El Servicio Geológico Mexicano, que depende de la Secretaría de Economía, no considera las tierras de la comunidad Wixàrika, en el Área Natural Protegida (ANP) de Wirikuta, como un zona libre de minería, tal y como debería serlo.
De acuerdo con los grupos opositores a la explotación minera en esa zona sagrada para los huicholes, el portal del Servicio Geológico Mexicano ofrece un sistema de consulta llamado “Geoinfomex”, que permite conocer información geocientífica combinada con la propiedad minera vigente de la Dirección General de Minas; es decir, dicha entidad gubernamental está dedicada al fomento a la actividad minera aun cuando debería tener una vocación eminentemente científica como lo es su equivalente en Estados Unidos (US Geological Survey.
Sin embargo, la aplicación denominada Geoinfomex, tiene dos versiones: una gratuita en línea y que puede ser consultada por el público en general (en la dirección: http://mapasims.sgm.gob.mx:8399/GeoInfoMexSGM1/) y la de la empresa Teknol, en cuyo sitio de Internet se anuncia a las empresas GoldCorp, Halliburton, Timmins Gold Corp, y el servicio Geológico Mexicano, de las herramientas de consulta de la aplicación. Ahí es donde los activistas denuncian que se desprende una capa de información para señalar las aéreas naturales protegidas, misma que se puede activar en la ventana que se encuentra a la izquierda de la pantalla.
“Curiosamente al buscar el área natural protegida de Wirikuta en el estado de San Luis Potosí, ésta brilla por su ausencia; es decir, dicha aplicación no considera el área protegida del pueblo Wirrarika, quizá sea una curiosidad o un error de la aplicación, pero según lo vivido en Cerro de San Pedro, en el mismo estado de San Luis Potosí, los decretos de protección sirven de poco, más bien son letra muerta”, exponen los opositores a la explotación minera en la zona.
Para los activistas quizá este interpretando el Plan de manejo del Área Natural Protegida de Wirikuta para dar viabilidad a los desarrollos mineros en la zona, pues basta recordar el artículo 81 de REGLAMENTO DE LA LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO ECOLÓGICO Y LA PROTECCIÓN AL AMBIENTE EN MATERIA DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS que establece:
Artículo 81. En las áreas naturales protegidas sólo se podrán realizar aprovechamientos de recursos naturales que generen beneficios a los pobladores que ahí habiten y que sean acordes con los esquemas de desarrollo sustentable, la declaratoria respectiva, su programa de manejo, los programas de ordenamiento ecológico, las normas oficiales mexicanas y demás disposiciones legales aplicables.
h) Tratándose de obras y trabajos de exploración y de explotación de recursos mineros dentro de las áreas naturales protegidas, y en cumplimiento por lo dispuesto en el artículo 20, segundo párrafo de la Ley Minera, cuenten con la autorización expedida por la Comisión Nacional de Áreas Naturales protegidas, de conformidad con el artículo 94 del presente Reglamento.
Es decir, este artículo del reglamento abre la puerta a los trabajos de minería, la cual es el plan de manejo, mismo que debió prohibir la minería de manera clara y precisa y no usar los términos de vocación minera. En este sentido, la zona de conservación y restauración en Cerro de San Pedro prohibía la minería y no obstante los argumentos esgrimidos por la empresa Metallica Resources, ahora New Gold, en cuanto a que Cerro de San Pedro tenía vocación minera, fueron inútiles, dando por resultado la nulidad de su autorización ambiental.
“En el caso de Wirikuta, el gobierno estatal le dio viabilidad en 2008 a la minería con el Plan de Manejo, mismo que jamás sometió a consideración del pueblo Wirrarika de manera clara y puntual; mucho menos el problema de una posible explotación como la que pretende First Majestic Silver y Revolution Resources Corp. en el proyecto ‘Universo’”.
Gobierno y canadienses explotan la pobreza
La minera Revolution Resources Corporation, de capital canadiense, anunció en su portal de Internet la adquisición de las cuatro concesiones mineras de la empresa Lake Shore Gold en México, y la ejecución del proyecto “Universo” para la obtención de oro y plata en el Altiplano potosino justo en la zona de Wirikuta, área protegida de San Luis Potosí y declarada en 1998 como parte de la Red Mundial de Sitios Sagrados Naturales por la Unesco. De acuerdo con información del diario Pulso de San Luis, hasta el momento se desconoce si esa empresa cuenta o no con los permisos correspondientes para operar en ese lugar.
Wiricuta es el sitio sagrado de los huicholes y abarca aproximadamente 14 mil hectáreas del Altiplano potosino de los municipios de Real de Catorce, Charcas, Matehuala, Villa de Guadalupe, Villa de La Paz y Villa de Ramos.
Santos de la Cruz Carrillo, representante del pueblo wixárika, admitió en una entrevista con La Jornada que aunque no saben con exactitud qué compañía es la que está realizando las perforaciones o si éstas ya comenzaron, continúan los intentos de las mineras por convencer a los pobladores de que los dejen trabajar en sus tierras.
“Tenemos entendido que en el ejido Coronado, en el municipio de Real de Catorce, ya aceptaron ciento por ciento que una empresa se meta a trabajar. Seguramente lo están haciendo a través de representantes, porque no hemos sabido que hayan hecho alguna consulta en las comunidades”, aseveró.
Aunque saben que uno de los recursos de las mineras y el gobierno es causar división entre poblados y regiones donde llegan, “y pareciera que en algunas lo están consiguiendo”, De la Cruz advirtió que no se permitirá que sea afectada la zona ceremonial de Wirikuta.
