Falta sensibilización y capacitación
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 9 ene 12 (CIMAC).- A pesar de que la aplicación de la prueba del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en las mujeres embarazadas es reconocida como efectiva y de bajo costo para prevenir la transmisión perinatal, su oferta sigue siendo insuficiente debido a la falta de sensibilización y capacitación del personal de salud.
Lo anterior lo informó a Cimacnoticias Carlos García de León Moreno, director de Prevención y Participación Social del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (Censida), quien indicó que “no es muy frecuente que se oferte la prueba a las mujeres embarazadas, a menos de que el médico perciba algún nivel de riesgo”.
Por esta razón, y luego de que el año pasado la Secretaría de Salud llevó a cabo una campaña masiva para promocionar entre las mexicanas los beneficios de realizarse la prueba del virus, el funcionario señaló que como una segunda fase llevarán a cabo acciones de sensibilización y capacitación al personal médico del sector.
Carlos García de León detalló que en esta etapa, además de señalar a las y los servidores públicos que están obligados a ofertar la prueba, insistirán en que la detección en embarazadas es fundamental y debe ofertarse a todas las usuarias, aunque “no vean factor de riesgo”.
Abundó que las y los funcionarios de todos los niveles deben ser sensibilizados para que partan de “la evidencia y no de la creencia”.
La “evidencia” sostiene que en 86.6 por ciento de los casos registrados de Sida en mujeres, ellas adquirieron el virus por relaciones sexuales no protegidas con sus parejas hombres, en algunos casos el cónyuge tenía relaciones sexuales desprotegidas con otras mujeres u hombres.
De acuerdo con Censida, en el país por cada 4 hombres con Sida hay una mujer con esta enfermedad. Mientras que por cada 3 casos masculinos de VIH hay uno femenino.
Por ello, es preciso que las embarazadas que llegan a los servicios de salud tengan acceso a la prueba de detección y a información sobre el virus, refirió el funcionario.
Sin embargo, “el esfuerzo aún es insuficiente”, ya que la cobertura nacional de aplicación de la prueba era de 37.2 por ciento de las gestantes, en 2009.
Además de “insuficiente”, su aplicación es considerablemente desigual entre las instituciones de salud pública.
Así, en 2009, la Secretaría de Salud la realizó a 49.7 por ciento de las usuarias embarazadas, la Secretaría de la Defensa Nacional a 36.7 por ciento, el Instituto Mexicano del Seguro Social a 9.6, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado fue de 0.6 por ciento.
En la Secretaría de Salud, la cobertura se amplió a 64 por ciento de las embarazadas hasta diciembre de 2010, informó el director de Prevención y Participación Social de Censida.
Añadió que aunque el número de mujeres con VIH “no es pesado”, la prueba “les permite conocer su estado serológico y acceder a servicios y tratamiento en caso de ser positivas al virus, y así reducir la posibilidad de transmisión a dos por ciento”.
Con ello, independientemente del diagnóstico de las gestantes, “avanzamos porque se normaliza la prueba, se le quita el tabú que la rodea”.
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