Julio Hernández López: Astillero
Más bien parece un adelantado Día de Muertos. En las cámaras, el espantajo del 2 por ciento (impuesto antipobres, más que antipobreza) es declarado plenamente difunto por el muy vivo presidente de la mesa directiva del Senado, el saludador Navarrete, mientras su jefe real, Manlio Fabio Beltrones, en un clásico juego de legislador malo y legislador bueno, extiende certificado de plena salud combatiente a las pretensiones fiscales de la dupla Carstens-Calderón. En el camposanto institucional asoma la apuesta de cancelación de acta de bautizo que hace el opositor viajero, López Obrador, quien promete dejarse de llamar Andrés Manuel si no es cierto que el PRI y el PAN ya tienen un acuerdo hecho para aprobar medidas fiscales terribles contra el pueblo de México, aunque jueguen a aparentar forcejeos y disensos que a la hora de la verdad quedarán en la nada. El propio secretario de hacienda, muy Agustín, aporta fantasmas al escenario al advertir que los recortes presupuestales en secretarías por desaparecer, considerados a partir de enero próximo, significarán la creación (no vean el vaso medio vacío, sino medio lleno) de diez mil nuevos desempleos. Y por allí saltan, declarativos, el Cordero de Sedesol y la Chepina de la Cocina de San Lázaro para asegurar que la administración calderónica no tiene ninguna carta bajo la manga, ningún plan B, para enfrentar la posibilidad de que el plan feliPillo presentado a la cámara de diputados sea rechazado. ¡Ése es Felipe el Valiente y ésa es confianza en uno mismo, sí señor!
El susodicho Calderón cumple mientras tanto con rituales que harto le encantan, entre soldados y tanquetas, armas e uniformes, con protocolarios discursos inflamados de referencias al honor, a la disciplina, al cumplimiento del deber y el sacrificio de la vida en aras de la Patria. Ayer le tocó encabezar una ceremonia de clausura e inicio de cursos en planteles militares y llamó a los futuros oficiales de las fuerzas armadas a tener plena conciencia de la responsabilidad que les corresponde frente a un México cada vez más lleno de retos y dificultades. El general secretario, Guillermo Galván, aprovechó el foro para encomiar el fuero militar y asegurar que no significa privilegio ni impunidad.
El mundo verde olivo tratará hoy de garantizar que el acto tradicional del Grito no se convierta en expresión de inconformidad con el encargado de la silla presidencial que peores resultados ha entregado en la historia moderna de México. Fiesta popular sin cabida para disputas partidistas o ideológicas ha sido hasta ahora esa representación pomposa, pero la noción generalizada del peligro en que la Patria está ha producido una acelerada reacción de inconformidad que los aparatos de sonido, luces y distracción tratarán hoy de eliminar o cuando menos atenuar. En Morelia, otro ocupante cascado del poder, Godoy Lonol (se vale sobarse) anda en plena campaña de convencimiento para que la gente se acerque a la ceremonia del Grito, que el año pasado acabó entre detonación de granadas, muertos, heridos y espanto colectivo. Nada serio se ha dicho respecto a culpables y móviles, pues solamente se apresó a unos fallidos aspirantes a actores que frente a cámaras ocultas recitaron con pésima técnica algunos apuntes de inculpación que les habían redactado, incluso en ciertos pasajes con involuntaria producción cómica. Pero el gobernador de Michoacán invita a la fiesta, faltaba más. Podría pasarle la receta a su colega de Guerrero, Zeferino Torre Roja, quien ayer hizo renunciar a su procurador general de justicia, Eduardo Murueta, un día después de que ciudadanos exigentes de justicia marcharon por las calles de Acapulco, sobre todo referidos al caso de Armando Chavarría, quien fue diputado local perredista y jefe político del Congreso estatal.
En ese contexto de absoluta descomposición institucional, los seguidores del único líder opositor persistente se reunirán hoy en el Hemiciclo a Juárez, para dar su propio Grito. Ese punto específico será protagonizado por Clara Brugada, a quien se le ha cedido el momento cumbre como forma de reiterar el apoyo absoluto del movimiento de resistencia civil pacífica a quien ha debido sobrellevar los amargos trances de la lucha electoral en Iztapalapa, particularmente la traición y desmesura de quien se había comprometido a renunciar a un cargo al que fue llevado por ese mismo movimiento y ahora pretende adjudicárselo como propio y, aún peor, abrirle las puertas a partidos e intereses totalmente distintos de aquellos que formaron la plataforma social y política que le dio un triunfo nominal en las urnas.
La reunión en el Hemiciclo servirá también para que López Obrador fije una postura amplia respecto a lo que está sucediendo en el país, entre otras cosas la disminución del ánimo combativo y la percepción de que las luchas tradicionales (el simplismo electoral, las movilizaciones por sí mismas, los discursos críticos) de poco van sirviendo ante un panorama cada vez más complicado, que requiere lecturas políticas precisas y planes de lucha concretos, no más palabras de buena voluntad transformadora ni convocatorias a tareas difusas que en el fondo podrían parecer sólo una forma de entretener.
