ONG cita datos del Inegi; sin acceso a anticonceptivos, 22% de mujeres de esos grupos
Denuncia que viola derechos humanos el anuncio de la titular de Sedesol sobre retiro de apoyos
La tasa de fecundidad en esas comunidades no bajará mientras persista la desigualdad, advierte
Habitantes del ejido Candelaria en la reserva de la biosfera de Montes
Azules, Chiapas, en imagen de archivo. La titular de la Sedesol,
Rosario Robles, anunció que el programa Oportunidades no apoyará a las
familias indígenas que tengan más de tres hijos
Foto Carlos Ramos Mamahua
Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Sábado 3 de mayo de 2014, p. 5
De
24 grupos indígenas, sólo en cuatro las mujeres tienen menos de tres
hijos en promedio, señala información del Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (Inegi). Es una realidad que no desaparecerá
sólo porque lo decida la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol),
advirtió Lina Rosa Berrio presidenta de Kinal Antzetik (
Tierra de Mujeres, en maya tzeltal).
Sobre la decisión anunciada por la secretaria Rosario Robles de que
el programa Oportunidades no apoyará a las familias indígenas que
tengan más de tres hijos (La Jornada 2/5/14), la activista dijo que es una violación a los derechos humanos. La declaración de la funcionaria
está totalmente fuera de lugar.
Se olvida y pasa por alto los compromisos nacionales e
internacionales de México acerca de garantizar el derecho de las
personas a decidir de manera libre sobre el número y espaciamiento de
sus hijos.
De acuerdo con datos del Inegi, contenida en el informe Mujeres y hombres en México 2011, a escala nacional en las comunidades indígenas el promedio de hijos es de 2.5; sin embargo, hay variaciones.
Así, las mujeres que no tienen ningún nivel de escolaridad tienen
4.1 hijos en promedio y el número disminuye conforme aumenta el grado
de estudios.
En esta población el rezago aún es un reto para el país, porque
aprenden a leer y escribir después que la población en general. Sólo 15
por ciento de los niños indígenas de seis años de edad tienen esas dos
habilidades.
De los mayores de 15 años, 64.9 por ciento de las mujeres y 79.7 de
los hombres saben leer y escribir, frente a 92.4 de la población en
general.
El informe desglosa el promedio de hijos nacidos vivos por mujer,
según grupo indígena. Las cifras más elevadas están entre las chontales
de Oaxaca con cinco, mazahuas 4.9, la comunidad mame 4.5, la otomí 4.1
y la mayo 4.1.
Los grupos donde se reportan menos de tres vástagos por mujer (2.9 en promedio) son los tzeltales, choles, tzotziles y mixes.
Lina Rosa Berrio recordó que hace apenas unas semanas tuvo lugar una
reunión regional de seguimiento a los acuerdos de la Conferencia
Internacional sobre la Población y el Desarrollo El Cairo más 20, uno
de los cuales se refiere a la salud sexual y reproductiva.
Los países miembros, entre ellos México, deben rendir cuentas sobre
las acciones que han tomado para asegurar los derechos sexuales y
reproductivos.
El anuncio de Rosario Robles significa un retroceso en la política pública en materia de población, apuntó.
Además, no es un asunto de su competencia, sino del Consejo Nacional
de Población (Conapo). Más allá de eso, apuntó, resulta inaceptable que
pretenda condicionar los beneficios de los programas.
Sobre la situación de las indígenas, Berrio comentó que la
declaración de Robles tampoco prevé los factores que influyen para que
tengan más de tres hijos: además del bajo nivel educativo, está la
demanda insatisfecha de anticonceptivos, estimado en 22 por ciento en
este sector.
Las organizaciones civiles han documentado casos de mujeres que han
buscado el acceso a los métodos para evitar embarazos sin conseguirlo.
Eso es lo primero que debe resolverse, apuntó.
Es claro, comentó Berrio, antropóloga social, que la tasa de
fecundidad en esas comunidades no bajará mientras persistan las
condiciones de desigualdad en el país.
Destacó que el Programa de Desarrollo Social 2014-2018 no incluye el
condicionamiento de los apoyos planteado por la titular de Sedesol.
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