Las atribuciones de las nuevas alcaldías y otras peticiones del albiazul deshacen el acuerdo sobre la autonomía capitalina
CIUDAD DE MÉXICO, 16 de diciembre.- El grupo
parlamentario del PAN frenó ayer en el Senado la reforma política del
Distrito Federal, porque introdujo demandas extra en el último momento
de la negociación y no se movió de su posición en torno a las
facultades que deben tener las nuevas alcaldías que sustituirán a las
delegaciones políticas; incluso recurrió a la estrategia de romper el
quórum para impedir que se procesara en el pleno.
Cerca de la medianoche, después de que el PAN se salió del salón de
plenos y rompió el quórum, pero además no regresó a él, a pesar de que
se convocó una nueva sesión, el presidente del Senado, Luis Miguel
Barbosa, aseveró que la reforma política del Distrito Federal no salió
debido a “cálculos políticos” del PAN rumbo a 2015, año de comicios en
la capital del país.
El perredista Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de
Estudios Legislativos Segunda, reveló que el PAN llegó al absurdo de
impugnar redacciones que su propio grupo parlamentario había
introducido y había aprobado, pero cerca de encontrar un acuerdo
anoche, el coordinador de los panistas, Jorge Luis Preciado, los puso
en duda y no mostró voluntad política para concretarla.
Barbosa relató que la necesidad de que hubiera dos asambleas en el
DF —una de ellas constituyente— y establecer las facultades de las
nuevas alcaldías empantanaron las negociaciones.
PAN frena reforma política en la capital
Su grupo abandonó el salón de plenos del Senado y contribuyó a romper el quórum.
El grupo parlamentario del PAN frenó ayer en el Senado de la
República la reforma política del Distrito Federal, porque introdujo
demandas extra en el último momento de la negociación y no se movió de
su posición en torno a las facultades que deben tener las nuevas
alcaldías, que sustituirán a las delegaciones políticas; incluso
recurrió a la estrategia de romper el quórum para impedir que se
procesara en el pleno.
Cerca de la medianoche, después de que el grupo parlamentario del
PAN se salió del salón de plenos y rompió el quórum, además de que no
regresó a pesar de que se convocó a una nueva sesión, el presidente
del Senado, Luis Miguel Barbosa, aseguró que la reforma política del
Distrito Federal no salió por “cálculos políticos” del PAN con miras a
2015, año de comicios en la capital del país.
Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de Estudios
Legislativos Segunda, reveló que el PAN llegó al absurdo de impugnar
redacciones que su propio grupo parlamentario había introducido y había
aprobado, pero cerca de alcanzar un acuerdo anoche, prosiguió, el
coordinador de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado, decidió
ponerlos en duda y no mostrar voluntad política para concretarla.
Luis Miguel Barbosa sostuvo que en el Senado tenían claro que aun
cuando el pleno aprobara esa reforma, la Cámara de Diputados la iba a
dejar para febrero del próximo año.
Sin embargo, había un acuerdo político para sacarla en este periodo
ordinario —que terminó ayer— , avalado por el propio panismo, que en el
último momento no honró, dijo.
El también líder de los senadores del PRD relató que desde el año
pasado hubo dos puntos que frenaron toda posibilidad de acuerdo.
El primero se refería a la necesidad de que hubiera dos Asambleas en
el Distrito Federal, una para cumplir la función constitucional de
legislación ordinaria y la otra para asumirse como Asamblea
Constituyente, responsable de redactar la primera Constitución Política
de la Ciudad de México.
El segundo se situó en la necesidad de establecer las facultades de
las nuevas alcaldías, para que no estuvieran subyugadas a la Jefatura
de Gobierno del Distrito Federal.
Barbosa detalló que el PRI accedió a la creación de dos Asambleas,
lo cual allanó el acuerdo para que avanzara el dictamen; sin embargo,
el panismo no sólo se mantuvo en su posición de ampliar a lo máximo las
facultades de las alcaldías, sino que además planteó en la mesa otros
puntos que no eran posible negociar en ese momento.
La reforma se quedó en primera lectura con el compromiso público de
que habrá dos Asambleas; que las alcaldías tendrán acceso a los
recursos federales, es decir, no pasarán por el filtro del Jefe de
Gobierno; que tanto el Jefe de Gobierno del Distrito Federal como
cualquiera de los integrantes de la Asamblea Constituyente tendrán la
facultad de iniciativa para proponer la nueva Constitución y que a la
integración de los órganos de gobierno de la Asamblea en donde se
establece que las fuerzas políticas con el mayor número de integrantes
tendrán acceso a la presidencia de los mismos, y el quinto cambio que
se hará en el pleno se refiere a las atribuciones que tendrán las
alcaldías.