Hoy, México está pasando de los silencios y los susurros a una expresión sonora que en las alturas tapiadas no pueden y no saben escuchar. El grito, los gritos de este México saqueado, acribillado y con poca esperanza, deben ser bien escuchados por el único líder con capacidad de movilización y combate. De otra manera, el activismo de siempre, las proclamas adivinables, las críticas de rutina, sólo irán abonando la impresión de que la lucha social necesaria ha sido entrampada en la obsesión electoral, en los cálculos de corto plazo, en la falta de visión profunda y completa. El grito. Los gritos. Y, mientras en San Luis Potosí el enojo social lleva a lanzarle huevos al gobernador Marcelo de los Santos, que al fin va de salida, ¡hasta mañana, en esta columna jornaleramente bailadora!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Las cosas no están saliendo como esperaban, es explicable que se sientan frustrados. Comienzan a aparecer en sus declaraciones palabras fuertes para calificar la política fiscal del calderonismo: decepcionante, dijo el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Armando Paredes; un fracaso anunciado, expresó por su lado el presidente de Coparmex, Ricardo González Sada. Si acaso fueran los primeros síntomas de un extemporáneo lamento porque no les rindió la utilidad que proyectaron el apoyo al candidato que hoy ocupa la Presidencia, deberán admitir que es un arrepentimiento tardío. El mito de Vicente Fox de que el panista sería un gobierno de empresarios, por empresarios y para empresarios sólo duró mientras hubo petróleo en Cantarell. Con todo, son válidos algunos de sus argumentos. González Sada dice: Que todos pongan, para poder recibir, por lo que de manera tajante sostenemos que los empresarios de la Coparmex no estamos de acuerdo con el paquete fiscal que se envió al Congreso. Así es, don Ricardo, que todos pongan. Habría que agregar que lo hagan de manera equitativa y justa porque hasta hoy el peso de la crisis se ha descargado bárbaramente sobre la clase media y los pobres. Escúchenlo en sus propias palabras: www.coparmex.org.mx/#
Desmemoriado
Como que Carlos Navarrete olvidó por un momento quién lo sentó y para qué en la presidencia del Senado, cargo que nunca había ocupado un perredista. Y con su habitual elocuencia se fue de la lengua: dijo que el SuperIVA del 2% ya está muerto y enterrado e incluso tiene tres cruces: una amarilla del PRD, una azul del PAN y una tricolor del PRI. Horas después, el verdadero jefe, don Beltrone, le propinaría tremendo tapabocas: se pronunció por no descalificar a priori ninguna de las propuestas, incluso la del 2%. Navarrete recuperó la memoria y calló.
Desmemoriado
Como que Carlos Navarrete olvidó por un momento quién lo sentó y para qué en la presidencia del Senado, cargo que nunca había ocupado un perredista. Y con su habitual elocuencia se fue de la lengua: dijo que el SuperIVA del 2% ya está muerto y enterrado e incluso tiene tres cruces: una amarilla del PRD, una azul del PAN y una tricolor del PRI. Horas después, el verdadero jefe, don Beltrone, le propinaría tremendo tapabocas: se pronunció por no descalificar a priori ninguna de las propuestas, incluso la del 2%. Navarrete recuperó la memoria y calló.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Desde su creación la banca mexicana de desarrollo, propiedad de la nación, fue uno de los pilares del desarrollo y el crecimiento del país. En tiempos de sacudidas funcionó perfectamente como factor de estabilidad, y en las vacas gordas financió el fortalecimiento y avance de no pocos sectores productivos, coadyuvó a la generación de empleo formal, a la construcción de infraestructura, alentó la exportación y tantas cosas más, hasta que un día a cierto grupo de iluminados se le ocurrió transformarla en una suerte de lacayo al servicio de la banca privada.
Tal es el caso del Banco Nacional de Comercio Exterior, Bancomext, sin cuya participación no se entendería el boom exportador observado en el país. Se trata de una institución del Estado mexicano que ha sido condenada a muerte por el grupo de iluminados que desde casi tres décadas atrás se hizo del poder (con los resultados que están a la vista) y se niega a soltarlo. Por todas las vías (desde los tiempos de Zedillo, cuando menos, pero con especial insistencia en los de Fox y Calderón) ha intentado borrar del mapa a este organismo del Estado mexicano. Aún no logra el objetivo (el Legislativo le ha lanzado varias tablas de auxilio), pero el grupito no quita el dedo del renglón.
El ex director general del Bancomext, Enrique Vilatela Riba, resumió la situación del organismo como una mezcla de problema ideológico combinado con ignorancia y arrogancia. Falta de un adecuado modelo económico y, en consecuencia, de una adecuada política industrial. Se pretende que el mercado, por sí solo, propicie un crecimiento rápido, justo y equilibrado, lo que no ocurre en ninguna parte del mundo, ni en los países desarrollados ni en Brasil, China, India y Corea que son nuestros principales competidores. Hubo falta de conocimiento y desdén por la institución; en vez de aprovechar y mejorar lo que había, se decidió su desmantelamiento. En vez de percibir a la banca de desarrollo como una herramienta, se le tiene miedo y se prefirió renunciar a ella.
