Según varios analistas, la restauración del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de Carlos Salinas de Gortari parecen inevitables. El Partido Acción Nacional (PAN) es un fiasco político y económico. La izquierda parece fragmentada. El PRI alcanzó una victoria en 2009 y asociado con el Partido Verde Ecologista tendrá mayoría en la Cámara de Diputados. Está trabajando hábilmente en la base con enorme caudal de recursos. Salinas ocupa una posición central en la oligarquía. Tiene influencia decisiva en los medios electrónicos. Además es el padrino del principal candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, a quien una millonaria propaganda ha convertido en un héroe de telenovela. Personas cercanas a él, como Francisco Rojas y Emilio Gamboa Patrón, han sido designadas para puestos clave dentro del PRI. Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes parecen inclinarse a su liderazgo.
¿Pero quién es Salinas? Es el autor del mayor fracaso financiero y político que se recuerde. Todo el desastre que estamos viviendo: apogeo del narcotráfico, descomposición de las instituciones, la consolidación de la oligarquía, la regresión democrática son herencias de Salinas. ¿Comparamos el regreso de Salinas con el de Santa Anna? Este era un jarocho dicharachero y seductor, un prestigiado militar superior a los políticos de su época. Ambos coinciden en una cosa: el exhibicionismo. Salinas en lugar de quedarse en la penumbra se sigue sobrexponiendo.
¿Por qué lo hace? Sufrió una derrota catastrófica y su ego está gravemente dañado. Él no es de los que creen que Andrés Manuel ha desaparecido del horizonte y tiene miedo de su resurgimiento. Además en Estados Unidos empiezan a percibir que el desastre de México se debe a la oligarquía voraz y él es el más representativo de ella. Pudieran enderezarse contra él críticas y ciertas acciones demoledoras. Tiene que alardear su poder.
La restauración del PRI y de Salinas no es inevitable. El México de 2009 es muy distinto del de 1988. La inconformidad y la crítica se han magnificado. La gente recuerda que la corrupción y la mala administración priísta. Quizás el PAN acepte el regreso, pero el movimiento de Andrés Manuel está creciendo. Puede convertirse en la fuerza que impida el regreso de los depredadores.
jaorpin@yahoo.com.mx
¿Pero quién es Salinas? Es el autor del mayor fracaso financiero y político que se recuerde. Todo el desastre que estamos viviendo: apogeo del narcotráfico, descomposición de las instituciones, la consolidación de la oligarquía, la regresión democrática son herencias de Salinas. ¿Comparamos el regreso de Salinas con el de Santa Anna? Este era un jarocho dicharachero y seductor, un prestigiado militar superior a los políticos de su época. Ambos coinciden en una cosa: el exhibicionismo. Salinas en lugar de quedarse en la penumbra se sigue sobrexponiendo.
¿Por qué lo hace? Sufrió una derrota catastrófica y su ego está gravemente dañado. Él no es de los que creen que Andrés Manuel ha desaparecido del horizonte y tiene miedo de su resurgimiento. Además en Estados Unidos empiezan a percibir que el desastre de México se debe a la oligarquía voraz y él es el más representativo de ella. Pudieran enderezarse contra él críticas y ciertas acciones demoledoras. Tiene que alardear su poder.
La restauración del PRI y de Salinas no es inevitable. El México de 2009 es muy distinto del de 1988. La inconformidad y la crítica se han magnificado. La gente recuerda que la corrupción y la mala administración priísta. Quizás el PAN acepte el regreso, pero el movimiento de Andrés Manuel está creciendo. Puede convertirse en la fuerza que impida el regreso de los depredadores.
jaorpin@yahoo.com.mx
En el contexto de lo que Zbigniew Brzezinski, ex asesor de seguridad nacional de Carter e íntimo de Obama, califica de incertidumbre estratégica y en medio de su nuevo orden hexapolar –donde insiste en colocar a Japón y despreciar a Brasil (ver Bajo la Lupa, 9/9/09)–, el rotativo oficioso chino The People’s Daily (8/9/09), bajo la pluma de su comentarista invitado, el profesor universitario Shi Jianxum, confiere una gran ponderación geoeconómica y política a los países del BRIC (Brasil, India, China y Rusia) que tendrán una voz (sic) más intensa y sonora, en vísperas de la tercera cumbre del G-20 en Pittsburgh.
El artículo es cuádruplemente significativo: por su timing, el autor, el sitio de difusión y la relevancia inequívoca del BRIC. Shi Jianxum es profesor de economía y finanzas de la prestigiada Universidad Tongji, con sede en Shanghai.
Vale un paréntesis: Lim Hwee Hua, ministra de la oficina del primer ministro y segunda ministra para Finanzas y Transporte de Singapur (Xinhua, 11/9/09), afirmó que el mundo se mueve hacia un nuevo orden mundial, con cambios estructurales profundos, donde el dominio de Estados Unidos será lenta (¡súper-sic!) pero seguramente (sic) balanceado por nuevos (sic) poderes como Brasil (¡súper-sic!), Rusia, India y China en un mundo multipolar (al que agrega a Europa).
La ministra de Singapur adopta, sin citar la fuente original, nuestra tesis del nuevo orden hexapolar (con Brasil y sin Japón; al contrario de Brzezinski), que adelantamos hace casi cinco años. Lo interesante es que su adopción provenga desde Singapur, integrante de lo que hemos denominado el circuito étnico chino (junto a China, Hong Kong, Macao y Taiwán), al que le queda muy claro el nuevo orden hexapolar (con Brasil y sin Japón).
Shi Jianxum refiere que el pasado 5 de septiembre, el grupo de ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20, durante una reunión en Horsham (Gran Bretaña), preparatoria de la cumbre de Pittsburgh, se llevaron la sorpresa de la posición unificada del BRIC, que nunca antes había ocurrido en un foro internacional plural: El BRIC ha utilizado una sola voz para ventilar sus opiniones, y esto es de gran importancia en sí, lo cual facilitará la resonancia y el impacto de una voz integral de los nuevos mercados emergentes y países en vías de desarrollo para incentivar el desarrollo del multilateralismo. Sus razones tendrá Shi Jianxum, quien usa multilateralismo (en imitación de la cacofonía anglosajona) en lugar de multipolaridad.
Un día antes a la reunión de marras, en una junta propia, el BRIC reclamó la reforma de las instituciones financieras internacionales, específicamente la gobernación del Banco Mundial, que requiere la revisión de su capital de base para cumplir un papel contracíclico efectivo.
Interpreta positivamente el comunicado del G-20, muy generoso en la retórica y exageradamente miserable a la hora de cumplir sus compromisos. A su juicio, el G-20 adoptó las exhortaciones del BRIC y prometió completar (sic) las reformas al Banco Mundial para la primavera del 2010 y revisar las cuotas del FMI en 2011. Shi Jianxum no se percata de que la columna vertebral del G-20, constituida por la dupla anglosajona, busca ganar tiempo para recuperar su poder financiero averiado.
Recuerda que en la primera cumbre del G-20 celebrada en abril en Londres –que no condujo a mucho salvo a un diluvio de promesas incumplidas–, el BRIC se comportó como un nuevo bloque político. Pues no se notó mucho, ya que al BRIC le faltó carácter, lo cual fue motivo de las burlas de The Financial Times, que lo tildó como una entidad vacua.
Reconoce que el BRIC no es una comunidad, ya que sus miembros no se involucran en una cooperación militar ni en geopolítica y buscan sus derechos e intereses respectivos, así como la edificación de sistemas multilaterales (sic) globales a través de negociaciones, lo cual es vitalmente significativo y se conforma a una tendencia general de los tiempos de la historia humana.
Aquí aflora la candidez de Shi Jianxum, quien cree en la evolución humana únicamente mediante negociaciones con el G-7 y soslaya la ominosa sicología bélica de la dupla anglosajona, que ha afianzado su poder desde el siglo XVII mediante sus guerras permanentes. A Shi Jianxum se le olvidaron las dos guerras del opio que le propinó humillantemente la pérfida Albión (con ayuda de Estados Unidos y Francia) a China.
Expone las dificultades numerosas y los obstáculos en amplitud variada en su visión del desarrollo, así como algunas diferencias o disparidades en términos de ideología, sistema social, intereses geopolíticos y económicos, y en un número de algunas disputas o contradicciones prácticas, lo que no afecta ni interfiere en su asociación igualitaria ni en su cooperación con una mentalidad ganar-ganar.
A su juicio, el BRIC comparte el fuerte (sic) deseo de jugar un mayor papel para crear un nuevo orden financiero global con el fin de contrarrestar a Occidente y a Japón (¡súper-sic!) y tener una mayor representación en las instituciones financieras globales. Por lo visto, en la fase desconstructivista de Yukio Hatoyama, no se ilusiona sobre la voluntad de acercamiento de Japón con China y el noreste asiático.
Aduce correctamente que debido a su escala económica decisiva y pivote (sic), el BRIC ha mejorado su estatura competitiva en la economía global y ahora es capaz de rivalizar con los países desarrollados occidentales, lo cual no podría conseguir en forma individual.
