Ruegos al papa
1. Millones de personas
pobres viven esperanzadas en que les reciban su carta o se puedan
acercar para ver pasar al papa; ello puede ayudar a “prolongar” la vida
de la gente que posee mucha fe en su religión y enormes esperanzas en
sus representantes. Por ello dicen que las esperanzas son las últimas en
morir. En cada visita papal –desde la primera que hizo el papa Wojtyla a
México en 1978 cuando gobernaba López Portillo y México aún nadaba en
petróleo- varios millones de personas, 90 por ciento pobre- buscaba al
papa (como si fuera dios) para que le solucione cada uno de sus
problemas. ¿Por qué los altos sectores medios y la clase rica cuando
acude al papa no lo hace con la misma devoción que los millones de
pobres destinan?
2. La religiones, sean católica, judía, musulmana o
budista, nacieron del corazón, la emoción, el sentimiento de la gente y
así se expresan los que son fieles a su dios o religión. Cada una de
las religiones posee experiencias de alrededor de 2 mil años y se han
conservado con poco más o poco menos seguidores durante todos esos
siglos. ¿Por qué los sistemas socioeconómicos cambian (comunidad
primitiva, esclavitud, modo asiático, modo germánico, feudalismo,
capitalismo privado, capitalismo de estado y la religiones sólo se
acomodan a esas transformaciones? ¿Será que esos cambios sólo se han
registrado en la superestructura -arribita de la base- cuando las
religiones se mueven más abajo, en la estructura?
3. En alguno
de sus libros Octavio Paz hablando de la resistencia, explicaba cómo los
conquistadores europeos y el mismo capitalismo había luchado durante
más de 500 años para someter a los pueblos pobres a su cultura y
costumbres; sin embargo la resistencia de los pueblos ha sido más grande
y más fuerte para conservar sus religiones y costumbres. ¿Puede
olvidarse que cuando los españoles avanzaron con la cruz y la espada
para imponer con la fuerza su religión y nuestro pueblo corrió a
esconder a sus dioses tradicionales a los que siguió adorando durante
más de un siglo? Esa resistencia, ahora contra el capitalismo brutal,
racista y desigual, es quizá la explicación de que la gente siga con
pasión, fe y esperanza al papa.
4. ¿Por qué los pueblos
católicos se entregan con enorme fe en las visitas papales?
Probablemente porque los sistemas socioeconómicos sólo han servido al 10
por ciento de personas de alto nivel económico otorgándoles buena vida y
privilegios: mientras el otro 90 por ciento ha vivido en el abandono
dejándole como única opción la de hacer revivir sus creencias como su
única tabla de salvación. El capitalismo extendió el pensamiento
racional desde el siglo 17 pero sólo penetró en las capas altas de la
sociedad provocando la resistencia de los pueblos que siempre han
buscado algún lugar para asirse que les de seguridad y esperanzas. Por
ello, por encima de la intensa y formidable propaganda de todos los
medios de información, está la fe.
5. ¿Es que acaso las
soluciones papales tienen que ser objetivas y concretas como quisieran
ver los racionales? Al parecer a los católicos les bastan las
bendiciones y los rezos para sentir que sus problemas se van
solucionando de uno en uno o de manera global. ¿Qué pasaría si el papa
recibe a los padres de los 43 desaparecidos? Los católicos esperarían un
milagro papal; pero en lo que más esperanza tienen los padres es que el
papa recomiende al gobierno que se solucionen esos problemas y muchos
más que están pendientes. No puede ser de otra manera, aunque los tengan
escondidos porque ello podría ser el derrumbe del gobierno. El papa no
puede obligar a nadie ni siquiera exigir justicia, sino solo hacer una
recomendación, dar bendiciones y rezar.
6 Es lo que muchos
“racionales” no podemos entender sobre el entusiasmo y la entrega de los
fieles en las visitas papales. Los católicos rezan, piden, suplican,
ruegan, para que sus problemas se acaben o por lo menos aminoren y
sienten que con esos ruegos obtienen mucho; pero si esos rezos fueran
del papa, el máximo representante de dios en la tierra, las soluciones
serían más rápidas y se ahorrarían mayores sufrimientos; por ello las
miles de cartas que día tras día recibe. La frase de Marx en el sentido
de que “la religión es el opio del pueblo” no fue ni burlesca ni
grandilocuente; sólo un comentario secundario para explicar que mientras
el pueblo no tenga donde asirse ante el mundo que lo agrede y oprime,
la religión es un sentimiento que lo salva.
7. En un folleto
que escribí en 1992 (hace 23 años) antes de la visita del papa a
Yucatán, asenté: “El autor de este pequeño texto histórico dice no ser
religioso, pero no sabe. Tiene un profundo respeto por los religiosos;
piensa que cada quien puede creer en lo que quiera y se ríe de los que
se dicen jacobinos o ateos porque pueden ser religiosos al revés; pero
combate la enajenación, la sumisión y la mediatización”. Nunca he sido
entusiasta en dar bienvenidas, pero si el papa viene está bien nada más;
tampoco le gritaría “Go home” como lo hacía o haría contra los
guerreristas y asesinos gobiernos y magnates de EEUU y otros lugares.
Pienso que este papa no es tan funesto como Juan Pablo II; pero hay que
esperar un poco para ver si no es más de lo mismo.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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