Por: Redacción Revolución
(09 de marzo, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- Producto del
crecimiento anual de los precios de la canasta básica, que superaron en
febrero pasado el 2.1 por ciento, según el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía (INEGI), el grupo de analistas del Observatorio
de Precios de los Alimentos, mediante un comunicado expuso su
preocupación y exigió a José Ramón Amieva, secretario de Desarrollo
Social, que emprenda una lucha en contra de los monopolios y
concentraciones que han provocado la distorsión y el abuso de los
precios de los alimentos.
“El crecimiento de los precios de los productos básicos ha puesto en
jaque nuevamente la Cruzada Contra el Hambre y agrava las carencias
alimenticias de millones de mexicanos”, puntualizaron. Con referencia a
que dicho programa, acorde con el estudio de la Auditoría Superior de la
Federación (ASF), no ha cumplido con su fin de abatir el hambre entre
las personas de escasos recursos, razón por la cual la pobreza no ha
disminuido en México durante la administración de Peña Nieto. Dando como
resultado que los 160 mil millones de pesos aplicados al programa en
2014 no han revertido el problema de los 7 millones de mexicanos que se
encuentran en situación de pobreza alimentaria.
Sobre la problemática el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), declaró en enero de 2016 que el precio de la canasta básica alimentaria se incrementó en mil 334 pesos, es decir, 5.36 por ciento superior a lo registrado en enero de 2015, en tanto que los analistas ya han advertido que este año el precio de los alimentos básicos ejercerá presión sobre el índice general, por lo que es probable que el alza general al cierre del 2016 será superior al 3 por ciento.
En febrero pasado ya se presentó un incremento superior al 2 por ciento en productos de la canasta básica, tales como del plátano tabasco que se ha elevado hasta los 18 pesos, el jitomate que en enero costó 35 pesos y en estados del norte llegó a los 45 por kilo; asimismo el chile tuve un aumento del 35 por ciento al igual que el kilo de pechuga de pollo que tuvo un máximo de 69 pesos.
En el caso de la carne el precio no ha disminuido desde el año 2014 y ha tenido un máximo de 145 pesos el kilo; dichos precios registrados ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Por su parte el Inegi registró en febrero el alza en productos como el pan en un 6.1 por ciento, 8.6 en pasta para sopa, frijol con 18, por citar algunos.
Con respecto al precio de la tortilla, en la Ciudad de México fue la única región donde no se registró un aumento, en otros estados se incrementó el costo hasta en 19 pesos, según informes de la Secretaría de Economía, es decir, representa un ajuste anual del 8.5 por ciento. Por su parte José Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura, expresó que no hay ningún elemento que motive que el precio de la tortilla llegue a ese precio porque “existen excedentes en la producción de maíz blanco, producto en el que México es autosuficiente”.
Refiriéndose al tema, Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, declaró que el aumento se debe a la alza del dólar ya que los precios de importación de maíz blanco vale 4 mil 300 pesos la tonelada.
“La aparente disminución de la devaluación del peso frente al dólar, mantiene intacto el encarecimiento de los productos importados que tienen repercusión en la adquisición de granos para producir proteína de carácter animal, leche, huevo, pollo, carne y por los altos niveles de importación de arroz y trigo, además de semillas y fertilizantes para cubrir el ciclo PV-2016, que se ha iniciado el pasado mes de febrero”, explicó el Observatorio de Precios de los Alimentos.
En cuanto a la explicación del dólar, Lorena Martínez, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), afirmó el año pasado que el alza del dólar “no era un pretexto” para subir los precios de los alimentos básicos y aseguró que nadie podría aumentarlos.
Es preciso remarcar que aunque se incrementó el salario mínimo en un 4.2 por ciento para este 2016, es decir, 73.04 pesos, establecido por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), sólo se puede comprar el 83 por ciento de la canasta básica, acción que viola la Constitución, declaró el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Por su parte Acción Ciudadana Frente a la Pobreza en febrero pasado denunció que en México alrededor de 7 millones de mexicanos, es decir el 14 por ciento de los trabajadores, tienen un salario mínimo, y muchas veces menos que éste; además que más de la cuarta parte de las personas son los únicos que perciben ingresos para mantener un hogar.