En riguroso sentido contrario se pronuncia el actual director general del citado organismo, Héctor Rangel Domene (ex presidente de los banqueros privados y una de las cabezas visibles del BBVA-Bancomer, al igual que su antecesor Mario Laborín, cuñado del ahora ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours), quien es uno de los más afanosos promotores de la desaparición del Bancomext, disfrazada de fusión con Nacional Financiera, intentona fallida desde el cambio de Fox, que ahora la continuidad calderonista presenta como novedad.
Del análisis detallado que Vilatela Riba presentó en reciente foro sobre la banca de desarrollo, enviado a México SA, se toman los siguientes elementos: “a partir de los años 80 y en los 90, en que se logró incorporar en el banco a todas las instituciones y programas del gobierno federal encargados de apoyar el comercio exterior mexicano (…), la institución logró jugar un papel muy destacado en el desarrollo económico de México, lo que se demostró claramente en el papel que desarrolló en las diferentes crisis financieras en esos años, llegando a manejar, en forma descentralizada a través de las oficinas regionales, programas de crédito de hasta 15 mil millones de dólares, dando apoyos y servicios integrales que lograron apoyar a que miles de empresas pequeñas y medianas se convirtieran en exportadoras directas o indirectas”.
El Bancomext llegó a tener “la cartera de crédito más sana del sistema, sin necesidad de recursos fiscales, sin haber acudido al Fobaproa, Fiderca o Fideliq, y con suficientes recursos para financiar el programa de promoción que ahora, a través de Proméxico, cuesta más de mil millones de pesos al erario. De hecho, en esa época se planteó la posibilidad de fusionar a Nacional Financiera dentro del banco. Qué vueltas da la vida. Afortunadamente, la decisión en ese momento fue no fusionar. Pero hace 12 años empezó su debilitamiento con una serie de acciones veladas y paulatinas de desmantelamiento.
“Por recomendaciones del BID y del Banco Mundial, buscando dar preferencia a la banca comercial, se rechazaban en los comités y consejos las mejores operaciones de crédito para que fueran canalizadas a la banca privada. La Secretaría de la Contraloría (Función Pública) tomó el control de la Contraloría ‘Interna’, creando un clima de terror que paró toda iniciativa creativa, arriesgada y valiente, como debía corresponder a una institución de desarrollo, y motivando una actitud temerosa y mediocre entre funcionarios y órganos de decisión. Para colmo, el manejo legalista de la cartera de crédito llevó a parar las negociaciones, a incrementar las demandas y juicios perdidos y a incrementar innecesariamente la cartera vencida de la institución”.
No sólo eso: “se canceló el programa de crédito en primer piso de la institución, matando así su fortaleza y sus programas, pero también su única fuente de ingresos. Se desmanteló su red de oficinas regionales, matando así su vinculación con las empresas y se ‘donó’ a Proméxico su red de consejerías, perdiéndose así la visión de mercado y desvinculando la promoción del financiamiento. Lo que es peor, ahora Proméxico se dedica a la promoción de inversión (…), descuidando la promoción de exportaciones, el armado de proyectos y costando al erario más de mil millones de pesos al año. (…) De esta forma se inició en Bancomext un círculo vicioso de reducción de personal y gasto, eliminación de programas, reducción del ingreso y mayor reducción de personal y gasto… Se quitó al aparato de dirección del banco y ahora, en una decisión simplista, se propone su fusión con Nacional Financiera, la que también ha sido desmantelada en su función de banco de desarrollo, habiéndose convertido sólo en una empresa de factoraje y operador de los mercados de dinero y capitales”.
Existen tres opciones, puntualiza Vilatela Riba: la cobarde, que es seguir como hasta ahora; la simplista y populista (fusionar Bancomext con Nafin); la difícil, pero real, que busca la excelencia, el crecimiento y la competitividad, que es la de fortalecer a Bancomext y a Nafin, convirtiendo al primero en el banco de la competitividad. Y el grupito va por la segunda.
Las rebanadas del pastel
Otra estrellita en la frente: Coparmex advierte que el paquetazo calderonista “lleva consigo el germen de un fracaso anunciado: le pega al mercado interno, a las empresas y a la clase media, y muy probablemente también a la baja… podría mantener al país en recesión”… Y esta noche el grito, y suficientes razones existen para gritar.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Aprender a Morir
Grito no, silencio sí.- Rosy Puente propone entre otras cosas: “…No estamos en tiempos de decir ¡Viva México! ni de festejar nada, ni de ir aplaudir al Ejército ni al mandatario en turno, que no han podido controlar nada ni darnos bienestar, mucho menos seguridad, que es lo mínimo que deben hacer…
Que este 15 de septiembre no haya Grito, sino un gran silencio de enojo y reclamo. Dejemos solos a los gobernadores y al mandatario en sus respectivas plazas; que le den su Grito al aire y a su familia y equipo de trabajo, que se lo crean ellos, no nos han servido absolutamente para nada. Si se fijan, sólo han aprobado las reformas que a ellos convienen... Únete a este movimiento histórico por el bien de tu familia, de tu comunidad, de tu estado, de tu vida y del país... Este 15 de septiembre no va haber Grito, va haber silencio por México. Las dizque autoridades deberían tener miedo al pueblo, no el pueblo a una bola de ratas corruptas que sólo velan por sus intereses.
