3/11/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Hacienda muestra un arsenal financiero para resistir la crisis
Arabia Saudita amenaza invadir al mundo con petróleo barato
Coronavirus cerca de Mexicali
México tiene recursos sólidos para proteger al peso de la turbulencia que ha creado el coronavirus y la caída del precio del petróleo. Cuenta con las reservas internacionales del Banco de México, por 185 mil 571 millones de dólares. Además, una línea de crédito del Fondo Monetario Internacional por 61 mil millones de dólares y hay dos fondos en pesos: el de Estabilización de los Ingresos Petroleros (Feip), que cerró el año con 158 mil millones, y el de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (Feief), que tiene alrededor de 90 mil millones, explicó ayer el secretario de Hacienda, Arturo Herrera. Por otro lado, fueron contratadas coberturas petroleras que garantizan un precio de 49 dólares el barril, aunque no cubren toda la producción, pero sí una proporción importante. Por lo que toca a la deuda pública, Herrera expresó que 78 por ciento de la misma está en pesos, 100 por ciento en tasa fija y la mayor parte con vencimientos a largo plazo. Esto blinda a la economía frente a movimientos de la tasa de interés y del tipo de cambio, dijo. Todavía hay otra arma que no mencionó: la tasa de interés establecida por el BdeM: 7 por ciento anual. Es de las más altas del mundo y seguirá siendo un ancla para que los especuladores no retiren su dinero. Ayer la moneda mexicana recuperó 40 centavos frente al dólar en el mercado interbancario; cerró en 20.77por dólar. También subió el petróleo, de 24.43 dólares el barril a 27.40, de acuerdo con el portal de Pemex. Asimismo, las bolsas de valores mostraron signos de recuperación ante el ofrecimiento de Trump de un holiday en el pago del impuesto sobre las nóminas hasta el fin de la campaña política.
La amenaza saudita
Arabia Saudita planea aumentar su producción de petróleo crudo actual de 10 millones de barriles al día a 12.3 millones el próximo mes, dijo Aramco, su compañía petrolera, según la revista especializada OilPrice. De acuerdo con la presentación que hizo ante la bolsa de valores de su país, sería un incremento de 300 mil barriles por día sobre la capacidad máxima instalada de la compañía. Es su reacción ante la negativa de Rusia para aplicar mayores recortes, es decir, se fue al extremo opuesto. Este fin de semana, después de que las conversaciones de la OPEP terminaron en divorcio, Arabia Saudita anunció que reduciría sus precios oficiales de crudo entre 6 y 8 dólares por barril, a partir de abril. Los mayores descuentos se ofrecieron a compradores en el noroeste de Europa y Estados Unidos. Queda por ver si Arabia Saudita cumple su amemaza de aumentar la producción a más de 12 millones de barriles dentro de un mes, pero el mundo definitivamente se enfila a un mercado inundado por petróleo barato.
Coronavirus en la frontera
Funcionarios de la ciudad de El Centro, California, confirmaron ayer un caso de coronavirus. Se encuentra a 30 minutos de distancia en automóvil de Mexicali, Baja California, y hay un intenso movimiento de personas, vehículos y mercancías de un lado al otro de la frontera.

