Cuotas de género, ligero impulso
De la redacción
México DF, 28 enero 09 (CIMAC).- El mundo vive una revolución en las concepciones androcéntricas y a pesar de los avances en el sector legislativo, el Caribe presenta una limitada participación de la mujer en la vida política o administrativa, informa Yamiley Mireles, en el Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
Estadísticas del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) arrojan que estas son mayoría en el mundo, pero sólo un pequeño porcentaje de ellas representa a los parlamentarios y gobernantes.
En la región, el porcentaje de mujeres ministras en los tres últimos períodos presidenciales es de 16.7 por ciento; 19.9 por ciento; y 19.5 por ciento, respectivamente, para 10 países.
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), esta participación en la Cámara de Diputadas o el Senado muestra variaciones después de la entrada en vigor del Sistema de Cuotas para el Parlamento por parte de los gobiernos.
No obstante, el aumento es mínimo en comparación con la presencia femenina en la maquinaria para la toma de decisiones a escala global: Rwanda presenta un 48.8 por ciento y Suecia un 47.3 por ciento.
Las cifras indican que en algunos países caribeños el número de mujeres en la vida política decae debido a la no puesta en práctica de las Leyes de Cuotas, pues donde éstas rigen, las mujeres ocupan un 20.3 por ciento de los curules, mientras en los carentes de medidas, sólo se muestra un 13.7 por ciento.
Si no se aplican Cuotas de Género en todos los países del área, éstas tendrán que esperar hasta el año 2052 para ocupar apenas el 40 por ciento de los escaños parlamentarios.
POTENCIALIDADES E INEQUIDAD
Aunque los representantes de ambos sexos posean destrezas y méritos similares, continúa la tendencia a que los hombres ocupen la mayor parte de los espacios disponibles.
La subestimación de las potencialidades es un problema a enfrentar por las caribeñas, obligadas a convivir con la consideración de que la maternidad o los deberes hogareños les impiden asumir roles similares a los de su contraparte masculina.
Los ingresos son inferiores en el caso de las mujeres, y el mercado no regulado amenaza su sustento con mayor frecuencia que a los hombres, principalmente a las jefas de familias.
Datos de la CEPAL señalan que el Caribe es la región en el mundo con más alta proporción de jefas de hogar (35 por ciento); uno de cada cuatro hogares en áreas urbanas tiene a una mujer como cabeza de familia.
Asimismo, demuestran que la mayoría de las personas pobres son mujeres, quienes soportan una carga desproporcionada de responsabilidades vinculadas a la maternidad.
OBJETIVO DEL MILENIO
Por otra parte, los compromisos mundiales reconocen que la igualdad de género es primordial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y manifiestan la importancia de promover la participación femenina en el progreso, la seguridad y un ambiente sostenible.
Por ejemplo, República Dominicana tiene una baja participación de la mujer en la esfera política, lo que influye en la posibilidad de no lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el 2015.
"A través de Alternativas de Desarrollo con las Mujeres por una Nueva Era, la Asociación Caribeña para la Investigación y Acción Feministas (CAFRA), se puede mantener vivo el espíritu activo de las mujeres", afirmó Isabel Duque, coordinadora ejecutiva de la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual.
Las mujeres caribeñas se involucraron en los sindicatos de trabajo y partidos políticos que luchaban contra el colonialismo y por el establecimiento de Estados independientes y democráticos a principios del siglo XX.
Sin embargo, en la actualidad, la ciudadanía femenina continúa marginada y con poco acceso para influir sobre las políticas, planes y programas nacionales, denunció CAFRA.
Un ejemplo de lo que se puede hacer es Cuba, única nación caribeña que cuenta con más del 35 por ciento de las dirigentes en la fuerza técnica y profesional de nivel medio y superior.
Según Duque, "la indiferencia de las legislaciones frente a los derechos humanos de las mujeres es por la presencia mayoritaria de hombres en los tribunales de justicia".
