Aparte, aseguró que dichos modelos estadísticos conllevan altos riesgos técnicos y políticos.
Mientras que Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que “si dos preguntas son diferentes, ya no son comparables. Yo puedo utilizar algún método estadístico para que una encuesta se parezca a la otra, pero genera un error de estimación”.
Forzar la comparación, agregó Rubio, condenaría la credibilidad del Inegi y del Coneval, que deberá decidir si acepta o no los resultados finales del Instituto.
“Nuestra mayor preocupación es que se haga un uso político de la medición, porque todos los signos apuntan al riesgo de que, cuando se anuncie la nueva cifra, digan que bajó considerablemente la pobreza”, alertó.
Dentro de este contexto, Rodolfo de la Torre, miembro del grupo técnico ampliado que evalúa el Módulo de Condiciones Socioeconómicas del 2015, consideró que uno de los factores que alteraron la encuesta de pobreza de ese año fueron las dádivas entregadas en entidades con elecciones.
Desde mediados del gobierno de Peña Nieto, el l Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que el Módulo que serviría para conocer los niveles de pobreza en el país.
El día en que fue publicado, el Inegi adelantó que la encuesta no podría ser comparada con los resultados de los años anteriores por los cambios en la medición de la pobreza.
Ante estas declaraciones, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) decidió realizar su reporte.
De la Torre consideró que dentro de los factores internos se encuentra el nuevo planteamiento de operativo de campo y otros factores externos que coincidieron con los tiempos del levantamiento.
“El más claro es que había campañas electorales en los estados, sobre todo a nivel municipal. Parece que sí influyó en el tipo de respuestas que proporcionaron los entrevistados”.
Explicó también que las entregas de dádivas que se realizaron durante las campañas fueron registradas como ingresos. Por su parte, los gobiernos estatales recordaron a las personas los apoyos que recibieron a lo largo del tiempo.
El director de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) agregó que “en algunas zonas donde hubo elecciones, el comportamiento de respuesta de personas fue diferente”.
De la Torre declaró estar preocupado de que la cartilla social, que incluye información sobre cuánto dinero reciben las personas a través de programas sociales federales y locales provoque un sesgo importante en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, con base en la cual se realizará la medición de pobreza de este año.
Otro de los factores fue que el número de hogares y de perceptores captados no corresponde a otra información que se tiene para el mismo año, cambió el peso relativo que tienen ciertos hogares al representar al conjunto de la población.
Especialistas también expresaron su preocupación ante el intento del Inegi de forzar la comparabilidad de la encuesta de pobreza 2015,la cual se presentará el próximo 28 de agosto.
Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) e encarga, desde el 2008, de medir la pobreza con base en las encuestas del Inegi, sobre el ingreso y las características de los hogares.
Al cambiar la metodología del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015, la serie histórica con cifras de las últimas dos décadas se vio interrumpida, ya que no se puede comparar con las cifras de años anteriores.
Actualmente, el Instituto analiza cómo hacer comparable el Módulo en materia de ingreso corriente per cápita, donde factores que aún no han sido publicados por el Inegi hicieron que la encuesta sea incomparable.
Mientras que Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que “si dos preguntas son diferentes, ya no son comparables. Yo puedo utilizar algún método estadístico para que una encuesta se parezca a la otra, pero genera un error de estimación”.
Forzar la comparación, agregó Rubio, condenaría la credibilidad del Inegi y del Coneval, que deberá decidir si acepta o no los resultados finales del Instituto.
“Nuestra mayor preocupación es que se haga un uso político de la medición, porque todos los signos apuntan al riesgo de que, cuando se anuncie la nueva cifra, digan que bajó considerablemente la pobreza”, alertó.
Dentro de este contexto, Rodolfo de la Torre, miembro del grupo técnico ampliado que evalúa el Módulo de Condiciones Socioeconómicas del 2015, consideró que uno de los factores que alteraron la encuesta de pobreza de ese año fueron las dádivas entregadas en entidades con elecciones.
Desde mediados del gobierno de Peña Nieto, el l Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que el Módulo que serviría para conocer los niveles de pobreza en el país.
El día en que fue publicado, el Inegi adelantó que la encuesta no podría ser comparada con los resultados de los años anteriores por los cambios en la medición de la pobreza.
Ante estas declaraciones, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) decidió realizar su reporte.
De la Torre consideró que dentro de los factores internos se encuentra el nuevo planteamiento de operativo de campo y otros factores externos que coincidieron con los tiempos del levantamiento.
“El más claro es que había campañas electorales en los estados, sobre todo a nivel municipal. Parece que sí influyó en el tipo de respuestas que proporcionaron los entrevistados”.
Explicó también que las entregas de dádivas que se realizaron durante las campañas fueron registradas como ingresos. Por su parte, los gobiernos estatales recordaron a las personas los apoyos que recibieron a lo largo del tiempo.
El director de Desarrollo Social con Equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) agregó que “en algunas zonas donde hubo elecciones, el comportamiento de respuesta de personas fue diferente”.
De la Torre declaró estar preocupado de que la cartilla social, que incluye información sobre cuánto dinero reciben las personas a través de programas sociales federales y locales provoque un sesgo importante en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2016, con base en la cual se realizará la medición de pobreza de este año.
Otro de los factores fue que el número de hogares y de perceptores captados no corresponde a otra información que se tiene para el mismo año, cambió el peso relativo que tienen ciertos hogares al representar al conjunto de la población.
Especialistas también expresaron su preocupación ante el intento del Inegi de forzar la comparabilidad de la encuesta de pobreza 2015,la cual se presentará el próximo 28 de agosto.
Por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) e encarga, desde el 2008, de medir la pobreza con base en las encuestas del Inegi, sobre el ingreso y las características de los hogares.
Al cambiar la metodología del Módulo de Condiciones Socioeconómicas 2015, la serie histórica con cifras de las últimas dos décadas se vio interrumpida, ya que no se puede comparar con las cifras de años anteriores.
Actualmente, el Instituto analiza cómo hacer comparable el Módulo en materia de ingreso corriente per cápita, donde factores que aún no han sido publicados por el Inegi hicieron que la encuesta sea incomparable.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario