Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Al general de cinco estrellas le quedó chico México. Y, acaso por ello, acudió a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas –cual cruzado del siglo XXI– a defender su estrategia punitiva frente a la comercialización ilícita de estupefacientes a la alza en Estados Unidos y buena parte de la aldea, la creciente demanda de armas por las florecientes trasnacionales del crimen organizado y su oportuno abasto por los fabricantes estadunidenses.
Antes de que Felipe Calderón usara “la máxima tribuna global” por sobre la que toman las decisiones los representantes de sólo cinco estados en el Consejo de Seguridad, Barack Hussein Obama situó como las principales amenazas a la paz mundial “al terrorismo –cualquier cosa que su geopolítica decida que esto sea– y la pobreza, sin hacer referencia al narcotráfico ni a la delincuencia que tanto agobia a su socio y titular del Ejecutivo mexicano, incansable visitante de Estados Unidos y activo divulgador de la “excelente colaboración” con Washington en la guerra, que ahora es lucha, contra el crimen organizado.
Resulta que uno es el discurso de Los Pinos y otra la cruda realidad de los intereses del armamentismo de los vecinos del norte, como evidencia y no por primera vez Calderón Hinojosa: “Es urgente poner controles serios en países productores y vendedores de armas de alto poder, para que no sigan alimentando los arsenales de los delincuentes”. También exigió “Naciones Unidas tiene chamba, tiene trabajo qué hacer aquí. Debe continuar impulsando el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas y evitar su desvío hacia actividades prohibidas por el derecho internacional”.
No le falta razón al michoacano de Morelia, además es una buena carta involucrar a la ONU en un caro tema para México, mas no para el gobierno de Obama, pues no muestra capacidad para hacer respetar los reglamentos en materia de venta de armas de asalto.
Pero también se equivoca en lo sustantivo el promotor turístico (hilarante) de México en las redes sociales desde ayer, al demandar la “obligación moral” de las “naciones consumidoras” de narcóticos –por la cobardía de no decir claramente Estados Unidos–, “de frenar no sólo la venta de armas, sino el consumo”. Los estados tienen obligaciones conforme al derecho internacional y los tratados que suscribieron, no a la moral.
Justamente, la principal debilidad de la estrategia del abogado, economista y administrador público consiste en que no contempla a los consumidores de enervantes como un problema de salud pública. Y no lo hace porque pretende imponer a la sociedad sus valores morales y, sobre todo, religiosos que lo conducen a reduccionismos como “somos mucho más los buenos que los malos”, inspirado seguramente en sus aprendizajes sobre “el bien y el mal”.
No sorprende, entonces, la ausencia de la menor crítica a la estrategia proclamada por la Casa Blanca el 17 de junio de 1961, “la guerra contra las drogas” que consagró que “el enemigo público número uno de Estados Unidos es el abuso de las drogas. Para poder luchar y derrotar este enemigo es necesario llevar a cabo una ofensiva nueva y plena”. Estrategia impuesta en el orbe por encima de las políticas y programas multilaterales acordados por la Asamblea General de la ONU.
Los resultados están a la vista. El consumo de opiáceos se incrementó de 1998 a 2008 en 34.5 por ciento, el de cocaína en 27 y el de mariguana en 8.5 por ciento. O como el mismo Felipe del Sagrado Corazón de Jesús afirma: “(…) aquí, en EU, casi 30% de los muchachos consumen drogas”. Acaso tiene razón, pero cierra los ojos a las causas estructurales.
Acuse de recibo
En torno a Simulación política reciclada (21-IX-11) comenta José Luis Ortiz Santillán, articulista de Forum en Línea: “Ése es un buen título. Eso es lo que hemos tenido en estos once años de gobiernos del PAN, el reciclaje de una política económica desgastada”... Juan Manuel Velasco Álvarez, director de velalvarnoticias.com.mx, agrega: “Sería bueno que hicieran una encuesta, pero que se le diga a la gente que es el candidato oficial de las televisoras, haber si la gente vota por él; en México, afortunadamente, somos más gente que piensa que la que ve A cada quien su santo o La rosa de Guadalupe o Señorita Laura”.... Y Francisco Salinas Ríos, director de la Agencia Nacional de Noticias, concluye: “Según Peña Nieto, no hubo ninguno acuerdo bajo la mesa para que concediera la entrevista a Joaquín, la noche del 19, sino que había sido un acuerdo previo de hace cinco meses cuando prometió que después de dejar el cargo de gobernador, le respondería si quería o no ser precandidato del PRI a la Presidencia de la República. Eso es lo que le dijo a Pepe Cárdenas al día siguiente, martes 20, pero con todo no pudo despejar el velo protector que le otorga Televisa por la millonaria campaña que ha pagado para que lo acoja en su Canal de las estrellas, como tal”… Aquí también hacemos votos por el pleno restablecimiento de la salud de Miguel Ángel Granados Chapa.
forum@forumenlinea.com
www.forumenlinea.com
Eduardo Ibarra Aguirre
Al general de cinco estrellas le quedó chico México. Y, acaso por ello, acudió a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas –cual cruzado del siglo XXI– a defender su estrategia punitiva frente a la comercialización ilícita de estupefacientes a la alza en Estados Unidos y buena parte de la aldea, la creciente demanda de armas por las florecientes trasnacionales del crimen organizado y su oportuno abasto por los fabricantes estadunidenses.
