Mumía Abú-Jamal
15/01/09
15/01/09
El Reverendo Doctor Martín Luther King, Jr. está siendo otra vez resucitado en estos días del año, en parte porque se acerca su cumpleaños, pero también, naturalmente, por la imminente juramentación del Presidente electo Barack H. Obama -- el primer Negro en la historia de los Estados Unidos de ser así honrado.
Como casi siempre pasa, el Reverendo King que hoy es presentado se parece muy poco al hombre real, lleno de vida, que respiraba, crecía y que se encuentra detrás del nombre.
Como todo hombre, él tuvo sus altos y sus bajos, sus miedos y sus dudas, sus inspiraciones y sus revelaciones. Su discurso en Washington (conocido como, "Yo Sueño que un Día") no fué ni su mejor discurso, ni el más profundo, pero, como todos los predicadores Negros que son buenos oradores, él puso en ese discurso lo mejor de sí.
El Doctor King, como muchos líderes muy ocupados, tenía otros que le escribían algunos de sus discursos, y uno de ellos fué Vincent Harding, hoy teólogo e historiador. Harding contribuyó al extraordinario discurso que el Doctor King pronunció en la Iglesia Riverside, de la ciudad de Nueva York, pronunciado precisamente un año antes de su asesinato. En ese discurso el Doctor King denunció la Guerra de Viet-Nam, que marcó su ruptura con el presidente norteamericano, Lyndon B. Johnson, con las corporaciones de los medios de comunicación y con muchos de sus más cercanos aliados en la
Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, (Southern Christian Leadership Conference , SCLC.)
El Pesidente Johnson se sintió traicionado por el Doctor King, y los medios de comunicación cambiaron de elogios a ridículo. En su libro, Martín Luther King: El Héroe Inoportuno (Martin Luther King: The Inconvenient Hero, New York, Orbis, 1996), Harding cita la página editorial del Washington Post que ataca a King, quien, "ha disminuído su utilidad a su causa, a su país y a su pueblo" debido a su discurso contra la Guerra de Viet-Nam, a la que los vietnamitas llamaban, "La Guerra Norteamericana".
Pero, las traiciones no lo detuvieron, ni lo desalentaron los malos editoriales. En verdad, la violencia de la guerra lo radicalizó profundamente, tanto así que el diría después, "lo perverso del capitalismo es tan real como son perversos el militarismo y el racismo." (Harding, 101).
Piense en ésto: capitalismo, militarismo y racismo -- son perversos.
¿Cuándo es la última vez que Usted ha escuchado éso?
El Reverendo Doctor Martin Luther King, Jr. estaba siendo radicalizado por los agitados acontecimientos que pasaban alrededor suyo -- y, un año antes de su muerte, él estaba tanto contra la guerra como contra el capitalismo.
Pregúntese Usted, si el Dr. King estuviera vivo hoy, con sus opiniones, ¿podría ser elegido presidente?
Y si no, ¿porqué no?
¿Qué dice éso del sistema político de la nación?
--(c) '09 maj
Traducción libre del inglés enviado
por Fatirah, litestar@aol.com, hecha en
REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas, EE.UU.
Como casi siempre pasa, el Reverendo King que hoy es presentado se parece muy poco al hombre real, lleno de vida, que respiraba, crecía y que se encuentra detrás del nombre.
Como todo hombre, él tuvo sus altos y sus bajos, sus miedos y sus dudas, sus inspiraciones y sus revelaciones. Su discurso en Washington (conocido como, "Yo Sueño que un Día") no fué ni su mejor discurso, ni el más profundo, pero, como todos los predicadores Negros que son buenos oradores, él puso en ese discurso lo mejor de sí.
El Doctor King, como muchos líderes muy ocupados, tenía otros que le escribían algunos de sus discursos, y uno de ellos fué Vincent Harding, hoy teólogo e historiador. Harding contribuyó al extraordinario discurso que el Doctor King pronunció en la Iglesia Riverside, de la ciudad de Nueva York, pronunciado precisamente un año antes de su asesinato. En ese discurso el Doctor King denunció la Guerra de Viet-Nam, que marcó su ruptura con el presidente norteamericano, Lyndon B. Johnson, con las corporaciones de los medios de comunicación y con muchos de sus más cercanos aliados en la
Conferencia de Líderes Cristianos del Sur, (Southern Christian Leadership Conference , SCLC.)
El Pesidente Johnson se sintió traicionado por el Doctor King, y los medios de comunicación cambiaron de elogios a ridículo. En su libro, Martín Luther King: El Héroe Inoportuno (Martin Luther King: The Inconvenient Hero, New York, Orbis, 1996), Harding cita la página editorial del Washington Post que ataca a King, quien, "ha disminuído su utilidad a su causa, a su país y a su pueblo" debido a su discurso contra la Guerra de Viet-Nam, a la que los vietnamitas llamaban, "La Guerra Norteamericana".
Pero, las traiciones no lo detuvieron, ni lo desalentaron los malos editoriales. En verdad, la violencia de la guerra lo radicalizó profundamente, tanto así que el diría después, "lo perverso del capitalismo es tan real como son perversos el militarismo y el racismo." (Harding, 101).
Piense en ésto: capitalismo, militarismo y racismo -- son perversos.
¿Cuándo es la última vez que Usted ha escuchado éso?
El Reverendo Doctor Martin Luther King, Jr. estaba siendo radicalizado por los agitados acontecimientos que pasaban alrededor suyo -- y, un año antes de su muerte, él estaba tanto contra la guerra como contra el capitalismo.
Pregúntese Usted, si el Dr. King estuviera vivo hoy, con sus opiniones, ¿podría ser elegido presidente?
Y si no, ¿porqué no?
¿Qué dice éso del sistema político de la nación?
--(c) '09 maj
Traducción libre del inglés enviado
por Fatirah, litestar@aol.com, hecha en
REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas, EE.UU.
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