1. Podrían decir los
partidos que el Papa no viene a hacer campaña política por el PRI o el
PAN y que sólo viene a apuntalar a su religión y el sistema
socioeconómico vigente de dominación; y si esto no es política, ¿cómo se
le puede llamar? El Papa es el jefe del Estado Vaticano con relaciones
políticas y diplomáticas indiscutibles. ¿Puede acaso demostrarse que las
varias decenas de viajes a varios países del mundo que realizó Juan
Pablo II, no fueron viajes políticos cuando incluso se le acusa de que
junto a los presidentes Reagan y la Thatcher, echaron abajo el llamado
“socialismo” y el Muro de Berlín? La política está en todos lados y se
manifiesta de diferentes maneras, hasta en la elaboración de pasteles.
2. La realidad es que los Papas hacen política de alto nivel y muchas
veces sin pronunciar la palabra porque suena feo. Lo que sucede es que
el Papa no puede hablar comprometiéndose con una clase social porque lo
repudiaría la otra. ¿Qué pasaría si en su visita le explicara al pueblo
mexicano acerca de las verdaderas causas de su miseria, pobreza,
desempleo, sufrimiento, enfermedades? ¿Permitirían que regrese a otra
visita a México si dijera que los ricos deben repartir sus riquezas
porque son producto de la explotación y explicara que los gobiernos se
sienten muy seguros porque esos mismos ricos los apoyan con los medios
de información mediante engaños al pueblo?
3. No, los Papas no
pueden ser irresponsables “pateando el pesebre”. Ellos vienen a
representar al Estado Vaticano y tienen que medir muy bien sus palabras
evitando a como dé lugar inconformar o rebelar al pueblo. ¿Será por ello
aquel discurso de “unidos los unos con los otros” y que “la felicidad
no hay que buscarla en la tierra sino en el cielo? Los Papas tienen la
obligación de hablar de manera muy general aconsejando que haya
justicia, democracia, igualdad, bondad, cariño, respeto, solidaridad;
pero como un consejo, un buen deseo, una esperanza. La realidad es que
todas esas palabras están inscritas en las constituciones y programas de
gobierno; las escucho todos los días de los políticos, pero nada se
hace para cumplirlas.
4. La realidad es que los ricos (sean
empresarios o políticos) trabajan para que el Papa –además de ser muy
difícil- no interceda por los pobres. Ellos no quieren que el Papa
recuerde que “es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja
que un rico entre al reino de los cielos”, ni tampoco que Cristo echa a
los mercaderes del templo a latigazos. Quieren que el Papa diga a los
trabajadores mexicanos que “si el trabajo cansa tomen la cruz con
Jesucristo y soporten la fatiga con valor…santifiquen el trabajo aunque
pueda no ser retribuido…Es necesario trabajar con amor y por amor”…para
los patrones. ¡Imaginen nada más que un Papa, el representante máximo
del catolicismo, se atreva a pronunciarse de manera abierta, a favor de
los pobres!
5. ¿Qué pasará cuando el Papa en Ciudad Juárez,
México, aborde su avión el 17 para regresar a Roma? Todo volverá a lo
mismo: seguirá el desplome del peso, el de los precios del petróleo, el
de la producción, del empleo; el crecimiento de la emigración, de los
asesinatos, de la inseguridad, etcétera. Las preguntas serán las mismas:
¿seguirán asesinando periodistas? ¿Seguirán en la cárcel los
estudiantes, los maestros, los luchadores sociales? ¿Seguirá la
investigación de los 43? Pero también estarían las preguntas: ¿Quién
aprovechó la visita papal para hacer los mejores negocios? ¿Quién
mantuvo inteligencia para obtener beneficios políticos? ¿Hará desde Roma
alguna petición papal en beneficio de alguien?
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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