Acciones contundentes de un gobierno para el pueblo...

La crisis “afecta ya a la mayoría de capitalinos”
Bertha Teresa Ramírez

Tras advertir que la crisis económica que enfrenta el país ya afecta a la mayor parte de la población de la capital, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, señaló que durante el presente año será prioridad para su administración apoyar con alimentos y medicinas a la población más vulnerable, así como hacer crecer los programas sociales.

Al dar inicio a la entrega de 650 mil vales de despensa a consumidores de leche Liconsa, el mandatario capitalino dijo que este programa, que concluirá el 14 de febrero, irá de la mano de otras acciones como la operación de comedores populares en más de 300 unidades territoriales, “donde existe mucha necesidad”.

Otra medida para paliar la crisis económica será entregar medicamentos a la población, ya que estos productos resultan en la actualidad muy caros, por lo que el gobierno organizará brigadas, que tocarán puerta por puerta, “para ver qué es lo que se necesita para que a nadie le falten alimentos ni medicinas”, apuntó el gobernante.

Este año los programas sociales tendrán que crecer, sólo la pensión alimentaria para adultos mayores llegará a 500 mil beneficiarios, en tanto que el programa de becas para jóvenes respaldará a 230 mil estudiantes, y se apoyará a 70 mil discapacitados y 20 mil jefas de familias altamente vulnerables, agregó Ebrard.

En la colonia Obrera, donde la mañana de ayer comenzó la entrega de los vales de despensa, dijo que debido a la crisis, este año “tenemos un efecto muy grande en la mayor parte de la población de la ciudad de México, por consiguiente, el gobierno tendrá que hacer un esfuerzo muy grande”.

Lo primero fue instrumentar un programa de austeridad para reducir los salarios de los funcionarios, a fin de evitar gastos innecesarios como podrían ser en automóviles, fotocopias, etcétera, y de esta forma “ahorrar 700 millones de pesos al mes” con el fin de destinar esos recursos a nuevos programas de apoyo social, apuntó.

El titular del Ejecutivo local dijo que los gobiernos se deben evaluar por los hechos que realizan , así como por sus principales compromisos, “para nosotros la causa principal es cambiar la desigualdad que hay en México, por eso invertimos en educación, salud, alimentación y protección a los más vulnerables”, indicó.

En su oportunidad, el secretario de Desarrollo Social, Martí Batres, señaló que los vales de despensa o bonos alimenticios para apoyar a las familias durante la cuesta de enero, equivalen a 300 pesos que se pueden cambiar por alimentos en diversas tiendas de autoservicio.

El programa cuenta con un presupuesto de 165 millones de pesos, explicó el funcionario, quien no descartó una segunda entrega de este bono a mitad del año.
Añadió que además de las acciones de carácter alimenticio el gobierno capitalino explora otras alternativas alimentarias que tienen que ver con la comercialización y el acercamiento de alimentos económicos a las familias.

Batres destacó que “la crisis no es un asunto que este lejos, que esté en Wall Street, que esté en la bolsa de valores, la crisis está en la casa de cada familia en su mesa, en su hogar, en su bolsillo, eso significa sacrificios, aumento en el precio de los alimentos, ya que la canasta básica costaba poco más de 800 pesos hace un año y ahora cuesta más de mil 400 pesos”.

Abre Marcelo Ebrard primer comedor popular

Nadie debe quedarse sin comer en la Ciudad de México; por eso, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, emprendió el Programa de Comedores Populares. Foto: José Luis Rubio / El Sol de México
El Sol de México
Arlette Gutiérrez Ciudad de México.- El Gobierno capitalino puso en marcha en la colonia Pedregal de Santa Úrsula, de la delegación Coyoacán, el primero de los 300 comedores populares que brindarán alimentos gratuitos a personas de escasos recursos, principalmente a aquellas en situación de calle y pobreza extrema en el DF. En el primer comedor Casa de la Luna, el mandatario local Marcelo Ebrard, indicó que el objetivo de este programa es "que ninguna persona en nuestra ciudad, por más humilde que sea, se quede sin comer por la falta de alimentos durante este año y los años subsecuentes" ante la difícil situación económica que se vive.

FORMAN PARTE DEL PLAN ANTICRISIS

Estos comedores que forman parte del plan anticrisis del Gobierno capitalino, tendrán una inversión de 60 millones de pesos y se contempla que brinden más de 5 millones de comidas al año a personas de escasos recursos, sobre todo niños, madres solteras, mujeres embarazadas, personas con discapacidad, en situación de calle y adultos mayores. Ebrard indicó que los 300 comedores populares serán instalados en las unidades territoriales más pobres y serán operados por la Secretaría de Desarrollo Social, el DIF y la comunidad, para garantizar que sean baratos, bien manejados y beneficien a las personas que más lo necesitan. Por su parte, César Cravioto, director del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis), comentó que en una primera instancia 70 comedores estarán en instalaciones del Gobierno capitalino y son los que ofrecerán alimentos gratuitos, mientras que 100 más se ubicarán en espacios comunitarios y éstos cobrarán una cuota de recuperación. Precisó que sólo los comedores que estarán en espacios del Gobierno de la ciudad serán los que brinden de manera gratuita el alimento a personas en situación de calle y pobreza extrema. Las autoridades locales equiparán a estos comedores con refrigeradores, mesas, sillas, fregaderos, estufas y vajillas y proporcionarán la materia prima para preparar los alimentos, mientras que la comunidad pondrá el espacio, la energía eléctrica, el gas y el personal para la preparación de la comida.

Ebrard aseguró que "lo que tiene que hacer el Gobierno de la ciudad es poner los instrumentos, las despensas, las vajillas y todo lo que es necesario para que puedan trabajar los comedores; las comunidades lo que tienen que hacer es hacerse cargo del comedor". El director del Iasis destacó que de los 300 comedores comunitarios, 100 estarán operados por la Secretaría de Desarrollo Social y 200 por el DIF y cobrarán una cuota de recuperación de 10 pesos para el pago de agua, luz, gas y el salario de las personas que van a servir. Adelantó que la próxima semana se lanzará la convocatoria para la asignación de los comedores que ofrecerán agua, sopa, guisado y postre, y que en febrero iniciarán operaciones 100 de los 300 previstos. Durante la inauguración del comedor Casa de la Luna, el jefe de Gobierno capitalino se sentó a la mesa junto a niños y adultos mayores y degustó los alimentos que ofreció el día de ayer, cuando se sirvió sopa de codito, salpicón, bistec a la mexicana y melón.