7/03/2012

Los periodistas pal café....



La celeridad impositiva concertada se ha topado con dos inmediatos puntos de resistencia: el movimiento 132, ya en las calles, implacable y claro, y la recurrencia de Andrés Manuel López Obrador a los tribunales electorales para denunciar un fraude que aún no señala en esos términos pero cuyos ingredientes ya ha precisado.
El golpe nocturno dominical en favor de Peña Nieto necesitaba de rapidez para inyectar los virus del desánimo y el cinismo. Por ello se adelantaron las conferencias de prensa de Josefina Vázquez Mota y Leonardo Valdés Zurita, con la intención de ganar tiempo e impedir el surgimiento de algún dato o elemento discordantes. La panista ni siquiera se esperó a contar con una base numérica medianamente aceptable para darse por derrotada: con lo que había, que era ínfimo, dejó colgados incluso a quienes todavía a esa hora ultimaban detalles en casillas de diferentes partes del país. Valdés Zurita también saltó antes de tiempo, para presumir unos comicios límpidos, dar por ganador a Peña Nieto y servir de telonero a un disimuladamente eufórico Felipe Calderón. Lo importante era asentar el golpe. Luego vendrían las negociadas felicitaciones internacionales al presunto ganador. ¡Al diablo con las instituciones electorales!
Fulgurante operación reportó resultados positivos a sus creadores. En horas, Peña Nieto fue impuesto política y mediáticamente como virtual presidente de la Haigacracia (haiga sido como haiga sido, según la inmortal fórmula pragmática de Calderón) y los caminos electorales, en sus vertientes jurídicas y tecnológicas, quedaron desazolvados para cumplir con los rituales de simulación que desembocarán en la confirmación del madruguete dominical. La diferencia oficial de votos fue diseñada especialmente para inhibir las posteriores protestas: no los 20 o 15 puntos de distancia blandidos durante meses anteriores para aparentar que el copete en campaña era imbatible, pero sí los suficientes para argumentar que ninguna protesta podría tener fundamento.
Ayer mismo, miles de jóvenes pertenecientes al movimiento 132 marcharon por calles de la ciudad de México para protestar sonoramente contra la pretensión de imponer a Peña Nieto. Fue una manifestación alegre y creativa pero, sobre todo, decidida. La apabullante propaganda televisiva disfrazada de noticieros y programas de opinión y análisis no melló en nada las definiciones políticas de esos ciudadanos recientes. La cargada de la mayoría de los medios impresos, con sus primeras planas tan contentas por el triunfo del PRI y tan anunciadoras de los ánimos de control que mueven a los nuevos operadores de prensa, tampoco desanimaron a los estudiantes. Salieron del símbolo de la corrupción sexenal, la Estela de Luz, caminaron hacia las calles privilegiadas de Polanco y a su paso se toparon con manos solidarias desde balcones, con bocinas de automóviles festejando el paso de la marcha y no llenándola de improperios, con la mirada y el análisis circunstanciales de una clase media alta que de pronto vio sus dominios invadidos por miles de jóvenes asegurando que Peña Nieto no ganó. Terminaron su caminata en el Monumento a la Revolución.
Un antes y un después, inéditos y altamente significativos: nunca se había producido una manifestación tan concurrida de ciudadanos, sobre todo jóvenes, para fijar postura respecto a elecciones que todavía no se realizaban, como la que ocurrió durante la insubordinada noche del sábado de las velas y las antorchas que desembocaron en el Zócalo y en la lectura de un manifiesto de lucha social y política. Tampoco habían salido a las calles, en tal número y con tanta decisión, apenas unas horas después de terminados unos comicios presidenciales, tantos jóvenes denunciando fraude y anunciando resistencia. Parece claro que la clave para abrir la caja fuerte del sistema autoritario restaurado y agravado es la siguiente: una vuelta a la izquierda, tres a la izquierda y dos más a la izquierda.
López Obrador compareció ante reporteros la tarde de ayer para ir fijando una cuidadosa estrategia de resistencia. Es natural que mida sus palabras porque enfrente tiene a una plantilla mediática aceitada especialmente para tratar de evidenciar la incongruencia de que un candidato presidencial ejerza sus derechos por las vías legales. La trampa fue sembrada de forma evidente e insistente antes de los comicios, cuando se presionaba al tabasqueño para que firmara pactos de civilidad que no verían compra de votos ni mapaches priístas.
El candidato de las izquierdas ha decidido transitar por completo el sendero legal, recabando pruebas y cumpliendo con los trámites procesales. No acepta que a él le corresponda sofocar el gran descontento por el presunto triunfo de Peña Nieto, y establece la enorme responsabilidad del IFE y del tribunal electoral federal ante lo que ha sucedido y lo que pueda suceder. Diariamente informará de las pruebas que se vayan recopilando y no descarta que pueda darse una resistencia civil pacífica.
