Por Francisco Javier Valdivieso Alonso
Comunicólogo (Universidad Mesoamericana plantel Oaxaca) y antropólogo social (UAM Iztapalapa), ha estudiado psicoanálisis en distintas asociaciones de Mé como el CIEP (Centro de Investigación y Estudios Psicoanalíticos de la Fundación Mexicana de Psicoanálisis); en la REAL (Red Analítica Lacaniana); en el CPM (Círculo Psicoanalítico Mexicano); en la UAM de Xochimilco y en el INP (Instituto Nacional de Psiquiatría). Desde hace 11 años está involucrado en asuntos de género, derechos humanos y en los últimos dos se ha especializado en violencia sexual contra mujeres, niñas, niños y adolescentes.
¿Cuál es la situación de la trata de personas en México?
Yo creo que el tema de la trata es un problema más de la decadencia del sistema de procuración de justicia y del sistema político mexicano y centroamericano, si lo piensas en términos del cuál es el contexto que permite que esto pase. Hace más de diez años que esta alerta ya había sido lanzada al mundo, digo para quienes estudian lo que se llama el turismo sexual, etc. y quienes han hecho más estos estudios es sobre lo que se llama El triángulo de Oro: Tailandia, Filipinas, La India. El tema central tiene que ver con cómo las autoridades locales son corruptas y lo que hacen es no actuar cuando corresponde, entonces el desarrollo de la trata y de la imposición de la prostitución en niños y niñas, tiene que ver con la decadencia de los sistemas nacionales de vigilancia porque cualquiera que salga de su hogar y haga un tránsito migratorio tiene riesgos, que son mucho más altos para las mujeres por el tema de la trata sexual. Pero todo el mundo se hace que no entiende lo que pasa, o sea, lo que es clarísimo es de que en toda la ruta de la migración de Centroamérica a Estados Unidos, sobre todo en la parte sur, toda esa ruta está tomada por el narcotráfico y por funcionarios corruptos y ningún titular de estas instituciones ha tomado la decisión de limpiar sus instituciones, el primero sería el Instituto Nacional de Migración (INM), por supuesto. Seguido de éste, tendrían que ser las procuradurías de cada estado, y en ese sentido a quienes se les debe pedir cuentas son a los procuradores de justicia aunque digan que es un delito federal.
Claro que también le tenemos que pedir cuentas a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y también a la Procuraduría General de la República (PGR), pero a quienes les debemos pedir cuentas son a ellos -a los procuradores estatales de justicia- porque toda la evidencia muestra que si esto sigue pasando es porque desde el último eslabón hasta el más último mando de la procuraduría de justicia en cada estado recibe algún tipo de beneficio por la corrupción, por el hacerse de la vista gorda, por no sancionar a un funcionario, etc.
A mí me preocupa mucho cuando no planteamos este pedir cuentas por cada uno de los casos, los casos se olvidan, o sea, son noticia en la televisión, sobre todo alarmista y de nota roja. Porque de eso viven estas televisoras, tanto Televisa como Tv Azteca, y parece que compiten para ver cuál de ellas es más nota roja, entonces sacan el gran anuncio de la situación de trata de las chicas hondureñas o de las salvadoreñas, hacen un estudio, a cualquiera de estas chicas la construyen como un paquete que venden, lo que se me hace terrible en nuestro país, ese paquete terrible que venden, que además no lo retoma ninguna de las instituciones de México que se deberían hacer cargo de ellas, es decir, ante una denuncia de todo lo que está pasando en Chiapas o en Oaxaca quienes deberían estar alarmadísimos deberían ser los gobernadores, seguidos de los procuradores, y seguidos del titular del INM y todos los que están a cargo de las oficinas regionales del INM y todos ellos guardan silencio y nadie les pide cuentas. Entonces ¿Cómo vamos a cambiar algo cuando nadie les pide cuentas y lo que nos dice el Estado y este discurso perverso es: denuncien? Yo les digo, perdón pero denuncias hay cientos, ¿por qué no han actuado en esas denuncias? Esa es la gran pregunta. El caso del padre Solalinde es el mejor ejemplo, la cantidad de denuncias que ha hecho son impresionantes ¿por qué no han actuado las autoridades? Esa es la gran pregunta que deberíamos tener.
