Con
la idea de dar continuidad a sus agresivos planes de expansión, el
gerente general de la experimentada firma tricolor genéricamente
llamada
PRI, César Camacho Quiroz, propuso y consiguió inmediata aceptación de algunos de sus socios comerciales, las empequeñecidas empresas autodenominadas
PANy
PRD, para inaugurar en fecha por confirmar el novedoso sistema de mercadeo partidista casuístico conocido como
pago por evento.
Luego de una exitosa temporada de ganancias para accionistas
extranjeros y nativos (con especial reparto de utilidades para los
ejecutivos a cargo de las operaciones, los empleados del año, G.
Madero, J. Zambrano y el propio C. Camacho), la fórmula del Pacto por
México parecía agotada, pero el marchante de tres colores propuso a sus
colegas de blanco y azul, y de negro y amarillo, la adopción de una
treta salvadora, al estilo del cliente que desde su casa decide el
espectáculo que desea disfrutar, pagando por evento, uno por uno y no
por suscripción anual obligatoria.
La propuesta priísta recibió entusiasta aprobación inmediata de los
minoristas Madero y Zambrano, quienes han recibido peculiares
incentivos de sus compañías, pues el primero está en vías de ser
designado para un nuevo periodo de cuatro años al frente de la empresa
especializada en conservadores, mientras el segundo recibió una
sorpresiva prórroga del consejo tribal del sol azteca para que en
cuatro meses de bono por buenos resultados pueda apuntalar las
políticas comerciales en favor de la matriz, Los Pinos, donde tienen
especial interés en que la fase de las leyes secundarias por aprobar
ayude a disolver o erradicar ciertas concesiones de mercadotecnia que
el año pasado se hicieron a título de
muy importantesreformas constitucionales pero que ahora entre todos los pactados deberán atenuar o, de plano, volver poco viables en la reglamentación secundaria.
Para esas faenas de simulación y retroceso servirán las
contrataciones mediante el sistema de pago por evento, con la oferta a
los concurrentes de que, de esta manera, podrían acumular más ganancias
de las que conseguirían en una sola transacción general. Los temas a
negociar mediante esa adaptación del pay per view son muy
importantes. Entre otros, los relacionados con lo energético y con las
telecomunicaciones. En este último rubro, la letra chiquita de las
normas secundarias pretende eludir en lo práctico los planteamientos
pretenciosos de reforma profunda, combate a los monopolios y algunos
otros clichés de sexenio.
Pagando por evento, la empresa preponderante, Los Pinos SA, podrá
conseguirse un libreto legislativo emocionante, actuaciones partidistas
apasionadas (ayer mismo, los actores de reparto, Madero y Zambrano, ya
alertaban sobre riesgos que han detectado en la iniciativa peñista
relacionada con telecomunicaciones e incluso se habló de que había una
aplicación deficiente, ¡oh, será una telenovela muy emocionante!), figuraciones ideológicas contradictorias y desenlaces felices con el dedo en alto.
El sonorense Zambrano, conocido en el medio como Chucho, explicó las razones de su pasión escénica:
La construcción de acuerdos hay que seguirla haciendo, el PRD ni se va a arrinconar ni va a permitir que lo arrinconen en el debate de los grandes temas nacionales, vamos a esperar evento por evento lo que resulte. Gracias a esa comprensiva vocación PPE algunos ciudadanos podrán dormir con tranquilidad (por ejemplo, aquellos que se apelliden Azcárraga Jean o Slim), sabiendo que sus empresas de colosales ganancias habrían sido
reformadasen lo constitucional pero protegidas en las leyes
secundarias. Buen negocio. Por evento.
En
otra pista de la Carpa México, la intitulada Instituto Nacional
Electoral, se negociaba una contratación multianual, con compromisos
específicos a desahogar, denominados
elecciones. Los mismos intereses pactados para sacar adelante pomposas reformas en un año, para que sean descafeinadas o francamente traicionadas al siguiente, están en proceso de adquisición de nueva plantilla laboral que se encargará de realizar el bonito espectáculo de farsa que hace que el pueblo crea que elige a autoridades y representantes populares.
