Así como están teñidas de rojo las fuentes, todo el país se tiñe de
rojo por el feminicidio, eun violador en tu camino ya se corea en todo
el mundo. Según ONU 14 por ciento de los países con mayor número de
feminicidio está en América Latina.
“En México estoy condenada a ser mi súper heroína para poder
sobrevivir”, así reza una pancarta de la marcha realizada el 8 de marzo,
resume o invita a reflexionar acerca de tooodaas las barreras o
violencias que se ejercen contra las Mujeres, y que han provocado una
reacción muy importante, se expresa en una marcha histórica. También en
la convocatoria a un paro nacional, es un “día sin nosotras”, como le
han llamado, estas dos acciones y su previo contexto están en la mirada
del mundo.
Después, ¿qué
sigue, cuál agenda consigna la lucha de las mujeres, cuál será la respuesta del
gobierno?
Un logro a
considerar es que se han difundido en todo el mundo las violencias en contra de
las mujeres mexicanas, el feminicidio y las enormes desigualdades en que “sobreviven”.
La respuesta o
respuestas del Estado y del gobierno -en sus tres niveles- y la impunidad están
en tela de juicio, se exigen acciones inmediatas con la responsabilidad que
tiene o ha tenido el Estado, Estado feminicida es la etiqueta. Además de la
difusión mediática
internacional, el
grupo de “Mexicanas en el extranjero” han expresado públicamente su apoyo a
este movimiento tan poderoso, con largo aliento.
Con estos
elementos, por fin hoy con fuerza, se ha vuelto la mirada hacia las desigualdades
de género económicas y laborales. La violencia económica y las condiciones tan
precarias en que sobreviven las trabajadoras del país, o sus dificultades para
acceder a los puestos de dirección en cualquier actividad, sin olvidar los
terribles efectos que esto tiene en la vida social o laboral, pero también en
la posibilidad de padecer violencia física.
Si bien violencia económica -versus- violencia física regularmente se
presentan y analizan en forma separada o disociada, lo cierto es que
están estrechamente vinculadas; pese, a que en repetidas ocasiones y por
décadas se ha insistido en ampliar el horizonte o incluir la arista
económica para el análisis, pero también para la dimensión de políticas
públicas, esto no es otra cosa que la dimensión social, rebasando la
mirada estrecha de la relación hombre/mujer.
Es indispensable
repetir y volver a repetir, enumerar y denunciar estas desigualdades, barreras
o brechas que viven las trabajadoras.
Algunas son producto del patriarcado y machismo nacional, pero otras
muchas de la omisión y complicidad del Estado, incluso de políticas
equivocadas. ¡El Patriarcado NO se va a caer, lo vamos a tirar!.
¿Cuáles son las
expresiones de estas desigualdades económicas?
Hay violencia
salarial con altos índices de discriminación por ser mujer; brecha salarial porque
a trabajo igual no corresponde salario igual; a mayor salario menor presencia
femenina; reducida presencia en puestos directivos; una muy baja participación
de las
mujeres en el
mercado laboral; despidos por embarazo y pruebas de embarazo que son ilegales;
la carga del trabajo doméstico y de cuidados recae básicamente en las mujeres, hay
una enorme desigualdad; violencia laboral que incluye: acoso, hostigamiento y violaciones
sexuales, donde lo que impera son las cifras del silencio, ante la posibilidad muy
real de perder el empleo.
Conforme a datos
de Inegi hoy cinco de cada diez trabajadoras están en la total indefensión
porque carecen de derechos laborales. Sin acceso a servicios de salud, pensiones,
accidentes de trabajo, créditos de vivienda o guarderías, entre otros aspectos sustantivos.
En síntesis:
desigualdad y precarización como sinónimo de pobreza, no hay un empleo digno
con un salario constitucional. Estos son los distintivos de la mujer
trabajadora mexicana, innegables. Todo lo mencionado anteriormente han formado
y forman parte de la columna Monedero de CIMAC.
Al respecto y precisamente el 8 de marzo, el periódico el Universal
publicó un artículo de Herrera, Secretario de Hacienda, dedicado al tema
económico y las Mujeres, es importante porque es inédito, nunca antes
un Secretario del área económica había formulado algo así; este simple
hecho puede interpretarse como que el Estado se encuentra ante una
emergencia nacional, frente a la compleja condición que viven las
mujeres, así como la insurgencia feminista.
En el artículo se
hace mención al problema que representa la escasa participación femenina en el
mercado laboral, lo más interesante es que para él una causa es que
precisamente el Estado (y el forma parte de), no ha generado un andamiaje –vía políticas
públicas- para sustentar las actividades económicas o laborales de las mujeres.
