Expertos en la materia aseguran que el desinterés y la poca información son la causa de la degradación de la tierra en México
ANKARA, Turiquía (CNNMéxico) — Debido a
sistemas inapropiados de manejo de tierra, políticas contradictorias y
falta de participación social, México degrada sus suelos y con ello
menoscaba un pilar fundamental de su desarrollo, aseguran científicos y
funcionarios consultados en el marco de la 12ª sesión de la Conferencia
de las Partes de la Convención de Naciones Unidas para Combatir la
Desertificación (CNULD).
El 90.7% de la superficie nacional presenta algún grado de
degradación, la cual es severa y extrema para 47.8% del territorio,
según un informe conjunto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y
la Universidad de Chapingo.
En consecuencia, prácticamente la mitad del territorio nacional sufre
una pérdida severa o extrema de su capacidad productiva, lo cual
resulta 'grave', según el documento titulado 'Línea Base Nacional de
Degradación de Tierras y Desertificación', publicado en 2013.
No obstante, la gravedad de estas pérdidas, el desinterés político ha
marginado este fenómeno hasta el punto en que ni siquiera existen
suficientes datos para dimensionar sus costos, dijo a CNNMéxico la doctora Mayra Elena Gavito, especialista en suelos por la UNAM y la Universidad de Gelph de Ontario, Canadá.
"Nos faltan muchos elementos porque no tenemos una cultura de
valoración", aseguró la edafóloga en entrevista telefónica. "Nunca hemos
hecho un ejercicio a fondo para medir los efectos sociales y económicos
que tiene la pérdida del suelo", agregó.
Según uno de los pocos esfuerzos por cuantificar las pérdidas por la
degradación del suelo en México, elaborado en 2007 por investigadores
del Instituto de Ecología y la UNAM, este fenómeno le cuesta al país
entre 260 y 528 pesos por hectárea.
Poniendo este costo en perspectiva, las pérdidas equivalen a entre el
4.2 y 7.2% del valor de producción de maíz blanco, lo cual representa
la mitad de los subsidios del gobierno federal entregados a través del
programa Procampo para este grano básico en la dieta mexicana en 2007,
según el artículo '¿Cuánto nos cuesta la erosión de los suelos?',
escrito por Helena Cotler, Carlos López y Sergio Martínez-Trinidad.
Pero los impactos económicos están lejos de ser exclusivos del sector
agrícola, ya que la pérdida del campo como medio de subsistencia
origina o exacerba problemáticas sociales como la desnutrición, la
migración y la violencia, según se ha documentado en distintos casos
tanto en México como en el extranjero, explicó Gavito.
Instituciones ausentes
El subgerente de Inventario y Monitoreo de los suelos Forestales de
Conafor, Jorge Luis García, ha seguido el deterioro de los suelos en el
país durante las últimas dos décadas.
Es el único integrante de la delegación mexicana que participa en la
COP 12 de la CNULD, que se realiza en Ankara, Turquía, del 12 al 23 de
octubre de 2015.
Sin embargo, la dependencia gubernamental para la que trabaja sólo se
ocupa de bosques y deja desatendidas las áreas áridas y semiáridas del
país, que son el primer frente de batalla en la lucha contra la
desertificación.
"En México no hay instituciones encargadas de los suelos. Sólo
Conafor tiene un área", dijo el ingeniero agrónomo por la Universidad de
Chapingo.
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