Agregó que sus palabras van dirigidas a los candidatos presidenciales de los partidos políticos, para que entiendan la necesidad de asignar a las representantes de este sexo trabajos sociales de relevancia con los cuales pueda aportar al desarrollo de su país, finaliza Yamiley Mireles en el Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
09/YM/GG
De la redacción
México DF, 28 enero 09 (CIMAC).- El mundo vive una revolución en las concepciones androcéntricas y a pesar de los avances en el sector legislativo, el Caribe presenta una limitada participación de la mujer en la vida política o administrativa, informa Yamiley Mireles, en el Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
Estadísticas del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) arrojan que estas son mayoría en el mundo, pero sólo un pequeño porcentaje de ellas representa a los parlamentarios y gobernantes.
En la región, el porcentaje de mujeres ministras en los tres últimos períodos presidenciales es de 16.7 por ciento; 19.9 por ciento; y 19.5 por ciento, respectivamente, para 10 países.
Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), esta participación en la Cámara de Diputadas o el Senado muestra variaciones después de la entrada en vigor del Sistema de Cuotas para el Parlamento por parte de los gobiernos.
No obstante, el aumento es mínimo en comparación con la presencia femenina en la maquinaria para la toma de decisiones a escala global: Rwanda presenta un 48.8 por ciento y Suecia un 47.3 por ciento.
Las cifras indican que en algunos países caribeños el número de mujeres en la vida política decae debido a la no puesta en práctica de las Leyes de Cuotas, pues donde éstas rigen, las mujeres ocupan un 20.3 por ciento de los curules, mientras en los carentes de medidas, sólo se muestra un 13.7 por ciento.
Si no se aplican Cuotas de Género en todos los países del área, éstas tendrán que esperar hasta el año 2052 para ocupar apenas el 40 por ciento de los escaños parlamentarios.
POTENCIALIDADES E INEQUIDAD
Aunque los representantes de ambos sexos posean destrezas y méritos similares, continúa la tendencia a que los hombres ocupen la mayor parte de los espacios disponibles.
La subestimación de las potencialidades es un problema a enfrentar por las caribeñas, obligadas a convivir con la consideración de que la maternidad o los deberes hogareños les impiden asumir roles similares a los de su contraparte masculina.
Los ingresos son inferiores en el caso de las mujeres, y el mercado no regulado amenaza su sustento con mayor frecuencia que a los hombres, principalmente a las jefas de familias.
Datos de la CEPAL señalan que el Caribe es la región en el mundo con más alta proporción de jefas de hogar (35 por ciento); uno de cada cuatro hogares en áreas urbanas tiene a una mujer como cabeza de familia.
Asimismo, demuestran que la mayoría de las personas pobres son mujeres, quienes soportan una carga desproporcionada de responsabilidades vinculadas a la maternidad.
OBJETIVO DEL MILENIO
Por otra parte, los compromisos mundiales reconocen que la igualdad de género es primordial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio y manifiestan la importancia de promover la participación femenina en el progreso, la seguridad y un ambiente sostenible.
Por ejemplo, República Dominicana tiene una baja participación de la mujer en la esfera política, lo que influye en la posibilidad de no lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio para el 2015.
"A través de Alternativas de Desarrollo con las Mujeres por una Nueva Era, la Asociación Caribeña para la Investigación y Acción Feministas (CAFRA), se puede mantener vivo el espíritu activo de las mujeres", afirmó Isabel Duque, coordinadora ejecutiva de la Red Feminista Latinoamericana y del Caribe contra la Violencia Doméstica y Sexual.
Las mujeres caribeñas se involucraron en los sindicatos de trabajo y partidos políticos que luchaban contra el colonialismo y por el establecimiento de Estados independientes y democráticos a principios del siglo XX.
Sin embargo, en la actualidad, la ciudadanía femenina continúa marginada y con poco acceso para influir sobre las políticas, planes y programas nacionales, denunció CAFRA.
Un ejemplo de lo que se puede hacer es Cuba, única nación caribeña que cuenta con más del 35 por ciento de las dirigentes en la fuerza técnica y profesional de nivel medio y superior.
Según Duque, "la indiferencia de las legislaciones frente a los derechos humanos de las mujeres es por la presencia mayoritaria de hombres en los tribunales de justicia".
Agregó que sus palabras van dirigidas a los candidatos presidenciales de los partidos políticos, para que entiendan la necesidad de asignar a las representantes de este sexo trabajos sociales de relevancia con los cuales pueda aportar al desarrollo de su país, finaliza Yamiley Mireles en el Especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
09/YM/GG
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