Peña Nieto, hasta la semana pasada gobernador del Estado de México -el más poblado del país- puso este lunes fin a meses de rumores y especulaciones al anunciar en el noticiero estelar de la cadena Televisa que sí participará de la contienda.
Si Peña Nieto tiene éxito en esta apuesta, marcaría el regreso al poder -tras 12 años en la oposición- del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tras más de 70 años en el gobierno terminó transformándose en un virtual sinónimo de autoritarismo y corrupción.
Descrito a menudo como "el político más guapo de México", el pulcro y energético Peña Nieto -de 45 años- goza de una enorme ventaja según las encuestas.
Su historia de vida ocupa tanto las páginas de política como las del corazón.
Desde la muerte de su primera esposa en 2007, sus años como padre viudo de sus tres hijos y su boda en noviembre pasado con la actriz de telenovelas Angélica Rivera -según muchos, lo más parecido que México ha tenido a una boda real-, su vida personal ha sido seguida paso a paso por la prensa local.
El final idílico de la carrera política de Peña Nieto sería lograr la candidatura del PRI y luego triunfar en la elección de julio próximo.
"(El PRI) es hoy un partido que está nuevamente acreditado"
Enrique Peña Nieto
La semana pasada, en la fastuosa residencia del gobernador en Toluca -la capital del Estado de México-, Peña Nieto dijo a BBC Mundo, con la seguridad propia de un favorito, que su partido ha cambiado.
"(El PRI) ha pasado de esa condición de ser un partido mal calificado, mal evaluado, desgastado por más de 70 años de ser gobierno, a ser hoy un partido que está nuevamente acreditado", afirmó Peña Nieto durante una extensa entrevista en la que dio algunas indicaciones de lo que podría ser su campaña para la presidencia.
"Método"
El PRI, según Peña Nieto, se ha recuperado porque ha aprendido a competir contra otros actores políticos, a diferencia de sus años en el gobierno federal en los que el siguiente presidente era elegido por "dedazo" por quien ostentaba el cargo en ese momento.
Pero, ¿no usó Peña Nieto el mismo método cuando, a principios de este año, eligió al candidato a sucederlo en la gobernación, Eruviel Ávila (quien ganó la elección con más del 60% de los votos)?
"Es un tema que debe dejar satisfacción a los priístas", se defiende Peña Nieto y dice que lo importante es que un candidato "sea competitivo y logre mantener la unidad del partido".
Si se dan esas condiciones, agrega, "poco importa cuál haya sido el método que el partido haya seguido".
Críticas
Ese tipo de actitudes son las razones por las que los críticos de Peña Nieto aseguran que representa más de los mismo del viejo partido que frenó el desarrollo democrático de México durante el siglo pasado.
"Vemos a un PRI que tiene la cara bonita y telegénica de Enrique Peña Nieto", asegura la analista política Denise Dresser, quien equipara al candidato con el primer ministro italiano Silvio Berlusconi por su uso de los medios.
"Pero (Peña Nieto) esconde tras de él las fauces dinosáuricas de los grupos políticos más añejos y autoritarios de México", agrega.
Peña Nieto asegura que su principal credencial de campaña es lo que él llama su exitosa gestión como gobernador del territorio con 15 millones de habitantes que rodea la capital mexicana.
Las críticas personales y políticas de él, asegura Peña Nieto, vienen de opositores que están envidiosos, un concepto que repite varias veces durante la entrevista.
"Vienen de nuestros opositores a quienes les aterra que el PRI esté en la posición que hoy tiene en las encuestas", dice.
Y a él lo critican porque "va adelante" y "nadie se ocupa de quien viene atrás".
Violencia
La elección presidencial en México se llevará a cabo mientras el país continúa enfrentado el flagelo de la violencia relacionada al narcotráfico que ha dejado unas 40.000 víctimas desde fines de 2006.
La creciente frustración y furia popular por los crecientes niveles de violencia han dañado la popularidad del presidente Felipe Calderón y su partido, Acción Nacional (PAN).
Y eso podría jugar a favor del PRI en la elección, asegura Dresser.
"Muchos mexicanos, frente a la violencia que se vive, frente a la sensación de incompetencia por parte del estado, están mirando con añoranza un pasado autoritario", afirma.
Peña Nieto reconoce algunos "aciertos" del actual gobierno tras su decisión de confrontar a los grupos criminales de frente, pero asegura que la estrategia de seguridad de Calderón "no ha tenido ni la eficacia ni los logros esperados".
La decisión de desplegar a las fuerzas armadas en las calles para luchar contra la violencia se tomó "de manera rápida y sin mayor planeación", opina.
Sin embargo, no deja claro si un presidente Peña Nieto evitaría usar el ejército.
Dice que el PRI tendría una "estrategia articulada" que se valdría de "mayor use de inteligencia y no sólo de la fuerza".
"Hoy el Estado de México está entre los primeros tres lugares de corrupción en México"
Josefina Vázquez Mota, diputada
El estado de México, aunque no es uno de los más afectados por la violencia, ha visto aumentar el número de asesinatos y ejecuciones relacionadas con el crimen organizado, y muchos de los capos fueron arrestados en ese territorio por el gobierno federal.
"Hoy el Estado de México está entre los primeros tres lugares de corrupción en México", dice a BBC Mundo Josefina Vázquez Mota, una diputada del partido de Calderón que busca convertirse en la primera mujer presidenta de México por el PAN.
"Está entre las entidades con menos seguridad y entre los estados con mayor número de secuestros en el país", asegura.
Es casi inevitable que el debate sobre la seguridad domine la campaña presidencial.
Si Peña Nieto es el candidato del PRI -y esto no es necesariamente certero- , se enfrentaría con un candidato del PAN, como Vázquez Mota o el hasta hace poco Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero.
En la izquierda, se barajan dos posibilidades: el alcalde de la ciudad, Marcelo Ebrard, y su antecesor en ese cargo y ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador ha sido cáustico en sus opiniones sobre Peña Nieto.
"(Peña Nieto) es un merengue, hecho por los cocineros de Televisa... no tiene sustancia", dijo recientemente Lopez Obrador en referencia a lo que se ve como un apoyo tácito del poderoso grupo mediático al aspirante del PRI.
Pero al mismo tiempo, López Obrador le puede dar una lección de humildad al favorito.
Durante los meses anteriores a la elección de 2006, López Obrador disfrutaba una ventaja considerable en las encuestas pero, tras una agresiva campaña de sus opositores, terminó perdiendo la elección por poquísimos votos.
Y por eso, muchos en México piensan que el final feliz de la historia de Enrique Peña Nieto no puede darse por seguro.
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