En una perspectiva de largo plazo, considera que el futuro orden global estará determinado por los motivos, la capacidad y la fortaleza del BRIC en transformar la estructura de poder global y en continuar representando con una sola voz los intereses de los países en vías de desarrollo.
Aconseja al BRIC sistematizar y normalizar la reuniones de sus líderes y ministros de manera regular, con la optimización de su representatividad para atraer un mayor número de nuevos países emergentes con gran influencia regional, como Sudáfrica, México y Arabia Saudita, que deben ser reclutados.
No discutimos la incorporación de potencias medianas, pero en una fase muy ulterior, después de que se consolide el original BRIC, todavía muy frágil.
Sudáfrica es incuestionable, y junto a Arabia Saudita deben acompañarla Egipto, Turquía, Irán e Indonesia.
Se nota la rigidez académica teórica de Shi Jianxum, quien no está actualizado sobre el México neoliberal que ha sido fagocitado por el ASPAN y que carece de voluntad política propia.
Baste ver la calamitosa conducta de Felipe Calderón en el G-20, siempre a favor del unilateralismo de Estados Unidos y quien, por cierto, apuntaló la instalación de sus siete bases militares en Colombia que, más que socavar obscenamente a Venezuela, tienen como último propósito descuartizar a Brasil, uno de los cuatro puntales del ascendente BRIC.
¿Cuál es la masoquista necesidad ontológica de compartir el lecho con el enemigo?
El artículo es cuádruplemente significativo: por su timing, el autor, el sitio de difusión y la relevancia inequívoca del BRIC. Shi Jianxum es profesor de economía y finanzas de la prestigiada Universidad Tongji, con sede en Shanghai.
Vale un paréntesis: Lim Hwee Hua, ministra de la oficina del primer ministro y segunda ministra para Finanzas y Transporte de Singapur (Xinhua, 11/9/09), afirmó que el mundo se mueve hacia un nuevo orden mundial, con cambios estructurales profundos, donde el dominio de Estados Unidos será lenta (¡súper-sic!) pero seguramente (sic) balanceado por nuevos (sic) poderes como Brasil (¡súper-sic!), Rusia, India y China en un mundo multipolar (al que agrega a Europa).
La ministra de Singapur adopta, sin citar la fuente original, nuestra tesis del nuevo orden hexapolar (con Brasil y sin Japón; al contrario de Brzezinski), que adelantamos hace casi cinco años. Lo interesante es que su adopción provenga desde Singapur, integrante de lo que hemos denominado el circuito étnico chino (junto a China, Hong Kong, Macao y Taiwán), al que le queda muy claro el nuevo orden hexapolar (con Brasil y sin Japón).
Shi Jianxum refiere que el pasado 5 de septiembre, el grupo de ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G-20, durante una reunión en Horsham (Gran Bretaña), preparatoria de la cumbre de Pittsburgh, se llevaron la sorpresa de la posición unificada del BRIC, que nunca antes había ocurrido en un foro internacional plural: El BRIC ha utilizado una sola voz para ventilar sus opiniones, y esto es de gran importancia en sí, lo cual facilitará la resonancia y el impacto de una voz integral de los nuevos mercados emergentes y países en vías de desarrollo para incentivar el desarrollo del multilateralismo. Sus razones tendrá Shi Jianxum, quien usa multilateralismo (en imitación de la cacofonía anglosajona) en lugar de multipolaridad.
Un día antes a la reunión de marras, en una junta propia, el BRIC reclamó la reforma de las instituciones financieras internacionales, específicamente la gobernación del Banco Mundial, que requiere la revisión de su capital de base para cumplir un papel contracíclico efectivo.
Interpreta positivamente el comunicado del G-20, muy generoso en la retórica y exageradamente miserable a la hora de cumplir sus compromisos. A su juicio, el G-20 adoptó las exhortaciones del BRIC y prometió completar (sic) las reformas al Banco Mundial para la primavera del 2010 y revisar las cuotas del FMI en 2011. Shi Jianxum no se percata de que la columna vertebral del G-20, constituida por la dupla anglosajona, busca ganar tiempo para recuperar su poder financiero averiado.
Recuerda que en la primera cumbre del G-20 celebrada en abril en Londres –que no condujo a mucho salvo a un diluvio de promesas incumplidas–, el BRIC se comportó como un nuevo bloque político. Pues no se notó mucho, ya que al BRIC le faltó carácter, lo cual fue motivo de las burlas de The Financial Times, que lo tildó como una entidad vacua.
Reconoce que el BRIC no es una comunidad, ya que sus miembros no se involucran en una cooperación militar ni en geopolítica y buscan sus derechos e intereses respectivos, así como la edificación de sistemas multilaterales (sic) globales a través de negociaciones, lo cual es vitalmente significativo y se conforma a una tendencia general de los tiempos de la historia humana.
Aquí aflora la candidez de Shi Jianxum, quien cree en la evolución humana únicamente mediante negociaciones con el G-7 y soslaya la ominosa sicología bélica de la dupla anglosajona, que ha afianzado su poder desde el siglo XVII mediante sus guerras permanentes. A Shi Jianxum se le olvidaron las dos guerras del opio que le propinó humillantemente la pérfida Albión (con ayuda de Estados Unidos y Francia) a China.
Expone las dificultades numerosas y los obstáculos en amplitud variada en su visión del desarrollo, así como algunas diferencias o disparidades en términos de ideología, sistema social, intereses geopolíticos y económicos, y en un número de algunas disputas o contradicciones prácticas, lo que no afecta ni interfiere en su asociación igualitaria ni en su cooperación con una mentalidad ganar-ganar.
A su juicio, el BRIC comparte el fuerte (sic) deseo de jugar un mayor papel para crear un nuevo orden financiero global con el fin de contrarrestar a Occidente y a Japón (¡súper-sic!) y tener una mayor representación en las instituciones financieras globales. Por lo visto, en la fase desconstructivista de Yukio Hatoyama, no se ilusiona sobre la voluntad de acercamiento de Japón con China y el noreste asiático.
Aduce correctamente que debido a su escala económica decisiva y pivote (sic), el BRIC ha mejorado su estatura competitiva en la economía global y ahora es capaz de rivalizar con los países desarrollados occidentales, lo cual no podría conseguir en forma individual.
En una perspectiva de largo plazo, considera que el futuro orden global estará determinado por los motivos, la capacidad y la fortaleza del BRIC en transformar la estructura de poder global y en continuar representando con una sola voz los intereses de los países en vías de desarrollo.
Aconseja al BRIC sistematizar y normalizar la reuniones de sus líderes y ministros de manera regular, con la optimización de su representatividad para atraer un mayor número de nuevos países emergentes con gran influencia regional, como Sudáfrica, México y Arabia Saudita, que deben ser reclutados.
No discutimos la incorporación de potencias medianas, pero en una fase muy ulterior, después de que se consolide el original BRIC, todavía muy frágil.
Sudáfrica es incuestionable, y junto a Arabia Saudita deben acompañarla Egipto, Turquía, Irán e Indonesia.
Se nota la rigidez académica teórica de Shi Jianxum, quien no está actualizado sobre el México neoliberal que ha sido fagocitado por el ASPAN y que carece de voluntad política propia.
Baste ver la calamitosa conducta de Felipe Calderón en el G-20, siempre a favor del unilateralismo de Estados Unidos y quien, por cierto, apuntaló la instalación de sus siete bases militares en Colombia que, más que socavar obscenamente a Venezuela, tienen como último propósito descuartizar a Brasil, uno de los cuatro puntales del ascendente BRIC.
¿Cuál es la masoquista necesidad ontológica de compartir el lecho con el enemigo?
La lectura solemne del decálogo de Felipe Calderón selló la transformación del Día del Presidente en rito que trasciende el mito para disolverse en la conversión de lo profano en sacro, de lo laico en religioso. Fue, sobre todo, la culminación del desastre, el fin del pasado, la conversión de la brega de eternidad panista en la celebración de lo que Walter Benjamin llamó capitalismo como religión, ese culto permanente sin tregua y sin respiro.
Primero los pobres, para confirmar que la izquierda y la derecha se confunden al irse a los extremos. Y antes de enlazar el ritual funerario del flujo de capitales libres de toda regulación, de mercado que se cura y se gobierna a sí mismo, con los pasos de Felipe de Jesús Calderón, la detonación declarativa del signore Berlusconi, en medio del escándalo mediático, de la pornografía política y la prostitución del poder: una tía mía muy simpática me dijo una vez que las cosas bonitas, si no te las dices tú, no te las dice nadie. Yo puedo decir que he sido el mejor presidente del Consejo de Ministros de Italia en 150 años. Esplendor y miseria de la era del espectáculo.
