9/08/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Calderón será extraditado, si lo pide EU
El pago de intereses se comerá todo un año del presupuesto
El carro usado se vende más
Todos los temas tratados en la extensa entrevista que nuestros compañeros de La Jornada hicieron al presidente López Obrador son muy interesantes, pero hay dos que tienen trascendencia política y económica.
1. Si Estados Unidos solicitara la extradición del ex presidente Felipe Calderón, México la concedería en atención a los acuerdos bilaterales establecidos, dijo. El expediente Genaro García Luna se está tramitando en la fiscalía de una corte neoyorquina, es un tema que ya hizo suyo el gobierno federal de Estados Unidos. Tiene que castigar a los responsables de haber introducido drogas a su territorio, que han causado un daño enorme a su población, especialmente los jóvenes. Es casi seguro que García Luna, para salvar la cadena perpetua en prisión, ya embarró a su jefe. No es necesario que se reanude el proceso, el gobierno puede pedir la detención y extradición de Calderón en cualquier momento. Es ese su destino casi inescapable, una celda en una prisión estadunidense, con uniforme naranja y grilletes en pies y manos. López Obrador no quiere mancharse las manos. Ya dijo que le perdona haber robado la elección de 2006, sólo que Calderón es muy soberbio. No deja de atacarlo todos los días, cuando bien podría pedir clemencia y tener el apoyo del gobierno mexicano. Es lo único que, quizá, podría aligerar lo que le espera.
2. Deuda pública. El pago de intereses de la deuda es uno de los factores determinantes de la política económica del país. López Obrador sólo contará con el presupuesto de cinco años para seis de gobierno porque uno completo se los comerán los intereses (es como si le descontaran un quinto de su quincena, aproximadamente). A menos de que la economía creciera a 4 por ciento anual, pero eso sería un milagro. Por eso no quiere contraer más deuda. Dijo en la entrevista: “Fue lo que hicieron, revisen cómo se han endeudado en Europa, ya no hablemos de Estados Unidos, porque esa es una circunstancia aparte; Japón, Alemania… O sea, se fueron a lo mismo, a la contratación de préstamos en cantidades desproporcionadas y a entregar dinero a corporaciones, arriba. Lo nuestro no fue así. Nosotros ahorramos, ajustamos el gasto para liberar fondos y metimos más apoyos abajo para que no se afectara el consumo. No se nos cayó el consumo, no hemos tenido una crisis de consumo, no tuvimos una crisis de inflación o carestía. Esto se pudo lograr –yo creo que ya pasamos lo peor– porque coincidió con que llegaron más remesas de nuestros paisanos migrantes. En vez de que se cayeran los montos de lo que envían, se incrementó el volumen, hasta ahora en 10 por ciento en términos reales. Calculamos, lo dije en el Informe, que va a haber un récord de entradas de remesas. Vamos a llegar a 40 mil millones de dólares y estamos hablando de que ese dinero, que es ahora la principal fuente de ingresos del país, llega abajo, a 10 millones de familias”. No lo dijo el Presidente, pero sin esa entrada de divisas nuestro peso ya se habría devaluado a 50 por dólar.
Está de moda el auto usado
Los autos usados generalmente se pasan por alto porque mucha gente quiere tener uno del año. Ahora, de repente, son el producto más popular de la industria. Los consumidores en Estados Unidos compran vehículos usados “para ahorrar dinero en una economía incierta, sin saber cuándo ellos o su cónyuge podrían perder el trabajo... o conseguir nuevo empleo si ya están desocupados. La demanda de esos automóviles también se ha visto alimentada por una interrupción de aproximadamente dos meses en la producción de nuevos esta primavera, que también alcanzó a México. En todo Estados Unidos los precios de los autos de segunda mano se han disparado. Sólo en julio, su valor promedio aumentó más de 16 por ciento, según la consultora Edmunds.com. En México está sucediendo algo parecido: suben ventas de autos usados y se desploman las de los nuevos.