Opinión
La transacción de Obama
La presidencia de Barack Obama anunció ayer su decisión de prolongar un año más el embargo comercial que Washington mantiene contra Cuba desde hace más de cuatro décadas, por considerarlo asunto de interés nacional. Mientras esta información era dada a conocer desde Washington, el propio Obama defendía, ante banqueros y legisladores congregados en Wall Street, su plan para restructurar el sistema financiero estadunidense –que establecería, entre otras cosas, mayor vigilancia y control de los mercados y el otorgamiento de más facultades a la Reserva Federal de ese país–, justo al cumplirse un año de la quiebra del banco de inversiones Lehman Brothers, suceso que desencadenó descalabros financieros en todo el mundo y es considerado uno de los detonadores de la actual crisis económica internacional.
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El Correo Ilustrado
Condena despilfarro en medio de la crisis económica
Es sumamente triste leer, escuchar y ver que se inician las festividades que conmemoran el bicentenario de nuestra Independencia. Pero dirán: por qué es motivo de tristeza. Se debe a que muchos mexicanos consideramos ofensivo que las autoridades federales, encabezadas por el presidente Felipe Calderón, despilfarren dinero en medio de una severa crisis financiera, que al principio fue considerada un simple catarrito. ¿No sería mejor que este dinero sea usado en la educación superior, que cada año sufre recortes en su presupuesto? Es muy importante que las autoridades pongan énfasis en este detalle y en otros más. No se dan cuenta de que la sociedad mexicana debería estar celebrando la inexistencia de crisis financiera y de buenos gobiernos producto de 200 años de lucha, y no estar pensando que esta fecha histórica no sirvió de nada para los que menos tenemos en este país.
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El vuelo puede adquirir cualquier velocidad. Cuando hablamos del tiempo humano y decimos que vuela, nos referirnos a la velocidad de los cambios, de las transformaciones que ocurren en la sociedad. Hoy el tiempo político y el tiempo histórico se han acelerado desenfrenadamente en el planeta. Las transformaciones ahora son planetarias y se suceden desbocadas y trepidantes.
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No nos engañan: Woody Allen filmó en el aeropuerto de la ciudad de México y en Iztapalapa. Juanito se larga con un puesto perteneciente a la clase política y todos lo persiguen para que devuelva su palabra (3 mil millones de pesos anuales), y el antiguo fanático de la resistencia civil creativa quiere engañar y ya no ser engañado; desconoce a quien lo creó; argumenta que el pueblo manda, como se lo dijeron una y otra vez; unos lo aconsejan para que entregue el poder y otros lo mal aconsejan para que no. Juanito se cansó de la base.
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La Jornada cumple 25 años. Contra la corriente, en medio de una gran competencia, se ha consolidado como un periódico de referencia. Y no sólo dentro de México. Diariamente, gracias a Internet, es leído por miles de personas en todo el mundo que no nada más buscan la información de lo que sucede en el país, sino lo que escriben sus corresponsales y varios de sus articulistas.
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Los próximos días mostrará su talante democrático la nueva Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), cuando dé a conocer su decisión sobre la titularidad de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). Hasta hoy desconocemos las posturas que existan en la misma en torno a la importancia de la decisión que tomarán de manera perentoria. Sería de-seable que se comprenda que particularmente en este caso debe regir una situación de excepcionalidad respecto de los tradicionales jaloneos e intercambios de favores entre partidos.
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Procter & Gamble, Coca-Cola y Repsol, por ejemplo, han dejado algunos indicios, pero se requiere de una investigación minuciosa, con la perspectiva amplia que da la historia, para esclarecer los entramados que, en los hechos, han colocado a los grandes capitales del mundo como superiores jerárquicos de los más recientes habitantes de Los Pinos, y cabe dudar que los historiadores de la Corte se animen a emprenderla. Tal vez algún día conozcamos a detalle la función que desempeñaron los grandes corporativos del extranjero en la selección –e imposición, en su caso– de los gobernantes mexicanos de las últimas décadas del siglo XX y la primera del XXI: los virreyes contemporáneos que han propiciado la transferencia a las transnacionales de la propiedad de los bancos, las minas, los ingenios, buena parte de las telecomunicaciones, lo que queda de los ferrocarriles, la industria alimentaria, la generación de electricidad, los derechos de autor sobre obras de arte y especies vivas de origen nacional, entre otras cosas.
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Hoy se cumplen seis años de la muerte de Hugo Aréchiga Urtuzuástegui, hombre brillante, culto y prudente que dedicó su vida entera a la ciencia, preocupado siempre porque esta actividad pudiera encontrar un lugar destacado en la vida de nuestro país. Trabajador incansable, su fallecimiento prematuro –tenía 63 años– ocurrió en plena actividad científica, cuando impartía un curso en la ciudad de Esmirna, en Turquía, realizado por la Organización Internacional de Investigación Cerebral. Con su deceso, México perdió a un gran líder científico y algunos a un amigo entrañable y maestro. Recordarlo hoy es una forma de mantener vigente su pensamiento.