A nadie debería molestar, mucho menos exacerbar, que un ciudadano en ejercicio de sus derechos recurra a los tribunales para demandar justicia que cree le ha sido escamoteada. Esa vía de inconformidad jurídica tiene como sustento dos hechos que son de dominio público pleno: la parcialidad evidente de muchos medios de comunicación, Televisa de manera militante, en apoyo de Enrique Peña Nieto y en abierto detrimento de su principal opositor electoral, AMLO; y los ríos de dinero que corrieron en todo el país para compra de votos y para el financiamiento de la operación territorial de las brigadas de promoción del voto en favor del PRI.
Y, mientras se posa la vista en Jalisco, donde el PRI y sus aliados del PRD chuchista-padillista hicieron lo mismo que Peña Nieto a nivel nacional (con ríos de dinero, mapachería y guerra sucia) para crear una victoria artificial de Aristóteles Sandoval sobre Enrique Alfaro, ante un creciente enojo social en el que también participan muchos jóvenes, ¡hasta mañana!
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Fox y Calderón ya tienen su patente de impunidad que les permitirá moverse tanquilamente en el próximo sexenio. Ayudaron eficazmente a Peña Nieto. Ahora entendemos por qué Calderón se empeñaba en que el candidato fuera Ernesto Cordero: tiene los atributos del perfecto perdedor. Pero Josefina se aferró y es ahora ella la que carga con el tache de la derrota. ¿Por qué la gente votó contra el PAN? Los siete pecados capitales del panismo –sólo en materia económica, tiene otros en diferentes materias– son los siguientes:
1. Devaluación
En el primer día del panismo, hace 12 años, el dólar se cotizaba en 9 pesos 40 centavos; hoy gira en torno a 14 pesos. Una devaluación de 49 por ciento en números redondos.
2. Impuestos
La política fiscal ha castigado con dureza a empresas y familias: fue creado el IETU, el gravamen de las telecomunicaciones, subió el IVA.
3. Desempleo
Prácticamente no ha crecido el número de empresas. Y sin empresas, principalmente pequeñas y medianas, no puede crecer el empleo. El desempleo está en su punto más alto, si contamos a las personas en el desempleo total y las que trabajan en la economía informal.
4. Carestía
La tortilla costaba 2.50 el kilo; hoy cuesta hasta 16 pesos en algunas regiones del país. ¡Más de un dólar! Un aumento de 540 por ciento.
5. Endeudamiento
La deuda pública se ha disparado enormemente. Cinco billones de pesos, la interna; más de 130 mil millones de dólares la externa. Hoy México está más endeudado que nunca antes en su historia. Calderón comenzó a comprometer el crédito del país desde antes de ser presidente. Estos días recordaba en una entrevista en televisión cómo siendo secretario general del PAN había apoyado al presidente Zedillo en el rescate del sector bancario, en la crisis de 1995. El Fobaproa cuesta al país 120 mil millones de dólares... que seguimos pagando.
6. Los gasolinazos
Una de las medidas más impopulares ha sido el aumento mensual de los combustibles. El segundo sábado de este mes nos asestarán el septimo del año; faltan 29.
7. Los salarios
Ya compiten con los de China, que son de los más bajos del mundo. Representan un subsidio para que las empresas puedan exportar, sacrificando a los trabajadores. Aunque, como en el caso de Grupo Modelo, cuando se venden no pagan impuestos. Ahora bien: las grandes decisiones de política económica que el gobierno panista ha tomado todos estos años han contado con el apoyo del PRI. Los gasolinazos son un caso. PAN y PRI votaron juntos en la Cámara de Diputados.
Fuga de información
IBOPE AGB México es una firma de medición de las audiencias de medios de comunicación. Su presidente es Rubén Jara. Sus estudios sirven de base para las inversiones en los medios publicitarios realizadas por el gobierno, los anunciantes y las agencias de publicidad. El pasado 17 de junio circuló un correo electrónico que presumiblemente contiene la base de telehogares que integra la muestra de medición de las audiencias de televisión. Es una información, sobra decirlo, que debió mantenerse en la más estricta confidencialidad. Uno de sus clientes, TvAzteca, ha recurrido a las autoridades judiciales a fin de que lleven a cabo las investigaciones pertinentes, ya que considera que la distribución de los datos afecta sus intereses.
Vientos del 68
¡Cómo se parecen los jóvenes del #YoSoy132 a los que levantaron su voz contra el régimen autoritario de Díaz Ordaz! El murmullo de sus pisadas, sus cánticos, su torrente de energía, sus porras al recorrer ayer el Paseo de la Reforma, convocaron el recuerdo de aquellos años. Hoy son otros los objetivos, pero es increíble que hayan transcurrido 44 años y se haya avanzado tan escasamente en democracia. Millones de personas son capaces de vender su voto por una torta o una plancha, porque ocupan los guetos de la ignorancia y la pobreza. Ahí las mantienen, así conviene.
e@Vox Populi



