Gustavo Leal F.*
El 7 de septiembre 2017 –mientras temblaba– el senador panista por Sinaloa, Francisco López Brito –profundo estudioso del Sistema de Ahorro para el Retiro–, presentó un punto de acuerdo exhortando al presidente Peña a realizar acciones multidisciplinarias para analizar y dar soluciones financieras al problema de las pensiones en México, así como a Carlos Ramírez –titular de Consar– para analizar la viabilidad del incremento de las cotizaciones obligatorias a las Afores para garantizar una pensión digna a los mexicanos.
La pobre calidad parlamentaria del punto de acuerdo, así como la manifiesta esperanza del ginecólogo López Brito de garantizarpensiones dignas vía Afores, confirman un serio desconocimiento del desafío pensionario y su debate en curso.
Todo lo cual coincide con la variopinta Semblanza, donde –de su puño y letra, se consigna que laboró en el IMSS e Issste, además de desempeñarse como secretario directivo municipal, regidor y presidente municipal de Ahome, dos veces diputado local, diputado federal, consejero estatal del PAN, integrante del Comité Directivo Estatal y consejero nacional del CEN panista. A su hoja de servicios se suma la Dirección de la Administración Portuaria Integral de Topolobampo (bajo la presidencia de Calderón), así como sus actuales responsabilidades como presidente de la Comisión de Pesca, secretario de la Comisión de Desarrollo Regional e integrante de las Comisiones de Salud y de Agricultura y Ganadería del Senado de la República.
Su extraordinariamente reciente interés por las pensiones tampoco se aprecia en su Quinto Informe de Trabajo Legislativo (2.9.17) Ahí destaca que, el debate parlamentario en el Senado, dejo resultados positivos como: la aprobación de la reforma en materia de cannabis y resaltó que –entre septiembre-2016/abril-2017– al pleno se presentaron 547 iniciativas y se aprobaron 339 dictámenes con punto de acuerdo. También se aprobaron cuatro reformas constitucionales. López Brito presentó 42 iniciativas: 17 de las cuales son de su autoría, de 25 es co-autor, además de registrar 53 puntos de acuerdo todos de su autoría. Una de esas iniciativas alude a la Ley General del Tabaco. Otra se ocupa de la donación de órganos. Además, la Comisión de Salud –que preside– otorgó trámite a 253 asuntos turnados, constituyéndose en la más productiva del Senado. López Brito presume también haber realizado más de 8 mil 630 gestiones a ciudadanos. Como se aprecia muy poco de esta labor se relaciona con el desafío pensionario.
No sorprende, por tanto, que su punto de acuerdo pretenda sólo establecer acciones multidisciplinarias exclusivamente orientadas a analizar y dar soluciones financieras al problemade las pensiones. Tal y como documenta el desparpajado, impreciso y equívoco trabajo del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, CIEP, Pensiones en México: 100 años de desigualdad (2017). Cuando lo que se debate hoy, busca superar la visión tecnocrática que empapa la dinámica del SAR durante sus 20 años recorridos, recuperando para ello una agenda integral del derecho humano al retiro digno.
Tampoco sorprende que López Brito sólo pueda reducir esa agenda a un impreciso exhorto a Consar para que analice la viabilidad del incremento de las cotizaciones obligatorias a las Afores para garantizar una pensión digna a los mexicanos. ¿Qué otra cosa ha hecho su presidente, Carlos Ramírez, sino machacar en medios y sin pausa ese incremento, recurriendo incluso a la OCDE? ¿Y qué otra cosa ha hecho el secretario Meade –así como su subordinado Óscar Vela desde la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la SHCP– recurriendo incluso al FMI?
Por ejemplo, el 28 de julio de 2017, el secretario Meade declaró que la presión que ejerce sobre el gasto público la necesidad de financiar el creciente déficit para el pago de pensiones es uno de los factores que determinarán la magnitud del recorte para el gasto en 2018. Es decir: pretende culpar a las pensiones de los recortes futuros.
Es claro que como responsable de la finanzas públicas, el secretario Meade debe ser extraordinariamente prudente y cuidadoso al escudarse en la pensiones para anticipar recortes. La seriedad de esa responsabilidad conlleva emisiones exactas. Mientras no descomponga públicamente el peso que sobre las pensiones en curso pago tiene el costo fiscal de las fracasadas reformas IMSS-Issste, sus emisiones no lo serán. ¿O pretende endosar –a quienes devengan jubilaciones/pensiones que ganaron– el costo de los yerros de la tecnocracia hacendaria que fracasó con las reformas IMSS-Issste?
El entero contenido del punto de acuerdo del senador López Brito confirma su incapacidad para abrir un debate que ya tiene alcance nacional.
Apenas en septiembre 2017, el tema 9 de la agenda legislativa del Frente Ciudadano por México (Salario y pensiones dignas) ofrecía: establecer un verdadero salario digno que cumpla con el mandato constitucional y le permita al trabajador satisfacer las necesidades de su familia en el orden material, social y cultural. Impulsar una revisión integral del sistema de pensiones a fin de garantizar un retiro digno para los trabajadores.
Tal vez la respuesta a las premuras del senador López Brito para presentar tan pobre punto de acuerdo se ubique en la galaxia de las pugnas partidarias interpanistas. Lo que mueva a López Brito no está lejos del enfrentamiento Cordero-Anaya, pero sin duda, sí está mucho muy lejos de las pensiones que reclaman con justicia todos aquellos trabajadores que se las han ganado y, sobre todo, los jóvenes.
* Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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