El Legislativo dejó a medias nueve reformas
El Senado y la Cámara de Diputados cerraron ayer el periodo
ordinario de sesiones y dejaron a la mitad nueve reformas que se
comprometieron a procesar, entre ellas la del salario mínimo, porque la
carencia de acuerdos entre senadores, principalmente con el PAN,
provocó el retraso en el procesamiento de los temas y la suspensión de
la sesión por carencia de quórum, ante lo cual los diputados ya no
pudieron esperar más tiempo.
Se trata de las reformas para crear mecanismos de control para la
deuda de estados y municipios; la desvinculación del salario mínimo; la
reforma política del Distrito Federal; la inclusión del turismo como
actividad prioritaria para influir en el crecimiento económico; el
cambio en la Ley de Obras para transparentar todas las adquisiciones
federales, y la reforma que permitirá a los gobiernos estatales optar
por las coaliciones de gobierno.
Además, la nueva Ley de la Fiscalía General de la República, los
cambios para bloquear las señales de celulares en los reclusorios y las
modificaciones encaminadas a fomentar la competencia en materia
ferroviaria y de aviación se quedaron a mitad del camino legislativo.
Aunque en casos como la desindexación del salario mínimo las dos
Cámaras avalaron todo el articulado, no pudo salir a los Congresos de
los estados, dado que se trata de una reforma constitucional, porque el
Senado cambió el artículo Quinto transitorio y debía regresarla a los
diputados para su discusión.
Sin embargo, la falta de acuerdos retrasó tanto su procesamiento en
el Senado, que la Cámara de Diputados clausuró sin recibir la minuta.
Anoche, la vicecoordinadora de los senadores del PRD, Dolores
Padierna, lamentó que la posición de cerrazón del grupo parlamentario
del PAN en torno a la Reforma Política del Distrito Federal atorara el
cambio en materia de salario mínimo, lo cual es lamentable, dijo, pues
condena a los trabajadores mexicanos a mantenerse más tiempo con un
ingreso paupérrimo, a pesar de que todas las fuerzas políticas tenían
voluntad de sacar el tema.
La legisladora federal reveló que fue el PRD el que detuvo la
creación de la Ley de la Fiscalía General de la República, porque no
está de acuerdo en que se mantenga Jesús Murillo Karam como el titular
de ese organismo autónomo hasta 2023, como establece la nueva
legislación, y ese freno ocasionó que no pudiera avanzar el
nombramiento de los fiscales contra los actos de corrupción y para
atender los delitos en materia electoral.
La tensión vivida ayer en el Senado generó distanciamientos en
diferentes temas y la suspensión de la reunión plenaria por falta de
quórum, una vez que los panistas abandonaron la sesión para evitar que
se discutiera la reforma política del Distrito Federal y los salarios
mínimos.
Primero, los panistas se salieron o no votaron un dictamen sobre
cambios de las reglas en el Poder Legislativo, al grado de que sólo
había 58 legisladores en el pleno, cuando el quórum reglamentario se
forma con 65 legisladores.
El presidente en turno, José Rosas Aispuro, solicitó unos minutos
para que pudiera decretar el procedimiento a seguir; 20 minutos después
informó que se cerraba la sesión por falta de quórum y citó a una nueva
sesión 10 minutos después.
Pero los panistas no llegaron. En el pleno sólo estaban algunos
priistas, perredistas, del Partido Verde y del PT, y a pesar de que
ellos sólo suman más de 65, anoche todos tuvieron ausencias
considerables y sólo hubo 60 legisladores presentes en la lista de
presentes para esa segunda sesión.
Correspondió al entonces presidente en turno, Luis Sánchez, declarar
que al no haber quórum se cancelaba la sesión, y pronunció el discurso
de clausura, en el cual lamentó la posición política de algunos de sus
compañeros que decidieron ausentarse para no continuar con el trabajo
legislativo.
Cerca de la medianoche, el presidente de la Junta de Coordinación
Política, Emilio Gamboa, refrendó la disposición de los grupos
parlamentarios a construir acuerdos; lamentó que no salieran varios
pendientes, pero reiteró que 2014 fue un año altamente productivo para
el Senado de la República.
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