El gobernador de
Veracruz, Javier Duarte de Ochoa (JDO), es un lastre para el sistema
político y, en particular, para los intereses priístas en la sucesión de
esa entidad estratégica para la recolecta periódica de votos. El ex
ayudante de Fidel Herrera Beltrán ha acumulado tal cantidad de yerros
que por más artificios de mapachería que se realicen parece demasiado
cuesta arriba para el tricolor aspirar al triunfo en la
contienda por un periodo de mando de dos años, sobre todo tomando en
cuenta que contra el PRI se ha levantado en tono retador y
grandilocuente un ex priísta convertido al PAN, igualmente malévolo y
manipulador, Miguel Ángel Yunes Linares.
Inequívocamente dañino para los intereses priístas, Duarte de Ochoa no es removido (por la vía legal o la de facto,
alcanzable ésta mediante los mecanismos de coerción que históricamente
se depositan en manos de quien vive en Los Pinos) debido a que no se
desea colocar la cabeza del torpe mandatario en la bandeja electoral del
PAN. Para evitar esa derivación hacia el adversario electoral, el PRI
nacional ha buscado exacerbar la previa animadversión explícita de
Héctor Yunes Landa, candidato a la gubernatura, contra JDO, con la
esperanzade que la eventual caída de JDO pueda ser capitalizada por el
priísta.
Manlio Fabio Beltrones tampoco tiene mayor aprecio por JDO. En
septiembre de 2011, 35 cadáveres fueron depositados en la Glorieta de
los Voladores de Papantla, en Boca del Río, y el gobernador de Veracruz
esbozó lo que luego sería su tesis de que tales cosas suceden a quienes
se portan mal, al minimizar los hechos y apresurarse a adjudicar antecedentes criminales a los muertos. Beltrones, entonces senador, dijo que
no es fácil que más de una treintena de cadáveres sean depositados en una vía pública, a la luz del día, y con el conocimiento de todos, y que la justificación pueda ser que no es tan difícil ni tan malo porque se trataba de delincuentes.
En ese contexto, Los Pinos debe levantar o bajar el dedo pulgar en
estos días para impulsar u obstruir la realización de un juicio político
en el Congreso federal contra Duarte de Ochoa, acusado, como si no
tuviera tantos otros expedientes oscuros en su contra, de no dar cuen-
tas precisas por 15 mil 700 millones de pesos, según la Auditoría
Superior de la Federación. La situación en Veracruz es ya insostenible.
Los bandos criminales (los no oficiales y los oficiales) han sembrado
muerte, terror e impunidad en la entidad y el saqueo de las arcas
públicas es implacable. ¿Los cálculos electorales, priístas y sobre todo
pinoleros, impulsarán a mantener o a deponer al gobernador
indefendible?
Más que un candidato posible, pareciera que Aurelio Nuño Mayer fuera
un precandidato fusible. Es decir, una pieza del tendido peñista
colocada para soportar descargas excesivas e incluso fundirse, con tal
de proteger el buen funcionamiento del sistema en general y, en
particular, de algunas piezas o pieza que serían las verdaderamente
consideradas por el mando central para sostener brillo y viabilidad
futura.
Con esa predisposición tecnológica, AureNuMa le entra a todo, como
fajador sin mañana, dispuesto a batirse obsesivamente para dar
apariencia de que hay orden, mano dura, proyecto. Lo mismo se complace
en anunciar despidos de profesores rebeldes ante la reforma
administrativa de lo educativo que se asoma por rutina semanal a
escuelas bajo control en las que posa tiernamente con educandos, en una
presunta campaña de promoción personal que no ha prendido.
También se alista para uno de los grandes negocios del
sexenio, los certificados de infraestructura educativa nacional (Cien),
que le permitirán gastar miles de millones de pesos en la mejoría de
planteles escolares, mediante una operación financiera que consigue
fondos de la Bolsa Mexicana de Valores para privatizar el sistema
educativo del país, deuda que técnicamente no es deuda pero que
finalmente deberá ser pagada a los particulares que ahora están
aportando tales fondos.
En esa caracterización del villano gozoso, el precandidato fusible
montó ayer otra escena descriptiva del autoritarismo cerril que se
enseñorea en las alturas del poder político mexicano. Según el
secretario censor, es absolutamente reprobable que el partido Morena y
su jefe máximo, Andrés Manuel López Obrador, realicen alianzas con
profesores de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), núcleo muy importante de la CNTE, y hagan el
compromiso político de que si ganan el control del Congreso de Oaxaca
habrán de dar reversa a ciertas decisiones gubernamentales (una alianza,
por lo demás, con reticencias, pues los profesores no apoyan plenamente
al candidato de Morena a gobernador, pero decidieron participar en
busca de curules, reservándose el derecho de diversificar su voto en
cuanto a la gubernatura). En particular le parece sumamente irritante al
secretario Nuño que se ofrezca la posibilidad de que el Instituto
Estatal de Educación Pública de Oaxaca (Ieepo) regrese a la situación
anterior a las andanzas
reformistasdel peñismo.
