Mujeres y Política
"Cada 8 de
Marzo, renovamos nuestro compromiso de mantener vigentes los principios
de libertad, justicia y autonomía del ideario de las madres fundadoras
del feminismo..."
México,
09 mar. 16. Amec oPress/ SemMéxico.- El feminismo es la idea
“subversiva” y para muchas personas “radical” de creer que las mujeres
tienen derechos humanos. Así de sencillo y simple. El feminismo que nos
lleva ahora a la conmemoración del año 106, desde aquella feliz
coincidencia de mujeres de diversas ideologías y movimientos, pero por
ninguna razón conservadoras, que encuentran la misma similitud en su
condición social, la opresión de la que son objeto por el hecho de
pertenecer al sexo femenino.
El 8 marzo,
establecido desde la oficialidad, la ONU concretamente en 1975, tiene
como objetivo mirar los avances, los retos y como en muchos casos
algunos pasos hacia atrás que indebidamente se han dado en el mundo.
Cierto que
estamos en un lugar distinto al que ocuparon las mujeres hace uno, dos y
tres siglos, cuando la historia registra el despertar del feminismo.
Sin embargo,
los resabios parecen repetirse, de una u otra forma. La desigualdad
persiste, el piso no es parejo para todas las mujeres. Y como señalan
las estudiosas de los movimientos feministas, a cada acción vinieron las
reacciones del patriarcado, incapaz de entender que lo único que estaba
sucediendo en el mundo, y sigue sucediendo, es que las mujeres ocupan
lo que legítimamente les corresponde y del que fueron marginadas o
excluidas por una decisión política, como afirmó en una entrevista Norma
Reyes Terán.
La Organización
de las Naciones Unidas (ONU) espera que en 14 años, el nuestro sea un
planeta 50/50, “Demos el paso por la igualdad de género”, reza el
mensaje oficial del organismo internacional en el marco de esta
conmemoración.
Difícil de
creer en la posibilidad de alcanzar la meta, sobre todo cuando vemos los
resquicios que aún existen, las ideas, los pensamientos, tan dañinos
como los hechos, las acciones negativas que muchas veces siguen
tiñéndose de rojo, como pasó esta misma semana con la defensora y
activista Berta Cásares, en Honduras, y como ha sucedido con miles de
mujeres que desde su mirada crítica, feminista, cuestionan lo
establecido, ponen entredicho las bondades de los gobiernos,
desenmascaran a quienes utilizan el feminismo y se enriquecen o se
aprovechan para escalar en el poder político, mujeres que desde su aguda
visión pueden hacer que tiemble, sí, que tiemble, el poder político y
el gigante económico.
ONU Mujeres ha
publicado el mensaje de Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones
Unidas para este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer: “Hemos roto
tantos techos de cristal que hemos creado una alfombra de añicos. Ahora
estamos barriendo las ideas preconcebidas y los prejuicios del pasado
para que las mujeres puedan avanzar y cruzar nuevas fronteras”.
Sí, eso
quisiéramos pensar. El optimismo del Secretario General de la ONU es
elocuente y, ciertamente, en parte hay razón. Pero la verdad es que yo
pensaría que en 300 años de existencia del feminismo se reconocen los
avances pero no hemos hecho añicos el techo de cristal construido por el
patriarcado, el androcentrismo y la misoginia, no, aún no, pienso que
se han hecho algunos agujeros al techo de cristal, pero no lo hemos
hecho añicos. ¡Brincos diéramos!
Lo otro, es
como dice la periodista peruana Ana María Portugal, quien desde hace
muchos años ha hecho y ha perfeccionado una cronología de los hitos y
hechos más importantes del feminismo y que dieron lugar al Día
Internacional de la Mujer en 1910.
Tiene razón
cuando se indigna en la forma en que el patriarcado ha ido trivializando
esta conmemoración para que las mujeres no se involucren o no piensen
en el fondo y la realidad que dio origen a lo que años más tarde la ONU
denominó el Día Internacional de la Mujer.
No es para
menos, como plantea Portugal, hoy “las mujeres reciben flores, perfumes y
poemas…” a otras, por ejemplo en algunas burocracias, les dan el día.
¿Cómo para qué? ¿Para que se vayan a su casa y hagan lo que les
corresponde? En lugar, tal vez de invitarlas a una conferencia, a una
función de cine sobre la historia de las mujeres, que reflexionen si
tienen sobre su cabeza un techo de cristal hecho añicos y pisan una
alfombra de cristales como supone el Secretario General de la ONU ¿quién
sabe? Hay quienes inventaron carreras atléticas y, peor aún, algunas
oficinas gubernamentales, hacen comida y rifan electrodomésticos, como
si fuera un 10 de mayo.
Supina ignorancia, como dije hace varios años y que ni modo lo tenemos que reiterar.
Ana María
Portugal sostiene que el 8 de marzo es “un día para recordar las gestas
más emblemáticas protagonizadas a inicios del siglo XX, por una
generación de mujeres que bajo la égida de los socialismos, anarquismos,
sufragismos y pacifismos, reclamaron derechos sociales y políticos en
escenarios marcados por guerras y revoluciones”.
Todos los
derechos de los que hoy gozamos las mujeres: educación, trabajo y
salario “justo”, voto y participación política y pública, anticoncepción
y aborto (hasta la doceava semana como sucede en la Ciudad de México y
por otras razones en todo el país), vivir sin violencia (un anhelo no
concreto como el acceso a la justicia), anticoncepción y otros tantos
derechos y libertades, como el ejercicio que ahora hago de escribir y de
que usted me lea, se los debemos a las luchas que emprendieron en
distintos tiempos y en circunstancias semejantes mujeres del mundo,
mujeres organizadas (socialistas, comunistas, sindicalistas, sufragistas
y pacifistas) que coincidieron en la proclamación de eso que todavía no
entiende buena parte del mundo, somos humanas y reclamamos nuestro
espacio.
Y termino
citando a la misma Ana María Portugal, feminista, periodista y llena de
sabiduría, quien apunta que “cada 8 de Marzo, renovamos nuestro
compromiso de mantener vigentes los principios de libertad, justicia y
autonomía del ideario de las madres fundadoras del feminismo. Compromiso
que se refuerza en las propuestas y en las acciones de las agendas
feministas y de los movimientos sociales de mujeres en su interlocución
con los gobiernos y las instituciones”.
Ya veremos las cosas que sucederán en estos días. Ya verán. Ya me contarán. Ya lo escribiré.
Foto: Archivo AmecoPress.
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