De ahí, la deslumbrante presencia del ponente Agustín Carstens, exposición sin tregua y sin respiro del acto de birlibirloque mediante el cual ofrece remediar la recesión más severa, más grave, de los últimos 50 años... con recortes al gasto, en lugar de invertir, inyectar recursos, así sea con deuda, déficit fiscal, para reactivar la economía, el crédito y generar empleos. El doctor Carstens envió las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos. Nada teman, la lectura de estas cartas debe hacerse junto al resto de los instrumentos dispuestos por el Presidente de la República para rellenar el hoyo de centenares de miles de millones de pesos que nos dejaron los veneros de petróleo vacíos. Incluidos los cambios en el gabinete.
Se trata, insistieron, de cambios a fondo. Pero en tres años ha hecho innumerables cambios en ese gabinete. Ahora salen, entre elogios de quien los remueve libremente, Eduardo Medina Mora, de la PGR; Jesús Reyes Heroles González Garza, de Pemex; Alberto Cárdenas, de Agricultura. Y designa, también libremente (aunque el procurador general de la República está sujeto a la aprobación del Senado) a Arturo Chávez Chávez, Juan José Suárez Coppel y Francisco Javier Mayorga, en sus respectivos nichos. Lástima. Eduardo Medina Mora seguirá en el servicio público (como embajador a la corte de San Jaime, dicen) y ha sido el único en recibir reconocimientos no condicionados por dogmatismo alguno: su honestidad no ha sido puesta en duda ni por quienes lo culpan de desmanes policiacos o las frecuentes violaciones a los derechos humanos.
Pero antes de que Relaciones Exteriores haga público el piacet del Palacio de Buckingham, los senadores mexicanos, que gastan decenas de millones de pesos en rentas porque no hay espacios en el rimbombante Palacio Legislativo de San Lázaro, van a negar su aprobación a la designación de Arturo Chávez, motivo de un escándalo internacional. Fue procurador en Chihuahua, donde pronunciaría la que debiera ser su propia sentencia de culpabilidad: las muertas de Ciudad Juárez fueron asesinadas por usar minifaldas y ropa provocativa, dijo. Si Manlio Fabio Beltrones niega la aprobación a su nombramiento, el PRI confirmará voluntad de poder y saber que es la razón de Estado; Carlos Navarrete y Pablo Gómez han recibido un obsequio de Los Pinos. El rechazo debería ser unánime.
Gustavo Madero se llama el líder senatorial panista, como el hermano del apóstol asesinado la Decena Trágica. Y se acabó la semejanza: el senador Madero, aspirante a gobernador, defiende a capa y espada el impuesto generalizado de 2 por ciento adicional al consumo: se logrará un apoyo directo a 6 millones de familias en extrema pobreza, (lo) que no es un copeteadito, sino un multiplicadito. Lástima que antes del paliativo recibir tengan que pagar su cuota de 2 por ciento generalizado a lo que coman y gasten en medicinas, infusiones y hierbas. Lástima, pero el PRD ratifica su rechazo al IVA disfrazado y los diputados del PRI confirmaron que no aprobarán el gravamen propuesto.
Al terminar una reunión con funcionarios de Hacienda, la diputación del PRI demandó, en voz de Beatriz Paredes, que más allá de cifras y datos macroeconómicos, se explicite cómo va a repercutir lo que se ha propuesto en el tema del empleo. Hay posición firme desde una posición de fuerza. Francisco Rojas confirmó que su bancada revisará la propuesta, propondrá y discutirá los cambios necesarios para aprobar el presupuesto a su debido tiempo, pero además del rechazo a la tasa generalizada de 2 por ciento al consumo, recordó que los legisladores pueden formular sus propias iniciativas. No hay unanimidad automática en el PRI; son 237 diputados comprometidos con sus electores, con los gobernadores de sus estados, con su partido y el coordinador que ellos eligieron. Pero sin el control del árbitro de última instancia, sin el unto de la expectativa.
Aferrados al dogma neoconservador, los colaboradores del doctor Carstens eluden todo cuestionamiento. En la reunión con los diputados priístas, el subsecretario de Egresos, Dionisio Pérez Jácome, no respondió una sola pregunta, y provocó burlas al decir con toda solemnidad: disculpe, diputado, pero hoy no vengo preparado. Lástima. El país enfrenta una recesión terrible, la producción paralizada, el desempleo, el cierre de la vergonzante válvula de escape de la emigración, porque la recesión global empezó en el vecino del norte. Y quienes proponen recortes al gasto público, a contracorriente del resto del mundo, expresan su desprecio al Poder Legislativo con un insolente hoy no vengo preparado.
Es el culto del capitalismo como religión, sin tregua y sin respiro. Asoma la mano invisible, aparecen entre cajas los dueños del dinero y de sus gestores, encargados de la administración de la economía, que no es un paradigma sino una actividad práctica que debe enfrentar, golpe a golpe, un problema particular. Felipe Calderón nombró director de Pemex a Juan José Suárez Coppel, nepote de Francisco Gil, vicepresidente económico de Vicente Fox. Suárez Coppel fue director corporativo de finanzas de Pemex en el periodo de explotación salvaje del crudo extraído y exportado, para una Hacienda que financió el incremento bestial del gasto corriente. Hoy lo acusan de ser corresponsable de la quiebra financiera de Petróleos Mexicanos.
El proyecto de Felipe Calderón está de cabeza, profundizará la recesión, incentivará el desempleo y generará más tensión social, dicen los universitarios que participaron en el taller México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo. Hay que leer atentamente el documento final elaborado por David Ibarra, Jesús Silva Herzog, Cuauhtémoc Cárdenas, Norma Samaniego, Carlos Tello, Rolando Cordera, Ciro Murayama, Francisco Suárez Dávila, Carlos Heredia, Enrique del Val, Jorge Eduardo Navarrete, Eugenio Anguiano, Mauricio de Maria y Campos, Leonardo Lomelí, Gerardo Esquivel, Saúl Escobar y Prudencio López. Frente a la crisis y para enfrentar sus costosas secuelas, México debe definir un nuevo curso de desarrollo.
Distinto rumbo al de las sociedades que, diría el filósofo Giorgio Agamben, derivaron al eclipse de la política que suponía sujetos e identidades reales (el movimiento obrero, la burguesía, etc.) y el triunfo de la economía, es decir, de una actividad de gobierno que no persigue otra cosa que su propia reproducción.
Primero los pobres, para confirmar que la izquierda y la derecha se confunden al irse a los extremos. Y antes de enlazar el ritual funerario del flujo de capitales libres de toda regulación, de mercado que se cura y se gobierna a sí mismo, con los pasos de Felipe de Jesús Calderón, la detonación declarativa del signore Berlusconi, en medio del escándalo mediático, de la pornografía política y la prostitución del poder: una tía mía muy simpática me dijo una vez que las cosas bonitas, si no te las dices tú, no te las dice nadie. Yo puedo decir que he sido el mejor presidente del Consejo de Ministros de Italia en 150 años. Esplendor y miseria de la era del espectáculo.
De ahí, la deslumbrante presencia del ponente Agustín Carstens, exposición sin tregua y sin respiro del acto de birlibirloque mediante el cual ofrece remediar la recesión más severa, más grave, de los últimos 50 años... con recortes al gasto, en lugar de invertir, inyectar recursos, así sea con deuda, déficit fiscal, para reactivar la economía, el crédito y generar empleos. El doctor Carstens envió las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos. Nada teman, la lectura de estas cartas debe hacerse junto al resto de los instrumentos dispuestos por el Presidente de la República para rellenar el hoyo de centenares de miles de millones de pesos que nos dejaron los veneros de petróleo vacíos. Incluidos los cambios en el gabinete.
Se trata, insistieron, de cambios a fondo. Pero en tres años ha hecho innumerables cambios en ese gabinete. Ahora salen, entre elogios de quien los remueve libremente, Eduardo Medina Mora, de la PGR; Jesús Reyes Heroles González Garza, de Pemex; Alberto Cárdenas, de Agricultura. Y designa, también libremente (aunque el procurador general de la República está sujeto a la aprobación del Senado) a Arturo Chávez Chávez, Juan José Suárez Coppel y Francisco Javier Mayorga, en sus respectivos nichos. Lástima. Eduardo Medina Mora seguirá en el servicio público (como embajador a la corte de San Jaime, dicen) y ha sido el único en recibir reconocimientos no condicionados por dogmatismo alguno: su honestidad no ha sido puesta en duda ni por quienes lo culpan de desmanes policiacos o las frecuentes violaciones a los derechos humanos.
Pero antes de que Relaciones Exteriores haga público el piacet del Palacio de Buckingham, los senadores mexicanos, que gastan decenas de millones de pesos en rentas porque no hay espacios en el rimbombante Palacio Legislativo de San Lázaro, van a negar su aprobación a la designación de Arturo Chávez, motivo de un escándalo internacional. Fue procurador en Chihuahua, donde pronunciaría la que debiera ser su propia sentencia de culpabilidad: las muertas de Ciudad Juárez fueron asesinadas por usar minifaldas y ropa provocativa, dijo. Si Manlio Fabio Beltrones niega la aprobación a su nombramiento, el PRI confirmará voluntad de poder y saber que es la razón de Estado; Carlos Navarrete y Pablo Gómez han recibido un obsequio de Los Pinos. El rechazo debería ser unánime.