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El autor de best sellers Alessandro Baricco publicó por entregas Los bárbaros: ensayo sobre la mutación. Ya como libro va en su segunda edición castellana (Anagrama).
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Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
¡Mexicanos al grito de quiebra!
De pronto uno tiene que reflexionar sobre la paradoja de los indicadores de la macroeconomía. Sí, suena rudísimo, por ejemplo, que este año el crecimiento se vaya al caño del -10%. O la estadística feroz de 4 millones de desempleados. O un índice inflacionario que siempre crece más que los pronósticos oficiales.
Números que, siendo tan alarmantes, no dejan de ser abstractos y lejanos hasta que aterrizan brutalmente en las familias de todos y cada uno de nosotros. Ahí donde el decrecimiento angustia, el desempleo explota y la inflación muerde los bolsillos. Y de eso, de lo micro, se habla muy poco. Aunque se padezca todos los días y se quiera ocultar todos los días porque a nadie le gusta causar lástimas. Sin embargo, ahí están las estadísticas oficiales y de expertos que justifican por qué hablo de rabia creciente y de un terreno minado y explosivo:
—La deuda global de las familias mexicanas con la banca comercial subió ya a un millón de millones 500 mil millones de pesos, en su mayoría por créditos hipotecarios y bienes de consumo. Para darnos una idea, cuatro veces más que el hoyo fiscal de 370 mil millones para 2010.
—En 18 meses se duplicó el número de mexicanos en cartera vencida, al llegar a casi 7 millones de usuarios morosos por compras de casas, coches y bienes adquiridos con tarjetas de crédito. En pocas palabras, familias completas quebradas.
—El deterioro en los niveles de vida está plenamente documentado, no sólo entre los pobres y miserables de este país, sino aun en las clases media y media alta. Al ver reducido su ingreso, estas familias también han tenido que recortar sus presupuestos: de cada 100, 73 dejaron de viajar y van menos al cine o al teatro; 50 han tenido que escoger entre celular, cable o internet; 21 han suspendido la compra de ropa nueva y 20 han reducido al mínimo su gasto en artículos de belleza y cuidado personal.
Pero no todo es un asunto cosmético. Los especialistas advierten que el desempleo y la escasez de dinero al interior del hogar generan tensiones de muy diverso grado: la violencia y la desintegración que llegan a extremos como el abandono del núcleo familiar y hasta el suicidio. Una explosividad social que ya está aquí y será aún peor en 2010.
Algo todavía más grave es que ni el gobierno federal ni los legisladores han mostrado un mínimo de sensibilidad para atender y apoyar a quienes ya han perdido mucho y están a punto de perderlo todo. Ahí donde el fracaso económico se traduce en frustración, abandono y sí, en rabia creciente.
De pronto uno tiene que reflexionar sobre la paradoja de los indicadores de la macroeconomía. Sí, suena rudísimo, por ejemplo, que este año el crecimiento se vaya al caño del -10%. O la estadística feroz de 4 millones de desempleados. O un índice inflacionario que siempre crece más que los pronósticos oficiales.
Números que, siendo tan alarmantes, no dejan de ser abstractos y lejanos hasta que aterrizan brutalmente en las familias de todos y cada uno de nosotros. Ahí donde el decrecimiento angustia, el desempleo explota y la inflación muerde los bolsillos. Y de eso, de lo micro, se habla muy poco. Aunque se padezca todos los días y se quiera ocultar todos los días porque a nadie le gusta causar lástimas. Sin embargo, ahí están las estadísticas oficiales y de expertos que justifican por qué hablo de rabia creciente y de un terreno minado y explosivo:
—La deuda global de las familias mexicanas con la banca comercial subió ya a un millón de millones 500 mil millones de pesos, en su mayoría por créditos hipotecarios y bienes de consumo. Para darnos una idea, cuatro veces más que el hoyo fiscal de 370 mil millones para 2010.
—En 18 meses se duplicó el número de mexicanos en cartera vencida, al llegar a casi 7 millones de usuarios morosos por compras de casas, coches y bienes adquiridos con tarjetas de crédito. En pocas palabras, familias completas quebradas.
—El deterioro en los niveles de vida está plenamente documentado, no sólo entre los pobres y miserables de este país, sino aun en las clases media y media alta. Al ver reducido su ingreso, estas familias también han tenido que recortar sus presupuestos: de cada 100, 73 dejaron de viajar y van menos al cine o al teatro; 50 han tenido que escoger entre celular, cable o internet; 21 han suspendido la compra de ropa nueva y 20 han reducido al mínimo su gasto en artículos de belleza y cuidado personal.
Pero no todo es un asunto cosmético. Los especialistas advierten que el desempleo y la escasez de dinero al interior del hogar generan tensiones de muy diverso grado: la violencia y la desintegración que llegan a extremos como el abandono del núcleo familiar y hasta el suicidio. Una explosividad social que ya está aquí y será aún peor en 2010.
