Maltrato que padecen pasa desapercibido en las urbes
Por la Redacción
México, DF, 29 may 12 (CIMAC).- Para millones de niñas y niños en el mundo vivir en una ciudad equivale a padecer pobreza y exclusión, y en muchos casos vivir expuestos a una potencial violación de sus derechos o a ser explotados, alertó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Casi la mitad (43 por ciento) de las y los niños del todo el mundo vive en zonas urbanas, cifra que se espera vaya en aumento. En muchos países las y los menores de edad que viven en pobreza urbana están en condiciones similares (o peores) que las y los niños pobres de las zonas rurales, advirtió la instancia de la ONU en su estudio “Estado mundial de la infancia 2012, niñas y niños en un mundo urbano”.
UNICEF indicó que cerca de una tercera parte de la población urbana del mundo vive en tugurios –incluso en África esa proporción es superior al 60 por ciento–, donde prevalecen condiciones de hacinamiento e insalubridad que pueden facilitar la transmisión de enfermedades como neumonía y diarrea (dos de las principales causas de muerte entre las y los menores de cinco años en todo el mundo).
Durante 2010 casi 8 millones de niñas y niños murieron antes de cumplir los cinco años debido a esas enfermedades o complicaciones durante el parto, de acuerdo con el reporte.
“En las zonas urbanas las altas concentraciones de pobreza se combinan con la ineficiencia de los servicios, lo que aumenta la mortalidad infantil”, dijo UNICEF.
Muchas de estas muertes pudieron evitarse si la madre o el menor reciben la atención médica por parte de profesionales especializados con equipo y suministros adecuados, los cuales en el entorno urbano están más cerca de la población, pero su acceso, su uso, así como su calidad son “más deficientes en los barrios más pobres” de las zonas urbanas.
Aunado a ello, las madres del medio urbano tienen menos probabilidades de amamantar a sus hijos que las madres del medio rural. Los resultados de las Encuestas Demográficas y de Salud –realizadas en 36 países– muestran que el porcentaje de niñas y niños alimentados con leche materna era menor en las zonas urbanas.
Estos resultados pueden estar relacionados con la necesidad de trabajar de las madres pobres que viven en la ciudad, lo que les deja menos tiempo para brindarles esta alimentación. UNICEF recordó que la lactancia materna puede reducir la mortalidad neonatal hasta en 20 por ciento, ya que cubre las necesidades nutricionales básicas de un menor de edad.
A más de una tercera parte de las y los menores de edad de las zonas urbanas no se les registra al nacer, lo que además de ser una violación a su derecho a una identidad propia, puede impedir el posterior acceso a los servicios de salud o educación, a la vez que aumenta la vulnerabilidad a distintas formas de explotación.
“Los niños y niñas que carecen de certificado de nacimiento o de registro oficial corren grave peligro de ser objeto de trata”. Al mismo tiempo que para las autoridades se vuelve más complicado su identificación y rastreo, por lo que resulta casi imposible brindarles protección.
El reporte de UNICEF destacó que casi 2.5 millones de personas son sometidas a trabajos forzados o con fines de explotación sexual. Entre el 22 y 50 por ciento de ellos pueden ser menores de edad, lo que se desconoce debido a que “a menudo se oculta, se niega o se ignora” este tipo de explotación.
“Las penurias que padecen los niños y las niñas más pobres de las zonas urbanas quedan encubiertas por la riqueza de las comunidades que residen en otros lugares de las ciudades”, pues generalmente se mide el desarrollo de un país a partir de la existencia de ciudades y de zonas urbanas.
Así, las dificultades de la infancia urbana en muchas ocasiones se invisibiliza, por lo que es preciso que las políticas públicas vayan encaminadas a construir “ciudades más justas y mas acogedoras para todas las personas, empezando por los niños y las niñas”, concluyó UNICEF.
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