Lydia Cacho
Plan b -
¿Quiénes
van a reconstruir a México? La pregunta de estos días es quiénes tienen
verdadera incidencia para llevar a cabo una transformación de fondo
porque no hay hogar mexicano en el que no se hable de la injusticia,
inestabilidad, corrupción rampante y, claro, de los 43 estudiantes como
símbolo patente del narcoestado.
¿Por dónde comenzar para dar certidumbre? Algunos pasos para iniciar…
Hace cinco semanas el procurador general de la República, Jesús Murillo
Karam, presentó su renuncia al presidente Enrique Peña Nieto. Mis
fuentes de Presidencia aseguran que la respuesta del residente de Los
Pinos fue algo así como: “Vaya, eres el primero que trae su propia
renuncia; todos los demás me traen listas de quiénes deben renunciar”.
A la luz de la ineptitud de Murillo Karam, está claro que esa renuncia
debería de ser aceptada de inmediato, además de abrirle un expediente
para investigar todos los casos en que por omisión de su equipo y su
falta de liderazgo causó muertes que pudieron ser evitadas: léase caso
Abarca (tenían todo el expediente y no actuaron desde hace 18 meses).
Debe renunciar Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda y Crédito
Público, porque es parte de un claro entramado de corrupción
institucional que impide la transparencia y la confianza hacia este
gobierno y el uso de sus finanzas.
Videgaray es propietario de una casa construida por Bienes Raíces HyG,
parte del Grupo HIGA que construyó también la “Casa Blanca” en la que
viven el presidente Peña y su familia (el modus operandi de la
adquisición de ambas casas es casi idéntico).
Como se sabe, el Grupo HIGA no sólo adquirió con una opaca licitación
el contrato millonario del tren México-Querétaro, además mantiene hoy
contratos millonarios efectivos arreglados con el gobierno federal.
Videgaray debe renunciar porque recibe salario como servidor público
desde el 3 de septiembre de 2012 cuando se le presentó como líder del
equipo de transición presidencial.
Él recibió contrato de su casa en octubre de 2012 cuando ya el Grupo
HIGA estaba formado en la fila de empresas que ofrecían sus favores y
servicios al gobierno federal. Mintió sobre la casa, mintió sobre su
salario, y negó ser funcionario público desde septiembre de 2012.
Se debe llevar a juicio político al gobernador con licencia de
Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, y se le debe hacer una investigación
formal para demostrar si es o no, responsable de la impunidad criminal
en la entidad, porque su salida por la puerta trasera ha creado mayor
inestabilidad política en el estado.
Es obvio que el PRI quería recuperar formalmente Guerrero y con tanta
opacidad y caos lo está haciendo sin elecciones; el gobernador suplente
es un priista que está operando para las elecciones de 2015, de allí
que los guerrerenses se opongan a unas elecciones que se advierten
desde ya manipuladas. Se deben seguir los pasos que la ley manda, no
los que la política impone.
Urge evidenciar la profunda corrupción al interior del Movimiento
Popular Guerrerense (MPG) y de la Coordinadora Estatal de Trabajadores
de la Educación de Guerrero (CETEG), que desde hace años mantiene una
relación mafiosa con el gobierno estatal, a quien extorsiona para tener
fondos para sus líderes, quienes manipulan y utilizan las verdaderas
causas justas para enriquecer y dar más poder a un puñado de líderes
sindicales más parecidos a la corrupción que denuncian que a la ética
que exigen.
Su reciente ataque, asalto y detención de 100 periodistas en Guerrero,
usando toletes, arrebatándoles cámaras, carteras, celulares y
amenazando de muerte a informadores y sus familias, es un ataque a la
libertad de expresión y un operativo muy parecido al que hacen los
cárteles contra comunicadores, amenazándoles y ordenando qué noticias
cubrir u ocultar.
Su actuación violenta y mafiosa resulta inaceptable para un grupo que
dice enarbolar las causas de la justicia, la educación, los valores
sindicales y la democracia. Esta agrupación se debe purgar de los
corruptos que promueven la agresión y la extorsión como falso método
para erradicar la injusticia y rescatar la educación. Los sindicatos
útiles son un contrapeso, no un socio coludido y corrupto.
Con éstas me conformo por ahora, la semana que entra regresamos con más.
Twitter: @Lydiacachosi
*Plan b es una columna cuyo nombre se inspira en la creencia de que
siempre hay otra manera de ver las cosas y otros temas que muy
probablemente el discurso tradicional, o el Plan A, no cubrirá.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.-
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