Algo todavía más grave es que ni el gobierno federal ni los legisladores han mostrado un mínimo de sensibilidad para atender y apoyar a quienes ya han perdido mucho y están a punto de perderlo todo. Ahí donde el fracaso económico se traduce en frustración, abandono y sí, en rabia creciente.
¿Otra reforma electoral?
Mientras se decide qué pasará con el escenario económico, los impuestos y el presupuesto, también se ha empezado a discutir la posibilidad de tener otra reforma político-electoral. La necesidad es real porque, a pesar de tener tantas reformas, los huecos no terminan. El problema es el siguiente: una regla del sistema es que la clase política sólo modifica las reglas cuando existe un grave conflicto. Todas las reformas electorales importantes han sido antecedidas por una elección conflictiva o por un contexto político adverso. En esta ocasión las elecciones intermedias de 2009 no presentaron un problema grave; sin embargo, faltan piezas importantes que directamente afectan lo electoral y pueden llevar al país a una sucesión presidencial complicada, pero no sería la primera vez.
Una parte fundamental de los cambios necesarios se encuentra en las piezas que le faltan al modelo de comunicación, y otra está en la necesidad de regular a la clase política y a las mismas televisoras, que ya encontraron la ruta fácil para hacer fraude a la ley. Algunas de las reformas que se necesitan son:
1. Nueva ley de medios que pueda abrir a la competencia el espectro radioeléctrico, establezca las condiciones de una oferta plural de medios, siga los cambios que ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia de medios, rompa el dominio monopólico de las dos grandes cadenas de televisión comercial y construya el espacio regulador del Estado a través de un órgano autónomo constitucional para el establecimiento de concesiones. Este es, sin duda, uno de los retos más importantes del reciente decálogo que presentó Felipe Calderón en su punto sexto.
2. Completar la ley secundaria del artículo 134 de la Constitución, que tiene una grave trampa en el Cofipe, porque como en cualquier sistema punitivo que establecen los sujetos obligados, las conductas sancionables y las penalidades; en este caso todos los sujetos tienen penas (candidatos, partidos, asociaciones, medios), menos los servidores públicos, que no tienen penalidad. Así tenemos a un sujeto con conductas a sancionar, pero sin penalidad que aplicarle. De la misma forma, se necesita legislar sobre el derecho de réplica, porque hasta el momento sólo es un enunciado de nuestra Constitución, pero no tiene consecuencias y no se aplica porque falta la normatividad que lo regule.
3. La falta de una nueva ley de medios y la reglamentación del artículo 134 han provocado una de las trampas más importantes a la legalidad: los famosos paquetes de publicidad integrada o producto integrado, como la vía que han encontrado algunos políticos y las televisoras para la compraventa de tiempos. Este factor se ha vuelto un pesado lastre que golpea el corazón de la reforma electoral, lastima severamente el principio de equidad y da a la televisión comercial un mecanismo para vender productos engañosos. Gacetillas electrónicas, infomerciales y entrevistas que se venden como noticias, cuando en realidad sólo son propaganda disfrazada. El caso de Peña Nieto lo muestra ampliamente.
4. La aplicación del modelo de comunicación requiere una remodelación: a) Se necesita ir a un esquema mixto de propaganda que pueda combinar la propaganda de spots con espacios suficientes para el debate, porque la pura spotización es desgastante, inútil y no contribuye al debate ni a la calidad de la competencia. b) También urge elevar las penalidades para que las televisoras no incumplan sistemáticamente la ley en materia de tiempos del Estado en los procesos electorales. Hoy la máxima penalidad es de 20 millones, y se aplica por conductas violatorias de la legalidad ya sea por un spot, por 50 o por 5 mil; se debe establecer la posibilidad de individualizar las faltas y elevar las multas porque hasta la fecha a las televisaros les sale más barato violentar la ley que pagar la multa. Hay una completa desproporción entre impactos, audiencias, número de violaciones y montos por la falta. c) Al mismo tiempo, hay que hacer que en materia de sujetos sancionables (las televisoras) todos los días sean hábiles y así evitar las prórrogas de fin semana y la imposibilidad de hacer las notificaciones.
5. El tribunal. Hay una renuncia del actual Tribunal Electoral a ejercer sus capacidades jurisdiccionales. Al parecer se le dificulta resolver, emitir resolutivos y prefiere regresar los expedientes, lo cual resulta, como lo señaló el Comité Conciudadano para la Observación Electoral, oneroso e ineficiente, además de que vulnera el principio de una justicia pronta y expedita. Además, el tribunal debe tener plazos acotados como los del IFE para resolver los procedimientos especiales sancionadores.
6. Urge que los partidos tengan responsabilidad, una rendición de cuentas amplia y se acote su financiamiento. El nivel de responsabilidad de los partidos es muy bajo y su financiamiento sigue siendo muy alto. Los partidos necesitan una ley en la se establezcan sus responsabilidades, mecanismos de rendición de cuentas como sujetos obligados y requerimientos mínimos de responsabilidad a los que están obligados. La fórmula de financiamiento es muy onerosa; el gasto ordinario es excesivamente alto.
