Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
Comienzan a surgir las especulaciones y preguntas sobre cuántos funcionarios más, tuvieron acceso a los “financiamientos y “facilidades”
Con un Presidente debilitado y un gobierno que no atina a responder a la oleada de críticas y señalamientos sobre la existencia de conflictos de interés y la necesaria rendición de cuentas, tanto en la familia presidencial como en el gabinete, comienzan a surgir las especulaciones y preguntas sobre cuántos funcionarios más, del selecto grupo mexiquense que detenta el poder, tuvieron acceso a los “financiamientos y “facilidades” del constructor favorito y favorecido del peñanietismo, Juan Armando Hinojosa Cantú, para adquirir residencias y propiedades.
El modus operandi en los dos casos conocidos hasta ahora, el de la esposa del Presidente, Angélica Rivera, y del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, señala que esta pudo ser una práctica que se extendió al grupo gobernante y que buscó beneficiar, con créditos millonarios y financiamientos blandos, a los integrantes del grupo político al que está ligado el crecimiento y la expansión de Grupo Higa y sus filiales, a través del otorgamiento de contratos millonarios de obra pública tanto en el Estado de México como en el gobierno federal. En Toluca se menciona que hay varios “beneficiarios” de la generosidad de Hinojosa Cantú.
La riqueza de algunos funcionarios, como la del secretario de Gobierno, José Manzur Quiroga, hace que afloren las sospechas. Ya desde el gobierno de Peña Nieto en el Estado de México, donde fue subsecretario de Gobierno, Manzur aparecía en la prensa como el más acaudalado de entre todos los funcionarios del gobierno estatal, de acuerdo con su declaración patrimonial de 2007. En agosto de aquel año el funcionario reportó casas en Naucalpan, Temascalcingo y Valle de Bravo, además de 99 vehículos antiguos de colección que aseguró haber heredado, 47 vehículos de arrastre y salvamento de su empresa (Grúas Manzur), 8 automotores más “de servicio” y cinco autos “de uso diario”. También reportó un departamento en el DF, dos casas en Metepec, tres en Toluca, un predio en Coacalco, dos en Naucalpan, cuatro predios rústicos en Jilotzingo y cinco en Toluca. Siete años después su patrimonio ha seguido creciendo.
Y mientras surgen rumores y versiones que hablan de más casas blancas en el gabinete federal, ayer el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, de plano se deslindó de Juan Armando Hinojosa y de Grupo Higa, ante las versiones que le atribuían propiedades relacionadas con el polémico empresario. “Ni yo ni ningún familiar, tiene propiedades o bienes que hayan pertenecido al señor Hinojosa ni a ningún otro contratista, empresa o persona que a lo largo de mis 45 años ininterrumpidos de servicio público haya tenido trato conmigo”, dijo ayer al periodista Joaquín López Dóriga el secretario que organizó la licitación del tren México-Querétaro, tras cuya cancelación se destapó el primer escándalo de la casa blanca de Las Lomas propiedad de grupo Higa.
Ayer, en medio de rumores y deslindes, el portal de CNN noticias publicó un análisis de las declaraciones patrimoniales de todos los secretarios de Enrique Peña Nieto. En conjunto, el gabinete presidencial es propietario de 103 terrenos, edificios, casas y departamentos, según sus últimas declaraciones. El secretario de Agricultura, Enrique Martínez, es el que más propiedades e inmuebles posee, con un total de 18, la mayoría terrenos que acumula con una superficie total de 222 hectáreas de su propiedad. Otros secretarios que declararon tener varias propiedades fueron Pedro Joaquín Coldwell con 12, Alfonso Navarrete Prida con 11, y el encargado de Función Pública, Julián Olivas con 8 propiedades.
Así que, mientras el debate se centra entre la rendición de cuentas y los conflictos de interés, el tema de Grupo Higa de Juan Armando Hinojosa y sus relaciones y operaciones con el grupo gobernante, seguirán en el ojo público mientras no se den explicaciones claras, suficientes y convincentes.
NOTAS INDISCRETAS… Las vacaciones de los ministros de la Suprema Corte de Justicia serán intensas. Y no porque les gusten los deportes extremos, sino porque varios de ellos se van a descansar pero seguirán haciendo labor de cabildeo para tratar de influir en la sucesión del presidente de la Corte que se define en enero de 2015. Hasta ayer ninguno de los seis aspirantes conocidos se había bajado –Margarita Luna, Luis María Aguilar, Jorge Mario Pardo, Arturo Zaldívar, Fernando Franco y Alfredo Gutiérrez— y todos seguían en el proceso de conseguir al menos seis votos para obtener la presidencia. Algo muy sintomático, que se vio la semana pasada en el último informe del actual presidente, el ministro Juan Silva Meza, es que todos los que aspiran, cuando pueden, le echan flores y elogios al presidente saliente. ¿Será que el ministro Silva tiene los votos para inclinar el fiel de la balanza de su sucesor? Por ahora lo único claro es que ninguno de los seis lleva una ventaja clara… Los dados repiten Serpiente. Mal pinta la semana.
sgarciasoto@hotmail.com
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