Manuel
Camacho dijo que "lo peor que puede haber es que nos quedemos en esa
situación, en donde se terminan los procesos judiciales y por otro lado
la gente no cree". Samuel Palma agregó que él no comparte la versión
del asesino solitario, en esta "situación tan compleja e inédita".
Manuel Camacho, senador de la República, y Samuel Palma, ex coordinador de asesores de Luis Donaldo Colosio en 1994, hablaron sobre el magnicidio de hace dos décadas que, coincidieron, frenó la voluntad del priista para democratizar el país y, pese a las investigaciones judiciales, la gente no cree la versión del asesino solitario.
En entrevista con Carmen Aristegui en CNN, Camacho Solís contó que el asesinato de Colosio debe analizarse desde las respuesta de “¿cuáles fueron las consecuencias de ese asesinato?, ¿qué pasó después más allá de los personajes?”. Consideró que con el crimen “no pasó nada bueno para el país, estamos en una situación de deterioro. Lo que pudo haber sido una transición de mucho mayor profundidad en la democracia, no se dio, y en ese sentido deberíamos empezar a ver las consecuencias políticas mayores de los acontecimientos, más allá de circunstancias que predominaron en ese momento”.
Camacho también habló sobre su trabajo en Chiapas: “Mucha gente lo escribió, lo decía, pero el punto era ¿qué fue lo que pasó en el país?, y lo que pasó en el país es que el día 1 de enero hubo una rebelión en Chiapas que cambió de manera radical la situación que se vivía en ese momento en la política, frente a esa situación se generan dos posiciones dentro del gobierno, una posición que era: terminemos con la rebelión con una operación militar, detener a los líderes y ahí va a terminar todo. Otra posición, que fue la que yo defendí, de que eso iba a llevar a una serie de violaciones gravísimas a los derechos humanos y que debíamos intentar una solución política, en esa definición es que yo me voy a Chiapas”.
“El día que yo me voy a Chiapas desde luego que yo jamás pensé que pudiera ser candidato, porque el argumento que dan para decir que yo estaba pensando ser candidato es que dije que me iba sin sueldo para después ser candidato, nadie leyó la Constitución, esta no prohibía que yo tuviera un cargo pagado en el gobierno para ser candidato. La Constitución prohibía que yo fuera miembro del gabinete y que no contara con suficiente tiempo para lanzarme a la Presidencia. Desde ahí se fueron construyendo una serie de cosas que son completamente falsas, que se repiten una y otra vez”, consideró.
Camacho dijo que en 1994 ocurrieron dos temas de forma paralela: “se inicia una campaña como se inician todas las campañas, con los protocolos del PRI y por otro lado hay un acontecimiento en donde la prensa nacional e internacional están metidos que es una sublevación”.
Sobre la investigación del asesinado, mencionó que ”mientras no conozcamos la verdad eso sigue mimando la legitimidad de las instituciones del país. Debemos dar pasos en distintas direcciones, deberíamos de introducir a la Constitución el derecho a la verdad para que judicialmente los ciudadanos tengan el derecho a reclamarla; dos, para que podamos establecer, si ese es el camino, comisiones de la verdad porque lo peor que puede haber es que nos quedemos en esa situación, en donde se terminan los procesos judiciales y por otro lado la gente no cree”.
Respecto a las reuniones que tuvo con Colosio, expuso: ”Hay dos cenas y me parece que eso nos sirve para hablar bien de Colosio con la mayor sinceridad. La primera fue en enero en donde le pedía a Luis Donaldo que firmara un acuerdo que estaban suscribiendo Cuauhtémoc Cárdenas y Diego Fernández de Cevallos a favor de la paz, la justicia y la democracia, y que ese acuerdo era una pieza fundamental para la estrategia para recuperar y convencer a la guerrilla para restablecer el diálogo, ahí lo suscribió, y ahí empezó la transición en el régimen electoral”.
Refirió que LDC firmó el acuerdo con “la mejor disposición” pero a la vez le pidió “arreglar las cosas” entre ellos.
“Luis Donaldo me dice arreglemos la cosas, yo contesté claro que sí, ¿qué es lo que quieres que arreglemos? y entonces (me dijo) ¿qué quieres, quieres ser candidato al Senado por el Distrito Federal?, ¿qué posición quieres en el gobierno”, le preguntó.