Es significativo que el nuevo ensayo de intolerancia haya sido
dirigido contra un partido y un virtual candidato presidencial en
específico, pero marcas o apellidos son secundarios ante lo central, que
es la pretensión de Nuño Mayer de condicionar y prohibir cierto tipo de
posturas, ofertas o decisiones de partidos políticos. Si éstos no
tienen la oportunidad de cambiar el orden de las cosas mediante
resultados electorales, entonces no tendría sentido esa competencia en
urnas, pues solamente cabría para los participantes contender para
sostener ese orden de las cosas tal como está, definido por poderes que
entonces serían dictatoriales. Un miembro del gabinete presidencial,
secretario de educación pública, no debería, por ningún motivo, mezclar
la noble tarea a su cargo con la metralla partidista o electoral,
ejerciendo una retórica de granadero que, en este caso, solamente
confirma que dicho político cumple el papel de fusible provocador.
¡Hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero
El esquema no es novedoso. Ya fue probado en la privatización bancaria. Ahora toca el turno a Petróleos Mexicanos (Pemex).
Carlos Salinas de Gortari cambió las leyes para que el sector privado
pudiera adueñarse paulatinamente de la entonces banca nacionalizada. El
Grupo Monterrey, encabezado por Eugenio Garza Lagüera, adquirió una
parte minoritaria y luego el total de las acciones de Bancomer. Luego
vino la crisis bancaria y lo vendió a su actual propietario, el español
BBVA. El esquema fue aplicado a las demás instituciones, y hoy 90 por
ciento del sistema está en poder de capital privado y extranjero. De
acuerdo con las declaraciones del director de Pemex, José Antonio
González Anaya, las refinerías –¡el corazón de la industria petrolera
nacional!– se asociarán ya con capital privado. Según esto, no hay
dinero. Necesita socios. Sin embargo, cuando había dinero de sobra, con
el barril a 100 dólares, cancelaron la construcción de la refinería de
Tula. Será cuestión de tiempo para que Pemex pase al sector privado. Eso
es lo pactado, no hay que olvidarlo, con la entonces secretaria de
Estado Hillary Clinton. Fue el ticket de regreso del Partido Revolucionario Institucional.
Si saben contar, mejor ni cuenten
... con las codiciables 720 hectáreas del aeropuerto de
la ciudad de México. El secretario de Comunicaciones, Gerardo Ruiz
Esparza, cortó las alas al inquieto Salomón Chertorivski, quien ha
andado manoseando la idea de construir una submetrópoli que sacará –¡oh,
sí!– de la pobreza a 3 millones de capitalinos. Sólo que el gobierno
federal tiene una idea distinta.
No hay duda de que terrenos y terminales son propiedad del gobierno federal, y será el que decida qué ocurrirá con ellos cuando entre en operación la nueva terminal aérea, dijo Gerardo Ruiz Esparza luego de inaugurar el 28 Congreso de ingeniería, convocado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México. Eso sucederá en el año 2020, cuando ya no estén en el gobierno Chertorivski ni Ruiz Esparza. Por tanto, no es definitivo. Según el secretario de Comunicaciones, se buscará que sea en beneficio de la sociedad, tal vez para crear terminales intermodales o universidades, pero lo cierto, expresó,
es que se trata de infraestructura muy valiosa (la actual) que no se puede destruir. Sólo que ésta no ocupa más que la mínima parte de las 720 hectáreas y los capitalinos verían con agrado que el resto se convirtiera en bosque. ¿Por qué no someterlo a consulta pública? Por lo pronto, Chertorivsky quedó fuera del juego. Y ya van dos: también a Simón Levy le dieron jaque mate en el corredor Chapultepec.
