1/09/2012

Sam Rivers 1923-2011


Jazz
Antonio Malacara

Ya apuntaba Edmundo que la muerte tiene permiso. Hace apenas dos semanas hablábamos de las muy lamentables partidas de Bob Brookmeyer (La Jornada 20/12/11) y de Paul Motian, Russell García y Hubert Sumlin (La Jornada 21/12/11). Cinco días después, el 26 de diciembre, falleció Sam Rivers, una de las últimas leyendas del jazz.

Rivers es uno de los músicos con mayor influencia en el devenir del jazz mundial, pues aunque ni su perfil ni sus saxofones alcanzaron –ni pretendieron alcanzar nunca– los estándares de superstar como, digamos, Coleman Hawkins, Lester Young, Sonny Rollins o John Coltrane, su presencia, su sonido, sus composiciones, su longevidad y su inaudita energía marcaron toda una época.

Los historiadores lo ubican como un puente entre el bebop y el free jazz, aunque Sam se desplazaba inevitablemente más allá de cualquier género o etiqueta… probablemente sólo comprometido con las rutas no trazadas de la vanguardia y, por supuesto, con la cultura del riesgo.

Samuel Carthorne Rivers nació el 25 de septiembre de 1923 en El Reno, Oklahoma. Sus padres, una profesora de música y un cantante de góspel, lo motivaron siempre para que estudiara piano y violín; sin embargo, cuando el chaval descubrió la música de Coleman Hawkins, decidió centrarse y concentrarse en el estudio del saxofón, adoptando los registros del soprano y el tenor como sus principales herramientas, aunque con el tiempo también bien supo expresarse a través de los alientos de la flauta, el clarinete bajo y la armónica, además de las cuerdas del piano y el violín.

Se inició profesionalmente en los años 50 con la big band de Herb Pomeroy (en la que también debutó Quincy Jones). Poco después emprendió giras con Billie Holiday, B.B. King, T-Bone Walker y Wilson Pickett, hasta que la magia subversiva de Cecil Taylor y Miles Davis le cambiaron la vida.

Con un poco de suerte –si los derechos de autor no la han retirado–, en la nube de YouTube puede encontrar una monumental versión de So What, con Miles Davis dirigiendo desde la trompeta, Sam Rivers alucinando en el sax y otras tres celebridades complementando el viaje: Herbie Hancock, Ron Carter y Tony Williams. Si esto ya no está en Internet (alguna vez lo estuvo), puede acceder a esta belleza comprando el disco Miles in Tokyo (Quirarte me dice que hace poco lo vio en Gandhi).

Sam Rivers abandonó casi inmediatamente el quinteto de Davis (fue remplazado por Wayne Shorter) y en esa misma época comenzó una enorme e inagotable carrera como líder de sus propios proyectos, grabando así una treintena de discos, de Fuchsia Swing Song (1964) a Triology (2011), pero igual haciendo innovadoras mancuernas en discos de Bobby Hutcherson, Cecil Taylor, Larry Young, Dave Holland, Tony Williams y muchos otros etcéteras.

Los últimos años de su vida, en Orlando, Florida, los invirtió tocando a trío con Doug Matthews en el contrabajo y Rion Smith en la batería, o bien, dirigiendo una big band con estudiantes y maestros de música de esa península, la famosa Rivbea Orchestra.

Al informar sobre su muerte, periódicos de todo el mundo reprodujeron una declaración que hizo el maestro apenas el año pasado a Jeff Tamarkin, del Jazz Times: No sé cómo explicarlo, pero a mis 87 años tengo más poder musical que cuando tenía 21. Lo que hago todo el día es escribir y ensayar. Es lo más cerca que puedo estar del paraíso, aunque no soy creyente. No existe algo así como el retiro. ¿Retiro? ¿Qué es eso? ¿Quién se retira?

Víctor Mendoza al Mediterráneo

El vibrafonista mexicano Víctor Mendoza, maestro de la Berklee School of Music desde hace años, acaba de ser nombrado director de Masters en Performance para la sede que va a abrir esa institución en Valencia, España. Víctor platica al respecto: “En este programa estoy incluyendo a artistas mexicanos importantes, como Antonio Sánchez y Abraham Laboriel, como parte de los maestros invitados para presentar máster clases y conferencias.

“El proyecto empieza en enero con un grupo de estudiantes de Berklee que va a atender las primeras sesiones del Mediterranean Music Institute, esto lo comparto con Javier Limón, quien es director artístico. Te sonará su nombre ya que ha ganado siete Grammys, entre ellos el de Lágrimas negras. Yo llevo la parte académica y artística también. Artistas como Marissa (cantante portuguesa de fado), Avishai Cohen (jazzista israelí) y Paco de Lucía serán otros de los tantos nombres que nos acompañarán a presentar máster clases y conciertos con nuestros estudiantes. Pero ya han aceptado también estar con nosotros artistas como Marcus Miller, Joe Lovano, Danilo Pérez, Claudio Roditi y muchos más. Vamos por la excelencia musical.”

Para mayores informes, puede entrar a berkleevalencia.org

Salud.

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