México y el coronavirus
Avanza la expansión global
Sistema de salud, en reparación
Replanteamientos hacendarios
El gobierno federal ha manejado con pinzas el tema del coronavirus y su expansión global, que inevitablemente va alcanzando a nuestro país. El Presidente de la República ha mantenido un discurso cuidadoso, que no promueva alarma, voluntarioso en cuanto a la expectativa de que el problema mundial no haga crisis en casa. Diariamente, por la noche, un subsecretario de Salud y funcionarios del ramo van dando un reporte centrado en la realidad asentada en actas formales, con apenas un puñado de casos comprobados de infección y una narrativa de eventual gradualismo aún no alcanzado pero sí previsible.
Como si México fuese una especie de isla en mares agitados, las noticias provenientes de diversas partes del orbe parecen lejanas, casi fantasmales. Regiones enteras de algunos países son sometidas a restricciones absolutas, actos masivos son tajantemente pospuestos o cancelados, congresos y políticos promueven la asignación de muy altos presupuestos para el combate a este mal creciente, líneas aéreas suspenden vuelos programados y medidas que en otros momentos serían tachadas de autoritarias son tomadas para confinar poblaciones, regular el abasto de mercancías y evitar contagios que especialistas serios consideran podrían ser desbordantes en cuantías que parecerían propias de películas o series de ciencia ficción.
A México le pilla el coronavirus en medio de un complicado proceso de reordenamiento del sistema de salud pública, tomado durante décadas como botín de los grupos en el poder político. La nueva administración pública federal no ha podido restablecer a plenitud la eficacia de ese sistema largamente dañado y saqueado. En la batalla contra la corrupción se ha caído también en el plano de las complicaciones serias en materia de abasto de medicamentos y equipo hospitalario. A mexicanos afectados de enfermedades complicadas y con riesgo de muerte no se les ha podido satisfacer a plenitud en estos meses de reacomodos de la llamada Cuarta Transformación.
Sería muy difícil considerar que ante la eventualidad de un desencadenamiento masivo del coronavirus en México se tuvieran las condiciones adecuadas para el tratamiento de un problema que requiere muchos recursos económicos, acondicionamientos hospitalarios, sobre todo en áreas de terapia intensiva, y una capacidad operativa que no se ha podido restablecer durante la mencionada batalla contra la corrupción.
Guerra de precios de Arabia Saudita y Rusia sacude al desfalleciente gas lutita de EU
La guerra no es de vulgares precios. Es también de presupuestos –precio para las necesidades fiscales– y de reservas: de divisas no devaluadas e hidrocarburos.
El choque petrolero viral comporta características geopolíticas donde habrá ganadores y perdedores.
El brutal choque de 2020 no se parece al de 1986 cuando se gestó la colusión de EU y Arabia Saudita para desplomar el precio del barril que marcó el inicio del fin de la ex URSS (https://bit.ly/2TSX4XT).
En 1986, la URSS, se encontraba a la baja geoestratégica, mientras China no jugaba.
En 2020, Rusia se encuentra al alza multidimensional y China se mantiene incólume, pese al Covid-19, mientras EU ha sido entrampado con su artificial gas lutita financiado por la Reserva Federal y Wall Street (https://bit.ly/38INPyW).
En EU existe la peregrina propaganda de que Rusia busca liquidar la industria del gas lutita en la Cuenca Pérmica –no se diga para impedir el boicot de Trump al gasoducto NordStream 2 que conecta a Rusia con Alemania– cuando su derrumbe era más que cantado (https://bit.ly/3aIemh7), con o sin guerra de precios.
México está blindado: AMLO
Se tienen 4 herramientas: Herrera
El golpe económico-financiero se mantiene, aunque amaina la pérdida. La duda es si la recuperación será duradera. En la jornada de ayer, el tipo de cambio recuperó parte del terreno perdido la víspera, el mercado bursátil nacional se oxigenó, aunque no mucho, y el precio del barril mexicano de exportación aumentó 3 dólares para venderse a 27.40 billetes verdes, todo en medio de la ríspida disputa entre Rusia y Arabia Saudita y, desde luego, el coronavirus.
En el mercado mexicano de valores ayer los inversionistas se mostraron contentos por el resultado de la jornada bursátil (su principal índice aumentó 2.16 por ciento), aunque la risa se les borró al recordar la caída del lunes (cuando ese mismo indicador perdió 6.42 por ciento), mientras el precio del oro reportó un ligero descenso (0.4 por ciento) respecto del cierre anterior.
El presidente López Obrador salió a pedir calma, porque, dijo, ante la crisis en los mercados financieros por lo del coronavirus, por la caída en el precio del petróleo, ahí vamos resistiendo. Tenemos finanzas públicas sanas y eso nos ayuda mucho, porque logramos blindarnos. No se gastó más de lo que tenemos de ingresos y no se endeudó al país, por primera vez no creció la deuda pública; al contrario, poquito, pero bajó.
Además, dijo el mandatario, el monto de las reservas creció en más de 10 mil millones de dólares. Para ser exactos, cuando llegamos al gobierno eran 173 mil millones de dólares y ahora son 184 mil millones de dólares; tenemos un fondo para estabilizar el presupuesto, en caso de que tengamos problema de ingresos. Es un fondo de 150 mil millones de pesos.
Por el lado del tipo de cambio, López Obrador dijo: nuestro peso resistió, pues estuvo complicado y aún lo está. Ayer fue un mal día, se afectaron todas las bolsas del mundo, se cayó todo el sistema financiero, todas las monedas se depreciaron y la nuestra resistió, aguantó, y yo espero que se vaya fortaleciendo hacia adelante. Tenemos condiciones para resistir esta situación de crisis derivada básicamente de los temores fundados e infundados acerca del coronavirus y de las diferencias que se están generando por la producción de petróleo entre Rusia y Arabia Saudita.
En el mismo tono, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que para enfrentar la sacudida financiera y el efecto económico del coronavirus México se mantiene blindado con cuatro herramientas (entre ellas que el ciento por ciento de la deuda externa está en tasa fija y a largo plazo, por lo que la economía tiene una gran línea de defensa).
Además, México cuenta con líneas de crédito: 61 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y 9 mil millones con el Tesoro estadounidense. Hay que sumar el fondo de estabilización de los ingresos presupuestarios (158 mil millones de pesos), el fondo de los estados (60 mil millones) de pesos y las coberturas petroleras que garantizan los ingresos presupuestarios.