El maíz
El segundo tribunal unitario en materia civil y
administrativa, encabezado por el magistrado Benjamín Soto Sánchez,
ordenó a la Secretaría de Agricultura abstenerse de otorgar permisos de
liberación o siembra de maíz transgénico hasta que se resuelva en
definitiva el juicio colectivo promovido por científicos, especialistas y
campesinos. Los demandantes son Antonio Turrent Fernández, en el área
de agronomía; Víctor Manuel Toledo, en la de socioambiental; en
antropología, historia y cultura, Julio Glockner y Narciso Barrera
Bassols; ética y patrimonio gastronómico, Raúl Hernández Garciadiego;
derechos humanos, el padre Miguel Concha Malo, director del centro Fray
Francisco de Vitoria, y en patrimonio alimentario, Luciano Concheiro y
Patricia Moguel. Las empresas trasnacionales demandadas desde julio de
2013 son Monsanto, Syngenta, Pioneer Dupont y Dow. Además, la Sagarpa y
la Semarnat.
@VoxPopuli
Existe una perturbadora
convergencia entre el teórico de la guerra permanente mediante el choque
de ocho civilizaciones (sic), Samuel Huntington, y el pragmático
multimillonario Donald Trump sobre el supremacismo blanco de los WASP (white anglo-saxon protestants: angloestadunidenses protestantes blancos).
La única diferencia es que Huntington es venerado, mientras Trump es abominado, por el complejo militar-industrial.
Huntington, tan mexicanófobo e islamófobo como Trump, fue el
coordinador de la planeación de seguridad en el Consejo de Seguridad
Nacional con James Carter, además de darling de las universidades Yale, Harvard y de Chicago.
En su libro más reciente, ¿Quiénes somos? (https://goo.gl/2MY7uH), una oda a la mexicanofobia –en la que presuntamente colaboró un efímero canciller del doble cara Vicente Fox–, observa que
en 1930, los angloestadunidenses continuaban siendo el grupo dominante y, posiblemente, el mayor en número de la sociedad estadunidense, pero étnicamente (sic) Estados Unidos había dejado de ser una sociedad angloestadunidense.
A su juicio, los angloestadunidenses, quienes “habían pasado a ser los WASP, si
bien habían ido perdiendo peso proporcional en la población, la cultura
anglo-protestante de sus antepasados colonos sobrevivió durante 300
años como el elemento definitorio primordial de la identidad
estadunidense”.
Huntington, apologista del apartheid de Sudáfrica, realiza una alarmante pregunta cabalmente racista:
¿Estados Unidos sería el que es hoy en día si en los siglos XVII y XVIII no hubiera sido colonizado por protestantes británicos, sino por católicos (¡supersic!) franceses, españoles o portugueses? La respuesta es no, no sería Estados Unidos: sería Quebec, México o Brasil.
Agrega que la cultura anglo-protestante de Estados Unidos
ha combinado instituciones y prácticas políticas y sociales heredadas de Inglaterra (incluida, de manera muy especial, la lengua inglesa) con los conceptos y los valores de protestantismo disidente (sic) que los colonos trajeron consigo.
En el capítulo 11, sobre las
viejas y nuevas líneas divisorias, con el subtítulo
nativismo blanco(sic), cita a Wallerstein siete años después de la votación por la defenestración (impeachment) de Bill Clinton: “¿Tan difícil resulta ver (…) la rebelión (sic) de los hombres WASP contra lo que perciben que es su decreciente papel en la sociedad estadunidense?”
En su repelente libro El choque de las civilizaciones y la reconfiguración del nuevo orden mundial –que lanzó, después de la disolución de la URSS, en el think tank de extrema derecha neoliberal AEI–, entre sus ocho (sic) polémicas
civilizacionesse encuentra la
occidental–núcleo de la anglosfera, netamente protestante–, que colisiona con la de
Latinoamérica, eminentemente católica.
Sea a nivel doméstico, sea a nivel continental, a juicio de Huntington la inmigración
latino-católicarepresenta una amenaza cultural para Estados Unidos, que pudiera
dividirlo en dos poblaciones, dos culturas y dos idiomas.
Huntin
La buena noticia es que hay Pemex para rato, porque si bien la empresa del Estado no pasa por su mejores momentos financieros y productivos, su solvencia
está garantizada por sus abundantes y crecientes reservas petroleras, de acuerdo con el flamante director general del corporativo, José Antonio González Anaya. Hay con qué responder, pues.
La mala es que no habrá solución real mientras los planes de restructuración y saneamiento no incluyan una
limpiaa fondo que saque las manos de la voraz caterva de funcionarios y ex funcionarios, miembros del gabinetazo, senadores, diputados,
líderessindicales,
amigos de la prensay demás fauna pública y privada (cada cual con su respectivo ejército de parientes, compadres, amigos, socios, intermediarios, comisionistas, entenados y conexos) que han saqueado a la ex paraestatal.
