Revolución 3.0
El desempleo y mal empleo
En un lapso de un año, 225 mil 546
personas se sumaron a las filas del desempleo, generando –según datos
oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)-, 2
millones 528 mil 437 personas desempleadas, 0.44 puntos porcentuales
más que el mes previo.
De acuerdo al INEGI, las entidades que
mayor desempleo presentaron en marzo del presente año fueron Tabasco
(6.71%), Coahuila (6.36%), Aguascalientes (6.31%), Distrito Federal
(6.26%), Estado de México (6.03%) y Baja California (5.94%).
No obstante, quienes se encuentran ocupados, el deterioro de sus condiciones para ejercer se han vuelto deplorables.
Actualmente el empleo otorgado en
México, diferenciado por género, es de ayudantes de fábricas, o en el
área de la construcción, el comercio, el sector de servicios personales
para los hombres, mientras a las mujeres se les emplea en tareas
domésticas, de apoyo administrativo o en establecimientos comerciales,
explicó la investigadora Fiorella Mancini del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM.
De acuerdo con Mancini, las
oportunidades laborales se han reducido por el deterioro de las
condiciones, salarios, prestaciones y aumento de trabajo informal,
acentuando la polarización y desigualdad social, más allá de los
procesos de precarización e informalidad de la economía, afirmó en la
mesa redonda “Trabajo y Mercado Laboral en México: Cambios y
Continuidades”, el pasado miércoles en la Casa Universitaria del Libro.
Por otro lado, orillados a la
migración, dadas las condiciones laborales en México durante el 2010,
826 mil 609 personas regresaron a territorio nacional; su reinserción
laboral, de acuerdo con Luciana Gandini, del Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, es más
complicada al pagar el costo de salir del país y entrar por primera vez
al mercado laboral mexicano.
El salario mínimo y el poder adquisitivo
El salario mínimo en México ha ido en crecimiento, sin embargo, no de forma proporcional de los índices de inflación.
Para 1995, los salarios mínimos eran de
20-15 pesos para la zona A, 18.70 para la zona B, y 17 pesos para la
zona C. Mientras que para enero de 2014, los salarios mínimos
establecidos son de 67.29 pesos en la zona A y 63.77 pesos en la zona B.
No obstante, de acuerdo con el estudio
presentado por la Facultad de Economía, el salario mínimo tendría que
ser de 184.96 pesos por día, 117.67 pesos más de los actualmente
percibidos.
Aunado a ello, el poder adquisitivo en
México registró una caída de 77.79 por ciento en tan sólo 27 años; es
decir, de la canasta básica sugerida, una familia puede acceder al 34
por ciento de ella, de acuerdo con la Facultad de Economía de la UNAM,
la cual utilizó una canasta de 40 productos recomendables para la
alimentación del mexicano que elaboró el Instituto de Ciencias Médicas
y Nutrición, en la cual, los costos, ddependiendo de su lugar de venta,
llegaron a presentar algunas variaciones.
Mientras que en los supermercados, los
40 productos costaron 195.30 pesos; en mercados públicos el precio fue
de 186.3 pesos; y de 172.4 pesos en tianguis o mercados sobre ruedas.
Sin embargo, siendo el salario mínimo
de 67.29 pesos, el poder adquisitivo en la población mexicana, tan sólo
de la canasta básica, resultaba de 63.25 por ciento en diciembre del
2006, y de 77.79 por ciento para abril del año en curso.
Acorde con el estudio universitario, en
diciembre de 1987 sólo se requería laborar cuatro horas con 53 minutos,
es decir, ni siquiera una jornada de trabajo completa para adquirir los
alimentos de dicha canasta, mientras que para abril del 2012, se
requerían 25 horas con 21 minutos para obtenerla.
Las falsas promesas de la reforma laboral
Para el experto en Derecho Laboral,
miembro de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos Arturo
Alcalde, el gobierno priista ha dado los incrementos salariales más
bajos en la historia, registrando una subordinación absoluta de la
injusticia laboral al Poder Ejecutivo, además de dejar a un lado la
resolución de conflictos laborales, como el del Sindicato Mexicano de
Electricistas (SME), el de mineros y el de los trabajadores de Mexicana
de Aviación.
Por su parte, el abogado laborista
Carlos de Buen considera que muchos de los supuestos objetivos de la
reforma laboral han sido incumplidos, entre ellos, la transparencia
sindical. El gobierno, a su decir, mantiene el esquema de los cotos de
poder sindical y no ha puesto la mano en los miles de contratos de
protección patronal, los cuales constituyen la expresión más perniciosa
del modelo sindical mexicano, y “una de las mayores lacras en el mundo
de las relaciones laborales”, declaró para el diario La Jornada.
También, cabe mencionar que, desde
abril del 2013, México cuenta con menores costos laborales que China.
Hace 11 años, la paga por hora en el sector manufacturero nacional era
casi el triple de la de China; luego de la reforma laboral, en abril
del 2013, un trabajador mexicano ya costaba 20 por ciento menos que un
chino.
De tal manera, la reforma laboral que
iba a contribuir al empleo, al aumento de capacidad adquisitiva y a la
mejora de las condiciones laborales, parece no haber llegado a México.
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