En ese sentido, yo creo que hay una insensibilidad de la ciudadanía mexicana. Me parece impresionante que como mexicanos no estemos indignados por la cantidad de violaciones que sufren los inmigrantes en nuestro territorio, cuando, al mismo tiempo, tenemos un gran discurso con respecto a la violación de los derechos humanos de nuestros connacionales en Estados Unidos. No estoy diciendo que no tengamos esa indignación, lo que estoy diciendo es que en nuestro país todavía existe una gran cantidad de racismo y de xenofobia que hace que como ciudadanos y ciudadanas no le pongamos atención a la trata de personas, no hay centros de tránsito de mujeres ni de hombres en todo el recorrido migratorio, casas de protección que debería poner el Estado mexicano, no hay, no existen. [...] Es obvio que la ciudadanía en este país todavía no tiene la capacidad de demandar las cuentas que debería de demandar, entonces... la trata de personas tiene todos esos niveles: uno, el contexto de donde salen las personas; dos, la situación de decadencia del sistema de procuración de justicia en México, la corrupción que existe en nuestro país y; tres, la inmovilidad de la ciudadanía, su incapacidad de sentirse agredida por cada uno de los actos violentos que han cometido en contra de estos inmigrantes, es realmente desolador, porque es la misma imagen que yo puedo escuchar en El Salvador que se escucha en Oaxaca, una madre dolida por la pérdida de su hijo o de su hija en un tránsito migratorio, con un maltrato de parte de las autoridades, sin ninguna respuesta, en la absoluta indefensión, sin ninguna reparación del daño, ni nada.
Creo que estamos en una época un poco negra, en ese sentido, porque el nivel de cinismo que existe en México es alarmante, digo cinismo porque el gobierno dice sí vamos a hacer algo, pero la verdad es que estas pobres familias quedan destrozadas sin ningún apoyo psicológico-terapéutico, sin ningún apoyo de nada, cuando se hacen discursos de que se está invirtiendo gran cantidad de dinero sí creo que hay algo ya muy deshumanizado, cinismo y decadencia del sistema en el que estamos viviendo.
¿Tendrá que ver con la tolerancia a la explotación de las y los otros o con los vacíos legales de nuestras leyes?
Todo forma parte. Yo planteo mi punto de vista ético: yo digo en la Ciudad de México a cualquier persona que se ponga frente a mí, no te hagas que no sabes que hay trata en la Ciudad de México. Por supuesto que nos damos cuenta, ¿por qué no hacemos nada? Esa es la gran pregunta. Yo digo que ya hay insensibilidad. ¿Qué es lo que debemos tener? Normativa para la apertura de esos centros, cada centro por cada persona que contrate nos tiene que dar una lista para que podamos ver si esas personas están ahí por su propia voluntad, si tienen todos sus papeles en regla, etc., porque ahí coartamos el mecanismo de la trata, eso es lo que no están poniendo en las leyes, ¿Por qué no? Porque, efectivamente, las leyes de pronto se quedan a la mitad. [...] la última consecuencia es que todo lugar que tenga este tipo de actividades tiene que ser regulado normalmente y con la capacidad de entrevista de todos los que trabajan ahí, monitoreado, con visitas intempestivas, etc. ¿por qué? Porque sabemos que la trata es un problema en nuestro país, en la ciudad de México, en Monterrey y en Torreón. Parte del problema es la ciudadanía y, parte del problema son, obviamente, los servidores públicos y el gobierno local o municipal y del estado. En términos de la ciudadanía y el posicionamiento ético ¿qué vamos a hacer cuando vayan convirtiendo nuestro barrio en un centro de trata? Porque llega un centro y luego llega otro, todo el mundo se va a callar y luego van a decir aquí hay mucho crimen y entonces vienen las intervenciones policiales que realmente funcionan a través de la corrupción y demás, ¿por qué? Les avisan cuando van a hacer la intervención, lo saben, se preparan porque hay corrupción. Creo que el tema está lo suficientemente estudiado para que sepamos que realmente el mecanismo es, por un lado, la exigencia a las autoridades; pero por otro, nuestra acción ciudadana, cívica, civil, de decir cuando menos tengo un nivel de responsabilidad en mi entorno más inmediato.
¿Propones que se regule y legalice la prostitución para distinguir el trabajo sexual de la trata?