Se acabaron los discursos y las alegres cuan nutridas promesas de campaña: México regresa a la cotidiana cuan triste realidad. Concluyó la fiesta cívica tras muchos meses de serpentinas, confeti, saliva y música ambiental para evadir la cruel situación nacional, con un resultado que sólo regresa al país al punto de partida. A pesar de ello, en medio del golpe mediático, dos buenas noticias surgen de todo esto: que el PAN se fue al caño (derrota mayúscula, dice cómodamente Gustavo Madero, quien se aferra al hueso), y que sólo le restan cinco meses al actual inquilino de Los Pinos, quien, dada su brillante actuación, se ve en la vergonzosa necesidad de regresar los bártulos a los tricolores. El problema, después de todo, es quién levantará el tiradero.
Se acabó, pues, aunque sólo en el aspecto electoral, porque el circo político sigue, y el inquilino de Los Pinos ya amenazó con que mantendrá su fatuo discurso hasta el término del periodo constitucional. En fin, retómese la ingrata realidad, y dentro de ella, especialmente, el negro panorama que se observa en el ámbito laboral. En este contexto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados advierte que a pesar de que oficialmente la crisis económica finalizó hace más de dos años, la tasa de desocupación en el país sigue sin retomar su nivel previo a la sacudida. De acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, con cifras a mayo pasado) tal indicador se ubicó en 4.83 por ciento de la población económicamente activa, lo que representó una disminución, si así puede llamársele, de 0.37 puntos porcentuales en su comparación anual. Eliminando el efecto estacionario, se ubicó en 4.97 por ciento, para una reducción de apenas 0.01 puntos porcentuales con respecto al mes anterior. No obstante, si se considera que antes de la crisis la citada tasa era de 3.71 por ciento (promedio en 2007), es claro que el ritmo de disminución de la desocupación ha sido lento e insuficiente.
De persistir la tendencia actual, la tasa de desocupación tardaría más de tres años en recuperar su nivel anterior a la crisis. Al comparar el ritmo de mejoría de la desocupación en la actualidad con el que se tuvo después de la crisis de 1995, resulta que la recuperación actual en dicho indicador ha sido más lenta, lo cual se puede observar mediante el siguiente contraste. Por una parte, si se equipara el punto más álgido de la crisis, cuando se alcanzó una tasa oficial de desocupación de 6.41 por ciento (septiembre de 2009, cifras originales), con el mes de mayo de 2012 se tiene que la reducción ha sido de 1.58 puntos porcentuales, equivalente a un avance anual de 0.57 puntos. En la crisis de 1995 la pasó de 6.86 a 3.59 por ciento en tres años (periodo aproximado al que ha trascurrido desde 2009 al presente), lo que representa una reducción anual de 1.09 puntos (pasó de 6.89 en 1995 a 2.5 por ciento en 1999). De esa forma, resulta claro que los avances en la desocupación en la crisis anterior fueron más rápidos, haciendo posible una reducción de 3.27 puntos porcentuales en tres años.
Adicionalmente, durante mayo unas 850 mil personas entraron al mercado laboral, lo cual aunado a que el Instituto Mexicano del Seguro Social dio a conocer que el sector formal creó 68 mil 410 nuevas plazas en el mismo mes, se tiene que más de 780 mil personas tuvieron que buscar empleo en la informalidad. Por ello, de acuerdo con los datos dados a conocer por el Inegi, la tasa oficial de ocupación en el sector informal alcanzó 29.45 por ciento de la población ocupada, su nivel más alto desde que se publica la ENOE (2005).
De igual forma, las personas que reportaron tener disponibilidad y necesidad de trabajar más horas (subocupación) se incrementaron 0.64 puntos porcentuales en comparación anual, al pasar de 8.25 por ciento de la población ocupada en mayo de 2011 a 8.89 por ciento en el mismo mes de 2012. Los estados que tuvieron las peores reducciones en su tasa oficial de desocupación fueron (en términos anuales) Tamaulipas (-1.83 puntos porcentuales), Campeche (-1.5), Puebla (-1.02), San Luis Potosí (-1.01) y Jalisco (-1.12), y los de mayor crecimiento Chihuahua (1.2), Nayarit (1.17), Nuevo León (0.66) y Michoacán (0.62).
En suma, si no fuera por el mercado informal el desempleo en el país sería mucho mayor. Es más, la desaceleración económica mundial podría empeorar los indicadores del mercado laboral mexicano. El primer impacto sería vía el sector externo, pues la economía global podría provocar un menor dinamismo de la producción industrial en Estados Unidos, lo que a su vez afectaría indirectamente el empleo formal creado por la industria manufacturera mexicana. El segundo impacto provendría de la menor demanda interna ocasionada por el posible bajo crecimiento salarial y la creación de empleos de mala calidad.
En el vecino del norte la situación tampoco es grata. La presunta recuperación económica en Estados Unidos continúa siendo lenta, afectando el desempeño de su mercado laboral. Lo anterior se observa en la cifra adelantada de solicitudes iniciales del seguro de desempleo que, en la semana que terminó el 16 de junio, se ubicó en 387 mil, para una disminución de 2 mil respecto a la semana previa. El dato registrado estuvo por arriba de lo esperado por el mercado que, de acuerdo con la encuesta de Bloomberg, anticipaba en promedio 383 mil solicitudes iniciales. Por su parte, usando el promedio móvil de cuatro semanas (indicador más estable), las solicitudes fueron de 386 mil 250, 3 mil 500 por arriba del promedio anterior.
En la semana que terminó el 9 de junio (última información disponible), el número de personas cubiertas por el seguro de desempleo estatal (sin subsidios federales) fue de 3 millones 299 mil, el mismo nivel de la semana previa. Lo anterior equivale a 2.6 por ciento de la población con cobertura. Dado que la mejoría en la generación de empleo durante el primer trimestre de 2012 fue ocasionada principalmente por una disminución en el nivel de separaciones y no por un aumento considerable en el número de contrataciones, las cifras anteriores permiten inferir que la nómina no agrícola de junio nuevamente será decepcionante. Incluso, las últimas proyecciones de la Reserva Federal (junio 2012) fueron revisadas al alza, al estimar que la tasa de desempleo se ubicará entre 8.0 y 8.2 por ciento, 0.2 puntos porcentuales por arriba de la estimación hecha en abril pasado.
Las rebanadas del pastel
Lo que Calderón no pudo terminar, Peña Nieto lo va a aterrizar: con mayoría tricolor en el Congreso, ya vienen las reformas estructurales, de tal suerte que, de entrada, despídanse del petróleo mexicano.