El juego de ilusionismo electoral requiere especialistas, y por ello
se ha aparentado que se ha abierto una convocatoria amplia para
seleccionar a los ejecutores apropiados, pero desde ahora se sabe que
cuatro de los supervivientes de la anterior compañía de malabares, el
Instituto Federal Electoral, serán vueltos a adquirir para que el
espectáculo pueda continuar. De ese puñado de consejeros e incluso
funcionarios del anterior órgano electoral se elegirá al nuevo
consejero presidente (las versiones de pasillo hablan de que está en
primera línea Lorenzo Córdova), de tal manera que todo cambie (a INE)
para que nada cambie (del IFE fraudulento).
Astillas
Que nadie acuse al gobierno peñista de no atender las
demandas populares. Allí está, por ejemplo, el caso del arraigo
judicial, que tan criticado es en foros internacionales y en el ámbito
interno. Por ejemplo, en el caso de Amado Yañez, el dueño de
Oceanografía, ahora se le da un toque hogareño, dejándolo en
amabilísimo arraigo domiciliario. Ya nomás falta que para evitarle
posteriores problemas, desde ahora le preparen expedientes acusatorios
fofos de los que pueda salir más delante con problemas, pero no en
demasía. ¡Ah!, la nueva procu del bondadoso Murillo Karam… El
tema de la línea 12 del Metro ha entrado en el túnel de las
motivaciones políticas, con Joel Ortega y las empresas constructoras
sosteniendo versiones confrontadas; el jefe de gobierno, Mancera,
jugándose el futuro; el anterior, Ebrard, tratando de no quedarse en el
pasado, y los usuarios de los tramos suspendidos de ese servicio
entrampados entre tiempos políticos y guerras de bandos… Y, mientras
Cecilia Romero y Jesús Zambrano daban conferencia de prensa a la hora
en que esta columna cerraba, ¡hasta mañana!
Durante
la mayor parte del siglo XX, la telefónica AT&T usufructuó un
monopolio casi total de los servicios de larga distancia y local en
Estados Unidos. Ejercía su poder por conducto de 22 compañías
operativas Bell, las cuales eran proveedoras de servicio a gran parte
del país. Aunque había otras empresas independientes, el Sistema Bell
era la mayor de todas. El monopolio telefónico finalizó el 8 de enero
de 1982, cuando se resolvió una demanda promovida por el Departamento
de Justicia. AT&T seguiría prestando servicio de larga distancia,
pero se desprendería de sus compañías de servicio local y serían
creadas siete empresas Bell, independientes unas de otras, que serían
conocidas como Baby Bells. Ya pueden respirar tranquilos
Carlos Slim y Emilio Azcárraga Jean. Ni remotamente el gobierno de Peña
Nieto tiene la intención de desarticular sus respectivos monopolios.
Envió al Congreso la legislación que complementa la reforma
constitucional surgida del Pacto por México, y en la práctica los
protege. Eso sí, contiene amenazas de darles unas buenas nalgadas
cuando se porten mal. El Instituto Federal de Telecomunicaciones, por
ejemplo, podrá aplicar multas hasta por 10 por ciento de los ingresos a
los operadores o concesionarios que reincidan en la violación de
normas. La sanción se aplicaría si fueran reincidentes, no en la
primera falta; 10% de los ingresos equivale a las utilidades netas de
un año. Sin embargo, para llegar a ese punto tendrían numerosos
recursos para defenderse. Quedó en el camino el propósito de desmembrar
a los poderes fácticos. Eso sólo podría lograrse mediante la partición
de las empresas, como sucedió el siglo pasado en Estados Unidos. Por
ejemplo, que Televisa fuera obligada a desprenderse de sus negocios de
televisión por cable y satélite. Sin embargo, eso no está contemplado
ni de lejos. Así que la reforma constitucional y las leyes secundarias
finalmente serán para proteger los intereses sustanciales de los
‘‘agentes preponderantes’’, nombre nuevo y raro para denominar a los
monopolios.
