Grupo México y Goldcorp son las dos mineras que mayores cantidades de agua consumen en el país, señala el Debate sobre grandes consumidores de agua: El caso de las mineras en México,
informe elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión
Pública (Cesop) de la Cámara de Diputados, publicado el 27 de abril
pasado.
Catorce empresas han contaminado los cuerpos de agua de
las comunidades donde se encuentran. Y otras siete acaparan el líquido
de tal forma que ponen en riesgo a las localidades que las circundan.
“La
mitad del agua destinada a la minería en el país se extrae de tan sólo
tres estados: Sonora (107.9 millones de metros cúbicos anuales),
Zacatecas (55.8 millones de metros cúbicos anuales) y Michoacán (44.4
millones de metros cúbicos anuales), indica la información documentada
por el investigador Manuel Llano Vázquez, maestro en antropología social
por la Universidad Iberoamericana y autor del portal de análisis
CartoCrítica.
Y es bajo las denominaciones de Buenavista del
Cobre, SA de CV; Compañía Industrial Minera México, SA de CV; Industrial
Minera de México, SA de CV; Mexicana de Cananea, SA de CV y Mexicana
del Cobre, SA. de CV; que el conglomerado Grupo México mantiene 142
títulos de concesión de agua, como se documentó en la edición 487 de Contralínea.
En
tanto que la minera canadiense Goldcorp, Inc, es la segunda en
acaparamiento de recursos, mediante sus filiales Camino Rojo, SA de CV;
Compañía Minera Nukay, SA de CV; Desarrollos Mineros de San Luis, SA de
CV, y Minera Peñasquito, SA de CV, que ocupan más de 47 millones 600 mil
metros cúbicos anuales, según la información de CartoCrítica.
Grupo
México también ha sido identificada por la Auditoría Superior de la
Federación dentro de las 59 que “que cuentan con títulos de concesiones
mineras, que se identificaron como presuntos evasores, a fin de
constatar el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, debido a que no
realizaron el pago de los derechos especial, adicional o extraordinario
de minería previstos en los artículos 268, 269 y 270 de la Ley Federal
de Derechos”.
Mineras, causantes del deterioro
El estudio
del CESOP apunta que la inversión extranjera en el sector minero en
México no ha representado necesariamente una mejora económica en las
poblaciones marginadas. “Más bien, parece que, al contrario, algunas
veces son causantes de deterioro en la vida de los pobladores. Puede
mencionarse, el caso de la mina concesionada por el gobierno federal a
la transnacional canadiense Fortuna Silver Mines, cuya filial es la
Compañía Minera Cuzcatlán, en San José del Progreso, Oaxaca”.
San
José del Progreso es el tercer municipio más pobre de ese estado y se
estima una ganancia de 360 millones de pesos de la minera canadiense, en
2012, con la extracción de miles de onzas de oro y plata. En contraste,
el pago por esas concesiones al gobierno federal ascendió apenas a 2
millones de pesos. Datos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)
muestran que el 16.67 por ciento de las personas de este municipio
viven en muy alto grado de marginación; el 75 por ciento, en alto grado y
sólo 1 por ciento en grado medio.
La
Constitución dice que el uso de los recursos naturales los debe
impulsar el Estado y sólo excepcionalmente los particulares. Esto es
algo que no se está haciendo ni con la minería ni con el agua, dice en
entrevista Francisco López Bárcenas, autor del libro El mineral o la vida. La legislación Minera en México.
Pareciera
que la industria minera dentro de la economía es de suma importancia,
pues es el cuarto sector que más ingresos genera, pero eso no quiere
decir que el país sea rico porque los beneficios van a dar a las arcas
de los que están explotando los recursos.
“Lo que dejan al Estado
es un mínimo y lo que queda como la anuencia para el desarrollo del país
es nada. Ése es el esquema que se tiene que revisar, porque los efectos
secundarios que tiene son muchos: peligro en las condiciones laborales,
contaminación, explotación de recursos hídricos y evasión de
impuestos”, comenta el especialista.
Las grandes consumidoras
Las
empresas mineras son grandes consumidoras de recursos hídricos. La
investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Sol Pérez
Jiménez, indica que el 38 por ciento de los proyectos mineros coinciden
en zonas de acuíferos con disponibilidad hídrica precaria o que son
considerados sobreexplotados.
En su investigación Impacto de la minería metálica en el recurso hídrico,
la académica enlista 14 empresas que han contaminado los cuerpos de
agua de las comunidades donde se encuentran; así como el acaparamiento
del recurso por parte de siete empresas y otras tres con “amenaza de
impacto”.
Entre ellas se encuentran la empresa Peña Colorada,
filial de Ternium. Según la investigadora, indica que en Colima
diferentes comunidades han reportado desecación de manantiales y
contaminación del Río Marabasco. Contrario a ello, información de la
empresa dice que el agua es un insumo estratégico de los procesos
mineros de Ternium, por lo cual “se han aplicado diversos sistemas para
cuidar la cantidad y la calidad del recurso”.
Herrero de la Bufa,
en Durango, de la empresa Grupo Minero Bacis, ha sido denunciada por
organizaciones de pescadores, que indican que hay contaminación del agua
por derrames de las presas de jales de la misma empresa. Por su parte,
la información del consorcio minero se enorgullece de que en la última
década ha logrado una producción de 1 mil 500 toneladas métricas, que
produce un concentrado “Bulk” (plata-oro).
