Al gobierno, su partido y su precandidato único le urgen las
sentencias para “dejar resuelto” ese crimen de lesa humanidad que marcó
el declive de la gestión de Enrique Peña Nieto justo a la mitad de su
mandato, en septiembre de 2014.
Además de los policías municipales de Iguala y Cocula, acusados de
haber detenido y entregado a los estudiantes a la delincuencia
organizada, la PGR busca una sentencia pronta del expresidente municipal
de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda.
Dictadas las sentencias por la justicia federal, el gobierno haría
entonces las propuestas de indemnización y atención a las víctimas.
En ese escenario ideal, el Poder Judicial de la Federación tendría
que dar por agotada la etapa de investigación para dictar sus
sentencias. Así, el gobierno federal necesita la colaboración de los
jueces y de quienes los gobiernan; es decir, el Consejo de la Judicatura
Federal, que encabeza el presidente de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación (SCJN), Luis María Aguilar.
Ante esa perspectiva, los familiares de los normalistas han decidido movilizarse.
El lunes fueron a la SCJN. Luis María Aguilar les ofreció una reunión
la próxima semana en el Consejo de la Judicatura para destrabar dos de
sus demandas centrales: la consignación de policías federales como
presuntos responsables y el amparo contra la resolución de la
Visitaduría de la PGR que exoneró a Tomás Zerón, el exdirector de la
Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría.
Ahora secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional en la
Presidencia de la República, Zerón es para los familiares de los
normalistas responsable del ocultamiento de peritajes en la
investigación. Una versión alimentada desde la propia PGR cuando la
titular era Arely Gómez, ahora secretaria de la Función Pública.
El martes, los familiares de las víctimas fueron a protestar a las
oficinas centrales de la PGR, aunque las instalaciones están abandonadas
desde el temblor del 19 de septiembre del año pasado. También se
manifestaron en el Centro de Evaluación y Control de Confianza.
Este miércoles estarán en la Secretaría de Gobernación, donde un grupo de madres de normalistas están en huelga de hambre.
El movimiento ha escalado sus protestas también en vísperas de la
llegada de un grupo de expertos de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) para verificar que la PGR haya incluido en sus
investigaciones las observaciones del Grupo Interdisciplinario de
Expertos Internacionales (GIEI) que acabó confrontado con el gobierno de
Peña Nieto.
Ante ese escenario, las sentencias en las semanas por venir, podrían
ser contraproducentes para los cálculos políticos y electorales de Peña
Nieto.
Twitter: @jorgecarrascoa
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