“A cambio de una migaja tratan de desmembrar el tejido social. En Real de Catorce la gente requiere empleo, pero sin ver las consecuencias que se van a generar. Nosotros ya estamos diseñando modelos que solventen las necesidades de las personas, y tenemos la decisión firme de no dejar que las minas operen en Wirikuta”, agregó.
La empresa minera Revolution Resources Corporation ejecuta el proyecto “Universo” en una superficie de 350 mil hectáreas y, de acuerdo con su portal de la Internet, especifica que es una área al sur del Camino Rojo de oro y plata; “al sureste se encuentra a 20 kilómetros la mina de Charcas, la más grande productora de zinc del Grupo México y 100 kilómetros al sur del proyecto de New Gold Inc., en Cerro de San Pedro”.
La minera canadiense se establece que con “Universo” se podrá explorar la zona, principalmente para la obtención de oro y plata, porque la ultima perforación realizada ahí data de hace 18 años.
En el sitio se revela que la empresa minera comenzó negociaciones con los pobladores de la zona para completar los requisitos de acceso legal a sus tierras, aunque no revela si esas negociaciones incluyen trabajar en la zona protegida de Wirikuta.
Para la empresa Revolution Resources Corporation el proyecto “Universo” es prioridad, “porque se cuenta con antecedentes de perforaciones relevantes en esa zona del Altiplano potosino”, y pone como ejemplo la mina de Cerro de San Pedro.
La omisión del gobierno mexicano
Wirikuta es el sitio sagrado del pueblo indígena Wixárika (huichol). Es también el lugar donde el gobierno mexicano ha otorgado 22 concesiones mineras a la compañía canadiense First Majestic Silver Corp. y sus contrapartes mexicanas, Minera Real Bonanza y Minera Real de Catorce, para la exploración y explotación de minerales, principalmente de plata.
A pesar de que, entre otros reclamos, investigadores del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México enviaron una carta a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para cancelar esas concesiones en el Área Natural Protegida (ANP) de Wiricuta, aún no reciben respuesta.
En una entrevista con Pulso de San Luis, Léia Scheinvar, cactóloga responsable del Jardín Botánico del Instituto de Biología, lamenta el desinterés del gobierno mexicano respecto a la petición que enviaron hace más de seis meses.
“Solicitamos que se cancelen todas las concesiones mineras”, mencionó la investigadora. Scheinvar avala la biodiversidad de esta Área Natural Protegida inscrita a la red de Sitios Sagrados Naturales de la UNESCO. Wirikuta pertenece al Desierto Coronado, subsistema del Desierto Chihuahuense catalogado como uno de los más importantes en biodiversidad a nivel mundial.
Sin embargo, la minería no es la única amenaza, la invasión de especies exóticas (que no pertenecen al sitio) como las cabras, quienes consumen las cactáceas desde la raíz, representan un riesgo ignorado.
En agosto de 2010, la comunidad Wixàrika comprobó la existencia de concesiones mineras a la canadiense First Majestic, la cual planea extraer 22 millones de onzas de plata presumiblemente con mineración a cielo abierto, aunque la compañía asegura que operará sólo en el subsuelo.
Además, el cultivo de tomate en el ANP ha contribuido a la deforestación de cactos endémicos del desierto chihuahuense. “En la extracción de oro y plata, se utilizan sustancias que contaminan el suelo y que impiden el crecimiento de cualquier planta”, afirmó Léia Scheinvar.
Scheinvar ha detectado en México más de 800 especies de cactos, “y la mayor diversidad se encuentra en el desierto chihuahuense, que contiene más de cuatrocientas especies de cactáceas”.
Los cactos sirven como bioindicadores, ya que de acuerdo a la coloración de sus flores se puede detectar presencia de metales pesados en los suelos.
Calderón: ¿pasará a la historia como el hombre que destruyó Wirikuta?
En diciembre pasado, más de 150 escritores y artistas de 30 países, entre ellos ganadores del Premio Nobel, firmaron una carta que pide al gobierno de México cancelar concesiones otorgadas a una empresa canadiense para extraer oro y plata en el norte del país, en San Luis Potosí, donde los indígenas huicholes consideran que nació el Sol.
“Esperamos que el presidente Calderón no pase a la historia como el hombre que autorizó la destrucción de Wirikuta y sus lugares sagrados”, se afirma en la carta enviada por los intelectuales, entre ellos los premios Nobel Jean-Marie Le Clézio (Francia), Orhan Pamuk (Turquía) y Tomas Tranströmer (Suecia).
Los firmantes de la carta esperan que el gobierno de México cancele las 22 concesiones otorgadas a la empresa minera canadiense First Majestic Silver Corp. en casi 6 mil 327 hectáreas de Wirikuta.
“Autorizar minas de plata y oro en Wirikuta es como construir una mina frente a la Basílica de Guadalupe” donde, según la religión católica, se apareció la Virgen María, dijo a agencias Homero Ardijis, poeta mexicano que organizó la petición.
Las minas aún no han comenzado a operar por la falta del estudio de impacto ambiental obligatorio, que precisa pasar por la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Wirikuta “es reconocida como Área de Importancia para la Conservación de las Aves; asimismo, el gobierno de México la ha incluido en la lista indicativa mexicana de Patrimonio Mundial de la UNESCO como bien mixto (natural y cultural)”, precisó en octubre pasado esa dependencia.
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