No. Todo por parejo. O sea, ¿cuál es el problema que una mujer decida vender sus servicios, sus habilidades sexuales? Yo no tengo ningún problema con ello. Si es su decisión me parece fantástico. Te digo lo que una vez me dijo una mujer que hacía prostitución en Reynosa [Tamaulipas], me dijo: "¿qué me estás diciendo: que deje de hacer lo que estoy haciendo para ir a trabajar a una maquiladora donde me pagan menos y además me abusa el capataz y que no vea a mis hijos y no sé si van a la escuela y regresan? Mira aquí, salgo en la noche, trabajo, regreso, estoy con mis hijos, los llevo a la escuela, los traigo, como con ellos y en la noche salgo a trabajar y gano más que en una maquiladora." ¿Cuál es el tema de la prostitución? Es un tema de opciones de vida bajo ciertas circunstancias para miles de mujeres, es un tema que desafortunadamente en nuestro país sigue estando atado a una moral muy terrible, antiquísima, que no considera a los derechos humanos.
Yo digo que sí hay regular todos estos lugares de table dance , donde lo que utilizan son mujeres "atractivo" ya sea para espectáculo, para servir bebidas, para cualquier cosa que hacen en todos estos burdeles. Y yo invitaría a todo el mundo a visitarlos para que se enteren de cómo funcionan. Entonces, ¿qué es lo que se le debe exigir al lugar que abre? Tener una lista de las personas que van a trabajar ahí y como autoridad tener la posibilidad de llegar a hacer inspecciones-sorpresa, de tal manera que, yo pueda tener entrevistas con estos trabajadores y darles la opción de salida. [...] Suponte que te entrevisto, que eres de las mujeres que trasladan de la frontera sur a México, a Monterrey, a Torreón, al norte porque las circulan [...] ese es su mecanismo� cualquiera que haga un poco de investigación, con eso lo sabrá. Con lo cual lo que se tiene que hacer es tener el mecanismo, el protocolo [...] en El Salvador, en España, me lo dijeron, "a ver ¿cómo tú me pides que yo me salga de esto, si quienes me trajeron aquí, quienes me vigilan están amenazando a mi familia en Rusia, a mi hijo y a mi madre? Yo no salgo de ésta, a menos que me garantices que mi hijo o se viene para acá o cualquier cosa, yo prefiero que me maten a mí". Comprender la complejidad de la trata te lleva a este tipo de cosas, es decir, tiene que haber una normativa con un protocolo específico de protección a la víctima y sus familiares. De otra manera, tus acciones no van a ser efectivas. Al igual que en la violencia doméstica hay mucho qué aprender de los procesos humanos [...] , las mujeres son capaces de dejarse matar por proteger a su familia, eso no ha cambiado, y en la trata es aún más evidente.
Hay un número considerable de mujeres que han sufrido abuso sexual infantil que están en redes de trata. ¿Por qué es un factor de vulnerabilidad que estas niñas y mujeres caigan en estas redes?
Aquí que hay que tener cuidado de las conclusiones que hacemos. En este momento se está diciendo esto con respecto a la trata de la misma manera en que se decía que todos los hombres agresores sexuales habían sido agredidos cuando eran pequeños. ¿Por qué encontramos un alto porcentaje de mujeres que han sido agredidas sexualmente? El tema no es la agresión sexual per se sino lo que esto significa en el tipo de entorno en el que viven y el tipo de problemática del comportamiento que tienen los sobrevivientes de abuso sexual. Obviamente que cuando encontramos personas que han sufrido o que están sufriendo abuso sexual lo que encontramos es un entorno familiar, doméstico, comunitario e institucional que no protege a la víctima. Es decir, que lo que hace es tapar y engañar. Por lo tanto, la respuesta que encontramos en muchas víctimas sobrevivientes de abuso sexual, es el tratar de huir; los comportamientos que son considerados transgresores como irse a la calle, emborracharse, irse con los cuates, unirse a pandillas, unirse a personas que están en narcomenudeo, etc., es una reacción de comportamiento de las personas que sufren violencia sexual, entonces lo que encontramos es un elemento situacional que hace que en mayor porcentaje las personas que han sufrido algún tipo de violencia sexual sean los que están vulnerables a caer en estas redes de narcotráfico y de trata, pero también creo que serían vulnerables todos aquellos o aquellas que sufren algún tipo de violencia: que el marido les maltrata, que no pueden trabajar, etc., tratan de escapar y caen en estas redes. Es decir, lo que hace que caigan en estas redes es el origen situacional y el evento particular de violencia que hayan vivido, o sea, las dos cosas.
En ese sentido, en términos de prevención el tema tiene que ver con ¿qué hacemos en nuestras comunidades para atender todos estos casos que identificamos como problemáticos? lo que normalmente hacemos en México y en toda Latinoamérica es culpabilizarlos, criminalizarlos, en vez de considerar que a estos chicos que están en pandillas, que andan en drogas, es un síntoma que debemos atender porque es un grito de ayuda, pues es alguien que está necesitando un tipo de apoyo y en vez de proveerlo lo que estamos haciendo es castigarlo, criminalizarlo.