Antes de que Felipe Calderón usara “la máxima tribuna global” por sobre la que toman las decisiones los representantes de sólo cinco estados en el Consejo de Seguridad, Barack Hussein Obama situó como las principales amenazas a la paz mundial “al terrorismo –cualquier cosa que su geopolítica decida que esto sea– y la pobreza, sin hacer referencia al narcotráfico ni a la delincuencia que tanto agobia a su socio y titular del Ejecutivo mexicano, incansable visitante de Estados Unidos y activo divulgador de la “excelente colaboración” con Washington en la guerra, que ahora es lucha, contra el crimen organizado.
Resulta que uno es el discurso de Los Pinos y otra la cruda realidad de los intereses del armamentismo de los vecinos del norte, como evidencia y no por primera vez Calderón Hinojosa: “Es urgente poner controles serios en países productores y vendedores de armas de alto poder, para que no sigan alimentando los arsenales de los delincuentes”. También exigió “Naciones Unidas tiene chamba, tiene trabajo qué hacer aquí. Debe continuar impulsando el Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas y evitar su desvío hacia actividades prohibidas por el derecho internacional”.
No le falta razón al michoacano de Morelia, además es una buena carta involucrar a la ONU en un caro tema para México, mas no para el gobierno de Obama, pues no muestra capacidad para hacer respetar los reglamentos en materia de venta de armas de asalto.
Pero también se equivoca en lo sustantivo el promotor turístico (hilarante) de México en las redes sociales desde ayer, al demandar la “obligación moral” de las “naciones consumidoras” de narcóticos –por la cobardía de no decir claramente Estados Unidos–, “de frenar no sólo la venta de armas, sino el consumo”. Los estados tienen obligaciones conforme al derecho internacional y los tratados que suscribieron, no a la moral.
Justamente, la principal debilidad de la estrategia del abogado, economista y administrador público consiste en que no contempla a los consumidores de enervantes como un problema de salud pública. Y no lo hace porque pretende imponer a la sociedad sus valores morales y, sobre todo, religiosos que lo conducen a reduccionismos como “somos mucho más los buenos que los malos”, inspirado seguramente en sus aprendizajes sobre “el bien y el mal”.
No sorprende, entonces, la ausencia de la menor crítica a la estrategia proclamada por la Casa Blanca el 17 de junio de 1961, “la guerra contra las drogas” que consagró que “el enemigo público número uno de Estados Unidos es el abuso de las drogas. Para poder luchar y derrotar este enemigo es necesario llevar a cabo una ofensiva nueva y plena”. Estrategia impuesta en el orbe por encima de las políticas y programas multilaterales acordados por la Asamblea General de la ONU.
Los resultados están a la vista. El consumo de opiáceos se incrementó de 1998 a 2008 en 34.5 por ciento, el de cocaína en 27 y el de mariguana en 8.5 por ciento. O como el mismo Felipe del Sagrado Corazón de Jesús afirma: “(…) aquí, en EU, casi 30% de los muchachos consumen drogas”. Acaso tiene razón, pero cierra los ojos a las causas estructurales.
Acuse de recibo
En torno a Simulación política reciclada (21-IX-11) comenta José Luis Ortiz Santillán, articulista de Forum en Línea: “Ése es un buen título. Eso es lo que hemos tenido en estos once años de gobiernos del PAN, el reciclaje de una política económica desgastada”... Juan Manuel Velasco Álvarez, director de velalvarnoticias.com.mx, agrega: “Sería bueno que hicieran una encuesta, pero que se le diga a la gente que es el candidato oficial de las televisoras, haber si la gente vota por él; en México, afortunadamente, somos más gente que piensa que la que ve A cada quien su santo o La rosa de Guadalupe o Señorita Laura”.... Y Francisco Salinas Ríos, director de la Agencia Nacional de Noticias, concluye: “Según Peña Nieto, no hubo ninguno acuerdo bajo la mesa para que concediera la entrevista a Joaquín, la noche del 19, sino que había sido un acuerdo previo de hace cinco meses cuando prometió que después de dejar el cargo de gobernador, le respondería si quería o no ser precandidato del PRI a la Presidencia de la República. Eso es lo que le dijo a Pepe Cárdenas al día siguiente, martes 20, pero con todo no pudo despejar el velo protector que le otorga Televisa por la millonaria campaña que ha pagado para que lo acoja en su Canal de las estrellas, como tal”… Aquí también hacemos votos por el pleno restablecimiento de la salud de Miguel Ángel Granados Chapa.
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