Los enredos y extravíos de Morena
Recurrir a Muñoz Ledo
Calderón: movilización tuitera
Diez dejan la Conago
Al inicio del proceso electoral que llegará a junio de 2021, el partido en el poder parece a la deriva, sin encontrar siquiera la forma de renovar su dirigencia nacional con un sentido claro de autocorrección y unidad, mientras los partidos opositores al morenismo se estancan en una retórica casi burocratizada.
Morena es casi nada sin Andrés Manuel López Obrador y, en ausencia tutelar del máximo jefe, el partido teóricamente tan poderoso carece de brújula, a tal grado que en la desesperación del grupo que hoy controla su dirección (Alfonso Ramírez Cuéllar, Bertha Luján y Héctor Díaz Polanco) como presunta ficha salvadora ha aparecido de mala manera, impulsado casi oficialmente desde esa facción, el personaje que mejor representa la versatilidad ideológica, el camaleonismo operativo, Porfirio Muñoz Ledo, que ha transitado con similar pasión y compromiso en los más disímbolos y contradictorios terrenos partidistas. A su larga historia multiforme se ha añadido, también de manera extraoficial, cual si fuera una fórmula de candidatos a la presidencia y a la secretaría general, a la senadora morenista más joven y muy combativa, Citlalli Hernández, de izquierda sin mescolanza.
Por otra parte va Mario Delgado, pieza neta de Marcelo Ebrard, quien peleó hasta el final por hacerlo su sucesor en 2012, lo cual no logró. Además del canciller multiusos, a Delgado lo apoya Ricardo Monreal, quien tiene la vista puesta en ser promotor de candidaturas grupales en 2021 y, en 2024, candidato a la Presidencia de la República o a jefe de Gobierno de la Ciudad de México, lo que se le conceda primero, a nombre de Morena o por fuera de ella.
También buscan presidir Morena, mediante el sistema de encuestas que le impuso el tribunal electoral al partido internamente deshilachado, el joven intelectual y buen polemista Gibrán Ramírez, el diputado Javier Hidalgo Ponce y el suplente en el Senado de Monreal, Alejandro Rojas Díaz-Durán. Ah, Yeidckol Polevnsky pareciera persistir en el intento, sin resolverse aún las denuncias de corte penal, civil y mercantil que la actual dirección morenista instauró contra ella por presuntos actos de corrupción en el manejo del dinero partidista.
En el flanco opositor lo más relevante en estos días es la defensa mediática, casi únicamente tuitera, que el ex ocupante de Los Pinos, Felipe Calderón Hinojosa, hace de su propia causa, relacionada con la solicitud de registro de un partido al que se denominaría México Libre. No se ha visto hasta ahora un solo acto público presencial que muestre el supuesto músculo de la citada tentativa de partido. Los irónicos consejos de movilización y protesta, dados por López Obrador a quien le birló la Presidencia de la República en 2006, no han encontrado condiciones propicias en el calderonismo, que a reserva de lo que suceda con las impugnaciones ante el tribunal electoral federal ya tiende la vista hacia un plan B, que consideraría la reunificación con el panismo, que no está siendo solidario con la batalla del felimargarismo en pos de su propio partido.
En ese mismo contexto de futurismo se ha producido la salida de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) de 10 de sus miembros, quienes precisaron que su renuncia no se relaciona con la gestión del priísta potosino Juan Manuel Carreras, al que elogiaron. En realidad, es un lance contra el obradorismo, un frente opositor a Palacio Nacional que se parapeta tras propuestas de índole fiscal, sanitaria, educativa y de otro género formal.
La Conago ha sido un escenario de simbolismos, que en estos momentos no tiene mayor trascendencia. Entre los gobernadores que se escinden destacan dos que aspiran a ser candidatos presidenciales, el panista chihuahuense Javier Corral Jurado y el jalisciense Enrique Alfaro, externo al Movimiento Ciudadano, pero firme controlador de una buena porción de este partido. ¡Hasta mañana!