¿Por qué en México existen pocas investigaciones sobre la situación de las mujeres en situación de trata sexual?
Yo pienso que no hay mucha investigación porque estamos en una etapa muy incipiente o pedestre de tratar el tema. En Guatemala y en El Salvador ha habido muchos más avances. Creo que hay algunas investigaciones muy interesantes, bien hechas, como "Bajo el Tacaná", que es una investigación de entrevistas a mujeres, que se hace una obra de teatro, recomponiendo las biografías de estas mujeres [...] estamos en la etapa inicial del debate y de la investigación y es un ámbito muy complicado, muy difícil, de mucho riesgo y no es casual que no entremos ahí.
Necesitamos desarrollar investigadores con la ética y la capacidad para hacer ese tipo de investigación distanciándose del lado moral de salvar, sino simplemente dar cuenta de la situación que viven estas personas, eso sería un gran avance. También por otras múltiples razones como son los recursos para la investigación, los temas que se eligen, cuáles son los favoritos de las financiadoras, o del Conacyt, de lo que hace fama en el ámbito de la investigación, lo riesgoso, la necesidad de protocolos muy específicos, la competencia en términos de recursos dados la novedad o no novedad del tema, los recursos que existen o no para apoyarlo, los especialistas que existen o no para apoyarlos, los especialistas que existen o no para abrir campos y caminos. [...] C reo que es una lástima que en México no estemos desarrollando ese tipo de investigación. Pero también creo que hay instituciones que deberían hacerlo y no lo están haciendo y que tienen recursos para realizar ese tipo de investigaciones como el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Fevimtra (Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas), Conavim (Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia). Hemos dicho en muchas ocasiones quienes somos críticas a su desempeño que realmente no tienen ni la menor idea ni están haciendo nada con la problemática de la violencia contra las mujeres, están funcionando muy bien como oficinas burocráticas, pero nada más.
Hablando de Fevimtra¿por qué consideras que no hay muchos operativos de rescate de mujeres o de niñas en situación de explotación sexual comercial?
Si hay algunos pero son del tipo espectacular para Televisa y Azteca, hace un gran espectáculo y les invita para que filmen. Nunca sabemos si es montaje o no. Confiaremos en que sí [rescaten víctimas]. Pero, ¿qué es el operativo? El operativo es el discurso del sistema, de decir "estoy funcionando bien", entonces lo que te presento ciudadanía es miren el operativo, te presento a los helicópteros, todos armados, así como en las películas norteamericanas, que todos los que vivimos la realidad en México sabemos ¿cuándo pasa eso? de ninguna manera, pero bueno les aceptamos que hicieron algún operativo. El operativo para mí es el último recurso de un sistema cuando no está bien armado, ¿por qué? Porque uno de los grandes problemas en México con el sistema de procuración de justicia, de seguridad pública, de la Fevimtra, de las instancias gubernamentales, es que no hacen ninguna investigación. Si no hacen investigación entonces cómo no van desmontando todos los anclajes del camino por el cual llegan las mujeres al DF, por ejemplo. La Procuraduría General de Justicia del DF te habla de los operativos que hizo en La Merced, por ejemplo, ¡qué casualidad que nadie ha hecho investigación! ¿de quién era ese lugar, dónde las encontraron, quién las llevó, de dónde venían, quién era su contacto, quién fue en el enganche? Todas las leyes y los tratados sobre trata te dicen que tienes que entender quién engancha, quién transporta, quién cuida, quién vende, o sea, mínimo para cada uno deberías tener cinco grupos que han sido aprehendidos, nunca se aprehende a los cuatro, se aprehende al último, ¿qué quiere decir eso? Que no estás haciendo nada. Porque no estás desmontando el armazón del proceso de trata, lo que estás haciendo es un acto espectacular para hacerle creer a la ciudadanía que estás trabajando sobre eso y para dar números que es la numerología del sistema mexicano: hemos capturado dos mil y tantos. No importa el número. A nadie se le queda grabado el número. O sea, es un discurso numerológico.
