Alianza por la Solidaridad presenta en Madrid el Seminario “El territorio como espacio de paz en Colombia”, con el objetivo de visibilizar, desde miradas diferentes a la alta política, la realidad actual del proceso de paz y los retos en cuanto al cumplimiento de la agenda de género y la paz territorial
Madrid, 14 noviembre 2017, Amecopress. El proceso de paz en Colombia está en riesgo. Con dos elecciones por delante –en marzo, al Congreso, y en junio, las presidenciales-, un “limbo jurídico” que dificulta la implementación de los acuerdos de paz y la incorporación a la vida cotidiana de exguerrilleros y militares, una militarización de los territorios que persiste y fuertes intereses económicos en la minería y el narcotráfico de coca, la agenda de género y la paz se ven amenazadas. A pesar de todo, los movimientos de mujeres indígenas, afrodescendientes, excombatientes y rurales, siguen apostando por la validez del Acuerdo que se firmó hace un año y que puede contribuir a acabar con 50 años de conflicto en Colombia. Hoy han compartido su mirada en el análisis de los logros y desafíos del proceso que está viviendo el país, desde el punto de vista de la sociedad civil.
Pilar Rueda, asesora de la secretaría ejecutiva de la Jurisdicción Especial para la Paz-JEP (creado tras el acuerdo de paz) y participante en las negociaciones en La Habana; Charo Mina Rojas, líder afrocolombiana y responsable del capítulo sobre etnias del Acuerdo de Paz, y Camila Cienfuegos, exguerrillera de las FARC y participante en las negociaciones para el Acuerdo de Paz, están en España para participar en el seminario “El territorio como espacio de paz en Colombia”, que desarrollará la ONG Alianza por la Solidaridad el próximo 16 de noviembre en el Círculo de Bellas Artes en Madrid.
“La extrema derecha en nuestro país no quiere la paz”
Hoy, acompañadas por Eliana Romero, coordinadora en Colombia de Alianza por la Solidaridad, han reflexionado sobre el camino hacia la paz en el país latinoamericano. De algún modo, saben que la implicación internacional, espacialmente de Europa, es decisiva para impedir el fracaso de un proceso que ha costado mucho y que algunos sectores, en especial la ultraderecha y gran parte de la Iglesia, están empeñados en dinamitar. “La extrema derecha en nuestro país no quiere la paz”, han reiterado.
El proceso de negociación hasta llegar a la paz estuvo marcado por la presión de organizaciones de mujeres para ser incluidas en las negociaciones, logrando que se creara una Subcomisión de Género. Hay que tener en cuenta que el conflicto colombiano ha tenido un tremendo impacto de género: el 50 por ciento de los casi ocho de millones de víctimas del conflicto son mujeres, siendo la violencia sexual un arma de guerra usada por ambos bandos, las FARC y los paramilitares. Sin embargo, las colombianas no se sienten suficientemente representadas en los acuerdos, en los espacios de toma de decisión, ni en las políticas o planes en desarrollo. Un año después, la violencia sexual no ha cesado y las más afectadas son las mujeres indígenas, afrocolombianas o rurales.
Pilar Rueda ha resaltado algunos retos conseguidos en el proceso de paz colombiano: “Es el primer Acuerdo de Paz que incorpora el enfoque de género”, con una subcomisión que apuesta por un “estrategia dual”, que busca incorporar acciones específicas para promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino. También ha destacado la labor de mujeres como Patricia Linares, primera mujer que preside un Tribunal Espacial para la Paz que además está formado por un 51 por ciento de magistradas, o de Luz Marina Monzón, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
A pesar de estos logros, las mujeres siguen siendo discriminadas y violentadas, a lo que contribuye el alto grado de impunidad que gozan algunos delitos como la violencia sexual. Además, en momentos de fragilidad en el proceso, como fue el plebiscito, “el tema del género fue usado para atacar el proceso de paz”, ya que se difamó la labor de la subcomisión de género diciendo que contribuiría al aumento de la homosexualidad, a romper la familia o que se obligaría a la vacunación contra el papiloma humano, entre otras cosas.
Los medios de comunicación han tenido responsabilidad en este mal uso del “género” con intereses políticos y económicos. Y es que todos los poderes y también los grupos armados pusieron a las mujeres como objetivo, especialmente en los territorios –centros de interés económico y poder territorial-, donde hay situaciones muy preocupantes para las mujeres negras afrodescendientes. Así lo ha explicado Charo Mina Rojas, quien ha denunciado la hipocresía de aquellos que se hacen eco de discursos “moralistas”, pero promueven negocios de minería que acarrean prostitución, violencia sexual y violación de derechos económicos de las mujeres.
Para los pueblos, “los realmente afectados”, es fundamental apostar por el proceso y la integridad del acuerdo de paz, “aunque no estemos de acuerdo en todo”, ha dicho la líder afrocolombiana, definiendo tres puntos clave: “la perspectiva de género, el enfoque étnico y una justicia reparadora y restitutiva que permita la reconciliación, la verdad y el reconocimiento frente a lo que pasó”.
Por su parte, Camila Cienfuegos ha denunciado las dificultades para la incorporación a la vida de las exguerrilleras y la “persistente militarización de la vida de las mujeres dentro de los territorios y de las casas”. Ha defendido el enfoque antripatriarcal de las FARC, que pretenden trasladar al partido que han creado, y una perspectiva “colectiva” de la lucha feminista, que cuestiona la “violencia estructural” que permea todos los ámbitos de la vida y ubica la lucha de las mujeres como una conquista de derechos para todo el conjunto de la sociedad.
Seminario
El objetivo del Seminario “El territorio como espacio de paz en Colombia”, es visibilizar, desde miradas diferentes a la alta política, esta situación, así como la realidad actual del proceso de paz y los retos por delante que representa en cuanto al cumplimiento de la agenda de género y la paz territorial.
Las ponentes ofrecerán información de primera mano sobre cuáles están siendo los avances y dificultades para poner en marcha estos Acuerdos de Paz desde su posición como representantes de diferentes colectivos, así como los retos a abordar en los próximos años.
Programa
18:30 -18:45 Registro de participantes
18:45 -19:10 Mesa inaugural: Alberto Furmanski, embajador de Colombia en España; Yago Pico de Coaña de Valicourt, ex embajador de España en Colombia; Adela Díaz Bernárdez, directora de la Oficina de DDHH del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y Santiago de Torres Sanahuja, presidente de Alianza por la Solidaridad.
19:10 -20:45 Mesa Redonda. Moderadora: Lula Gómez, periodista. Ponentes: Charo Mina Rojas, Coordinadora Nacional de Promoción y Difusión del Proceso de Comunidades Negras (PCN) en Colombia; Aída Quilcué, Consejera de Derechos Humanos y Paz de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC). Pilar Rueda, Asesora en Género en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Camila Cienfuegos, Exguerrillera de las FARC e integrante del Estado Mayor Central y de la Comisión de Organización de las FARC-EP.
Fotos AmecoPress
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