Una reforma importante necesita una coalición política entre los tres grandes partidos. ¿Existe hoy esa coalición? No se ve.
Investigador del CIESAS
Una parte fundamental de los cambios necesarios se encuentra en las piezas que le faltan al modelo de comunicación, y otra está en la necesidad de regular a la clase política y a las mismas televisoras, que ya encontraron la ruta fácil para hacer fraude a la ley. Algunas de las reformas que se necesitan son:
1. Nueva ley de medios que pueda abrir a la competencia el espectro radioeléctrico, establezca las condiciones de una oferta plural de medios, siga los cambios que ordenó la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia de medios, rompa el dominio monopólico de las dos grandes cadenas de televisión comercial y construya el espacio regulador del Estado a través de un órgano autónomo constitucional para el establecimiento de concesiones. Este es, sin duda, uno de los retos más importantes del reciente decálogo que presentó Felipe Calderón en su punto sexto.
2. Completar la ley secundaria del artículo 134 de la Constitución, que tiene una grave trampa en el Cofipe, porque como en cualquier sistema punitivo que establecen los sujetos obligados, las conductas sancionables y las penalidades; en este caso todos los sujetos tienen penas (candidatos, partidos, asociaciones, medios), menos los servidores públicos, que no tienen penalidad. Así tenemos a un sujeto con conductas a sancionar, pero sin penalidad que aplicarle. De la misma forma, se necesita legislar sobre el derecho de réplica, porque hasta el momento sólo es un enunciado de nuestra Constitución, pero no tiene consecuencias y no se aplica porque falta la normatividad que lo regule.
3. La falta de una nueva ley de medios y la reglamentación del artículo 134 han provocado una de las trampas más importantes a la legalidad: los famosos paquetes de publicidad integrada o producto integrado, como la vía que han encontrado algunos políticos y las televisoras para la compraventa de tiempos. Este factor se ha vuelto un pesado lastre que golpea el corazón de la reforma electoral, lastima severamente el principio de equidad y da a la televisión comercial un mecanismo para vender productos engañosos. Gacetillas electrónicas, infomerciales y entrevistas que se venden como noticias, cuando en realidad sólo son propaganda disfrazada. El caso de Peña Nieto lo muestra ampliamente.
4. La aplicación del modelo de comunicación requiere una remodelación: a) Se necesita ir a un esquema mixto de propaganda que pueda combinar la propaganda de spots con espacios suficientes para el debate, porque la pura spotización es desgastante, inútil y no contribuye al debate ni a la calidad de la competencia. b) También urge elevar las penalidades para que las televisoras no incumplan sistemáticamente la ley en materia de tiempos del Estado en los procesos electorales. Hoy la máxima penalidad es de 20 millones, y se aplica por conductas violatorias de la legalidad ya sea por un spot, por 50 o por 5 mil; se debe establecer la posibilidad de individualizar las faltas y elevar las multas porque hasta la fecha a las televisaros les sale más barato violentar la ley que pagar la multa. Hay una completa desproporción entre impactos, audiencias, número de violaciones y montos por la falta. c) Al mismo tiempo, hay que hacer que en materia de sujetos sancionables (las televisoras) todos los días sean hábiles y así evitar las prórrogas de fin semana y la imposibilidad de hacer las notificaciones.
5. El tribunal. Hay una renuncia del actual Tribunal Electoral a ejercer sus capacidades jurisdiccionales. Al parecer se le dificulta resolver, emitir resolutivos y prefiere regresar los expedientes, lo cual resulta, como lo señaló el Comité Conciudadano para la Observación Electoral, oneroso e ineficiente, además de que vulnera el principio de una justicia pronta y expedita. Además, el tribunal debe tener plazos acotados como los del IFE para resolver los procedimientos especiales sancionadores.
6. Urge que los partidos tengan responsabilidad, una rendición de cuentas amplia y se acote su financiamiento. El nivel de responsabilidad de los partidos es muy bajo y su financiamiento sigue siendo muy alto. Los partidos necesitan una ley en la se establezcan sus responsabilidades, mecanismos de rendición de cuentas como sujetos obligados y requerimientos mínimos de responsabilidad a los que están obligados. La fórmula de financiamiento es muy onerosa; el gasto ordinario es excesivamente alto.
Una reforma importante necesita una coalición política entre los tres grandes partidos. ¿Existe hoy esa coalición? No se ve.
Investigador del CIESAS
Enrique del Val Blanco
¿Por qué mienten?
Uno de los muchos problemas del gobierno federal actual es su gran capacidad para mentir e insultar la inteligencia de las personas. Y a veces los insultos son directos, como vimos la semana pasada. De nuevo, en la presentación de los proyectos de ingresos y egresos para 2010, la Secretaría de Hacienda mintió a diestra y siniestra, y lo peor es que se quedan tan contentos.
Casi ninguno de los principales sectores de nuestro país ha estado de acuerdo —excepto la bancada panista, que también inicia mintiendo, al recular en el rechazo al impuesto del 2%—. El sector privado, las universidades, los campesinos, etcétera, han manifestado su oposición a la propuesta y han afirmado la necesidad de que la Cámara de Diputados la modifique.