Hoy, paquete económico 2021
Sin nueva deuda, el saldo crece
Hoy por la tarde se conocerá el contenido del paquete económico 2021, que el Ejecutivo pone a consideración del Legislativo, propuesta que, de entrada, no considera aumentar impuestos ni contratar débito, elemento este último que ha sido insistentemente propuesto por la cúpula empresarial, con el fin, obvio es, de que ese endeudamiento se canalizara –a la vieja usanza– al rescate de los grandes corporativos. La respuesta del gobierno federal ha sido tajante: ni un peso más de deuda, aunque el saldo de esta ha crecido por efectos devaluatorios.
Sin embargo, es creciente el peso del costo financiero de la deuda y anualmente se come buena parte del Presupuesto de Egresos de la Federación. Por ejemplo, La Jornada (Israel Rodríguez) documenta que en los pasados 14 años los contribuyentes mexicanos, sólo por pago de intereses, comisiones y otros gastos de la deuda pública, han erogado5 billones 897.5 mil millones de pesos, cantidad 88 por ciento superior al monto de la deuda total del sector público, en su expresión más amplia, que en 2006 alcanzó 3 billones 135.4 mil millones de pesos. Pese a que en las finanzas públicas se destinan cada año cifras ascendentes para el pago del servicio de la deuda total (interna y externa), lejos de disminuir esos pasivos casi se han triplicado de 2006 a lo que va de 2020, revelan datos contenidos en los anexos del segundo Informe de gobierno. Y la mayor proporción de pago corresponde a intereses (alrededor de 98 por ciento de las erogaciones).
En lo que se refiere al crecimiento de la deuda pública, la medalla de oro corresponde a Felipe Calderón y la de plata a Enrique Peña Nieto, quienes indiscriminadamente aumentaron el saldo de dicho débito. En los pasados 14 años la proporción de la deuda del sector público respecto del producto interno bruto (PIB) pasó de representar 18.7 por ciento en 2006 a 53.2 por ciento al cierre de la primera mitad de 2020, es decir, un aumento de 34.5 puntos porcentuales (ídem), con todo y que en la 4-T no se ha contratado nueva deuda.
En entrevista con La Jornada, el presidente López Obrador dejó en claro que vamos a salir sin necesidad de llevar a cabo una restructuración a fondo de la deuda pública. El año pasado no aumentó y eso nos ayudó. Es más, hasta marzo en vez de aumentar había bajado. Entonces ya no se pudo por la pandemia mantener el mismo nivel de endeudamiento, pero nos vamos a recuperar con crecimiento y además porque ya se está apreciando el peso. Llegó a estar a 25 por dólar, un poco más. Hoy está abajo de 22. Vamos a salir adelante y consideramos que con el crecimiento, con el manejo honrado del presupuesto, con la austeridad, nos va a alcanzar. No vamos a irnos a un plan de restructuración de deuda; queremos también mantener la confianza en el país. Se tiene mucha confianza en México, como nunca. Esto se demuestra con la llegada de la inversión extranjera; no se ha caído. Y esperamos que va a llegar más.
El fantasmal secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ha dicho que si bien para 2021 se espera un repunte económico, el escenario será peor que en 2018 y 2019; ya no habrá guardaditos y aunque no se contrate nueva deuda ésta se incrementará por efecto del tipo de cambio. Entre este año y el próximo, México vivirá la crisis más fuerte desde 1932; es casi el peor momento económico para el país en el último siglo ( La Jornada, Roberto Garduño y Enrique Méndez). Por lo mismo, dijo, el paquete económico 2021 será muy cuidadoso, muy prudente, muy responsable y requerirá de la comprensión y solidaridad de muchos, porque habrá menos recursos en el presupuesto que este año y, cuando menos, de los dos años fiscales anteriores.
Entonces, habrá que ver cómo viene el citado paquete y hasta dónde estira.
Las rebanadas del pastel
Por cierto, dice Andrés Manuel que en gobiernos anteriores el Presupuesto de Egresos se aprobaba por unanimidad porque repartían a diestra y siniestra (sólo entre los de arriba), pero al pueblo pobre no le llegaba nada, si acaso le daban algo cuando había elecciones. Eso ya se terminó.

