Leonardo García Tsao
Periódico La Jornada
El octavo largometraje de Quentin Tarantino (si se cuentan las dos partes de Kill Bill como una sola película) lleva la cuenta hasta en el título, Los 8 más odiados (
más odiosossería la traducción exacta). Según el propio director, su jubilación será hasta que realice su décima película. A juzgar por los resultados, ya se está tardando.
Por mucho que uno esperase, en vano, un signo de maduración de
Tarantino, él sigue haciendo cine como una especie de adolescente
grandulón, obsesionado por recrear sus fetiches de cinéfilo y repetir
los tics que algunos han confundido con estilo. Los 8 más odiados es su segundo ejercicio en western, tras su inflado Django sin cadenas (2012).
La acción se sitúa en Wyoming, unos años después de concluida la
Guerra de Secesión. En medio del invierno, una diligencia es ocupada por
el cazarrecompensas John El Verdugo Ruth (Kurt Russell) y su
prisionera Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh); en el camino recogen,
de mala gana, a otro cazarrecompensas, el mayor Marquis Warren (Samuel
L. Jackson) y a Chris Bobbins (Walter Goggins), quien dice ser el nuevo
sheriff de Red Rock, el destino de los viajeros.
Una tormenta de nieve obliga a hacer una parada en la Mercería de
Minnie, estación del camino donde se encuentran Oswaldo Mowbray (Tim
Roth), verdugo de Red Rock; el general confederado Sanford Smithers
(Bruce Dern), y el vaquero Bob Gage (Michael Madsen), bajo las
atenciones del mexicano Bob (Demián Bichir). Ya reunidos los ocho
personajes del título, la película se desarrolla como un verborreico –y
eterno– whodunit a lo Agatha Christie, en el cual se intentará deducir la verdadera identidad homicida de algunos.
Dentro de un espacio del mismo tamaño que el recibidor de un hotel de
lujo, Tarantino no aprovecha esas dimensiones para una puesta en escena
especialmente inventiva, porque su interés primordial es que se
pronuncien sus diálogos, llenos de anacronismos y referencias a clásicos
del género. Eso permite sobreactuaciones de un grupo de estimables
intérpretes. Es, en esencia, el enfrentamiento encerrado entre forajidos
y representantes de la ley de Perros de reserva (1982) sin el
peso moral de sus personajes. Todo conducirá al previsible baño de
sangre, resuelto sin la gravedad dramática de su opera prima.
Los exégetas del director, que no faltan, han resaltado la
lectura política de la película porque, se supone, aborda la tensión
racial entre policía y ciudadanos negros tan vigente en el Estados
Unidos de hoy. Sin embargo, esa tensión se reduce al incontable
pronunciamiento del término nigger (tan favorecido por
Tarantino) en referencia al personaje de Warren. Más relevante es la
también recurrente misoginia del cineasta, que se descarga sobre el de
Domergue.
No obstante los testimonios de colaboradores y amigos de QT –así le
dicen– sobre su adoración a las mujeres, la película se regodea en hacer
llover sobre la cara de Leigh desde puñetazos hasta un vomitada
ponzoñosa, para rematar con una rociada de sesos y sangre.
Tarantino es mañoso y se preocupa por dar a Los 8 más odiados aires
de calidad. Fue filmada en celuloide de 65 mm, formato en desuso desde
los años 60 (aquí se verá en la versión digital de formato largo, al no
haber proyectores de 70 mm) y se contrató al eminente fotógrafo Robert
Richardson y al venerable compositor Ennio Morricone para darle una
pátina de gran cine. No importa. Sin esas vestimentas de lujo, el
emperador se mostraría más desnudo que nunca.
(Si alguien quiere ver un estupendo western moderno, con
extensos diálogos y violencia impactante, dominado por la presencia de
Kurt Russell y su retorcido bigote, haría bien en buscar Bone Tomahawk, debut de director de S. Craig Zahler. No se ha estrenado en México, pero ya está disponible en video legal e ilegal.)
Los 8 más odiados
(The Hateful Eight)
D y G: Quentin Tarantino/ F: Robert Richardson/ M: Ennio Morricone/
Ed: Fred Raskin/ Con: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason
Leigh, Walter Goggins, Demián Bichir, Tim Roth, Michael Madsen, Bruce
Dern/ P: Double Feature Films, FilmColony. EU, 2015.
Twitter: @walyder
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