Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Del 1 de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2008 el número de quejas contra militares, presentado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ascendió a 2 mil 966. Cada una de ellas puede implicar el atropello de varias garantías individuales.
Eduardo Ibarra Aguirre
Del 1 de enero de 2000 al 31 de diciembre de 2008 el número de quejas contra militares, presentado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ascendió a 2 mil 966. Cada una de ellas puede implicar el atropello de varias garantías individuales.
Dicho de otro modo: en 2 mil 922 días la violación de los derechos humanos por el Ejército generó 1.01 denuncias cada 24 horas ante la CNDH. Si tomamos en cuenta el altísimo grado de impunidad que prevalece en México y si además registramos que el Ejército más que respetado históricamente es temido, entonces el panorama es más que alarmante.
El largo historial de hechos delictivos cometidos por soldados en contra de la población civil motivó las siguientes denuncias: 971 por cateos y visitas domiciliarias ilegales, 802 por trato cruel y degradante, 797 por ejercicio indebido de la función pública, 761 por ejercicio indebido del cargo, 708 por detención arbitraria, 433 por robo, 326 por retención ilegal y 218 por amenazas.
Los datos contenidos en el último informe que rindió José Luis Soberanes Fernández ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, contemplan también: 52 quejas por violaciones a los derechos de migrantes, 64 por ataques a la propiedad privada, 51 por atropellos al derecho a la vida, 44 por desaparición forzada, 35 por tortura, 22 por violación a garantías indígenas, 10 por extorsión, nueve por violación sexual, cinco por abuso sexual y una por violar derechos de niños. Naturalmente que no incluyó el caso de la indígena Ernestina Ascencio Rosario, de 73 años, porque de acuerdo al doctor en derecho ella murió –el 26 de febrero de 2007-- a causa de “úlceras gástricas” que le provocaron una “anemia aguda”, diagnóstico que coincidió puntualmente con la versión del gastroenterólogo Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
Si la revisión del informe del jurista la centramos en 2008, el resultado es para poner los pelos de punta a cualquier civil que no forme parte de las elites dominantes, porque con ellas no se meten los hombres y mujeres vestidos de verde: de los 5 mil 921 expedientes de queja elaborados por la CNDH, la Sedena ocupó el primerísimo lugar con 633, el Instituto Mexicano del Seguro Social, el segundo, con 478, y la Procuraduría General de la República, el tercero, con 303. Los datos sobre el IMSS reconfirman que una cosa es desempeñarse como golpeador en la estrategia electoral panista de 2006, y otra cobrar como director general de una noble institución a la que es completamente ajeno Juan Molinar Horcasitas.
El Ejército y sus altos mandos, sin éstos no es concebible el primero, encabezados por Guillermo Galván Galván, obtuvieron además el deshonroso primer sitio en el número de recomendaciones –14 de 67-- emitidas por la CNDH.
Con prácticamente una década al frente de la CNDH, el informante mostró que en víspera de su partida y sin la atadura de tejer alianzas con el titular del Ejecutivo para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación –“No me hago puñetas mentales”, dijo--, rinde cuentas más claras y éstas pueden permitir a la sociedad procesar mejor el vía crucis a que la somete la tropa en zonas neurálgicas de la llamada Guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado, retenes y regiones rurales e indígenas.
Soberanes advirtió que “se está poniendo en riesgo la plena vigencia de la garantías individuales”, pero a la vez justificó que “el Estado se ha visto obligado a utilizar las fuerzas armadas en tareas policiales”. No aclaró si es por decisión soberana o impuesta por Washington para provocar su desgaste y, así, embonarlas con los planes geoestratégicos que establecen como innecesarios a los ejércitos de América Latina porque son un obstáculo para que el imperio se apropie de las riquezas naturales.
Acuse de recibo
Cardenal o político se llama la anterior Utopía y sobre el tema da su opinión
Pedro López Díaz, investigador de la Universidad Nacional: “Como dice el refrán, ‘nada hay nuevo bajo el cielo’, ante todo este barullo que la burocracia eclesiástica católica está armando: como el querer regresar por sus fueros de la Colonia, con la complacencia del presidente de la República, que no es cualquier funcionario del Estado, sino su cabeza, no queda otra cosa más que recomendar la lectura de libro de Fernando Vallejo: La puta de Babilonia. Las dudas vendrán después y que cada quien saque sus conclusiones haciendo uso de la libertad de conciencia tutelada por el Estado laico que tenemos (…)”. En tanto que para Santiago González Soto “No cabe duda el entreguismo en que ha caído el cardenal Norberto (Cavernal le dicen algunos colegas en Monterrey), hace propaganda abierta en favor del gobierno panista como si los problemas de la nación se estuvieran resolviendo o como si los aumentos en todo no hubieran provocado más pobreza en millones de mexicanos. El señor Norberto le ha perdido el respeto a Dios, a quien dice representar, y eso debería ser motivo para que la Santa Iglesia le cuestione su proceder (…)”
Hola Hylda, se te extraña en el grupo de todosconamlo.
ResponderBorrarte felciito por tu blog está muy completo. Gracias. Sé que es mucho trabajo.Lo estoy recomendando.
Saludos
Silvie Corona