SEMlac
Solo tres menciones
merecieron las mujeres de México, en el discurso del presidente Andrés
Manuel López Obrador con motivo del festejo de Morena por cumplirse un
año de su arribo al poder, y ninguna de ellas atiende la emergencia
feminicida y de violencia extrema que enfrentan.
Una de las dos
menciones en el texto escrito de su discurso es cuando agradece a su
homólogo estadounidense "su solidaridad" ante la masacre de niños, niñas
y mujeres indefensas en los límites de Chihuahua y Sonora, en un nuevo
ataque a la población civil por parte del narcotráfico.
"Asimismo, agradecemos al presidente Donald Trump por su solidaridad
expresada en la crisis de violencia en Culiacán y tras los lamentables y
dolorosos hechos en los que perdieron la vida tres mujeres y seis niños
de las familias mexicoestadounidenses LeBarón y Langford. Reconocemos
que en ambos casos nos ofreció ayuda y respetó nuestro derecho soberano a
decidir con independencia y libertad. El gobierno de México cumplirá
con su responsabilidad de hacer justicia".
La segunda mención
de la palabra mujeres fue al referir la entrega de recursos a las
autoridades indígenas en Oaxaca. "Avanza, en los municipios de Oaxaca,
la construcción de 109 caminos de concreto. Nosotros entregamos los
recursos a las autoridades de usos y costumbres, ellos los manejan con
honestidad y así se da empleo a mujeres y hombres de los mismos pueblos.
Con estas pequeñas pero importantes obras se aminora la migración y se
fortalece la vida familiar y comunitaria".
La tercera mención y
ya fuera del texto escrito, es cuando señala la entrega de asignación
directa a escuelas para que sea una mujer quien lo administre, "porque
las mujeres son más honestas", sentenció.
Víctimas
De
las víctimas por la inseguridad solo fueron destacadas las del ataque
terrorista en El Paso Texas en EE.UU. y al considerar víctima al
expresidente de Bolivia Evo Morales; no así las casi 35.000 víctimas de
homicidios en 2019, que perfila al primer año de la cuarta
transformación como el más sangriento de los últimos tiempos.
Tampoco se refirió a las víctimas de ataques a la población civil
desarmadas, como en Minatitlán y Coatzacoalcos Veracruz (en impunidad) y
las de la Familia LeBarón o miles de víctimas de desabasto de
medicamentos, del desempleo, de la cancelación de programas como
estancias infantiles, refugios para mujeres, niñas y niños desamparados
al cancelar el seguro popular o reducir programas como la preparatoria
en Línea.
"Aquí expresamos de nuevo nuestras condolencias a los
familiares de las víctimas del asesinato colectivo en El Paso, Texas, y
reiteramos nuestra condena a ese crimen de odio motivado por el racismo
y la xenofobia, así como la exigencia de que se castigue conforme a
derecho al responsable de esta abominable agresión".
"Con apego
a nuestra ejemplar tradición de ofrecer refugio a perseguidos políticos
del mundo, decidimos otorgar asilo humanitario y político al presidente
de Bolivia, Evo Morales, y a su vicepresidente, Álvaro García Linera.
Evo no solo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo
mayoritariamente indígena de Bolivia. Evo fue víctima de un golpe de
Estado. Y desde México para el mundo, sostenemos: democracia sí,
militarismo no".
Inseguridad
Sobre
la Inseguridad dedicó más tiempo y líneas en su discurso para denostar a
quien considera su adversario político, el expresidente Felipe Calderón
Hinojosa, con el fin de justificar lo que a nivel mundial han criticado
como la política de "abrazos y no balazos" que ha empoderado a cárteles
y grupos delictivos en todo México.
"El Ejecutivo federal ha
emprendido un cambio de paradigma de seguridad. Entre 2006 y 2018 los
gobernantes pretendieron resolver la inseguridad y la violencia
delictiva mediante acciones de fuerza militar y policial, sin atender el
fondo del problema. El resultado fue catastrófico y esa estrategia dejó
un saldo pavoroso de muertos, desaparecidos y lesionados; una crisis de
derechos humanos, una descomposición institucional sin precedente y un
gravísimo daño al tejido social. El país padece aún las consecuencias de
esa política equivocada", asevera en el texto.