Allí está el caso del ex director Emilio Lozoya, quien en un abrir y
cerrar de ojos tuvo la habilidad de transformar los números negros de
Pemex en espeluznantes números rojos nunca antes reportados por la
empresa productiva del Estado. En tiempos de vacas ya no flacas sino
verdaderamente famélicas, este personaje sin experiencia alguna en el
negocio del oro negro (pero con muy buenos contactos en OHL) se dedicó a
contratar –con salarios de lujo– a sus amigos y a los recomendados de
la citada caterva, al tiempo que compraba astilleros en Galicia, pagaba a
precio de oro las recompra de paraestatales privatizadas 20 años atrás
por
no ser estratégicas(Salinas dixit).
Como bien denunció La Jornada (Enrique Méndez y Roberto Garduño), el amigo de OHL incrementó 300 por ciento las plazas de élite en Pemex.
En el trienio en que Emilio Lozoya dirigió Petróleos Mexicanos se triplicó la alta burocracia en la petrolera y engrosó el número de direcciones corporativas, de cuatro que existían desde 1992, a nueve, y se agregaron nuevas subdirecciones, gerencias y subgerencias, lo que aumentó en más de 500 las plazas en el corporativo.
La justificación de Lozoya “para aumentar el número de funcionarios
administradores de alto nivel es que se buscaba la eficiencia y
competitividad, maximizando el valor de los hidrocarburos y la
rentabilidad de las actividades de transformación industrial. Así, la
reorganización que implementó modificó la estructura de Petróleos
Mexicanos, que en 1992 durante el sexenio de Carlos Salinas, se dividió
en cuatro organismos subsidiarios y un corporativo, así como 69 empresas
filiales que dependían de la entonces paraestatal… El proyecto avalado
por el consejo de administración incluyó la designación de nuevos
directores generales, subdirectores, gerentes y subgerentes” (ídem).
De acuerdo con la información estadística de la empresa productiva
del Estado, cuando Lozoya ocupó la oficina principal en la torre de
Marina Nacional las plazas de confianza sumaban 30 mil 344 y en sólo un
año de estancia en la dirección general las incrementó a 32 mil 17 y
cerró 2014 en 31 mil 581. En total, la plantilla de Pemex
(sindicalizados y de confianza) pasó de 150 mil 697 a 153 mil 85, y sólo
hasta 2015 –cuando los números financieros eran rotundamente rojos–
comenzó a reducir la plantilla, con especial énfasis en la de base (el
último año citado se dieron de baja a 14 mil 694 trabajadores, entre
despedidos, jubilados, y retiros anticipados o voluntarios).
González Anaya compareció ayer ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados (
Pemex es una de las empresas más emblemáticas del sector energético nacional, y así se va a mantener), cuyos integrantes ahora sí
reclamaronpor el pésimo resultado de Emilio Lozoya al frente de Pemex. ¿Pues dónde estaban los legisladores? Si los mexicanos de a pie registraban el tiradero de dicho personaje, cómo es que los siempre atentos
representantes popularesni enterados estaban (según dijeron en el encuentro de ayer). Eso sí, ya despiertos, sólo hasta ahora –cuando ya no es parte del gobierno federal–
exigenla comparecencia de Lozoya y
perseguir a los funcionarios que elevaron gastosen la ahora empresa productiva del Estado.
Con recursos suficientes apenas para
cubrir la nómina quincenal de la burocracia, la interminable lista de
constructoras y proveedores de servicios ahogándose en la anemia
financiera, una cifra indeterminada de medianas y pequeñas empresas
cerrando o recortando personal y la ruina moral de una clase política
que creció en el gobierno de Javier Duarte, el sexenio se encamina a uno
de los finales más dramáticos que se recuerden en la historia de
Veracruz y acaso del país.
En ese oscuro legado de corrupción, cientos de homicidios y levantones,
periodistas asesinados o exiliados, desaparición de la reserva técnica
del Instituto de Pensiones del Estado, desprestigio generalizado de la
clase en el poder, incluida por supuesto la oposición alineada
coyunturalmente, la culminación de esta debacle se verá este jueves,
cuando la comunidad de la Universidad Veracruzana (UV), encabezada por
la rectora Sara Ladrón de Guevara marche por las calles de Xalapa para
exigir una vez más al gobernador que entregue los más de 2 mil millones
de pesos que pretende escamotear a la institución.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que
agrupa a la mayor parte de los grupos opositores al gobierno
venezolano, anunció ayer que lanzará una campaña para deponer al
presidente Nicolás Maduro. Por un lado impulsará la realización de un
referendo revocatorio de mandato e intentará conseguir la aprobación de
una reforma constitucional
para reducir el mandato presidencial y lograr elecciones este año; por el otro, según declaró Jesús Torrealba, secretario general de la MUD, la dirigencia opositora tomó
la decisión unánime de convocar al pueblo a conformar el movimiento de presión popular más grande que haya existido para activar todos, todos los mecanismos de cambio.