Me parece fantástico que hayan protegido a no sé cuántas víctimas, pero cuando haces la suma tú dices: ¡pero qué poquitas, si trabajan todo el año ¿cómo es posible que hayan podido rescatar a tantas víctimas de trata?! La eficiencia de esa unidad debe ser terrible o no está haciendo nada o está haciendo otras cosas, ¿pero por qué no me ha entregado a ninguno de los enganchadores, a ninguno de los cuidadores? Cada vez que ves un proceso, lo único que ves es el punto final, no hay investigación, no hay averiguaciones previas para toda la cadena sino solamente para el punto final y eso es lo que hace que no esté funcionando. Claro que hay que hacer un operativo, por supuesto, si hoy te llega una denuncia que yo supongo hay trata y digo que me comprueben que no lo hay, eso le toca a las autoridades comprobármelo a mí, no a mí probarte que hay trata, ¿me entiendes?
Algunos criminales consideran que no están cometiendo ningún delito...
Eso me parece absurdo, eso me parece que es el problema que tenemos en México, ¿qué te hace suponer que alguien que retiene en su contra a niños y niñas puede suponer que no está cometiendo un delito? Eso se me hace la cosa más absurda [...]
Me refiero a los usos y costumbres...
Ese un debate mucho más profundo. Mi punto de vista es que es un discurso realmente justificador y lo podemos discutir con las comunidades indígenas, el tema amerita mucho más debate. No es cierto, es una mentira. Cuando tú lo analizas en contextos comunitarios eso te dice el que lo está realizando, el agresor. Y toda la comunidad te dice que no es cierto, que todo el mundo sabe que está mal y que él sabe que está mal. Pero ante ti que te va a dar un discurso que por supuesto que no sabe, entonces sí hay que tener cuidado con la manera en que lo trabajamos. [...] Todo lo que conocemos en términos de entrevistas para todas estas diferentes comunidades lo que encuentras es que el discurso del agresor es "no sabía, no quería, me duele". Hay múltiples narrativas del agresor para justificar su agresión, de otra manera no lo podría hacer, ese es un proceso de análisis del aspecto cognitivo que permite que un ser humano cometa estos horrores. Ese es un tema en sí. Otro tema es pensar que uno de estos agresores venga y me diga "pues yo la verdad no sabía que esto estaba mal", creo que hay que ir a preguntar a su entorno, de dónde venía esta persona, preguntémosle a su familia, preguntémosle a su comunidad, entonces sabremos si efectivamente es un discurso comunitario o es un discurso que es típico aquí, en La India y en Timbuctú [...] la violencia está encubierta de estos discursos... los enganchadores a eso se dedican, a enamorar chicas, qué mejor respuesta que decir "me enamoré de ella" [...]. Por supuesto que hay que hacer un análisis con más cuidado. Pero, en general, yo encuentro que en la mayoría de los casos, los agresores tienen un discurso muy bien armado cognitivamente para justificar sus acciones de otra manera no lo harían. De otra manera se detendrían, se sentirían culpables, se deprimirían y harían otras cosas, no la violencia que están cometiendo contra las mujeres.
¿Qué tipo de políticas públicas se tendrían que crear para detener la trata?
Ahorita pienso que puede sonar muy simplista pero creo que tenemos suficientes normativas y que hay suficiente investigación. Nuestro requisito de la política pública es que sea informada y científica. [...] La mayoría de la política pública que nos están presentando hasta ahora son ocurrencias, por ejemplo, uno de los temas centrales: no veo cómo pueda funcionar ninguna ley si no se especializa. Primero si no se hace un diagnóstico del INM, de las Procuradurías de cada uno de los estados y de las personas que están a cargo de ese tema de los estados de tránsito [por donde circulan las víctimas de la trata], que se le haga evaluaciones psicológicas y específicas a todo ese personal, que se les dé todo un proceso de capacitación que no creo que lleve más de un año para saber tratar a una víctima, para que sepa de las leyes, para que sepa cómo armar una averiguación previa, para que separa cómo irla a defender ante el juez, etc., para que vaya construyendo una mirada ética y una concepción de intervención unificada del Estado.