El Instituto Aspen
Reunió Juan Ramón de la Fuente a personajes destacados
en el consejo del flamante Instituto Aspen, sección México: Luis
Berrondo, de Mabe; Eduardo Dondé y de Teresa, de la Fundación Rafael
Dondé; Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas; Arturo Fernández
Pérez, rector del ITAM; Angélica Fuentes Téllez, del Grupo Omnilife; J.
Ramiro Garza Vargas, del Grupo R; Francisco Garza Zambrano, de Cementos
Mexicanos; Dieter Holtz Wedde, de Laureate México; Pedro S. Pueyo
Toldrá, de Oasis Hotels&Resorts, y Scot Rank, de Walmart México y
Centroamérica. El Instituto Aspen, con sede en Washington, es una
organización internacional no partidista que promueve la educación.
Ayer hizo su debut.
El Oceangate
Titubeó algunas horas la Procuraduría General de la República antes de admitir que el Señor de los Gallos Blancos, Amado Yáñez, se había presentado voluntariamente a hacer su defensa frente a los presuntos delitos que se le imputan en el Oceangate.
Fue una buena jugada de sus abogados, pero sólo una jugada inicial. De
alguna manera repite el esquema que siguió la defensa del ex gobernador
Andrés Granier: regresó de Miami y se presentó por su propia decisión
en la PGR; sin embargo, no ha vuelto a quedar libre. El Oceangate,
aunque diga el procurador Murillo Karam que no tiene coloratura
política, ya que se trata de un conflicto de empresas privadas –Banamex
vs. Oceanografía–, está marcado por presencias como los hermanos
Bribiesca, Marta Sahagún y los ex presidentes Fox y Calderón. Es más,
hay más de una comisión investigadora en el Congreso. Si eso no es
color político, ¿qué es? Amado Yáñez quedó arraigado por 40 días y
Murillo Karam todavía no encuentra un delito preciso por el cual
acusarlo formalmente.
El
elevadísimo precio del limón trae de cabeza a un país en el que ese
fruto se utiliza prácticamente en todo y para todo. Quienes pagan el
desbarajuste son los consumidores, desde luego, pero las autoridades se
dicen
preocupadísimaspor esta situación y utilizan cualquier cantidad de justificaciones para
explicarpor qué el cítrico se expende carísimo (alza cercana a 600 por ciento en apenas tres meses, de acuerdo con la CNC), al tiempo que lanza
feroces amenazasen contra de los productores –los que obtienen la rebanada más delgada del negocio–, aunque trata con pinzas a las grandes comercializadoras, las cadenas de supermercados.
Es tan sólida y está tan bien organizada la autoridad del ramo, que
el incremento en el precio de un solo producto la ha puesto a parir, y
transcurridos tres meses no da pie con bola. Las justificaciones van
desde la presencia de una plaga (
dragón amarillola llaman) hasta la violencia en Michoacán, uno de los principales estados productores del cítrico, pero lo cierto es que las organizaciones de productores lo han dejado en claro: son los grandes especuladores los que han presionado el precio al alza, y no sólo lo han hecho de manera exitosa sino en las narices de la siempre vigilante autoridad.
Cierto es que Michoacán es uno de los principales productores del
cítrico (el tercero en orden de importancia), pero no es para tanto,
pues el volumen que aporta representa alrededor de 22 por ciento del
total nacional. De hecho, por arriba de esta entidad se encuentran
Veracruz y Colima, y por debajo, aunque no muy alejados, Oaxaca y
Yucatán. En conjunto concentran 80 por ciento de las más de 2 millones
de toneladas anuales que de sus dos variedades se producen en
territorio nacional. Y aún si fueran correctas las versiones de la
violencia y/o de la citada plaga, ellas ni de lejos justifican un
aumento de 600 por ciento en el precio.