Desde la ventanilla del tren que lleva desde Cusco (así, Cusco) a Machu Picchu, pueden verse en los patios de muchas casas, montones de maíz puestos a secar. Es mayo y en Perú es otoño. Si nos acercamos a platicar en alguna de las poblaciones, sabremos que la relación con el maíz allá como aquí es la misma. La mazorca de granos de colores en las manos de un campesino peruano, tiene la misma carga emotiva que en manos de un campesino o campesina mexicanos.
En su interesante libro Las primeras cocinas de América, Sophie Coe analiza tres culturas: maya, azteca e inca. En relación con el maíz entre los indígenas peruanos, cita a Martín de Murúa, autor de la Historia general del Perú: origen y descendencia de los incas. Él escribe que la comida más frecuente en esas tierras era el maíz guisado y los granos de maíz cocidos que llamaban mote.
La esposa del cuarto Inca lo sembraba con el chile: “Y para sembrar sus campos escogía a muchas mujeres muy capaces y que tomaban el mayor de los cuidados en los campos, que produ-cían el mejor maíz y toda clase de chiles, de entre los cuales el más apreciado llevaba el nombre de asnac uchú, que significa chile oloroso”.
El maíz estaba presente en las mesas de ricos y pobres; en calidad de pan, los indios de las tierras altas comían granos de maíz tostados y cocinados y bebían chicha con otros platos y bebidas que les preparaban sus esposas, relata el dominico Bartolomé de las Casas. La chicha, como sabemos, es una bebida de maíz más o menos fermentada.



