CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Organizaciones de derechos humanos
expusieron diversos tipos de violencia que padecen las mujeres en México
y que urgen sean frenadas y atendidas por el Estado en el contexto de
la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
En un reciente informe,
Amnistía Internacional (AI) reveló la existencia de una política
discriminatoria contra las mujeres que padecen VIH, la que incluye la
esterilización forzada.
En
el documento, que incorpora situaciones de violencia contra la mujer en
América Latina, se expone el caso de Michelle, una mujer que descubrió
que era seropositiva cuanto tenía cuatro meses de embarazo, y que acusa
haber sido víctima de discriminación, maltrato y haber sido esterilizada
sin su consentimiento.
En el reporte “El Estado como ‘aparato reproductor’ de violencia
contra las mujeres”, Amnistía resalta que “en la regulación de la
sexualidad y la reproducción de la mujeres es donde con más nitidez se
evidencian los estereotipos y perjuicios de género, la concepción del
rol que la mujer debería jugar en la sociedad, que es impuesto a todas
las mujeres a través de legislaciones y prácticas frecuentemente
discriminatorias”.
El informe retrata casos de mujeres y niñas víctimas de
discriminación en República Dominicana, Chile, El Salvador, Perú,
Paraguay, Argentina, Uruguay y México.
En nuestro país se retoman investigaciones realizadas por las
organizaciones Fondo María AC y Red Balance AC, que han registrado
testimonios de mujeres que padecen VIH a quienes se les ha desinformado
sobre la transmisión del virus y se les ha sometido a esterilización
forzada, como en el caso de Michelle, quien además denunció haber sido
expuesta a discriminación mientras su parto era atendido.
Ella resaltó que a punto de dar a luz en su tercer embarazo, el
ginecólogo le advirtió que sería sometida a una operación para no tener
más hijos, y aunque ella se negó, el médico se valió de la firma de su
madre para ser intervenida.
“Sentí mucha presión y vergüenza, pues el médico incluso regañó a mi
madre, ya que le dijo que ella como mi madre ‘debe entender’; después de
diversos señalamientos e intimidaciones, obligó a mi madre a firmar una
hoja que autorizaba la intervención, sin explicarnos de qué se trataba
ni proporcionar información sobre los riesgos que podría acarrear”,
contó Michelle a AI.
Durante su estancia en el hospital, ella recuerda que le fue colocado
un letrero arriba de su cama con las siglas VIH, y que fue maltratada
por el personal del sector salud, quienes le daban de comer en platos
desechables, e incluso le proporcionaron gasas para que ella se
atendiera una hemorragia que sufrió en ese entonces.
Para AI, la discriminación que recibió Michelle evidencia las fallas
de las instituciones en “disponer de medios anticonceptivos seguros y
asequibles, aparte de que las mujeres deben tener el derecho de elegir o
rechazar libremente los servicios de planificación familiar”.
Por otra parte, la Red de Organismos Civiles de Derechos Humanos,
Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT) dio cuenta de datos
concentrados por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio que
revelan el alto grado de violencia que sufren las mujeres mexicanas.
En un comunicado, la Red TDT señala que de 2012 a 2013 fueron
asesinadas 3 mil 892 mujeres, y del total de casos sólo 15.75%, es decir
613, fueron investigados como feminicidios, “lo que significa una gran
ausencia en la actuación legal por parte de las procuradurías de
Justicia de México”, situación que se confirma con la ubicación en el
lugar 83 de 135 países en Brecha de Género, según el reporte del World
Economic Forum en 2013.
En materia de discriminación laboral, la Red retoma los resultados de
la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
2011 (ENDIREH), mismos que señalan que 76% del total de mujeres
trabajadoras “percibe entre uno y cinco salarios mínimos; situación que
está lejos de garantizar una calidad de vida digna”.
Tras señalar que sólo 5% de las mujeres en el país reciben ingresos
superiores a cinco salarios mínimos, la Red TDT resalta que 21% de las
trabajadoras mexicanas “han enfrentado algún tipo de violencia en su
centro de trabajo, según el reporte Proigualdad 2013-2018.
Peor aún, es que según el Inegi, en 2013 “63 de cada 100 mujeres de
15 años y más declararon haber padecido algún incidente de violencia y
68% de las mujeres de entre 30 y 35 años han enfrentado al menos un
episodio de violencia o abuso”, ello aunado a que el Sistema de
Procuradurías Estatales informó que en 2015 fueron asesinadas un
promedio de siete mujeres por día, de las cuales 68% los responsables de
esas muertes fueron sus cónyuges o familiares.
“Estos son indicadores que demuestran que la violencia machista ha
llegado a límites insostenibles en el país con feminicidios registrados
en todos los estados de la República”, apunta la Red TDT, para enseguida
denunciar que en 13 estados se ha solicitado que se decrete la alerta
de género ante la imparable violencia que impacta también a mujeres
transgénero, sector de la población que registra 87 muertes violentas de
2008 a 2011.
Tras señalar que las muertes maternas se siguen registrando
“principalmente entre las mujeres en condiciones de pobreza”, la Red TDT
pidió al Estado mexicano “se realicen las acciones concretas para
superar los rezagos legales para garantizar efectivamente los derechos
de las mujeres”.
Entre las recomendaciones que la organización plantea, destacan la
implementación de “un marco regulatorio para proteger los derechos
laborales de las mujeres, revisando las legislaciones federal y
estatales con integración de las perspectivas de género y de las
herramientas legales para el acceso a la justicia de las mujeres
trabajadoras”, e incorporación de los convenios 156, 183 y 189 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) para establecer la igualdad
de género en el trabajo.
En materia de violencia sexual se pide “que las dependencias cuenten
con información sistematizada y desagregada sobre la atención que se
brinda a las víctimas de violación” y que exista una coordinación entre
la Secretaría de Salud y los Ministerios Públicos para que las mujeres
víctimas de violencia sean canalizadas para recibir atención integral,
así como homologar el tipo de feminicidio “de manera objetiva con los
elementos establecidos en el tipo penal federal”.
Para alcanzar investigaciones efectivas se sugiere “incorporar la
obligatoriedad de generar e implementar protocolos de investigación
pericial, ministerial y policial con perspectiva de género y derechos
humanos en toda muerte violenta de mujeres, con un código único de
procedimientos penales”, así como adoptar políticas públicas “para
abordar las causas subyacentes de la violencia contra las mujeres
transgénero”, orientadas a garantizar que tengan acceso a empleo formal,
educación, salud y vivienda.
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