Son las principales productoras y suministradoras de alimentos
Los
alimentos insalubres (contaminados por bacterias, virus, parásitos o
sustancias químicas) están relacionados con la muerte de 2 millones de
personas en el mundo, y para enfrentar este reto se debe considerar el
papel de las mujeres en la cosecha, producción y preparación de
alimentos.
Este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió la inocuidad
alimentaria (garantía de que no causarán daño) como tema del Día
Mundial de la Salud –que se conmemoró ayer–, a fin de prevenir las más
de 200 enfermedades que producen los alimentos insalubres.
La ingesta de esos productos (como carne animal mal cocinada, frutas y
hortalizas contaminadas con heces o pesticidas, y mariscos crudos que
contienen biotoxinas marinas) producen enfermedades
gastrointestinales, salmonelosis, o infección por escherichia coli.
Más de 582 millones de personas enferman y 350 mil mueren cada año,
siendo niñas, niños, mujeres embarazadas y personas adultas mayores las
más vulnerables a este tipo de enfermedades, dijo la OMS.
Destacó que los alimentos pueden contaminarse en cualquier eslabón de
la cadena alimenticia, por lo que es indispensable que todas las
personas involucradas en el proceso de consumo de alimentos (que inicia
con su producción) “hagan su parte”.
En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la
Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que a nivel mundial aún no
se reconoce el papel clave de las mujeres como productoras y
suministradoras de alimentos, así como “su decisiva contribución a la
seguridad alimentaria del hogar”.
De acuerdo con la FAO, las mujeres producen entre el 60 y 80 por ciento
de los alimentos de los países en desarrollo y la mitad de todo el
mundo. Además de son el pilar de la agricultura a pequeña escala, del
trabajo campesino y de la “cotidiana subsistencia familiar”.
Para la FAO la seguridad alimentaria no sólo se define en función del
acceso a los alimentos, su disponibilidad y su preparación, sino
también debe incluir la distribución de los recursos para producirlos,
así como de la generación de poder adquisitivo para comprarlos.
Alertó que las mujeres tienen mayores dificultades para acceder a
recursos como la tierra, el crédito, insumos y servicios que aumentan
la productividad de recursos.
Según la instancia de la ONU, las mujeres no poseen ni siquiera el 2
por ciento de la tierra a nivel mundial, a lo que se suma que los
programas de expropiación de la tierra desembocan en la transferencia
de los derechos exclusivos de la tierra a los hombres.
Sólo el 10 por ciento de las facilidades crediticias se aplican a las
mujeres, lo que les impide conseguir recursos para cosechar o comprar
alimentos.
De acuerdo con la FAO, si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los
recursos que los hombres, podría reducirse significativamente el hambre
en el mundo.
En México, con motivo del Día Mundial de la Salud, el Instituto
Nacional de las Mujeres (Inmujeres) advirtió que la desigualdad entre
los sexos en el proceso de la alimentación familiar “ha tenido
repercusiones emocionales y económicas hacia las mujeres, debido a que
ellas históricamente han sido las responsables y principales actoras en
la preparación de la comida”.
Inmujeres dijo que “seguirá construyendo” un enfoque amplio con
perspectiva de género entre las relaciones sociales, la salud de la
población y el bienestar de las personas para lograr la igualdad.
Apuntó que en el terreno de la salud “existe un conjunto de derechos
explícitos que obliga al Estado mexicano a emprender acciones efectivas
para garantizar el acceso de las mujeres a los servicios de salud,
brindándoles atención de calidad en todas las etapas de vida”.
La OMS recomendó cinco medidas clave para la inocuidad de los
alimentos: mantener la higiene, separar los alimentos crudos de los
cocidos, cocer totalmente los alimentos, mantener los alimentos a
temperaturas seguras, y utilizar agua e ingredientes crudos seguros.
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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