Como bien ha señalado El Barzón,
el incremento en el precio del limón es provocado; se debe a la especulación del producto que se ha desatado en el mercado, que podría extenderse a otros alimentos, como la manzana y el frijol, por lo que se debe frenar esta burbuja inflacionaria. Los comercializadores y distribuidores han querido justificar esta situación con mentiras, pues no son las condiciones de producción del limón lo que ha disparado su costo al consumidor.
En fin, el país vuelto loco y con el grito en el cielo por el cada
día más elevado precio del limón, mientras nadie hace caso o de plano
finge demencia sobre la creciente cuan peligrosa importación de
alimentos, que sólo en 2013 significó una salida de divisas cercana a
24 mil millones de dólares (equivalente al presupuesto anual de la SEP
y un pico más), en una nación que no hace mucho producía prácticamente
todo lo que ahora adquiere en el exterior, cítricos incluidos.
Es entendible el enojo por el elevadísimo precio del cítrico y la
enorme dependencia que el gusto mexicano tiene del limón –entre ellos
el de quien esto escribe–, pero sin duda alguna más peligroso resulta
que cada vez se produzcan menos alimentos internamente y se importen
más. Un dato que ilustra de qué se trata es que poco antes de que
entrara en vigor el TLCAN, México importaba 10 por ciento de los
alimentos que se consumían en el país. Poco más de dos décadas después,
esa proporción creció a, cuando menos, 50 por ciento de lo mucho o poco
que se sirve en las mesas de los mexicanos.
Y
algo más: en 1994, año de arranque del TLCAN, México importó alimentos
por alrededor de mil 800 millones de dólares; en 2013, por igual
concepto, la adquisición en los mercados internacionales se aproximó a
24 mil millones de dólares, un incremento cercano a 300 por ciento
entre una fecha y la otra. El año previo (1993) a la entrada en vigor
de dicho tratado, México importó maíz por un total de 70 millones de
dólares; en 2013, casi 2 mil 100 millones, o lo que es lo mismo,
alrededor de 3 mil por ciento de diferencia.
Con la intención, según dicen, de atemperar la actual crisis del
limón, las siempre atentas autoridades mexicanas han amenazado con
importar el producto, aunque cierto es que de tiempo atrás se adquiere
en los mercados internacionales. Sin embargo, no se abocan a encontrar
soluciones tangibles y de largo plazo para rehabilitar al campo
mexicano y lo que en él se producía, porque todo lo
arreglacon importaciones (allí está el caso del maíz), mientras el campo nacional se mantiene postrado.
En este contexto, sólo en el primer año del
nuevogobierno se erogaron alrededor de 24 mil millones de dólares para adquirir alimentos en los mercados internacionales, monto que debe sumarse a los cerca de 200 mil millones de billetes verdes que salieron, por igual concepto, durante la docena trágica panista (Fox y Calderón, por si alguien lo ha olvidado). Lo mejor del caso es que de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto, todos los inquilinos de Los Pinos han prometido
rescatar al campo,
hacerlo productivoy
beneficiar a los campesinos. Obvio es que lejos de ello, cada vez importamos más alimentos, el campo mexicano produce menos y los campesinos sobreviven en la miseria.
Las cifras más recientes del Inegi (cierre de 2013) revelan que
México importó alrededor de 4 mil millones de dólares en carnes y
despojos comestibles; 2 mil millones en leche, lácteos, huevo y miel;
cerca de 600 millones en pescados, crustáceos y moluscos (en un país
con 11 mil kilómetros de litorales); mil 100 millones en frutas y
frutos comestibles; 4 mil 300 millones en cereales; 3 mil 600 millones
en semillas y frutos oleaginosos; mil 500 millones en grasas animales o
vegetales; mil millones en azúcares y artículos de confitería, y así
por el estilo.