"No debe
olvidarse que el 2 de enero de 2007, Felipe Calderón, para tratar de
legitimarse luego del fraude electoral, ordenó desde Apatzingán,
Michoacán, la participación de las Fuerzas Armadas en lo que denominó
Guerra contra el narcotráfico. Esta irresponsable decisión condujo a
soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia
organizada, bajo la consigna de `limpiar` como fuera, con
ajusticiamientos, masacres o exterminio. En el alto mando militar se
decía a los oficiales: ustedes acábenlos y nosotros nos encargamos de
los derechos humanos. La mejor prueba de este proceder autoritario es
que ese sexenio ostenta la mayor letalidad en combate desde la
Revolución Mexicana.
Ese indicador se obtiene del promedio de
presuntos delincuentes muertos o rematados en enfrentamientos, comparado
con los heridos y detenidos presentados por las fuerzas militares ante
la autoridad. En solo dos años del gobierno de Calderón (2011-2012), se
registraron 1.898 enfrenamientos en los que murieron 2.459 personas,
resultaron heridos 231 y fueron detenidos 1.519; o sea, 709 muertos más
que el número de heridos y detenidos", narra.
"Asimismo, en los
tres últimos años del gobierno de Felipe Calderón (2010-2012), los
militares y navales fallecidos en enfrentamientos fueron 154, un
promedio de 51 por año; mientras en 12 meses de nuestro gobierno, solo
lamentamos que hayan perdido la vida 15 miembros de las Fuerzas Armadas.
Aunque los datos hablan por sí solos, es obvio que esta
absurda y desquiciada estrategia no se repetirá y que nunca más se
pondrá en riesgo de manera irresponsable ni la vida ni el prestigio de
los integrantes de las Fuerzas Armadas y, mucho menos, se les utilizará
para cometer excesos y ejecutar órdenes ilegales e inhumanas", sostuvo.
Ponderó la medida adoptada de liberar al hijo del Chapo: "La vigencia
de la nueva política de seguridad se demostró con claridad ante la
crisis de terror que se vivió la tarde-noche del jueves 17 de octubre en
Culiacán, Sinaloa, con motivo de la detención de Ovidio Guzmán, hijo de
Joaquín Guzmán Loera; en esa verdadera prueba de fuego en la que la
delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre y se vivió un
alto riesgo, se prefirió detener el operativo y liberar al implicado
para evitar una masacre en la que habrían perdido la vida centenares de
personas, la mayoría civiles, gente inocente, según el cálculo de las
Fuerzas Armadas. Podrán decir nuestros adversarios que demostramos
debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas".
De
acuerdo con el presidente, "la argumentación de esta nueva estrategia
está contenida en el Plan de Desarrollo, pero reitero que entre las
acciones principales para conseguir la paz figura la creación de mejores
condiciones de vida y de trabajo, a fin de atender las causas que
originan la violencia: el desempleo, la pobreza, la marginación y la
falta de espacios laborales y educativos para los jóvenes".
"La
nueva estrategia de seguridad pública pasa también por la tolerancia
cero ante la tortura y cualquier otra violación a los derechos humanos.
Estamos dedicando tiempo y recursos a la búsqueda de desaparecidos por
la violencia. No descansaremos hasta saber el paradero de los jóvenes de
Ayotzinapa. Se brinda protección a 365 periodistas y a 721 personas
defensoras de derechos humanos. Han sido puestos en libertad 47 presos
políticos y seguiremos liberando a los que aún están en prisión
injustamente, con apego a la legalidad aplicable. Ya inició el rescate
de los restos de los 63 mineros que desde 2006 no han podido ser
recuperados en la Mina Pasta de Conchos, Coahuila." justificó.
La segunda mención de la inseguridad ocurre al expresar lo que considera
su logro en materia de política migratoria, que como se denuncia
públicamente, se hace "el trabajo sucio de Estados Unidos" deteniendo y
deportando a migrantes que entraron por invitación expresa hace un año y
que generó olas de caravanas provenientes de Centroamérica las que
alarmaron a Estados Unidos y que el presidente Donald Trump contuvo
amenazando a México si no paraba el flujo migratorio hacia su frontera
con aplicar aranceles por cada día que el gobierno mexicano no actuara".
"En materia de política migratoria hemos articulado un cambio
radical con respecto a lo que se hizo en el pasado reciente. Nuestro
propósito es ahora que ningún ciudadano mexicano se vea obligado a
abandonar su lugar de residencia por pobreza, marginación o por
inseguridad".
"El Ejecutivo federal ha buscado involucrar en
esta solución a Estados Unidos y a los países hermanos de Centroamérica
para participar juntos en la construcción de mecanismos de reactivación
económica, bienestar y desarrollo con el propósito final de lograr que
todas las personas puedan trabajar, estudiar, tener salud y bienestar en
donde nacieron; que la migración sea opcional, y no forzada por el
hambre o la violencia", concluyó.
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