Gustavo Madero se llama el líder senatorial panista, como el hermano del apóstol asesinado la Decena Trágica. Y se acabó la semejanza: el senador Madero, aspirante a gobernador, defiende a capa y espada el impuesto generalizado de 2 por ciento adicional al consumo: se logrará un apoyo directo a 6 millones de familias en extrema pobreza, (lo) que no es un copeteadito, sino un multiplicadito. Lástima que antes del paliativo recibir tengan que pagar su cuota de 2 por ciento generalizado a lo que coman y gasten en medicinas, infusiones y hierbas. Lástima, pero el PRD ratifica su rechazo al IVA disfrazado y los diputados del PRI confirmaron que no aprobarán el gravamen propuesto.
Al terminar una reunión con funcionarios de Hacienda, la diputación del PRI demandó, en voz de Beatriz Paredes, que más allá de cifras y datos macroeconómicos, se explicite cómo va a repercutir lo que se ha propuesto en el tema del empleo. Hay posición firme desde una posición de fuerza. Francisco Rojas confirmó que su bancada revisará la propuesta, propondrá y discutirá los cambios necesarios para aprobar el presupuesto a su debido tiempo, pero además del rechazo a la tasa generalizada de 2 por ciento al consumo, recordó que los legisladores pueden formular sus propias iniciativas. No hay unanimidad automática en el PRI; son 237 diputados comprometidos con sus electores, con los gobernadores de sus estados, con su partido y el coordinador que ellos eligieron. Pero sin el control del árbitro de última instancia, sin el unto de la expectativa.
Aferrados al dogma neoconservador, los colaboradores del doctor Carstens eluden todo cuestionamiento. En la reunión con los diputados priístas, el subsecretario de Egresos, Dionisio Pérez Jácome, no respondió una sola pregunta, y provocó burlas al decir con toda solemnidad: disculpe, diputado, pero hoy no vengo preparado. Lástima. El país enfrenta una recesión terrible, la producción paralizada, el desempleo, el cierre de la vergonzante válvula de escape de la emigración, porque la recesión global empezó en el vecino del norte. Y quienes proponen recortes al gasto público, a contracorriente del resto del mundo, expresan su desprecio al Poder Legislativo con un insolente hoy no vengo preparado.
Es el culto del capitalismo como religión, sin tregua y sin respiro. Asoma la mano invisible, aparecen entre cajas los dueños del dinero y de sus gestores, encargados de la administración de la economía, que no es un paradigma sino una actividad práctica que debe enfrentar, golpe a golpe, un problema particular. Felipe Calderón nombró director de Pemex a Juan José Suárez Coppel, nepote de Francisco Gil, vicepresidente económico de Vicente Fox. Suárez Coppel fue director corporativo de finanzas de Pemex en el periodo de explotación salvaje del crudo extraído y exportado, para una Hacienda que financió el incremento bestial del gasto corriente. Hoy lo acusan de ser corresponsable de la quiebra financiera de Petróleos Mexicanos.
El proyecto de Felipe Calderón está de cabeza, profundizará la recesión, incentivará el desempleo y generará más tensión social, dicen los universitarios que participaron en el taller México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo. Hay que leer atentamente el documento final elaborado por David Ibarra, Jesús Silva Herzog, Cuauhtémoc Cárdenas, Norma Samaniego, Carlos Tello, Rolando Cordera, Ciro Murayama, Francisco Suárez Dávila, Carlos Heredia, Enrique del Val, Jorge Eduardo Navarrete, Eugenio Anguiano, Mauricio de Maria y Campos, Leonardo Lomelí, Gerardo Esquivel, Saúl Escobar y Prudencio López. Frente a la crisis y para enfrentar sus costosas secuelas, México debe definir un nuevo curso de desarrollo.
Distinto rumbo al de las sociedades que, diría el filósofo Giorgio Agamben, derivaron al eclipse de la política que suponía sujetos e identidades reales (el movimiento obrero, la burguesía, etc.) y el triunfo de la economía, es decir, de una actividad de gobierno que no persigue otra cosa que su propia reproducción.
Los clásicos ruidos de sables: El ecuatoriano El Comercio anuncia la reunión en Ecuador de la Unasur, para dar plena transparencia a la adquisición de armas y los movimientos de tropas en diversos países sudamericanos. Sin duda tendrá una labor ardua, ya que el presidente Álvaro Uribe, de Colombia, sacudió el avispero al autorizar la instalación de siete bases de Estados Unidos en su país (las cuales estarán en condiciones de controlar todos los vecinos, es decir, Ecuador, Venezuela, Brasil, las Guayanas, los del Caribe y Bolivia). Ante eso Brasil firmó un megacuerdo con Francia a la que compró 50 helicópteros, 12 aviones de combate de última generación y cinco submarinos, uno de ellos nuclear, y a la que venderá aviones de transporte brasileños, en un claro desafío de ambos países a Washington. Bolivia también comprará armas rusas y volverá a hacerlo Venezuela, donde el periódico El Nacional, al igual que el colombiano El Espectador, informa de la compra de cohetes defensivos con un radio de acción de 300 kilómetros. Ecuador, también amenazado por Uribe, no olvida que el ejército colombiano duplica en hombres a los ejércitos sumados de Venezuela y Ecuador y está mucho mejor armado, de modo que estudia también la renovación de su equipo militar.
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Hambre, pobreza y retrocesos
En entrevista con este diario, el relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, puso en perspectiva una situación por demás paradójica: el notable incremento en la producción alimentaria observada en los últimos dos años ha ido acompañado con un aumento a escala mundial en el número de seres humanos que pasan hambre, toda vez que se produce de un modo que aumenta las desigualdades.
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El Correo Ilustrado
En recuerdo del comandante Juan Almeida Bosque
La embajada de la República de Cuba informa, con profundo dolor, que con motivo del fallecimiento del comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, héroe de la República de Cuba, vicepresidente del Consejo de Estado y miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba, se abrirá un libro de condolencias en la sede de la embajada, sita en Presidente Masaryk No. 554, colonia Polanco, delegación Miguel Hidalgo, a partir del lunes 14 de septiembre, que permanecerá abierto hasta el miércoles 16 en el horario de 10 a 13 horas y de 16 a 18 horas.
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Un auténtico quebradero de cabeza para los filósofos del derecho y para los procesalistas ha sido desde siempre la aplicación de la ley en el ámbito jurisdiccional, sobre todo cuando la interpretación de sus conceptos en su letra da lugar a un menoscabo de los principios de la justicia. La aplicación literal de la ley, en efecto, en muchísimas ocasiones conduce a la perpetración de injusticias sin cuento que dejan indefensos a los desvalidos e impunes a los defraudadores de la ley. El fraude a la ley, también llamado fraude de ley, consiste en seguir la letra de una o varias leyes aplicables a un caso para consumar una injusticia que resulta en una violación genérica al ordenamiento jurídico en su conjunto.
La aplicación de la ley demanda que se la interprete, desde luego, en su letra, pero exige que se vaya más allá para precisar su sentido, de modo que se evite cometer un daño o se justifique uno que se esconde en la letra y que el sentido repudia como acción injusta. En las ramas más antiguas del derecho moderno este riesgo se ha venido neutralizando, en especial, dando a los juzgadores facultades indagatorias que van más allá de sus deberes como intérpretes de lo que dice la ley y facultándolos para evaluar elementos de juicio que los lleven, precisamente, a evitar que sus decisiones se vuelvan injustas para quienes tienen derecho a su protección. Sustituir al demandante cuando plantea deficientemente su caso, por ejemplo, o allegándose información que él no pudo aportar.
No se puede decir que el derecho electoral sea una rama nueva, pues nació con la institución del sufragio universal y ya lleva por lo menos siglo y medio de existencia. Entre nosotros, empero, es sumamente nuevo y nosotros seguimos siendo unos bisoños en su desarrollo. Es un principio desarrollado por la filosofía del derecho y también por el derecho procesal que los jueces no deben limitarse a seguir la letra de la ley y decir el derecho de esa manera, sino que deben convertirse en todo caso en procuradores de justicia. La letra de la ley muchas veces, demasiadas, da lugar a la injusticia cuando no se sale de ella. Entonces se produce un daño en perjuicio de alguien que resulta correlativo de un beneficio indebido de otro.
