ha permitido hasta ahora un control férreo de las votaciones en la ciudad, sigue operando, pero se ha visto afectada por divisiones y fracturas internas. Aún así, el reparto masivo de despensas, como las que ha documentado la prensa, la entrega de apoyos económicos y el condicionamiento de los servicios públicos —pipas, pavimentación, seguridad— son prácticas que por estos días se refuerzan en las zonas más populares de la ciudad donde se ubica el voto clientelar perredista.
Aunque el jefe del GDF, Miguel Angel Mancera, se ha deslindado en varias ocasiones de cualquier injerencia partidista en su administración y ha dicho que no interviene en los asuntos del PRD “porque yo ni militante soy”, sí hay funcionarios de la administración capitalina que tienen intereses partidistas e incluso representan a corrientes internas del perredismo. Es el caso de Héctor Serrano, el secretario de Gobierno capitalino, quien coordina un operativo para hacer avanzar a su corriente Vanguardia Progresista en las próximas elecciones y ha acaparado candidaturas y postulaciones.
La fuerza que Serrano ha tomado al interior del PRD-DF se refleja en el mote de “el nuevo Bejarano” que le endilgan al funcionario mancerista, quien golpeó directamente a la corriente Izquierda Democrática, de René Bejarano, a quien arrebató varios cuadros políticos que fueron cooptados en delegaciones como Cuauhtémoc por Vanguardia Progresista, que ha desfondado a los grupos bejaranistas en varias zonas de la ciudad.
Pero lo que más pone nervioso al PRD en esta batalla por la capital tiene nombre y apellidos: Andrés Manuel López Obrador. La fuerza del ex jefe de Gobierno no sólo se refleja en el avance de Morena en varias demarcaciones, sino que se enfoca directamente en arrebatarle a su antiguo partido algunos de sus bastiones emblemáticos en la ciudad. Las principales apuestas de AMLO en el DF son Iztapalapa, a donde mandó a su incondicional Clara Brugada, que ya gobernó la demarcación más poblada y conoce al dedillo las redes clientelares del perredismo que ella misma manejó; Cuauhtémoc, a donde López Obrador postuló a otro leal, Ricardo Monreal, que tiene en jaque a los bejaranistas y al mismo Serrano que buscan a toda costa quedarse con la delegación más poderosa económicamente de la capital.
Además de esas dos “joyas de la corona”, Morena y el lopezobradorismo tienen la mira puesta en Coyoacán, Tlalpan, y otra de las más pobladas y por lo tanto redituables política y económicamente: Gustavo A. Madero. En esas cinco delegaciones se concentrará la campaña que por estos días empezará a hacer Andrés Manuel de la mano de los candidatos de su partido. La presencia del tabasqueño en la ciudad es algo que pone sumamente nerviosos a los perredistas porque saben que en esta batalla —en la que algunas encuestas ya lo pronostican— se juegan su histórico dominio de la capital de la República.
NOTAS INDISCRETAS… En la batalla por mantener el registro, la mayoría de las encuestas ubica a dos partidos en este momento con posibilidades de lograrlo: Nueva Alianza, a quien varios sondeos publicados le dan promedios entre 2 y 3.7% de intención del voto, y Movimiento Ciudadano, que fluctúa entre 2 y 3%. La de ambos partidos es una lucha por la supervivencia política… Los dados repiten Serpiente en plena Pascua.
sgarciasoto@hotmail.com
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