Distribuir la riqueza
Parecería que la distribución de la riqueza es lo más fácil del mundo. Se piensa que el gobierno federal toma la decisión y casi en automático la población recibe los recursos. Por desgracia, no es así. Es más eficiente la entrega de refrescos y comida chatarra en los lugares marginados que la de dinero en efectivo.
Desde que terminó la Revolución Mexicana se han hecho miles de intentos para mitigar la marginación a través de la distribución de recursos por medio de subsidios en especie o con dinero en efectivo. Se han desarrollado bancos gubernamentales para tal fin, se han incorporado gobiernos estatales y municipales para que vigilen el proceso, han participado bancos privados, ejidos, cooperativas y otras organizaciones sociales e incluso religiosas y se han formado brigadas para llevar los recursos a las comunidades más necesitadas, pero hasta el momento todos los esfuerzos han sido insuficientes.
El apoyo gubernamental no llega a los más pobres y se queda en el camino por falta de infraestructura, por la corrupción y por la gran inseguridad social. Existen bandas especializadas en el robo de subsidios y en otras actividades ilegales, como el narcotráfico, en las que están coludidos servidores públicos con el crimen organizado. Las bandas conocen las rutas del dinero y semana tras semana se roban millones de pesos a través de Internet y de los transportes que llevan el dinero.
Sin embargo, no todo es fracaso. Hay dos esquemas que ganan fuerza en diversos países pobres como India, Pakistán y México. El primero es el esquema de las remesas. Aunque resulta caro mandar recursos de los trabajadores migrantes a sus familias, el dinero llega regularmente hasta los lugares más alejados. El otro esquema es el de la bancarización a través de tarjetas de débito, en el que de acuerdo con los censos de población y con el apoyo de identificaciones seguras se retiran los recursos en bancos y comercios al menudeo que están conectados a la red. Por ello es tan importante el desarrollo de la infraestructura de telecomunicaciones.
El gobierno no puede crear una red bancaria con sucursales o cajeros automáticos para este fin porque es muy caro y poco eficiente. Es más adecuado utilizar las redes existentes para que los recursos lleguen a los más pobres.

Berrinche de la derecha gobernante
Sin sorpresa, la derecha, que ya no puede manipular al país a su antojo, deja en bloque la Conferencia Nacional de Gobernadores, sin que esto pueda significar que habrá algún tipo de repercusiones serias o profundas en las diferentes formas de gobierno, es decir, entre la población.
Claro, tiene algún efecto mediático y muestra cómo la derecha pugna cada vez más por dividir el país, cuando éste no camina en el rumbo de sus intereses, pero nada más. La Conago se creó como una especie de foro donde se creaban complicidades y se fomentaban impunidades.
La Conago tiene entre sus fundamentos la descentralización, sí, pero también el fortalecimiento del federalismo. Se creó como otra de las muchas formas de remediar las debilidades y los pocos alcances de Vicente Fox. Se trataba de que el PRI perdiera la Presidencia, pero no el poder.
Hoy, que desde la Presidencia de la República ya no se gobierna para un grupo de poder, pero sí para todos, con prioridad en los que más necesitan de la protección del Estado, cuando se pone un alto a las atrocidades de algunos gobernadores que confundieron el servicio público con servirse del público, se rompe la alianza.
¿Qué va a cambiar?, posiblemente nada, pero ayer mismo dio inicio el proceso electoral que terminará el próximo año, donde, según las encuestas, los gobernadores rupturistas –casi todos– verán perdidos, para sus partidos y para ellos, las gubernaturas, y esto es razón suficiente para tratar de montar un escándalo que se interprete como un desacuerdo de gobierno y no como lo que es: un foro de diálogo, y nada más.
Entonces, quienes promovieron la ruptura se llevarán un terrible encontronazo con la realidad cuando vean que le han dejado una mejor cancha a la Presidencia de la República, que ahora podrá acordar con cada uno por separado, y muchos, a su tiempo, habrán de firmar acuerdos antes que asfixiarse. Ya verán.
Pero eso no es lo peor, el asunto es que ya no se podrá construir otra instancia de diálogo, aunque no estaría nada mal ir por una organización de solución de controversias, que tal vez sería más útil. En una de esas hasta la Secretaría de Gobernación podría hacer el trabajo.
En fin, que como es muy sabido, en época de elecciones todo escándalo abona, sólo que esto de la Conago, stricto sensu, no debería pasar más que como otro berrinche de la derecha que no perdona la pérdida de sus muy jugosas ganancias.
Desde luego, quien tiene la última palabra será la gente que mida con cabeza fría, alejada del ruido mediático, la importancia de ésta y otras medidas que adoptarán algunos gobernadores que se niegan a hacer cargo de su realidad.
Por eso, es mejor tener en cuenta que nada hay que temer frente al berrinche, y que nada será mejor, para medir qué han hecho los gobernantes, que echar una mirada a su entorno; ahí esta la verdad, en ningún otro lugar.
De pasadita
Respecto de la respuesta que se ha dado a la información sobre el salario del consejero presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia, habrá que decir que se nos explicó que había un cambio en el reglamento de ese consejo.
Pero hasta ahora no se nos ha mostrado ningún documento que ampare ese cambio. Reiteramos: no estamos en desacuerdo con que la gente devengue los dineros que por su trabajo merezca, pero que sea de manera legal, no es cosa de que quien preside sea rico o pobre, o de quien lo necesite o no, sino de un asunto que está normado por un reglamento que, en tal caso, debe cambiar para que sea justo. Nada más.