En las elecciones locales para jefe delegacional de Miguel Hidalgo, efectuadas el pasado 5 de julio, se da un caso que es emblemático al respecto. Demetrio Sodi, candidato del PAN, antiguo tránsfuga del PRI protegido en el PRD por Cuauhtémoc Cárdenas, por mera casualidad, según se dice, en un partido de futbol fue entrevistado por un reportero de televisión durante un minuto entero en el que el candidato panista dijo que al llegar a la jefatura delegacional promovería el deporte y, en particular, el futbol. El PRD, el PT y Convergencia se inconformaron porque delataron un rebase en los gastos de su campaña. Lo hicieron ante la instancia adecuada, el Tribunal Electoral del DF. Los panistas lo hicieron, demandando la atracción, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En un acto abusivo, el TEPJF determinó que sí, que el candidato panista hizo propaganda, pero que no se probaba que hubiera pagado por ello. O sea, que no había violado la ley y que su triunfo era legítimo. En la jerga del foro (el mundillo de los jueces y de los abogados) se diría que el caso estaba sub iudice, lo que quiere decir que un juzgador (el del DF) lo tenía bajo su análisis y pendiente de resolución. Como las resoluciones del tribunal federal son de última instancia (no se pueden recurrir), el caso quedó marcado desde ese momento. Yo esperé que el tribunal local doblara las manos y no tuviera más remedio que decidir en el sentido del federal. Pero no fue así, por fortuna.
Bajo ponencia del magistrado Adolfo Riva Palacio Neri, el tribunal local, por mayoría de tres de sus cinco integrantes resolvió en justicia y no sólo en atención a la letra de la ley. Aun con el antecedente de la resolución del TEPJF, se dice que sí, en efecto, que fue un acto de propaganda y, en cuanto tal, fuera de lo que resolvió el tribunal federal, debe ser cuantificable de acuerdo con la ley y con la misma Constitución. Se hizo del modo en que lo establece la ley. Sodi rebasó, con mucho, lo que permite la ley en sus gastos. La elección fue anulada en justicia.
Los argumentos son sencillos en extremo: el candidato panista usó de un tiempo útil en televisión, en demérito de sus oponentes, que no tuvieron el mismo beneficio. El federal dice que ello no prueba que el acto haya influido en la decisión de los electores. El local dice que sí, puesto que fueron millones de personas las que lo vieron y sería tonto afirmar que eso no influyó en su decisión, más si se trata de un público televidente aficionado al deporte. De nada valió que Ana Guevara fuera medallista olímpica y mundial. El que llegó a los hogares fue el panista y su beneficio causó una injusticia.
En sus votos particulares, los magistrados locales Miguel Covián y Armando Maitret sostienen puntos que van en defensa de la letra de la ley, pero en contra de la justicia electoral. El primero reprocha a la mayoría que se convierta en autoridad inquisitora, vale decir, indagadora (cosa en la que no tiene razón, porque Riva Palacio no indaga, sólo reúne evidencias de las que parte en sus conclusiones). Ambos se fundan en la muy deleznable conclusión del federal de que Sodi sólo estaba haciendo uso de su derecho de expresión y de manifestación de sus ideas, cuando, lo dice el mismo tribunal, estaba haciendo propaganda. El tema está en el debate político nacional y también entre juristas: ¿desde cuándo el derecho a la libertad de expresión es base para cometer injusticias?
Intérprete riguroso de la ley como quiere ostentarse, el TEPJF no hace más que mostrarse como un cuerpo carente de sapiencia jurídica, además de que su función en la arena política es increíblemente irresponsable. Hay que ver el carácter del evento: era deportivo. La ley no permite hacer propaganda en tales eventos. En todo caso, los demás candidatos carecieron de esa ventaja y, si fue una donación de alguien, tampoco está permitida. Aprovechar la ocasión para hacer propaganda en un programa no contemplado por la ley para ese efecto, no sólo era violatorio de la misma ley, sino un acto generador de injusticia. Nada tiene que ver aquí la libertad de expresión, sino un agandalle vulgar que, en justicia, debe saberse de dónde provino. El tiempo no era gratuito. Alguien lo pagó, pero a los señores magistrados los tiene sin cuidado.
La aplicación de la ley demanda que se la interprete, desde luego, en su letra, pero exige que se vaya más allá para precisar su sentido, de modo que se evite cometer un daño o se justifique uno que se esconde en la letra y que el sentido repudia como acción injusta. En las ramas más antiguas del derecho moderno este riesgo se ha venido neutralizando, en especial, dando a los juzgadores facultades indagatorias que van más allá de sus deberes como intérpretes de lo que dice la ley y facultándolos para evaluar elementos de juicio que los lleven, precisamente, a evitar que sus decisiones se vuelvan injustas para quienes tienen derecho a su protección. Sustituir al demandante cuando plantea deficientemente su caso, por ejemplo, o allegándose información que él no pudo aportar.
No se puede decir que el derecho electoral sea una rama nueva, pues nació con la institución del sufragio universal y ya lleva por lo menos siglo y medio de existencia. Entre nosotros, empero, es sumamente nuevo y nosotros seguimos siendo unos bisoños en su desarrollo. Es un principio desarrollado por la filosofía del derecho y también por el derecho procesal que los jueces no deben limitarse a seguir la letra de la ley y decir el derecho de esa manera, sino que deben convertirse en todo caso en procuradores de justicia. La letra de la ley muchas veces, demasiadas, da lugar a la injusticia cuando no se sale de ella. Entonces se produce un daño en perjuicio de alguien que resulta correlativo de un beneficio indebido de otro.
En las elecciones locales para jefe delegacional de Miguel Hidalgo, efectuadas el pasado 5 de julio, se da un caso que es emblemático al respecto. Demetrio Sodi, candidato del PAN, antiguo tránsfuga del PRI protegido en el PRD por Cuauhtémoc Cárdenas, por mera casualidad, según se dice, en un partido de futbol fue entrevistado por un reportero de televisión durante un minuto entero en el que el candidato panista dijo que al llegar a la jefatura delegacional promovería el deporte y, en particular, el futbol. El PRD, el PT y Convergencia se inconformaron porque delataron un rebase en los gastos de su campaña. Lo hicieron ante la instancia adecuada, el Tribunal Electoral del DF. Los panistas lo hicieron, demandando la atracción, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
En un acto abusivo, el TEPJF determinó que sí, que el candidato panista hizo propaganda, pero que no se probaba que hubiera pagado por ello. O sea, que no había violado la ley y que su triunfo era legítimo. En la jerga del foro (el mundillo de los jueces y de los abogados) se diría que el caso estaba sub iudice, lo que quiere decir que un juzgador (el del DF) lo tenía bajo su análisis y pendiente de resolución. Como las resoluciones del tribunal federal son de última instancia (no se pueden recurrir), el caso quedó marcado desde ese momento. Yo esperé que el tribunal local doblara las manos y no tuviera más remedio que decidir en el sentido del federal. Pero no fue así, por fortuna.
Bajo ponencia del magistrado Adolfo Riva Palacio Neri, el tribunal local, por mayoría de tres de sus cinco integrantes resolvió en justicia y no sólo en atención a la letra de la ley. Aun con el antecedente de la resolución del TEPJF, se dice que sí, en efecto, que fue un acto de propaganda y, en cuanto tal, fuera de lo que resolvió el tribunal federal, debe ser cuantificable de acuerdo con la ley y con la misma Constitución. Se hizo del modo en que lo establece la ley. Sodi rebasó, con mucho, lo que permite la ley en sus gastos. La elección fue anulada en justicia.
Los argumentos son sencillos en extremo: el candidato panista usó de un tiempo útil en televisión, en demérito de sus oponentes, que no tuvieron el mismo beneficio. El federal dice que ello no prueba que el acto haya influido en la decisión de los electores. El local dice que sí, puesto que fueron millones de personas las que lo vieron y sería tonto afirmar que eso no influyó en su decisión, más si se trata de un público televidente aficionado al deporte. De nada valió que Ana Guevara fuera medallista olímpica y mundial. El que llegó a los hogares fue el panista y su beneficio causó una injusticia.
En sus votos particulares, los magistrados locales Miguel Covián y Armando Maitret sostienen puntos que van en defensa de la letra de la ley, pero en contra de la justicia electoral. El primero reprocha a la mayoría que se convierta en autoridad inquisitora, vale decir, indagadora (cosa en la que no tiene razón, porque Riva Palacio no indaga, sólo reúne evidencias de las que parte en sus conclusiones). Ambos se fundan en la muy deleznable conclusión del federal de que Sodi sólo estaba haciendo uso de su derecho de expresión y de manifestación de sus ideas, cuando, lo dice el mismo tribunal, estaba haciendo propaganda. El tema está en el debate político nacional y también entre juristas: ¿desde cuándo el derecho a la libertad de expresión es base para cometer injusticias?
Intérprete riguroso de la ley como quiere ostentarse, el TEPJF no hace más que mostrarse como un cuerpo carente de sapiencia jurídica, además de que su función en la arena política es increíblemente irresponsable. Hay que ver el carácter del evento: era deportivo. La ley no permite hacer propaganda en tales eventos. En todo caso, los demás candidatos carecieron de esa ventaja y, si fue una donación de alguien, tampoco está permitida. Aprovechar la ocasión para hacer propaganda en un programa no contemplado por la ley para ese efecto, no sólo era violatorio de la misma ley, sino un acto generador de injusticia. Nada tiene que ver aquí la libertad de expresión, sino un agandalle vulgar que, en justicia, debe saberse de dónde provino. El tiempo no era gratuito. Alguien lo pagó, pero a los señores magistrados los tiene sin cuidado.