Cualquier ministerio público de cualquier estado te dice "¡Ay, pero lo que usted dice suena muy bonito pero fíjese que aquí el que manda es el subprocurador y yo aquí escribo lo que me dice el subprocurador y lo que usted dice suena muy bonito pero que si viene el procurador y me dice que esto es así eso es lo que yo hago, punto!" .Eso es lo que hemos encontrado cuando hablamos con los operadores, entonces una política pública que no incluya ese proceso no va a poder funcionar, las cosas no funcionan por buena voluntad. Funcionan porque hay procesos específicos intencionados, monitoreados y supervisados, y no debe haber política pública que tarde más de dos años sin ser evaluada y ser adecuada. Para no entrar en detalles: política pública basada en evidencias, estrategia clara del problema que se va a atacar; un proceso claro de implementación con evaluaciones a corto, mediano y largo plazo; de otra manera no funciona. ¿Qué debe de incluir la política pública además del tema de especialización de los operadores? Por supuesto la atención a las víctimas y el trabajo con el trauma. Para que este trabajo sea efectivo tenemos que saber que debemos de tener recursos de protección para las víctimas, de protección absoluta: de cambio de identidad, de protección a sus familias [incluidos] en los protocolos internacionales, asas del tránsito absolutamente protegidas y todo el tratamiento del trauma. Lo que sabemos es que ninguna víctima de trata o de maltrato doméstico de larga duración o de sobrevivencia de abuso sexual va a poder deshacer los síndromes a los que ha estado expuesta en menos de un año, y normalmente los programas en menos de una semana ya los quieren mandar de regreso a su país [o lugares de residencia]. Me parece la cosa más absurda. Debemos apoyar con el tema del trauma y de la reconstrucción de vida [...] y a lo mejor que aprendan otros caminos de tránsito porque como el camino a través del cual fueron enganchados en la trata es el que conocen, volverán a transitar por el mismo camino y serán reenganchados.
Entonces esos tres elementos: una política pública basada en evidencias que garantice la capacitación de los operadores con, obviamente, vigilancia, supervisión, monitoreo y evaluación; que se garantice la protección de las víctimas y sus familiares, que se garantice estancias lo suficientemente prolongadas para el manejo del trauma que han sufrido y; que obviamente se empiecen a mostrar los resultados en términos de operadores castigados por haber infringido los protocolos éticos en el manejo de estos casos y que deben de ser boletineados. Porque hacen lo mismo que con los sacerdotes pederastas y los maestros pederastas, a los servidores públicos sólo los cambian de localidad. Eso debe de ser el protocolo.
¿Se debería penalizar a los consumidores de la trata sexual?
Por supuesto. Pero pregúntales a los pedófilos que están de políticos en nuestro país si van a poder hacerlo. No tengo que entrar en detalles de todo lo que ya se ha venido manifestando a través de las denuncias de Lydia Cacho, que está amenazada de muerte. Uno de los mejores ejemplos, desde mi punto de vista, de lo que ha sido el manejo de la prostitución en España fue precisamente que al que se castiga es al que va y busca el servicio, no a la mujer que ofrece el servicio, me parece muy acertado, ¿por qué? Porque de esta manera se rompe toda la corrupción que existe en la policía que vive de extorsionar a las mujeres que venden sus servicios y, por otro lado, se castiga directamente a quien va y promueve la creación de esos servicios, de la demanda. Eso sería como la ley ideal [...] Cualquiera te diría: pues ya están las leyes, ¿para qué quieres más?; de lo que se trata es que sean más efectivas, que efectivamente se les castigue.
Lo que no tenemos en México son los mensajes de prevención que vayan dirigidos a los agresores y a los de demanda [clientes prostituyentes], en términos de campaña se siguen mandando mensajes dirigidos a las víctimas que es el peor horror del mundo, es decir, no es que no debamos tener campañas para informarles de sus derechos, a dónde deben de ir; la campaña debe ser dirigida al agresor, al pedófilo, campañas que digan: si tú tienes relaciones sexuales con alguien menor de dieciocho años es violación y tienes tantos años de cárcel. No media ninguna explicación. Es un delito, punto.
El otro tema de más largo alcance es el de las masculinidades, obviamente yo estoy convencida que eso es lo que hay que hacer. No tengo ninguna duda. Aquí el tema es saber cómo interpelamos en términos discursivos a los hombres. Lo que creo es que estamos en una etapa muy complicada porque creo que no hay suficientes hombres dispuestos a interpelar a sus pares y esa es la gran apuesta con las nuevas generaciones. [...] El problema central que tenemos socialmente hablando es que no hay un movimiento masculinista que enfrente la violencia de los hombres. Ese es un tema central: que los hombres tengan la capacidad interpelar a otros hombres, a los hombres agresores, lo cual iniciará un proceso de construcción de nuevas identidades, que es un proceso a mediano y largo plazo, ahorita estamos en el de a poquito a ver qué tanto podemos hacer...
[1] Fragmento de entrevista. Otros temas abordados fueron violencia sexista contra las mujeres en el ámbito doméstico y la intervención en materia de prevención primaria de la violencia con jóvenes varones, estudiantes de secundaria.
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