Exigen justicia en el Ángel para las víctimas del multihomicidio en la Narvarte. Foto: Alejandro Saldívar
MÉXICO, DF (apro).- Enrique Peña Nieto usó este domingo 1 su cuenta de Twitter para felicitar, en inglés y en español, a los pilotos, aficionados y organizadores de la carrera de Fórmula Uno, pero no tuvo ni una palabra para el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, que este lunes se conmemoró en todo el mundo.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, imitó a su
frívolo jefe. “Un emocionante domingo de carreras con el Gran Premio de
México de Fórmula Uno. ¡Un evento de talla mundial para nuestro gran
México!”, escribió el funcionario que dejó fugarse a Joaquín El Chapo Guzmán y que ambiciona ser presidente de México.
Ese silencio del jefe del Estado mexicano y de su segundo en la
jerarquía gubernamental en un asunto tan sensible en el mundo, explica
por qué México ocupa el primer lugar en el asesinato de periodistas en
el Continente –uno de cada tres– y por qué hay 90% de impunidad en los
crímenes que se cometen contra ellos.
A Peña no le importa que maten y agredan a periodistas. Tampoco le importó a Felipe Calderón. Ni a Vicente Fox.
En 15 años de los tres gobiernos han sido asesinados 107 periodistas,
según el cómputo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH),
y el de Calderón –a quien ayer le llamaron “asesino” en el autódromo–
ha sido el más cruento: Suman 47 los atentados a medios de comunicación
desde 2006 y 20 periodistas desaparecidos.
En 2013, la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 2 de noviembre como
el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes
contra Periodistas, en honor a los comunicadores asesinados en Mali, con
el fin de comprometer a los Estados miembros a tomar acciones contra
este fenómeno.
La Asamblea General de la ONU resolvió 18 de
diciembre de 2013 convocar a los países integrantes a adoptar medidas
concretas para prevenir las agresiones contra los periodistas, asegurar
que los responsables sean llevados ante la justicia y garantizar el
derecho de las víctimas a las reparaciones, pero también los exhortó a
promover un entorno propicio y seguro en que los periodistas puedan
realizar su labor de manera independiente y sin interferencias.
Se trata, entonces, de un deber de los Estados, no de un capricho de los
gobernantes, como parece ser en el caso de México. Tampoco se trata de
que los periodistas tengan un fuero o un tratamiento especial, como
suponen algunos en el gremio, sino de garantías básicas para el
desempeño de la actividad informativa.
La abulia de Peña y Osorio
Chong es contagiosa: Si a ellos no les importa honrar el Día
Internacional para poner fin a la Impunidad de los Crímenes contra
Periodistas, a la procuradora general de la República, Arely Gómez,
tampoco.
Sólo el fiscal para atender las agresiones contra
periodistas, Ricardo Nájera –quien fue vocero de Eduardo Medina Mora en
la Procuraduría General de la República (PGR)– rindió un burocrático
informe sobre los cursos que ha impartido la dependencia a sus
funcionarios para relacionarse con los trabajadores de los medios.
No existe, pues, ningún interés del gobierno de Peña –ya no digamos de
los poderes del Estado– para la protección de los periodistas en México.
Y la única certeza es que seguirá habiendo asesinatos en Veracruz y en
donde sea.
Pero tampoco existe interés genuino desde el poder
para cesar la matanza de mujeres, que alcanza niveles escalofriantes con
una tendencia a la alza: Siete al día.
Ayer mismo en Cancún,
Quintana Roo, y apenas horas después de que unas seis mil personas
protestaron por el feminicidio de María Karen Carrasco Castilla,
exalumna de la Universidad del Caribe, fue hallado el cuerpo de otra
mujer asesinada a puñaladas. Fue la tercera víctima en octubre.
La ONU, que el 25 de noviembre conmemora el Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer, considera alarmantes las
cifras de feminicidios en México.
Cifras de ese organismo
establecen que en 2007 se registraron mil 87 asesinatos de mujeres, pero
cada año aumentaron, particularmente en 2011 (2 mil 712), 2012 (2 mil
752) y 2013 (2 mil 502).
En el Estado de México se decretó una
alerta de género por 922 casos documentados de feminicidio entre 2005 y
2010, justo cuando Peña era gobernador, y en la Puebla del panista
Rafael Moreno Valle se han acumulado, según el Observatorio Ciudadano de
Justicia Social, 280 feminicidios y más de 400 mujeres desaparecidas.
Nadie puede ser indiferente ante estas infamias…
Apuntes
Sobrecoge la noticia: José Luis Rodríguez Muñiz, de 31 años de edad,
subió a su cuenta de Facebook un video con duras críticas a las
autoridades de Chihuahua, incluido el gobernador César Duarte. Horas
después apareció muerto a balazos en Ciudad Juárez…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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