Editorial 
El juicio de extradición en el que habrá de dirimirse el futuro de Julian Assange se inició ayer en Londres. El informador y ciberactivista australiano reveló ante el mundo los crímenes y las acciones vergonzosas de muchos gobiernos, empezando por el de Estados Unidos, y es reclamado por la justicia de ese país para someterlo a proceso.

Exhortan a impedir el descarrilamiento de Morena
Táctica y estrategia se juntan, por ello el diagnóstico debe ser asertivo. El apoyo, la crítica y la autocrítica de las acciones de gobierno para la consecución de la Cuarta Transformación y su continuidad deben ser inequívocos, inaplazables e incondicionales a las políticas públicas que benefician a los más de 50 millones de mexicanos en pobreza.

La aplastante victoria electoral de Morena en julio de 2018 fue también el inicio de su más profunda crisis. Ya había muchas críticas fundadas a la gestión de la secretaria general en funciones de presidenta del partido, pero, cuando muchos cuadros pasaron al gobierno, se reconstruyó un Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que entró en una espiral de desatinos de que ya hablamos (https://bit.ly/3i8MvL7).

El mundo llegó a su límite. La humanidad no resiste más. ¿Quién se atreve a defender este orden pletórico de injusticias, oprobios, catástrofes, depredaciones? ¿En nombre de quién o qué? ¿Qué ismo puede hoy reivindicar? Sólo queda hurgar la historia natural y la historia humana en busca de la esencia de la especie. Trazar los caminos de la degradación que condujeron a este presente para intentar remontarlo. Dos son los atributos que el proceso civilizatorio buscó desaparecer y que hoy son causa de la crisis terminal que se padece. La negación del espíritu y la destrucción de la naturaleza. Ambos fenómenos yacen en el fondo del malestar de la modernidad.

Tomás Martínez Pinacho se disponía a comer algo en la taquería Los Primos, en el municipio Ánimas Trujano, Oaxaca, cuando un comando fuertemente armado lo balaceó a mansalva. Eran las 18:30 horas del pasado 24 de agosto y regresaba de participar en un mitin de 2 mil 600 personas en la capital del estado. Quedó sin vida sembrado en su silla.

Es preocupante la atención y tiempo que el Presidente dedica a los enemigos de la 4T. Muchos podemos confiar en su experiencia en la esgrima de cada día con ellos, pero el gobierno debiera revisar si sigue en ese rumbo. El segundo Informe de gobierno abrió con unos párrafos sobre la corrupción, y (casi) cada día menciona a los corruptos.

Las palabras contienen una construcción social que las provee de significado. Con el pensamiento, en consecuencia, sucede lo mismo.

Sergio Pitol: Memoria 1933-1966
En las tertulias del grupo Orión comencé a tratar a Luis Prieto, que durante los años de universidad fue mi amigo más próximo. En su compañía desaparecía el sentimiento de insatisfacción que la realidad me producía. Luis tenía llaves fabulosas para introducir en la vida cotidiana esferas de irrealidad, a veces de pesadilla. Con él podía acontecer siempre lo más imprevisto. Ir a una pastelería y que el pastelero enloqueciera y empezara a arrojar harina a los clientes.

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