Alberto Aziz Nassif
Hacia finales de noviembre, el pasado día 28, en pleno otoño, se llevó a cabo una extraña ceremonia en la ciudad de Chihuahua. Fue en el Auditorio Municipal en donde se dieron cita un grupo de ciudadanos para darle voz a una nueva organización civil llamada Unión Ciudadana. La nostalgia estaba presente: ¿era un regreso a los años ochenta?, no lo creo; ¿era otra lucha contra el tirano?, sí es posible; ¿eran las piezas de una sociedad rota que trata de regresar a la acción? Eso está por verse.
¿Podrá resurgir la insurgencia de los 80 que juntó a los diferentes para agruparse bajo la bandera del respeto al voto? Ahora después de muchos años regresa un pequeño germen de organización política, pero no es desde los partidos, sino desde una convocatoria que hacen varios líderes políticos con un discurso ciudadano. Sin embargo, todos los convocantes vienen de los partidos políticos, unos en activo, otros que ya rompieron y unos más que tratan de construir un nuevo partido. Los partidos, antes llamados de oposición, hoy están podridos. Estos líderes regresan a decirle al tirano que ha abusado del poder: lo acusan penalmente de haberse enriquecido con los recursos públicos, lo señalan de haber destruido la poca autonomía que tenían el poder judicial y legislativo, de comprar a la prensa y a casi todos los medios masivos. En suma, se trata de un gobernador que compra apoyos, soborna, hace negocios y, además, al que alza la voz lo amenaza y lo intimida.
En este grupo hay panistas (Pancho Barrio, Javier Corral), morenistas (Víctor Quintana), ex perredistas (Jaime García Chávez) y un puñado de ciudadanos que han decidido acompañar la denuncia penal contra el gobernador César Duarte. Estas coaliciones se hacen posibles cuando se trata de sacar adelante una agenda que pueda ser apoyada por amplios grupos de la sociedad. Antes fue el respeto al voto, ahora es la lucha contra la corrupción y la impunidad. Quizá los excesos de Duarte hayan interrumpido el largo sueño de un estado que en otros momentos ha protagonizado importantes luchas libertarias.
Por supuesto que no se puede regresar a la insurgencia electoral de los años ochenta, porque el país es otro y el estado es muy diferente pero, sobre todo, porque el juego regional de los actores ha cambiado de forma importante. Los chihuahuenses ya saben lo que es la alternancia electoral, entre 1992 y 1998 hubo un gobierno del PAN que dejó avances y problemas, pero quedó como una experiencia única porque el panismo en Chihuahua, como en otros estados, y en el país, ha dejado de ser una opción democrática. La izquierda en ese estado norteño no ha sido una opción de poder, es estructuralmente débil, a tal grado que en las últimas elecciones el PRD y el PT se alquilaron como franquicias al PRI. No sabemos todavía qué pueda pasar con Morena.
El acontecimiento que motiva el inicio de este movimiento es la trama de corrupción de Duarte y la denuncia en su contra. Los acontecimientos son importantes porque modifican la percepción de la realidad y pueden ser la gota que derrame el vaso. ¿Será éste ese acontecimiento? Pero sin actores y líderes la dinámica social por sí sola no impulsa una modificación de las fuerzas. Después de tres gobernadores priístas (Martínez, Baeza y Duarte), cada uno peor que el anterior, hay hartazgo. Se trata de una sociedad que ha sido terriblemente golpeada por la violencia. Una sociedad temerosa que prefirió el encierro ante una autoridad incompetente y coludida, que ahora se roba los recursos públicos. Hay agravios y razones para un movimiento civil, independientemente de lo que haga la PGR.
El momento político del país es de crisis, el gobierno priísta de Peña Nieto está contra las cuerdas en credibilidad y confianza. Entre los escenarios está el que no pase nada y Duarte siga tan campante, como lo más probable; también puede ser que la denuncia prospere ante la necesidad de recuperar legitimidad y la federación ponga orden y castigue a su virrey, lo menos probable. Pero entre uno y otro escenario, tal vez será la capacidad política de la Unión Ciudadana lo que pueda modificar la autoritaria vida política en Chihuahua…
Investigador del CIESAS.
@AzizNassif
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