Según Herrera si
las mujeres participaran igual que los hombres en el empleo remunerado el PIB
percápita aumentaría al 22 por ciento, su efecto sería una considerable
disminución de la pobreza nacional, cuando que ese indicador es negativo -1.1 y
muy bajo. (Datos para el periodo 2013-2019, Inegi).
Aquí tácitamente se dice que el gobierno y el Estado no han hecho su
tarea y de nuevo que se está ante una emergencia nacional, como lo
afirman las feministas y otras organizaciones de mujeres, incluida la
denominada derecha opositora capitalizando a su favor los
errores/omisiones de hoy, combinada con la herencia de un pasado
terrorífico.
Bueno, ahora y en el qué sigue cabe otra interrogante ¿cuál es la
propuesta del gobierno para solucionar dicha problemática y poder llegar
al anhelado 22 por ciento del PIB percápita?, parece que el gobierno en
este 8 de marzo se sumó a las protestas, en lugar de plantear
soluciones, como se espera.
Por otra parte y
por desgracia los reclamos de las mujeres no sólo están en lo que no se ha
hecho, también en lo que se ha hecho mal como la cancelación o reducción del
gasto destinado a los refugios para las Mujeres o las Guarderías, porque son un
importante
andamiaje que
soporta a las trabajadoras (y son el tan anhelado 22 por ciento del PIB), ya que
facilitan su acceso o permanencia en el mundo laboral.
¿Por qué es tan grave la cancelación de las estancias infantiles?. En
aras de una política con austeridad muy justificable, a partir de
febrero de 2019 se cancelaron las estancias infantiles de la actual
Secretaría de Bienestar, se sustituyeron por apoyos o transferencias
directas de recursos, muy limitados por cierto.
Y en efecto, este
programa tenía serias deficiencias operativas y según los reportes oficiales
corrupción, el punto es que no fueron sustituidas por nuevas guarderías en un entorno
donde el déficit es muy amplio, porque atendían o atienden (las que sobrevivieron)
a población abierta, trabajadoras sin seguridad social que son la mitad de las
mujeres trabajadoras, nada más y nada menos.
Como era de esperarse esta medida ha provocado efectos muy nocivos
para las madres trabajadoras y en especial para la niñez menor de 4
años, estos efectos están muy bien documentados en un artículo de Nexos
titulado: “Sin estancias sin dinero: el abandono a las Madres
Trabajadoras”, Natalia Torres.
“En los municipios que siguieron en el programa de estancias
infantiles su cobertura disminuyó en más de la mitad y más de 150 mil
menores de cuatro años ya no están cuidados o no se sabe cómo. En
promedio la disminución de cobertura municipal es del 25 por ciento.
Las Entidades más
afectadas son: Estado de México, con un 65 por ciento de disminución en las beneficiarias
y CDMX muestra una reducción de 47 mujeres beneficiadas por las estancias, por
Alcaldía”.
Un balance
desastroso, muestra la falta de respeto a los derechos de las mujeres y de la niñez,
es el Estado el primer obligado a la protección de la niñez. Son la carencia de
derechos económicos, políticos. Causa y motivo del paro nacional, de las marchas
y del muy justificado enojo y miedo con que hoy viven más de la mitad de la
población del país.
En el caso de los refugios
para mujeres que son víctima de violencia ya se han mal parchado las primeras
reducciones, pero lo que tendría o tiene que hacerse y pronto, es aumentar considerablemente
el número y calidad de estos refugios. Es en esa violencia doméstica donde se
“fabrican” los feminicidios. ¡Nos están asesinado!, gritan las mujeres.
PD:
Pandemia
económica. Los efectos del COVID 19 en la economía de México y en la del mundo
(todo está globalizado), son algo que ocupa y preocupa a mas de dos.
Caídas tan
drásticas en las bolsas obedecen a que se prevé que en diversos lugares del mundo
tengan que tomarse medidas restrictivas para evitar la propagación del virus
Relevancia de
China como la primera potencia manufacturera del mundo no se puede subestimar,
implica desabasto en el suministro de insumos y en las cadenas de producción.
Se reducen las
estimaciones del crecimiento económico para el país, tanto por Banxico como por
Organismos Internacionales. La encuesta de Banxico reporta una reducción para
este año de 1.0 a 0.9 del PIB, en Banxico es de 1.3 pasa 1 1.0; mientras que
para el FMI es 1.0 como crecimiento del PIB.
Las mujeres no aparecen muertas, son asesinadas
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