Tania Pérez-Salas, bailarina y coreógrafa mexicana de gran talento y gusto musical, “viento en popa y a toda vela cargada de reconocimientos, premios, becas y experiencias con su compañía, se perfila ya en el terreno de las ligas mayores a escala nacional e internacional. La música le habla, y ella hace hablar al cuerpo.
La capacidad de Pérez-Salas es indiscutible, pues no sólo tiene el poder creativo, sino de organización y conducción de una compañía con espléndidos bailarines, diseñadores de escenografías, ambientes, luces, musicalizaciones, vestuarios, maestros, finanzas y todo tipo de trucos escénicos capaces de transportar al público al verdadero ámbito de la imaginación con la mejor tecnología y pulcritud.



Ayer, a menos de 24 horas del cierre de las casillas electorales y sin que haya aún resultados definitivos para los comicios del pasado domingo, el candidato presidencial de los partidos Revolucionario Institucional y Verde Ecologista, Enrique Peña Nieto, anunció que integrará un equipo de trabajo, compuesto por profesionales y expertos en el ámbito de las políticas públicas, para redactar las iniciativas de reforma que el político mexiquense planea enviar al Congreso de la Unión en materia hacendaria, laboral, energética y de seguridad social.

México perdió
Mi derecho a decir estas palabras lo da la experiencia. Estuve en la votación de Juan Andrew Almazán y salí a la calle con mis tíos armados.

Con ustedes, el próximo presidente de México, En-ri-queeeee-Pe-ñaaaaa-Nieeee-to, anunció, el domingo en la noche, en el edificio de Buenavista que alberga la sede nacional del PRI, el maestro de ceremonias del evento, como si fuera presentador de una pelea de boxeo o animador de un salón de table dance.

Escribo con los datos del PREP en marcha. Con 93.62 por ciento de las actas capturadas, Peña Nieto ganaba con 6.17 puntos porcentuales a Andrés Manuel López Obrador. La cifra se amplía en la elección de diputados, con 36.45 por ciento para el PRI-Verde, 27.14 para las izquierdas coaligadas y el 25.96 puntos porcentuales para el PAN. Escribo ayuno de algunas informaciones, como las incidencias totales, o el discurso que hoy lunes que escribo, daría AMLO. Me parece que las incidencias no modificarán el resultado de la elección presidencial.

En los 20 años que tengo vinculado a la producción histórica, primero como estudiante y luego como profesor, nunca había visto a los historiadores académicos actuar como comunidad frente a los desafíos de la vida pública. No es que mis maestros no se involucraran a escala individual con los grandes problemas nacionales o con los relativos a la educación superior y la investigación científica –y también en eso fueron mi ejemplo Alfredo López Austin, Álvaro Matute, Arnaldo Córdova, Carlos Martínez Assad, Javier Garciediego, Josefina MacGregor, Renato González Mello, Víctor Orozco y tantos otros–, pero sí extrañábamos la ausencia de una comunidad de discusión más allá de lo historiográfico, más allá de nuestras instituciones.
Apartir de que se cerraron las casillas electorales el domingo pasado, la televisión se apoderó del proceso electoral en México. Mucho antes de que el Instituto Federal Electoral (IFE) diera a conocer algún resultado, las encuestas de salida realizadas por la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) y Consulta Mitofsky, sustituyeron a los votos. Con esa información, se daba cuenta del triunfo de Enrique Peña Nieto (EPN) y se extendía constancia mediática como ganadores a candidatos a gobernadores en algunos estados y el Distrito Federal. También, en ese lapso, dos candidatos a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, reconocían tempranamente su derrota. Todo lo anterior ocurría en ausencia de votos reales, pues los registrados esa noche por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) avanzaba muy lentamente sin mostrar todavía alguna tendencia que pudiera considerarse significativa.

Miguel Ángel no siguió pintando en la Sala del Consiglio del Palazzo Vecchio porque prefirió viajar a Roma, convocado por Julio II, el Papa Della Rovere, obsesionado con el proyecto de su sepulcro, que ocuparía el crucero de San Pedro. En ese tiempo (1508-12) pintó la bóveda de la Capilla Sixtina.

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