El fin de semana
anterior, el gobernador de Michoacán conjuró contra los maestros que:
si bloqueaban las vías del tren, habría consecuencias y si no fuesen
suficientes las cárceles de la entidad, los enviaría a los penales
federales. La amenaza no se hizo esperar, el lunes 22 de enero desató el
infierno en el cruce del tren conocido como Tres Puentes en la capital
michoacana, donde los mentores se habían colocado a los lados de las
vías y no sobre ellas, ahí el operativo de policías antimotines detuvo a
una treintena, la mitad de ellos entre 50 y 60 años de edad; es decir,
los que no pudieron escapar a la persecución desmedida de los policías.
Para el día martes, un plantón de inconformes creció a las afueras de
la PGR en Morelia, exigiendo la liberación de los mentores; el
fortalecimiento de esa concentración debilitó la presencia de los
profesores en el cierre de la Secretaría de Educación en el Estado
(SEE), de forma que la policía michoacana aprovechó para entrar al
inmueble causando destrozos, deteniendo a cuatro trabajadores que
laboran ahí mismo como veladores y otros cinco maestros fuera del lugar,
a los cuales se les acusó de los daños hechos por los policías por un
monto de 630 mil pesos.
El miércoles la situación recrudeció, extendiendo la represión hacia
los ciudadanos; desde las tres de la madrugada arribaron policías a la
estación del tren en la comunidad indígena de Caltzontzin, pero los
docentes se resguardaron con las familias del pueblo; al amanecer, con
el apoyo de algunos pobladores formaron barricadas a la entrada y en la
carretera, con palos y piedras ahuyentaron a los cuerpos represivos que
más tarde montaron un operativo aéreo y por tierra, cateando sin ninguna
orden judicial las casas particulares buscando a los profesores. Como
resultado apresaron a tres comuneros ajenos al conflicto magisterial.
Ese mismo día cerca de Zitácuaro, en la comunidad de San Felipe de
los Alzati se organizaba el respaldo a la disidencia magisterial tras el
violento desalojo al bloqueo a las vías férreas en Maravatío, la
represión de los policías alcanzó a varios menores de edad, se confirmó
además el encarcelamiento de tres maestros, un comisariado de bienes
comunales y un reportero de El Despertar de Oriente. En
Puruándiro detuvieron a varios docentes que mantenían cerradas las
oficinas de rentas y otros intentos de represión fueron evitados en
Nueva Italia, donde la comunidad dejó abiertas las puertas de sus casas y
de la iglesia para que los profesores entraran en caso de emergencia.
Ese día, la dirección de la sección 18 había convocado a una rueda de
prensa en el edificio de la SEE para informar de la situación que
imperaba en el magisterio, así como de la ola de encarcelamientos y
represiones desatada por el gobernador, pero justo al salir de ahí fue
detenido el secretario sindical de conflictos de primaria y otros tres
profesores, aunque se sospecha que iban por la cabeza de Víctor Manuel
Zavala, líder de la CNTE en Michoacán.
Entrada la noche fueron liberados los últimos 28 maestros
encarcelados el lunes, pero no terminaban de gozar el júbilo cuando ya
habían sido detenidos otros cinco que participaban en actividades de
difusión y denuncia en Pátzcuaro. Para la madrugada del jueves 25 de
enero un grupo de uniformados repartió golpes, gases y balas de goma a
quienes se encontraban cerca del corte de las vías en el puerto de
Lázaro Cárdenas; el saldo fue de 12 personas detenidas y tres
hospitalizados, entre maestros, mineros y personas ajenas a la protesta.
Las raíces del descontento magisterial se encuentran en el hartazgo
acumulado durante dos años de mentiras, de engaños, de insensibilidad,
de golpeteo del actual gobierno local a su economía familiar y de la
sustentabilidad de las instituciones educativas y de los programas
sociales; sin embargo, el gobernador Silvano Aureoles Conejo hace todo
lo posible por desvirtuar las causas profundas de sus demandas,
recurriendo a la desinformación y la guerra sucia.
Por un lado, intenta reducir el conflicto a un pleito entre partidos
electorales, ligando a la CNTE con Morena, pero los maestros disidentes
no tienen ninguna relación formal o informal como organización social
con ese instituto político, y no se trata de un deslinde peyorativo,
sino de una sana aclaración para que no se desvíe la atención de sus
legítimas demandas sociales y no electorales porque no tienen ninguna
aspiración a puestos de autoridad; por otro lado, con la detención y
criminalización del ex dirigente estudiantil conocido como El Mosh,
haciéndolo aparecer en la escena del cierre de la SEE como un
desestabilizador recién llegado, se revuelven las viejas imágenes
distorsionadas de su actuar en la huelga de la UNAM, lo cierto es que es
un ciudadano radicando en Michoacán desde hace 10 años y como profesor
de educación básica para adultos ingresado legalmente bajo concurso,
forma parte del magisterio, pero nunca ha ocupado ningún cargo en la
dirección sindical.
A pesar del infierno que han vivido los maestros y quienes los
apoyan, no hay visos de que cesen las movilizaciones, tanto el
descontento generalizado como el apoyo social van en ascenso. Silvano ya
perdió la gobernabilidad de Michoacán y a cada paso demuestra su
incapacidad para sostenerse en el Ejecutivo.
*Doctor en pedagogía crítica
No hay comentarios.:
Publicar un comentario