No podía ser de otra manera con la cascada de impuestos, que más parece una miscelánea, casi todos destinados a gravar a los consumidores en un momento en que la situación de la gran mayoría es ya apretada, por no decir precaria.
Dicen que la propuesta “es progresiva”, que “no es lesiva a los intereses de los más pobres”, que “no afecta a las clases medias”, y así podríamos continuar con las mentiras que expresan los altos servidores públicos del gobierno del empleo.
Argumentan que el impuesto del 2% afectará más a los que más tienen, porque consumen más, pero no dicen que la mayoría de artículos que consumen los pobres son sin IVA. Además, no es lo mismo pagar 2% cuando se tiene un ingreso superior a 100 mil pesos al mes que cuando se trata de máximo 2 mil pesos y 70% se destina a la compra de alimentos. Esto tan simple es lo complicado para los doctores en economía.
Tampoco dicen la verdad, y es muy grave, al afirmar que la inflación esperada de 2010 será de 3%. La serie de impuestos al consumo, entre los más notables a la gasolina y los combustibles, repercutirá en toda la economía. Ni se vale ni es decente mentir con el objetivo de que las negociaciones salariales para el año próximo —que empezarán pronto— no rebasen la ficticia y ridícula tasa de inflación que se les ocurrió. Es una apuesta más para agravar la tensión social. Ahora con los sindicatos.
Mienten también en materia de educación y ciencia y tecnología. Una vez más han sido huecas las palabras del gobierno sobre lo prioritario de la educación superior y la ciencia y la tecnología: ya afectaron a las universidades públicas en este año y, lo peor, proponen reducir el presupuesto para 2010.
Lo anterior obligará una vez más —como ha sucedido todos los años de gobiernos panistas, que no apoyan a la educación superior— a solicitar el apoyo a los diputados.
Hablan de que se trata de una propuesta progresiva en materia fiscal y sólo aumentan dos puntos el Impuesto Sobre la Renta, y además dicen que será temporal. Si en verdad quieren progresividad deberían llegar a tasas mayores como ocurre en otros países. Pero les tiembla la mano en un impuesto que reduce la desigualdad. Ni el sector beneficiado se los agradece.
Lo único que podemos pedirles es que dejen de mentir. Insultan a los mexicanos creyendo que carecemos de sentido común.
Analista político y economista
Casi ninguno de los principales sectores de nuestro país ha estado de acuerdo —excepto la bancada panista, que también inicia mintiendo, al recular en el rechazo al impuesto del 2%—. El sector privado, las universidades, los campesinos, etcétera, han manifestado su oposición a la propuesta y han afirmado la necesidad de que la Cámara de Diputados la modifique.
No podía ser de otra manera con la cascada de impuestos, que más parece una miscelánea, casi todos destinados a gravar a los consumidores en un momento en que la situación de la gran mayoría es ya apretada, por no decir precaria.
Dicen que la propuesta “es progresiva”, que “no es lesiva a los intereses de los más pobres”, que “no afecta a las clases medias”, y así podríamos continuar con las mentiras que expresan los altos servidores públicos del gobierno del empleo.
Argumentan que el impuesto del 2% afectará más a los que más tienen, porque consumen más, pero no dicen que la mayoría de artículos que consumen los pobres son sin IVA. Además, no es lo mismo pagar 2% cuando se tiene un ingreso superior a 100 mil pesos al mes que cuando se trata de máximo 2 mil pesos y 70% se destina a la compra de alimentos. Esto tan simple es lo complicado para los doctores en economía.
Tampoco dicen la verdad, y es muy grave, al afirmar que la inflación esperada de 2010 será de 3%. La serie de impuestos al consumo, entre los más notables a la gasolina y los combustibles, repercutirá en toda la economía. Ni se vale ni es decente mentir con el objetivo de que las negociaciones salariales para el año próximo —que empezarán pronto— no rebasen la ficticia y ridícula tasa de inflación que se les ocurrió. Es una apuesta más para agravar la tensión social. Ahora con los sindicatos.
Mienten también en materia de educación y ciencia y tecnología. Una vez más han sido huecas las palabras del gobierno sobre lo prioritario de la educación superior y la ciencia y la tecnología: ya afectaron a las universidades públicas en este año y, lo peor, proponen reducir el presupuesto para 2010.
Lo anterior obligará una vez más —como ha sucedido todos los años de gobiernos panistas, que no apoyan a la educación superior— a solicitar el apoyo a los diputados.
Hablan de que se trata de una propuesta progresiva en materia fiscal y sólo aumentan dos puntos el Impuesto Sobre la Renta, y además dicen que será temporal. Si en verdad quieren progresividad deberían llegar a tasas mayores como ocurre en otros países. Pero les tiembla la mano en un impuesto que reduce la desigualdad. Ni el sector beneficiado se los agradece.
Lo único que podemos pedirles es que dejen de mentir. Insultan a los mexicanos creyendo que carecemos de sentido común.
Analista político y economista
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