“Le dije: Luis Donaldo eso no es lo que me interesa, a mí lo que me interesa que termine bien lo de Chiapas y cualquier cosa que haga yo ahorita para favorecer al PRI me va arruinar la negociación en Chiapas, porque había un atipriísmo radical. Luego me dice ¿en qué podemos estar de acuerdo?, ahí dijimos terminemos bien lo de Chiapas, firmemos la paz en Chiapas”, aseguró Camacho.
Reconoció que sí había soñado con ser candidato a la República “porque me interesaba jugar ese papel de desmontar el régimen autoritario para poder tener una verdadera democracia en el país”, pero si Colosio lo iba hacer ”y yo me iba a llevar el mérito de haber colaborado en la construcción de la paz, para mí era más que satisfactorio”.
“El día 22 de marzo declaro que no voy a ser el candidato porque estaba la especulación y entonces él me llama (desde Sinaloa), me dice una cantidad de cosas buenas, casi como de hermanos, emocionado y agradecido y le contesté ’bájale Donaldo, bájale’. Obviamente, yo no estaba pensando que podía haber una cuestión criminal, estaría yo loco, sino estaba pensando en que esas expresiones demasiados favorables del candidato del PRI se hacían muy grandes, me iban a complicar la negociación en Chiapas, ese era mi mundo”, aceptó.
“Colosio era un hombre muy defensor del aparato, pero fue aprendiendo, estuvo dispuesto a dar el paso para la democratización del país, como lo demostró con su discurso (del 6 de marzo)”, agregó.
Mencionó que en 1994 había el “contexto perfecto” para desmontar el régimen autoritario.
“La pregunta es si a 20 años del asesinato, ¿logramos desmontar el régimen autoritario?, mi respuesta es que no“, finalizó Camacho.
Por su parte Samuel Palma expuso que con Colosio se dio “una situación verdaderamente compleja, inédita, nunca antes en la etapa hegemónica del PRI y del presidencialismo mexicano”, pues había un candidato que enfrentaba una situación tan adversa, no solamente en la posibilidad de que el candidato fuera sustituido en la especulación sino también en una relación compleja con el propio gobierno.
“Luis Donaldo inicia campaña el 10 de enero sin tener la opinión favorable del presidente de la República… la recomendación y la decisión de él es de iniciar campaña, quiero señalar que inicia sin la anuencia presidencial y tal vez esto marca una serie de desencuentros, falta de comunicación, una campaña cuesta arriba. Luis Donaldo era un hombre que creía que estos conflictos los podía resolver”, contó Palma.
“El destape es el 28 de noviembre y la toma de protesta de acuerdo a los estatutos del PRI, fue el 8 de diciembre, entre el 28 de noviembre y el 8 de diciembre que era la convención del PRI para la toma de protesta, porque el primer acto es el conocido destape donde los sectores se pronuncian a favor de una persona, eso es 28 de noviembre, después tenía que protocolarizar el PRI la toma de protesta”.
Y explicó que “lo que hace Luis Donaldo es un recorrido por el país previo al 8 de diciembre que finalmente se hace en la explanada del PRI, la toma de protesta. Después de eso hay actos de campañas y estamos en la etapa decembrina que ya no es época política, suspende la campaña, si no mal recuerdo, el 18 de diciembre”.
Sobre el asesino solitario, Palma dijo que no comparte esa versión.
“Desde luego no la comparto (versión del asesino solitario) y por varias razones; primero, los propios fiscales que en su momento fueron nombrados por la autoridad llegaron a conclusiones distintas, que si el giró, que si la acción concertada, hasta llegar a que los peritos señalan que la bala estaba alojada en la chamarra y a la hora de llevarlo se cayó de la chamarra”, mencionó.
“Yo sí considero que no hay elementos de credibilidad de estas versiones, esta situación tan compleja e inédita de la campaña de un candidato presidencial que termina muerto están vinculadas o no están vinculadas, yo pienso que están vinculadas necesariamente. Yo quisiera saber y probarlo, sigo pensando que la justicia más allá de un hombre como Luis Donaldo, que se lo merece, también se la merece el país y nuestra realidad, ojalá yo pudiera aportar algo pero lamentablemente no”, señaló Palma.
“Colosio era muy del PRI, pero buscaba cómo construir una democratización de su país. También quería darle respuestas a Chiapas”, finalizó.
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