Asimismo más de la mitad de las personas con un salario mínimo viven en la Ciudad de México, Oaxaca, Estado de México, Veracruz, lo que representa una preocupante cantidad de mexicanos que sólo puede adquirir el 80 por ciento de la canasta básica y con el aumento de ésta, el porcentaje de acceso se disminuirá.
Sobre la problemática el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), declaró en enero de 2016 que el precio de la canasta básica alimentaria se incrementó en mil 334 pesos, es decir, 5.36 por ciento superior a lo registrado en enero de 2015, en tanto que los analistas ya han advertido que este año el precio de los alimentos básicos ejercerá presión sobre el índice general, por lo que es probable que el alza general al cierre del 2016 será superior al 3 por ciento.
En febrero pasado ya se presentó un incremento superior al 2 por ciento en productos de la canasta básica, tales como del plátano tabasco que se ha elevado hasta los 18 pesos, el jitomate que en enero costó 35 pesos y en estados del norte llegó a los 45 por kilo; asimismo el chile tuve un aumento del 35 por ciento al igual que el kilo de pechuga de pollo que tuvo un máximo de 69 pesos.
En el caso de la carne el precio no ha disminuido desde el año 2014 y ha tenido un máximo de 145 pesos el kilo; dichos precios registrados ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Por su parte el Inegi registró en febrero el alza en productos como el pan en un 6.1 por ciento, 8.6 en pasta para sopa, frijol con 18, por citar algunos.
Con respecto al precio de la tortilla, en la Ciudad de México fue la única región donde no se registró un aumento, en otros estados se incrementó el costo hasta en 19 pesos, según informes de la Secretaría de Economía, es decir, representa un ajuste anual del 8.5 por ciento. Por su parte José Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura, expresó que no hay ningún elemento que motive que el precio de la tortilla llegue a ese precio porque “existen excedentes en la producción de maíz blanco, producto en el que México es autosuficiente”.
Refiriéndose al tema, Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, declaró que el aumento se debe a la alza del dólar ya que los precios de importación de maíz blanco vale 4 mil 300 pesos la tonelada.
“La aparente disminución de la devaluación del peso frente al dólar, mantiene intacto el encarecimiento de los productos importados que tienen repercusión en la adquisición de granos para producir proteína de carácter animal, leche, huevo, pollo, carne y por los altos niveles de importación de arroz y trigo, además de semillas y fertilizantes para cubrir el ciclo PV-2016, que se ha iniciado el pasado mes de febrero”, explicó el Observatorio de Precios de los Alimentos.
En cuanto a la explicación del dólar, Lorena Martínez, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), afirmó el año pasado que el alza del dólar “no era un pretexto” para subir los precios de los alimentos básicos y aseguró que nadie podría aumentarlos.
Es preciso remarcar que aunque se incrementó el salario mínimo en un 4.2 por ciento para este 2016, es decir, 73.04 pesos, establecido por la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), sólo se puede comprar el 83 por ciento de la canasta básica, acción que viola la Constitución, declaró el colectivo Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Por su parte Acción Ciudadana Frente a la Pobreza en febrero pasado denunció que en México alrededor de 7 millones de mexicanos, es decir el 14 por ciento de los trabajadores, tienen un salario mínimo, y muchas veces menos que éste; además que más de la cuarta parte de las personas son los únicos que perciben ingresos para mantener un hogar.
Asimismo más de la mitad de las personas con un salario mínimo viven en la Ciudad de México, Oaxaca, Estado de México, Veracruz, lo que representa una preocupante cantidad de mexicanos que sólo puede adquirir el 80 por ciento de la canasta básica y con el aumento de ésta, el porcentaje de acceso se disminuirá.
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