Algo sobre Cardenal
A Ernesto Cardenal lo vi dos veces, una en los baños de San Carlos (iba él muy resguardado, cuidadísimo, y de pronto me les aparezco yo, que había entrado antes); la otra en algún lugar de Oaxaca, donde unos cuantos pasos atrás de él, que iba solo (y eso que el grupo era bastante numeroso), le oí –en voz alta aunque no tanto–: ‘‘¡Ser papa, qué soberbia!”
Por mis 20 dudaba sobre ser monje o no y le escribí (no le mandé, se me extravió antes) una carta con mis dubitaciones. Confianza le tenía. De él recuerdo haber leído en una revista cubana entonces muy traída y llevada y en la que la poesía aparecía indexada como ficción: ‘‘Entre la violencia y la no violencia, la no violencia, pero entre la violencia y la cobardía, la violencia’’, frase que no creo ahora suene tan afortunada como en aquellos 70 dicha en labios de un cura.
Cómo nos resultaba encantador que el ya para entonces sacerdote hubiera sido un joven poeta enamoradizo y, acaso más, el que trazara clásicos epigramas en un lengua-je de lo más normal, no distinto del que escuchábamos en la tienda de la esquina.
Tres tomos de en números redondos mil 500 páginas editadas por el FCE (el último, La revolución perdida, hace 15 años) dan fe de su vivir. De ellas no diré que precisamente se van como agua, mas algo así acontece al leerlas. Así de sorprendente fue su vida y tal la claridad con que la cuenta.


Editorial
El desplome de los precios del petróleo y de los índices bursátiles a escala global, así como el pesimismo generalizado respecto del futuro de la economía a corto plazo, muestran que la epidemia del coronavirus ya es responsable de un desorden socioeconómico de gran magnitud cuya duración aún no se puede prever. Con excepción de Italia, donde desde el fin de semana existe un alarmante repunte en las cifras de enfermos y fallecidos, la mayor parte de dicho desorden no puede achacarse en primera instancia al número de personas contagiadas o en riesgo de infectarse.

Feministas deben exigir mejoras laborales,dice
Uno de los principales problemas de la violencia contra las mujeres es el maltrato a hombres en sus centros de trabajo donde, en su mayoría, reciben pésimos salarios (Erich Fromm, El amor a la vida).
Los sonidos de la furia y el silencio retumbaron por todo el país. Las movilizaciones de las mujeres demuestran tanto el hartazgo contra la violencia que las oprime como su decisión de transformar drásticamente la estructura social y cultural que sistemáticamente las pone en peligro.
El ambiente de este país es bélico, se siente en la calle, me dice Mónica González, la periodista chilena ganadora del premio a la excelencia García Márquez, que ha venido a Managua para participar como jurado de los premios de periodismo que otorga anualmente la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Y le sobra razón.

No recuerdo en cuál historia hay un personaje que, súbitamente, se toma la panza en medio de la calle y muere de dolor al pie de un cartel que decía: Prohibido toser y estornudar en la ciudad. Alguna de Stephen King, seguramente. Pero ya no me distraigo con novelas y filmes de terror. Con los llamados medios hegemónicos, basta y sobra.
La multitudinaria marcha del domingo pasado y la notoria ausencia de mujeres en sus trabajos cotidianos y las calles de varias ciudades fue un audible golpe civilizatorio. La andanada de protestas ha sido ruda muestra de la intransigencia que bulle en cada una de las manifestantes y huelguistas. ¡No más atropellos, basta de discriminación, vejaciones y miedo, no más muertas! La energía que derrama la protesta bien puede situarse a la altura de la épica de otros tiempos y por otras causas de opresión: derecho a votar y ser votada que, durante décadas, movilizó a millones de ellas. Tal y como fueron, también y en siglos idos, la lucha por su acceso a la educación, bien puede decirse con justa apreciación que estas rebeldías surgen desde lo más profundo de la historia humana. Basta revisar la actual situación de las mujeres desde la perspectiva de las distintas religiones para aquilatar el fondo del problema existente. En cada una de ellas, las condiciones reservadas al género femenino dista mucho de ser equitativo y justo.
Los ciclos y crisis en el capitalismo pueden suceder de manera irregular. Esto es parte del movimiento anómalo de una economía que es intrínsecamente inestable. La gran crisis de 2008 fue resultado de ese tipo de procesos. Y para sacar a flote a una economía que ha caído en el desequilibrio se necesita inyectarle liquidez en buenas cantidades. Por ejemplo, las medidas de política de flexibilidad monetaria aplicadas por la Reserva Federal se hicieron sentir antes de la crisis y sus efectos especulativos comenzaron a difundirse por toda la economía desde 2009-2010. Cantidades astronómicas pasaron a fondos de pensión y departamentos de tesorería de grandes corporaciones, en donde sirvieron para aceitar la especulación a escala mundial. Pero lo que sí no hicieron fue promover la inversión y el empleo.

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