En el principio el capitalismo creó a su dios. Un ídolo al que temer y le llamó, en ejercicio egocéntrico, El Capital. Un dios masculino que está en todas las cosas y en todos los lugares, por encima de todas las cosas y de todos los lugares. Se propagó a lomos del colonialismo económico y del latifundismo del pensamiento único. Y atardeció y amaneció: día primero.
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La solución más práctica, barata, justa y eficiente para solucionar los graves problemas de sobrexplotación, corrupción, abuso y malos tratos que reciben los trabajadores migrantes temporales en Estados Unidos es la visa portable. Esta propuesta formaba parte de la reforma migratoria integral, mejor conocida como enchilada completa, que se quedó en el escritorio después del intento oficial del gobierno de Felipe Calderón de desmigratizar la relación bilateral, asunto menos que imposible dada la presencia de 11 millones de mexicanos en el otro lado.
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La dureza de la crisis se deja sentir no sólo en la pérdida de empleos e ingresos, sino en la caída de las ganancias de muchas empresas, en especial de aquellas que habían logrado algún vínculo positivo con la economía internacional. El turismo, por su parte, resiente los efectos perniciosos de la recesión global y de la inseguridad sanitaria y física que abruma la vida nacional, y ahora se queda sin interlocutor directo en el Ejecutivo. Su traslado a Economía instala a esta actividad, que podría ser estratégica para una recuperación temprana, en el valle de las sombras. Poco espacio, si alguno, para refugiarse y meditar al amparo de alguna esperanza.
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Hace rato que en el medio académico y periodístico se piensa en términos de naciones sin ver que éstas no son social o culturalmente homogéneas, sino una construcción histórico-cultural que abarca clases y sectores en conflicto permanente entre sí. En consecuencia, se difunde el hablar de conflictos de naciones y hasta de civilizaciones: así Marianne, la República, la señora Francia, se opondría al Tío Sam, o China o Rusia disputarían a éste su hegemonía y así sucesivamente. Una de las contradicciones del sistema capitalista –la diversidad y la competencia de capitales, la utilización por éstos de su Estado, la territorialidad del capitalismo– es asumida como si fuera la única y principal, y lo que aparece en la superficie es tomado como si fuese la esencia misma del problema.
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Según una versión periodística, que ha sido reproducida en sitios de Internet, a principios de marzo pasado la Secretaría de Energía resolvió que el área petrolera de Chicontepec, en la que más se ha gastado pero cuya producción de 2008 fue uno por ciento de la nacional, no era costeable. Esta afirmación había sido hecha por muchas voces.
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No desde siempre, pero desde hace algunos años el primero de septiembre lo he dedicado a ver y escuchar el Informe presidencial por televisión. Ahora no lo hice. Me dio flojera fundamental presenciar un acto tan solemne, a veces aburrido, sin la presencia del jefe del Ejecutivo federal. Las razones eran obvias: el propósito de evitar incidentes como los que se han presentado antes llevó a los encargados de la seguridad del mandatario a inventar un procedimiento distinto, trasladando a la privacía del Palacio Nacional la expresión de lo que me pareció un discurso bien dicho y con elementos interesantes que reflejaron la certeza del presidente Felipe Calderón de que en estos tres últimos años de gobierno no cuenta con el apoyo del Congreso de la Unión en sus planes económicos. De ahí su petición de que los partidos puedan llegar a aceptar propuestas que no estarán marcadas por el sello panista, sino orientadas a resolver, por acuerdo alcanzado, los principales problemas del país.
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Debido a que la democracia se encuentra exhausta en sus ciudadelas de América del Norte y Europa occidental, ¿qué debemos esperar de Afganistán? Estamos solamente ante una imitación, ante una elaboración ideológica que deberemos definir justamente como democratismo, el rostro aceptable de un poder autoritario. Lo hemos visto ya en acción en el Irak ocupado y ahora en la farsa incluso peor en curso en Afganistán. La idea de que los resultados darán legitimidad al candidato vencedor no es otra cosa que una fantasía de alguno en Kabul y una cínica manipulación por parte del sistema político occidental establecido y de su prensa domesticada. Sea cual sea el resultado, no cambiará nada.
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A Perogrullo le gusta decir que la economía estadunidense es eje básico de la economía mundial. Aceptémoslo. Representa 21 por ciento de esa economía, casi lo mismo que el conjunto de países asiáticos en desarrollo. Y poco más que 16 por ciento de los del área del euro. Lo que suceda en la economía de Estados Unidos es clave para todo el mundo. ¡Qué decir para México, hoy con una economía totalmente anclada a la vecina! Para bien y para mal. Por eso no nos engañemos. Nuestra recuperación –a partir de un nivel de deterioro de los mayores del mundo–, dependerá –como ninguno– de la recuperación estadunidense.
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Justo hace 380 años, un mes de septiembre de 1629, llovió torrencialmente durante 36 horas seguidas, con el resultado de que la ciudad completa se anegó, permaneciendo así a lo largo de cinco años. Las consecuencias fueron catastróficas: 30 mil indios murieron ahogados o de hambre, de las 20 mil familias españolas que poblaban la ciudad, sólo quedaron 400, la mayoría se fue a Puebla, que en ese entonces comenzó a engrandecerse. Se clausuraron los templos, los conventos fueron abandonados, el comercio cerró, hubo hambrunas y epidemias, las misas se celebraban en balcones y azoteas. Las imágenes más milagrosas se paseaban en canoa por toda la ciudad, pidiendo alivio a tantas calamidades. Se analizó seriamente mover la ciudad de México a un lugar más alto, lejos de las aguas, pero finalmente se optó por desanegarla y reconstruírla en el mismo lugar
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Carlos Monsiváis
Historias del triunfo y la victoria
“El destino de la patria en mis zapatos”
Bingo Santana se puso al día consigo mismo: “Quiero ser estrella del fut, y tengo un modelo: Hugo Sánchez, el mejor jugador de todos los tiempos, de cuando ni siquiera había futbol incluso. Y como Hugo, yo también quiero ser presidente de la República”. Bingo era un gran deportista, se empeñó y triunfó en las canchas y fuera de ellas, tanto que desde su debut, los aficionados le organizaban despedidas con tal de llorar al ver que se iba. Y él sonreía. Llegó el día de la verdadera despedida, nada menos que en el Mundial. Era el último juego, y los contendientes por la Copa, inevitablemente, eran México y Brasil. Si México ganaba, la carrera política de Bingo sería irresistible, y por eso le anunció a los medios que le dedicaba sus goles al presidente de la República y sus metidas de pata a la oposición.
En el último minuto del partido todo dependía de la puntería de Bingo. La Copa sería de México. Bingo se persignó, estudió la pelota y el césped y… ¡falló! México había perdido su última y única oportunidad en el siglo XXI de ser campeón mundial. ¿Por qué la última y única? Porque ya lo dijo un secretario de Hacienda: “Lo que mal comienza jamás acaba”.
Si no es por la protección del Ejército brasileño, Bingo no sale del estadio. Nadie le volvió a dirigir la palabra, su madre se negó a volverlo a concebir y Bingo, desesperado, pensó en suicidarse. A pesar de que no sabía nadar, o quizá por eso, se lanzó a un río y lo rescató un viejo vigoroso que, al verlo a salvo, le explicó que la vida vale la pena. Bingo estuvo de acuerdo: “Tiene usted razón. Fui un loco y me ofusqué. La vida entre nosotros está hecha de oportunidades perdidas. Por ejemplo, un ateo pierde la oportunidad de contraer la influenza en una peregrinación a Bolivia. Pero dejémonos de cuentos, soy Bingo Santana y mi pecado fue no meter ese gol”.
El anciano noble y dulce lo miró con amor humanitario y le replicó: “Sí, tú no debes suicidarte. No es justo para los que te conocen. Tú debes morir a mis manos”. Y entre gritos de rabia lo persiguió a tiros. En contacto con las aguas heladas del cálculo egoísta, el desdichado aprendió a nadar al instante y huyó a Dublín, donde, sometido a la cirugía facial, eligió como nuevo rostro el del ex presidente Salinas, menos peligroso para él que el suyo, el del mexicano que cometió un crimen de lesa patria al no anotar el gol.
Tanta generosidad es inaudita
Lo traté sólo una vez pero eso me sirvió para recordarlo toda mi vida, bueno, toda mi vida a partir de que lo traté. Don Nacho Sabritte era un hombre de empresa y, quizá por lo mismo, un cristiano ejemplar que velaba por la salud moral y las buenas costumbres. Por eso castigaba con seis meses de salario a los obreros sorprendidos en el acto de decir o pensar malas palabras, y es obvio que para don Nacho casi todas las palabras eran malas. “Un hombre de bien, decía, puede pasarse toda su vida con un repertorio de sólo 30 palabras: sí, patrón; gracias, diosito; ahorita vuelvo, mamá; no me dé aumento, mejor deme su bendición”, y así sucesivamente.