Minera Plata Real
(filial de la canadiense Linear Gold) es otra de las empresas cuyos
trabajos de exploración, en Oaxaca, “han causado grave contaminación en
el río y en los mantos freáticos”, documenta la geógrafa por la
Universidad Nacional Autónoma de México.
En el acaparamiento o
agotamiento de agua, Pérez Jiménez expone que la minera Sundance
Minerals, disecó manantiales y contaminó arroyos en Capulálpam de
Méndez, Oaxaca. Éste “había sido un pueblo minero. La escasez de agua y
contaminación del suelo hizo a los pobladores buscar la manera de
expulsar a la empresa canadiense, que explotaba a cielo abierto el oro
de esta comunidad” (Contralínea 339).
La empresa
Peñasquito, de GoldCorp, ha generado el agotamiento del agua, ya que en
varios ejidos los pozos se han secado por completo. La compañía está
instalada en Mazapil, Zacatecas.
La
mina El Arco, de Grupo México, en Baja California, afectaría el
acuífero del Vizcaíno. Éste se encuentra proyectado en un área natural
protegida, denominada Reserva del Valle de los Cirios, en el municipio
de Ensenada.
El proyecto Paredones Amarillos, de Vista Gold,
“afectaría la reserva de la biósfera Sierra de la Laguna, principal
fuente de agua dulce de los municipios de La Paz y Los Cabos”, explica
la investigadora.
En el proceso extractivo se emplea habitualmente
cianuro y los residuos minerales contienen naturalmente compuestos de
sulfuro, que cuando se exponen al agua y al oxígeno, forman ácido
sulfúrico.
En un fenómeno denominado drenaje de ácidos
provenientes de minas, el ácido sulfúrico se filtra a través de los
residuos de las minas y libera sustancias tóxicas como el cadmio y el
arsénico de la roca. Esta mezcla venenosa puede escurrirse a la capa
freática u otras fuentes de agua locales y, al ser consumida, puede
causar daños al sistema nervioso, cáncer, enfermedades hepáticas y otros
efectos adversos para la salud de los seres humanos, como se explica en
el informe Han destruido la vida en este lugar. Megaproyectos, violaciones a derechos humanos y ambientales en México, elaborado por el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez.
Repercusiones de la minería
Los
impuestos que pagan estas empresas no están retribuyendo en la
devastación ambiental (incluyendo el uso excesivo del agua) que está
dejando la industria, dice Mayra Montserrat Eslava Galicia, académica de
la Facultad de Estudios Superiores Aragón.
El CESOP menciona que
en el país se tienen identificadas seis zonas donde la sobreexplotación
del agua es generada principalmente por actividades mineras circundantes
o que transportan el recurso de estas áreas acuíferas a su campo de
trabajo. “Los casos más notorios de sobreexplotación, relacionada con la
actividad minera, se localizan en los acuíferos de Valle de Ixtlahuacan
(Colima), Los Juncos (Chihuahua), Campo Mina (Nuevo León), Villa
Hidalgo (San Luis Potosí), San Simón (Baja California) y en Guadalupe de
las Corrientes (Zacatecas)”.
Entre los aspectos que analiza el
Centro de la Cámara de Diputados se encuentra sobre la actividad minera
en el país es la contaminación que deja en los recursos hídricos, indica
que en el caso de Grupo México “ha dejado en el municipio daños
ecológicos fuertes, con la contaminación de los mantos acuíferos de la
zona (por el derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre
acidulado en el río Sonora).
“La empresa en cuestión utiliza miles
de litros de agua y mercurio para separar el oro; por consiguiente, el
líquido queda contaminado y ya no se puede aprovechar, ni para consumo
humano ni para riego”, indica el estudio del CESOP.
El CESOP
identifica que “el suelo de las regiones mineras no sólo recibe los
desechos sólidos y líquidos derivados del uso humano; también aguas
ácidas que contienen metales pesados de mineralizaciones sulfuradas
aflorantes. También se trata de contaminación por la minería a cielo
abierto y por el alto consumo de agua que demanda la explotación de los
minerales”.
También, dice el Centro de la Cámara de Diputados,
innumerables estudios de especialistas han documentado de manera
exhaustiva que ninguna actividad industrial es tan agresiva ambiental,
social y culturalmente como la minería a cielo abierto.
Sin garantías laborales
La
seguridad laboral es otra de las aristas que no cumple la industria
minera en México. Pedro Vargas, trabajador de la minera Autlán, en
Puebla, dice que las condiciones de trabajo para los mineros son muy
reducidas, pues ante cualquier evento no hay garantía de una atención
debida.
“Los
riesgos que tenemos están en la misma operación de la mina, el manejo
de los hornos y la contaminación a la que estamos expuestos. Hablamos
con los patrones para que mejore nuestra situación: necesitamos medidas
de seguridad más específicas para evitar cualquier accidente; pero no
nos hacen mucho caso”, dice el integrante del Sindicato Nacional de
Trabajadores Mineros Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana.
Industrial
Minera México, filial de Grupo México, tiene en su historial la muerte
de 65 de sus trabajadores tras la explosión de la Mina 8 Pasta de
Conchos, hace 11 años.
En enero pasado dos trabajadores de la
minera Gold Resource Corporation perdieron la vida. En tanto, la
canadiense Panamerican Silver fue acusada de despojo por habitantes de
la comunidad zacatecana La Colorada, municipio de Chalchihuites.+
Érika Ramírez
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