Espeluznante balance, pero ¡cuidado!, que según los enterados lo
único que está en crisis (por plagas y/o violencia, pero nunca por
especulación) es el asunto del limón (precio y producción), porque en
Michoacán
algo pasa, con todo y que el cítrico se cultiva y se cosecha en otros 26 estados de la República.
Las rebanadas del pastel
¡Felicidades!, mexicanos aguantadores, que la tasa oficial de desocupación abierta en el país se
redujode 4.85 a 4.65 por ciento entre febrero de 2013 e igual mes de 2014. En números cerrados lo anterior quiere decir que en ese año en promedio se generaron 14 puestos de trabajo por día, contra los no menos de 3 mil 300 requeridos. A ese paso, tal vez para el siglo 300 quede resuelto el lacerante problema de la desocupación en el país.
Twitter: @cafevega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
El
gobierno del estado inició una averiguación previa para dar con los
responsables de que en la zona oriente de Acapulco se haya producido
una severa inundación durante el paso de la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid, en septiembre pasado.
Se trata de una indagatoria de tipo penal, en respuesta al
compromiso del presidente Enrique Peña Nieto de sancionar a quienes
dieron licencias para construir en zonas inundables.
Sin embargo, la averiguación de la procuraduría guerrerense sólo se
está enfocando en los funcionarios municipales que otorgaron licencias
en los 12 años recientes, sin que hasta ahora se sepa que se esté
investigando a algún funcionario estatal o federal.
La
reconstrucción de las costumbres del pasado a través de diversos
vestigios ha permitido conocernos mejor y evidenciar la continuidad
cultural que existe entre los antiguos mexicanos y sus descendientes.
El Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México publicó en 2011 el libro Vida cotidiana: Xochitécatl y Cacaxtla. Días, años, milenios,
de Mari Carmen Serra Puche y Jesús Carlos Lazcano Arce. Es resultado de
los trabajos arqueológicos realizados en la zona de 1996 a 2008 por un
equipo de arqueólogos e investigadores de otras áreas del conocimiento;
recogen también datos de trabajos previos de arqueólogos como Ángel
García Cook, quien desde 1972 publicó resultados de sus observaciones
en la zona.
Según
Adolfo Albo, funcionario de BBVA Bancomer, sólo 12.7 millones de
adultos realizan alguna modalidad de ahorro en las instituciones
financieras formales, mientras una cantidad muy parecida de personas
físicas recurren al crédito en el sector financiero formal. En
contraste, 18 millones ahorran (en tandas y en guardaditos) y otros 16 millones obtienen financiamento (en casas de empeño y usureros) en el sector informal.
Silencio del Instituto Italiano de cultura ante muerte de Campbell
La muerte de Federico
Campbell, escritor estupendo y alma noble y generosa sin igual, ha sido
una pérdida enorme para la cultura mexicana, y un dolor inmenso para
sus amigos que lo van conmemorando sin cesar.
Lujo,
refinamiento y calidad son el sello de los vehículos Rolls Royce. Los
tableros de varios de sus modelos están hechos con sangualica, una
madera preciosa, dura y pesada, también conocida como granadillo, que
crece en las costas michoacanas. Por su calidad y color, se utiliza
también para elaborar paneles de yates y fabricar bisturíes e
instrumentos musicales.