Y por eso también, decidió regalar al mundo un ejemplo personal, algo que elevaría los estándares de la ética empresarial, ya de por sí exuberante. Fiado en el precepto bíblico (“Lo que afirme tu conciencia, que se lo descuenten a los trabajadores”), convocó a los medios y habló: “Más bienaventurada cosa es dar que recibir, y eso me lo digo todo el tiempo. Por eso he decidido renunciar a mis bienes terrenales dentro de 70 años a partir de esta fecha”. Se le escuchó con azoro, y el país entero lo admiró. ¡Qué corazón de oro! ¡Qué filantropía! Algunos quisieron beatificarlo en vida y adonde quiera que iba Nacho Sabritte los aplausos le acompañaban. “¡Bien hecho, padre de la nación”, le gritaban.
Murió prácticamente en aroma de santidad, 20 años antes de la fecha indicada para repartir su dinero. Éste pasó a manos de sus hijos que, poseídos del mismo afán redentorista, prometieron donar sus posesiones 100 años después del anuncio. Por lo pronto, y a semejanza de las lecciones de su padre, rebajaron el sueldo a sus empleados e instituyeron la Policía de las Costumbres Nocturnas, para certificar que nadie use condón, esté o no acompañado.
El tiempo del altruismo
Genaro Milo, gran empresario, ha vivido para la filosofía y el pensamiento abstracto, sin descuidar sus industrias, por supuesto. ¡Ah, crear riqueza y conceptos a la vez! La riqueza es un concepto que muy pocos entienden, y por eso es concepto, para crear conciencia de culpa entre los ignaros. ¿Se han fijado cómo los que se creen muy pobres quieren afligir a los muy ricos fomentándoles los escrúpulos? Están perdidos, un rico no tiene escrúpulos y menos en época de crisis; tiene amor a la fuga de capitales, obsesión por no regalar al Estado el dinero de sus impuestos, exigencias de patrocinio de la educación privada. ¡Eso sí! Pero hasta allí.
Un día le cruzó un pensamiento. Lo dejó ir para no malacostumbrarse y prefirió una cita de almanaque: “El mundo que vivimos abunda en problemas generados tiempo atrás, que no pueden ser resueltos con la mentalidad que se tenía al crearse los problemas”. ¡Por supuesto! Antes de creados no se percibía a los problemas como tales, y uno de ellos es la dificultad de sus empresas para dar aguinaldo a sus trabajadores, porque al hacerlo, así fuera en forma mínima, disminuyen el beneficio que el capitalismo posmoderno exige en época de crisis.
“Un problema se resuelve con una buena acción”, murmuró, y la buena acción se le presentó de inmediato: dar el dinero del aguinaldo de sus obreros a los más pobres. ¡Fantástico! Pero los más pobres eran muchos, y superaban en número a los pobres incluso, y el dinero de los aguinaldos no alcanzaría para todos. Quedaba claro: enterarse de cuáles eran los verdaderamente más pobres le llevaría años; mejor reinvertir en las industrias el dinero de los aguinaldos, mientras llegaba la hora de otorgárselo a los más pobres.
La fórmula era perfecta pero la inconsciencia de los obreros les hizo protestar y precipitarse en una huelga. Enfadado y juicioso, don Genaro Milmo habló con unos altos funcionarios amigos suyos que declararon inexistente la huelga, metieron a la cárcel a los líderes, despidieron a todo el personal administrativo para no crear favoritismos y, entonces, los trabajadores, aterrados ante la pérdida inminente de sus empleos, se rindieron, aceptaron ya no recibir aguinaldos el resto de su vida, y entre todos juntaron para dar al patrón Genaro su aguinaldo. Éste sonrió y creyó más que nunca en la ventaja de aliar filosofía humanista y mentalidad empresarial.
Escritor
Bingo Santana se puso al día consigo mismo: “Quiero ser estrella del fut, y tengo un modelo: Hugo Sánchez, el mejor jugador de todos los tiempos, de cuando ni siquiera había futbol incluso. Y como Hugo, yo también quiero ser presidente de la República”. Bingo era un gran deportista, se empeñó y triunfó en las canchas y fuera de ellas, tanto que desde su debut, los aficionados le organizaban despedidas con tal de llorar al ver que se iba. Y él sonreía. Llegó el día de la verdadera despedida, nada menos que en el Mundial. Era el último juego, y los contendientes por la Copa, inevitablemente, eran México y Brasil. Si México ganaba, la carrera política de Bingo sería irresistible, y por eso le anunció a los medios que le dedicaba sus goles al presidente de la República y sus metidas de pata a la oposición.
En el último minuto del partido todo dependía de la puntería de Bingo. La Copa sería de México. Bingo se persignó, estudió la pelota y el césped y… ¡falló! México había perdido su última y única oportunidad en el siglo XXI de ser campeón mundial. ¿Por qué la última y única? Porque ya lo dijo un secretario de Hacienda: “Lo que mal comienza jamás acaba”.
Si no es por la protección del Ejército brasileño, Bingo no sale del estadio. Nadie le volvió a dirigir la palabra, su madre se negó a volverlo a concebir y Bingo, desesperado, pensó en suicidarse. A pesar de que no sabía nadar, o quizá por eso, se lanzó a un río y lo rescató un viejo vigoroso que, al verlo a salvo, le explicó que la vida vale la pena. Bingo estuvo de acuerdo: “Tiene usted razón. Fui un loco y me ofusqué. La vida entre nosotros está hecha de oportunidades perdidas. Por ejemplo, un ateo pierde la oportunidad de contraer la influenza en una peregrinación a Bolivia. Pero dejémonos de cuentos, soy Bingo Santana y mi pecado fue no meter ese gol”.
El anciano noble y dulce lo miró con amor humanitario y le replicó: “Sí, tú no debes suicidarte. No es justo para los que te conocen. Tú debes morir a mis manos”. Y entre gritos de rabia lo persiguió a tiros. En contacto con las aguas heladas del cálculo egoísta, el desdichado aprendió a nadar al instante y huyó a Dublín, donde, sometido a la cirugía facial, eligió como nuevo rostro el del ex presidente Salinas, menos peligroso para él que el suyo, el del mexicano que cometió un crimen de lesa patria al no anotar el gol.
Tanta generosidad es inaudita
Lo traté sólo una vez pero eso me sirvió para recordarlo toda mi vida, bueno, toda mi vida a partir de que lo traté. Don Nacho Sabritte era un hombre de empresa y, quizá por lo mismo, un cristiano ejemplar que velaba por la salud moral y las buenas costumbres. Por eso castigaba con seis meses de salario a los obreros sorprendidos en el acto de decir o pensar malas palabras, y es obvio que para don Nacho casi todas las palabras eran malas. “Un hombre de bien, decía, puede pasarse toda su vida con un repertorio de sólo 30 palabras: sí, patrón; gracias, diosito; ahorita vuelvo, mamá; no me dé aumento, mejor deme su bendición”, y así sucesivamente.
Y por eso también, decidió regalar al mundo un ejemplo personal, algo que elevaría los estándares de la ética empresarial, ya de por sí exuberante. Fiado en el precepto bíblico (“Lo que afirme tu conciencia, que se lo descuenten a los trabajadores”), convocó a los medios y habló: “Más bienaventurada cosa es dar que recibir, y eso me lo digo todo el tiempo. Por eso he decidido renunciar a mis bienes terrenales dentro de 70 años a partir de esta fecha”. Se le escuchó con azoro, y el país entero lo admiró. ¡Qué corazón de oro! ¡Qué filantropía! Algunos quisieron beatificarlo en vida y adonde quiera que iba Nacho Sabritte los aplausos le acompañaban. “¡Bien hecho, padre de la nación”, le gritaban.
Murió prácticamente en aroma de santidad, 20 años antes de la fecha indicada para repartir su dinero. Éste pasó a manos de sus hijos que, poseídos del mismo afán redentorista, prometieron donar sus posesiones 100 años después del anuncio. Por lo pronto, y a semejanza de las lecciones de su padre, rebajaron el sueldo a sus empleados e instituyeron la Policía de las Costumbres Nocturnas, para certificar que nadie use condón, esté o no acompañado.
El tiempo del altruismo
Genaro Milo, gran empresario, ha vivido para la filosofía y el pensamiento abstracto, sin descuidar sus industrias, por supuesto. ¡Ah, crear riqueza y conceptos a la vez! La riqueza es un concepto que muy pocos entienden, y por eso es concepto, para crear conciencia de culpa entre los ignaros. ¿Se han fijado cómo los que se creen muy pobres quieren afligir a los muy ricos fomentándoles los escrúpulos? Están perdidos, un rico no tiene escrúpulos y menos en época de crisis; tiene amor a la fuga de capitales, obsesión por no regalar al Estado el dinero de sus impuestos, exigencias de patrocinio de la educación privada. ¡Eso sí! Pero hasta allí.
Un día le cruzó un pensamiento. Lo dejó ir para no malacostumbrarse y prefirió una cita de almanaque: “El mundo que vivimos abunda en problemas generados tiempo atrás, que no pueden ser resueltos con la mentalidad que se tenía al crearse los problemas”. ¡Por supuesto! Antes de creados no se percibía a los problemas como tales, y uno de ellos es la dificultad de sus empresas para dar aguinaldo a sus trabajadores, porque al hacerlo, así fuera en forma mínima, disminuyen el beneficio que el capitalismo posmoderno exige en época de crisis.
“Un problema se resuelve con una buena acción”, murmuró, y la buena acción se le presentó de inmediato: dar el dinero del aguinaldo de sus obreros a los más pobres. ¡Fantástico! Pero los más pobres eran muchos, y superaban en número a los pobres incluso, y el dinero de los aguinaldos no alcanzaría para todos. Quedaba claro: enterarse de cuáles eran los verdaderamente más pobres le llevaría años; mejor reinvertir en las industrias el dinero de los aguinaldos, mientras llegaba la hora de otorgárselo a los más pobres.
La fórmula era perfecta pero la inconsciencia de los obreros les hizo protestar y precipitarse en una huelga. Enfadado y juicioso, don Genaro Milmo habló con unos altos funcionarios amigos suyos que declararon inexistente la huelga, metieron a la cárcel a los líderes, despidieron a todo el personal administrativo para no crear favoritismos y, entonces, los trabajadores, aterrados ante la pérdida inminente de sus empleos, se rindieron, aceptaron ya no recibir aguinaldos el resto de su vida, y entre todos juntaron para dar al patrón Genaro su aguinaldo. Éste sonrió y creyó más que nunca en la ventaja de aliar filosofía humanista y mentalidad empresarial.
Escritor
Sara Sefchovich
Ciencia y razones
Desde que empecé a escribir, me topé con personas que me dicen lo que debería decir y cómo debería decirlo. Me ofrecen argumentos o la historia de su vida para las novelas, los temas y los modos de tratarlos para los libros y artículos. Esto me agrada y agradezco la confianza, pero no significa que debo obedecer. Algunas veces tomo la propuesta, pero otras no me interesa o no tengo conocimientos para seguirla.
Hay quien lo entiende, hay quien insiste, hay quien se molesta y hay quien se enoja. Recientemente un lector se enojó tanto de que yo no escriba lo que él considera que debía escribir, que hasta me insultó.
Experimentos recientes en sicología social, llevados a cabo en prestigiosas universidades del mundo, han mostrado que el enojo no es solamente una reacción física del cuerpo como se pensaba antes, sino que es principalmente producto de la mente. Dicho de otra manera: que enojarse no tiene razones genéticas ni causas bioquímicas, hormonales o de otra naturaleza, sino que es una respuesta cultural. Así lo escribe Stanley Schachter: “El cambio fisiológico que se produce requiere de la interpretación cognoscitiva de ese cambio”, pues el enojo no es solamente la adrenalina, sino que consiste en la transformación de la reacción hormonal en una reacción emocional, la cual se asocia con la intepretación de los hechos, que es culturalmente aprendida.
Por eso no todas las personas responden de la misma manera ni perciben como provocación, como injusticia o como violencia lo que para algunos lo es.
En nuestra cultura, lo que provoca el enojo es, sobre todo, la frustración por no tener lo que se quisiera tener. Por ejemplo, en este caso que estoy refiriendo, podría yo suponer que ese lector quisiera disponer de un lugar en los medios para expresar sus ideas, pero sucede que no lo tiene y entonces se enoja con los que sí lo tenemos.
Ahora bien, él no se enoja (supongo) con todos los que tienen un espacio para hacer públicas sus ideas. ¿Cómo elige el objetivo? Como le sucedió al doctor Freud con su maestro, tiene que ser alguien cuyos escritos toquen una fibra en él. Y esa resulté ser yo. Y entonces una y otra vez desde hace años, está duro y dale contra mí.
Antes se creía que cuando una persona vociferaba su enojo esto funcionaba como forma de sacarlo. De hecho, hay varias terapias cuyo sustento es ésta hipótesis.
Hoy, sin embargo, experimentos han mostrado que sucede exactamente lo contrario: que el enojo alimenta al enojo (como la ambición hace ambicionar más y el mucho comer hace tener ganas de comer más), de tal modo que entre más se le exprese, más necesitará la persona seguirlo expresando. Dicho de otro modo, que sacar la ira no es catártico sino todo lo contrario: sacarla es alimentarla, es regarla. Allí radica buena parte de la explicación de la violencia.
En un libro de título revelador llamado Se cometieron errores (pero no los cometí yo), Carol Tavriz y Elliot Aronson muestran cómo sicológicamente los humanos justificamos nuestras conductas siempre echándole la culpa a los demás. Los golpeadores y violadores lo hacen: dicen que la víctima los provocó, aun si se trata de un niño pequeño.
La mayoría de la gente cuando se confronta con la prueba de su error, en lugar de cambiar su punto de vista o curso de acción, lo justifica con más tenacidad y se monta en el caballo de considerar que está haciendo no nada más lo correcto sino incluso lo mejor, de tal modo que termina por considerarse a sí mismo moralmente más alto. Esto lo vemos reiteradamente entre los políticos.
Todo esto para decir que cada uno de nosotros tiene derecho a pensar lo que quiera y lo que pueda, y a tratar de convencer a los demás de que esos pensamientos son los correctos, justos, inteligentes. Ya los demás decidirán si así lo consideran o no.
Lo que no se puede es obligarlos. Eso se llama fundamentalismo, y mucho menos recurrir a la violencia (como el insulto) para conseguirlo. Eso se llama enfermedad y es un mecanismo que gracias a la ciencia hoy podemos entender mas no justificar.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
Hay quien lo entiende, hay quien insiste, hay quien se molesta y hay quien se enoja. Recientemente un lector se enojó tanto de que yo no escriba lo que él considera que debía escribir, que hasta me insultó.
Experimentos recientes en sicología social, llevados a cabo en prestigiosas universidades del mundo, han mostrado que el enojo no es solamente una reacción física del cuerpo como se pensaba antes, sino que es principalmente producto de la mente. Dicho de otra manera: que enojarse no tiene razones genéticas ni causas bioquímicas, hormonales o de otra naturaleza, sino que es una respuesta cultural. Así lo escribe Stanley Schachter: “El cambio fisiológico que se produce requiere de la interpretación cognoscitiva de ese cambio”, pues el enojo no es solamente la adrenalina, sino que consiste en la transformación de la reacción hormonal en una reacción emocional, la cual se asocia con la intepretación de los hechos, que es culturalmente aprendida.
Por eso no todas las personas responden de la misma manera ni perciben como provocación, como injusticia o como violencia lo que para algunos lo es.
En nuestra cultura, lo que provoca el enojo es, sobre todo, la frustración por no tener lo que se quisiera tener. Por ejemplo, en este caso que estoy refiriendo, podría yo suponer que ese lector quisiera disponer de un lugar en los medios para expresar sus ideas, pero sucede que no lo tiene y entonces se enoja con los que sí lo tenemos.
Ahora bien, él no se enoja (supongo) con todos los que tienen un espacio para hacer públicas sus ideas. ¿Cómo elige el objetivo? Como le sucedió al doctor Freud con su maestro, tiene que ser alguien cuyos escritos toquen una fibra en él. Y esa resulté ser yo. Y entonces una y otra vez desde hace años, está duro y dale contra mí.
Antes se creía que cuando una persona vociferaba su enojo esto funcionaba como forma de sacarlo. De hecho, hay varias terapias cuyo sustento es ésta hipótesis.
Hoy, sin embargo, experimentos han mostrado que sucede exactamente lo contrario: que el enojo alimenta al enojo (como la ambición hace ambicionar más y el mucho comer hace tener ganas de comer más), de tal modo que entre más se le exprese, más necesitará la persona seguirlo expresando. Dicho de otro modo, que sacar la ira no es catártico sino todo lo contrario: sacarla es alimentarla, es regarla. Allí radica buena parte de la explicación de la violencia.
En un libro de título revelador llamado Se cometieron errores (pero no los cometí yo), Carol Tavriz y Elliot Aronson muestran cómo sicológicamente los humanos justificamos nuestras conductas siempre echándole la culpa a los demás. Los golpeadores y violadores lo hacen: dicen que la víctima los provocó, aun si se trata de un niño pequeño.
La mayoría de la gente cuando se confronta con la prueba de su error, en lugar de cambiar su punto de vista o curso de acción, lo justifica con más tenacidad y se monta en el caballo de considerar que está haciendo no nada más lo correcto sino incluso lo mejor, de tal modo que termina por considerarse a sí mismo moralmente más alto. Esto lo vemos reiteradamente entre los políticos.
Todo esto para decir que cada uno de nosotros tiene derecho a pensar lo que quiera y lo que pueda, y a tratar de convencer a los demás de que esos pensamientos son los correctos, justos, inteligentes. Ya los demás decidirán si así lo consideran o no.
Lo que no se puede es obligarlos. Eso se llama fundamentalismo, y mucho menos recurrir a la violencia (como el insulto) para conseguirlo. Eso se llama enfermedad y es un mecanismo que gracias a la ciencia hoy podemos entender mas no justificar.
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
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