Enorme producción mundial para pocos, miseria y hambre para trabajadores
Pedro Echeverría V.
1. Las declaraciones del relator especial de la ONU, sobre el Derechoa la Alimentación Oliver Schutter del día de hoy en La Jornadareflejan una realidad que vivimos todos los días: un pequeño número defamilias en el mundo -México es uno de los ejemplos- se queda con todala producción y la dilapida a manos llenas, en los que se les antoja;entre tanto la inmensa mayoría de la población en el mundo,particularmente en África, Asia y América Latina carece de lo másindispensable obligando a los productores, a morirse de hambre y deotras enfermedades curables. No siempre se publican este tipo dedeclaraciones que hablan objetivamente de la realidad; lo que siemprehacen los medios es esconder esas verdades y cubrirlas dedeclaraciones color de rosa que les sirven para engañar.
2. De Schutter señaló: El mundo nunca produjo tantos alimentos como enel último año. Y, paradójicamente, el número de seres humanos quepadece hambre crónica es más elevado que nunca: mil 20 millones depersonas, una sexta parte de la población mundial. De ellos, 115millones, poco más que la población de México, se sumaron en el últimoaño. El error que hemos cometido en el pasado es creer que produciendomás alimentos conseguiríamos necesariamente victorias decisivas en labatalla contra el hambre. La magnitud de la crisis financiera distrajosobre los efectos derivados del alza en el precio de los alimentos.Los precios internacionales de los cereales en 2008 fueron los másaltos en 30 años, según la Agricultura y la Alimentación (FAO). Hanbajado desde entonces, pero se mantienen arriba de los nivelesobservados en años recientes y la FAO prevé que sigan así.
3. A pesar de toda la campaña de desprestigio de los empresarios y losgobiernos contra los trabajadores, de decir que éstos son flojos y sin capacitación, la producción en el mundo –bien distribuida- alcanzaríapara que los habitantes del planeta coman y vivan bien. ¿Qué sucedeentonces? Que las especulación mundial del mercado y de los preciospermite ganar gigantescas cantidades de dinero a los negociantes degranos y otros productos e incluso –lo más criminal- tirarlos a labasura o al mar que dárselos a los seres humanos a bajos precios o enforma gratuita. La realidad es que esa actitud de los capitalistas demonopolizar productos para luego vender caro, es decir, doblar losprecios y evitar vender más barato, es una práctica de más de cincosiglos. La realidad es que –como se ha demostrado en mil formas-mientras siga el capitalismo la especulación determinará los precios.
4. Es una absoluta mentira la difundida por los ricos millonarios enel sentido en que la pobreza de nuestro pueblo es por la bajaproductividad. Es tan elevada la producción de riquezas en el mundoque podría decirse que estamos arrancándole a la naturaleza mucho másde lo que los seres humanos necesitan. Los ricos –como se ha dicho-no tienen llenadera. Acumulan miles de millones de pesos, compran 100 grandes negocios, compiten incluso entre ellos para ser los más ricosdel mundo y quieren más.
Les importa un bledo que la miseria se esté extiendo más en el mundo porque los trabajadores no tengan niveleconómico para comprar las mercancías. Por eso los revolucionariosdesde los tiempos de Marx decían: los poderosos jamás entregarán susriquezas por las buenas, hay que arrebatárselos mediante la revoluciónsocial.
5. Cuánta literatura se ha producido a través de los siglos parademostrar lo injusta que es la sociedad en que vivimos. Escritores,periodistas, filósofos, poetas, que han tenido la sensibilidad y elpensamiento limpio no han dejado de manifestar esa realidad que nopuede ocultarse. Solamente los grandes empresarios y gobiernos -los que han acumulado riquezas y han gozado de ellas- la defienden contodas sus fuerzas. De lo que estoy seguro es que –aunque tengan quepasar más años, décadas si se quiere- este tipo de sociedad divididasen clases sociales, en clases antagónicas, tendrán que morir, seránenterradas por realidades nuevas que requieran de justicia e igualdad.
No se puede hablar de años sino de procesos, de cambios que cada díase hacen más permanentes. Así tendrá que ser porque no es un simpledeseo o una creencia. Es la tendencia social.
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