Paul
Krugman es un economista neokeynesiano peculiar: algunas veces ha sido
ácidamente crítico de visiones o análisis de sus colegas de esta
corriente de pensamiento alejada del pensamiento neoclásico (o
neoliberal, en términos más periodísticos). Un alejamiento originado no
en grandes avances neokeynesianos, sino en el empobrecimiento brutal
del pensamiento neoliberal. No obstante lo dicho, el neoliberalismo se
convirtió en el mainstream económico internacional ya por
algo más de cuatro décadas; la buena noticia es que aquí y allá, en la
práctica, sus directrices son cuestionadas incluso por no pocos de
quienes han vivido instalados en ese catecismo que se ve a sí mismo
como la verdad única revelada. No es extraño que ello esté ocurriendo:
el mundo está como está, siguiendo las directrices de tan menesteroso
pensamiento.
En
febrero de 1913 un cuartelazo derribó al gobierno legítimo presidido
por Francisco I. Madero, quien intentaba conducir una transición hacia
formas políticas modernas y mitigar los abismos sociales que
caracterizaban al país. El golpe, preparado por la combinación de los
ambiciones de los políticos porfiristas y los latifundistas
representados en el Senado, y por el embajador de Estados Unidos en
representación de sus mezquinos intereses particulares y de los de la
muy poderosa Standard Oil Company (a cuyas hijas el actual gobierno
pretende devolver sus fueros, olvidando su pasado y su presente), abrió
la puerta a la revolución que liquidaría las instituciones y la clase
política forjadas durante el porfiriato. Y si a lo anterior –a la breve
y casi incruenta rebelión maderista– también lo llamamos revolución es
porque el propio Madero así la llamó, como
revolucionesse llamaba a los cambios de gobierno, motines y asonadas del siglo XIX mexicano.
El
Consejo de Derechos Humanos de la ONU recibió la semana pasada la
respuesta de México a las recomendaciones formuladas en 2013 por su
mecanismo de Examen Periódico Universal (EPU). Formalmente se aceptaron
casi en su totalidad, con reservas en temas claves, como la figura del
arraigo y la desaparición forzada. Seguramente al revisar en detalle el
sentido de las respuestas concretas se encontrarán inconsistencias. Me
referiré a una de ellas, que resulta crucial para los pueblos indígenas
y que se convierte en un autorretrato de Estado. En primer lugar no se
logra asumir la particularidad de los pueblos indígenas como sujetos de
derecho; en los hechos se les excluye. En el documento oficial se dice
que
se mantuvo un diálogo entre las organizaciones de la sociedad civil y el gobierno, en el que se intercambiaron puntos de vista sobre las preocupaciones y prioridades en torno a las recomendaciones. Si entendemos a la llamada sociedad civil como las organizaciones sociales y de derechos humanos, éstas no pretenden sustituir a los pueblos con cuyas demandas incluso se solidarizan y respaldan. Queda así un tema clave: dialogar con los pueblos mediante sus instituciones representativas; ello tampoco se resuelve con la presencia de un conjunto de personas indígenas, como suele confundirse en el forismo oficial.
Todos
tienen lo suyo. Es intolerable que durante los gobiernos de Fox y de
Calderón se hayan otorgado concesiones y contratos corruptos a un
puñado de empresarios del sector petrolero para enriquecimiento de
propietarios y parientes políticos presidenciales. Más escandaloso es
que Peña se haya encaramado a la Presidencia con recursos tan ilegales
como la superación –en mil 300 por ciento– de los topes de gastos de
campaña permitidos y que las instituciones electorales del país hayan
decidido mirar hacia otro lado y declarar que el proceso de 2012 fue
más o menos impoluto. Y es materia de indignación, también, que el
gobierno del Distrito Federal haya gastado casi 27 mil millones de
pesos en una obra pública que, básicamente, no sirve, como vino a
enterarse la ciudadanía capitalina a poco más de un año de que la línea
12 del metro fue inaugurada.
Fue un ascenso muy vertiginoso y espectacular, al que siguió de inmediato la caída.
Trine Ellitsgaard, junto a su obra Capullos de oro, durante una entrevista con La Jornada en la galería Myl, ubicada en la calle Durango 75, colonia Progreso Tizapán, donde exhibe sus obras textiles
Foto María Meléndrez Parada
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