De México a Panamá, crisis indignante de derechos humanos
El asesinato trágico de la
luchadora indígena Berta Cáceres y la retención arbitraria del activista
mexicano Gustavo Castro Soto en Honduras subrayan las dimensiones de la
crisis generalizada tan indignante de los derechos humanos que
caracteriza a toda la región mesoamericana, desde México hasta Panamá.
Reflejan también la combinación de complicidad oficial y violencia
paramilitar asociados al modelo colombiano y mexicano de terror estatal,
cuyos rastros están asociados con los crímenes de Iguala, San Fernando,
Cadereyta y Acteal, entre otros.
En un insólito editorial
se cuestiona el mensaje pronunciado por el Papa a los obispos mexicanos
en su pasada visita a México. En efecto, el editorial del semanario Desde la Fe
ha causado tal revuelo que ha rebasado nuestras fronteras. Su contenido
es contradictorio, pues quiere presentar a los obispos mexicanos
unidos, pero después se deduce lo contrario, ya que
alguiencercano al Papa lo mal aconsejó. El texto confirma que existen no sólo tensiones, sino disputas agudas, sentenciando:
Lamentablemente, existe la mano de la discordia que intentó poner los acentos negativos, parcializando la visión de Iglesia y tratando de influir en el discurso pontificio para conseguir un efecto contrario en el público, al subrayar desafíos y tentaciones como males del episcopado. Ese alguien cercano a Francisco que lo mal aconsejó no puede ser otro que el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, apoyado por Eugenio Lira Rugarcía, secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano, quienes fueron los actores claves que condujeron la organización de la visita de Francisco a México.
Con las primarias de
Michigan la competencia por las candidaturas a la presidencia de Estados
Unidos (EU) entra en la definitoria fase final. Tocará, después, a
estados de fuerte peso demográfico y económico mostrar sus preferencias.
Algunos de los cuales asignarán todos sus delegados al ganador ( winner take all)
Y, por lo que se puede adelantar a la hora de cerrar este artículo
(mediodía del martes), la pelea en ese estado, con gran entramado
industrial, cierra el posible resultado para los dos aspirantes: Sanders
y Clinton. El efecto que pudo tener el pasado debate (domingo 6, en
Flint, Michigan) entre ellos dos se verá reflejado en las votaciones de
esta tarde-noche. La señora Hillary Clinton, que ha sido proclamada
ganadora, desde el mero inicio de la contienda, por todo el entorno
mediático, no las tiene todas consigo. El reto que representa el senador
por Vermont va más allá de lo previsto por la burocracia del partido y
por aquellos que han respaldado (en especial los llamados
superdelegados) su tentativa de alzarse, con facilidad y certeza, con la
candidatura y, como si fuera de paso, la misma presidencia.
Es difícil no ser
ingenuo en política. ¿Cuán realistas somos al no ver con claridad las
causas que, en pocos meses, cimbraron el tinglado emancipador que en
América Latina se construyó desde el inicio de la revolución
bolivariana? ¿Ya estaban ahí, o aparecieron de súbito?
El gobierno de México ha
comenzado por fin a repudiar públicamente el fenómeno Trump. Durante
meses guardó escrupuloso silencio en torno de las declaraciones
incendiarias de Donald Trump. Los expertos en Relaciones pensaban, no
sin alguna razón, que hacer declaraciones era echarle gasolina al fuego,
y que sólo aumentarían las posibilidades electorales del candidato.
Hoy, frente a la probabilidad de lo que hasta hace poco parecía el sueño
guajiro de un megalómano, han hecho pronunciamientos muy fuertes tanto
la Secretaría de Relaciones Exteriores como la Presidencia de la
República, pasando por los ex presidentes Fox y Calderón, que hacen
comparaciones entre Trump, Hitler y Mussolini.
Durante años las
autoridades monetarias y los organismos financieros internacionales
impulsaron una política monetaria dirigida a controlar la inflación. El
gasto público tuvo que subordinarse a ese imperativo central que era la
estabilidad de precios. La política de tasas de interés respondía a la
necesidad de enfriar la economía cuando el calentamiento llevara riesgos
inflacionarios. Y la política de ingresos también estuvo sometida a la
exigencia de contener la demanda agregada. De ahí sale la contención del
crecimiento de los salarios. Pero ahora las cosas han cambiado y con la
crisis económica global descubrimos que en Europa, Estados Unidos,
Japón e incluso China, el verdadero enemigo es la deflación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario