5/18/2017

Territorialización de la Reforma energética


Black Magazine

Ha llegado a mis manos un cuadernillo de investigación imprescindible. “Territorialización de la Reforma Energética: el control privado de la explotación, el transporte y la transformación energética en el noreste de México.” Largo título, como largo ha sido el trajinar del proyecto de apropiación capitalista del territorio mexicano. Imprescindible ahora que la aprobación de la Reforma Energética (RE) cumple tres años y medio; tiempo que nos ha permitido ver desde ya las corrosivas consecuencias de su implementación.
Elaborado por GeoComunes, colectivo que acompaña a pueblos, comunidades, barrios u organizaciones en lucha por la defensa de los bienes comunes, cartografiando sus conflictos socio-territoriales, pero que ahora nos presenta, con ayuda de la Fundación Rosa Luxemburgo, éste trabajo inquisitivo que creemos pertinente darle difusión. El eje central es el cómo la RE ha lubricado el proceso de la privatización de la energía eléctrica en la región noreste de México, pero de un lado incluye los respectivos antecedentes y, del otro, casos particulares. Sin más preámbulo, en lo que viene desglosaremos parte del contenido.
Desde que Peña Nieto fuera pre candidato a la presidencia por el PRI prometió concretar la RE. Una vez envestido hizo uso del Pacto por México para que, de manera anti democrática, se aprobara el 20 de diciembre de 2013. Anhelos de gobernar por decreto –método perfeccionado en el caso Xochicuautla. No ha sido la única reforma. En tres años se ha aprobado un paquete de otras 28 que profundizan –diferenciadas y con un cariz variado– el neoliberalismo en México. En el caso de la reforma en cuestión, lo que ha hecho es el entregar la gestión del territorio nacional al capital privado, con lo cual, un conjunto de empresas han adquirido control pleno sobre distintos momentos estratégicos en la reproducción social del país y, además, esto es respaldado por la Constitución.
Ahora los privados tienen holgura para ampliar el poder sobre los hidrocarburos, sobre la transportación, almacenamiento, suministro y –lo verdaderamente innovador en la RE– la infraestructura de producción y extracción de dichos recursos estratégicos. Si la lógica de las empresas privadas se rige por la obtención de las máximas ganancias posibles, los procesos anteriormente señalados velarán por los modos y las formas más redituables, sin que el Estado dirija el metabolismo social que de ello se desprende, es decir, se restringirá de la planificación del desarrollo urbano, industrial y al movimiento de mercancías, personas y recursos; la cual ahora se reconfigurará con base en la lógica de la acumulación del capital y no de las necesidades comunitarias. Ello se traduce a un control poblacional-territorial por parte de las empresas privadas.
Como advertimos, la Reforma profundiza el proyecto político del neoliberalismo, el cual obliga a realizar modificaciones jurídicas, técnicas y administrativas, pero no basta con eso, recordemos –con Maquiavelo– que el centauro Quirón es mitad hombre y mitad bestia, el Estado tiene, en última instancia, la coerción (aunque no es tema del artículo, siempre hay que tenerlo en cuenta). La que la RE logró fue que PEMEX ya puede celebrar acuerdos con capitales privados para la explotación y producción de hidrocarburos, aún más, la comercialización de la electricidad se termina de abrir por completo a los privados, con lo cual se logran involucrar en todas las ramas de la cadena productiva de los energéticos. La cereza en el pastel: todo ello sin asociarse con Petróleos Mexicanos.
El proceso de asignación, subasta y licitación de los campos explotables, que condiciona la participación de los capitales privados, se han llamado rondas y se establecieron cuatro (concluirán este año). En ellas se planea subastar el 34% de los recursos prospectivos del país (38,844 millones de barriles de petróleo crudo equivalente) y es en la región del noreste donde se encuentran tales recursos (NL, Tmps., Coah. y Ver.) y donde se centra le estudio.
Es historia conocida que desde el siglo XX la matriz energética del país es dominada por el petróleo, pero desde los años 90 la tendencia del uso del gas natural en el total de la generación de energía ha subido a más del 40%. He ahí la clave de la RE, catapultar al gas natural como un negocio prolífico y de jugosas ganancias. Con tal auge, bajo el concepto de “productor independiente”, las empresas privadas pueden desarrollar, construir, poseer, operar y mantener centrales de generación eléctrica. A guisa de ilustración, en 2013 se otorgaron 126 permisos para la generación privada de energía y en 2012 empresas privadas extranjeras adquirieron 15 de las 21 principales centrales de generación eléctrica; cabe resaltar que todas las empresas funcionaban con gas. El negocio se centrará en las áreas de Burgos, Burros-Picachos y Tampico-Misantla, donde en 2013 el 77% de la electricidad generada fue a partir de gas –principalmente– y en centrales privadas. La cosa no para ahí, se planean desarrollar 51 proyectos de generación eléctrica entre 2016 y 2030, gran noticia para las empresas que ya están participando en las rondas o que han manifestado interés en participar, como las ‘mexicanas’ Sierra Oil & Gas (ligada a Salinas), Petrobal (de Bailleres), Carso Oil and Gas Slim (de Carlos Slim), Newpwk; o las extranjeras Eni, BHP Billiton, BP Exploration, Chevron, Exxon Mobil, Repsol, Shell, Total y Statoil, etc.
En fin, todo lo anterior es apenas algunos puntos desarrollados en el cuadernillo de investigación. Es un trabajo que, como ellos esperan, tiene que ser corregido, completado y actualizado por los propios pueblos y comunidades en su proceso de organización, resistencia y lucha, pero que ya es valioso de suyo; no tiene desperdicio alguno.
Mucho se dice que el famoso capítulo XXIV de El Capital es una narración de los orígenes históricos del capitalismo, pero poco se ha hablado de que el robo, destajo y despojo de los territorios tiene implícita cierta fuerza política bastante desarrollada capaz de llevarlo a cabo. Hablar de la RE en términos jurídicos, técnicos, económicos y administrativos, debiera acompañarse con la discusión sobre lo político en ella. Porque el neoliberalismo es fundamentalmente, un proyecto político, ahí se juega lo decisivo y esta investigación bastante aporta a ello. Los invitamos a leer la versión disponible en línea en el siguiente link: https://goo.gl/y2puOh
Al pie del verano.

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