7/03/2012

AMLO, el mas afín a la defensa de los DH

PRI y PAN, avales de la violencia de género

Por Anayeli García Martínez, Gladis Torres Ruiz y Guadalupe Cruz Jaimes

México, DF, 1 jul 12 (CIMAC).- Los defensores Edgar Cortez, Agnieszka Raczynska, Abel Barrera y Juan Carlos Gutiérrez aseguran que si bien Andrés Manuel López Obrador no representa la opción más progresista, sí es el candidato más cercano a la defensa de los Derechos Humanos (DH).

Los activistas coinciden en que, después de tres meses de campañas proselitistas, los cuatro candidatos a la Presidencia no reconocieron la tragedia de las víctimas de violaciones graves a DH y sus familias durante el sexenio de Felipe Calderón; por tanto no plantearon una agenda en torno a este tema.

Para Juan Carlos Gutiérrez, de la Comision Mexicana de Defensa y Promocion de los Derechos Humanos, Enrique Peña Nieto, candidato de la Coalición Compromiso por México, conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se destacó por encubrir los actos de injusticia y represión policial.

Gutiérrez refirió que el PRI asume un compromiso formal porque durante su campaña afirmó que cumpliría la ley de víctimas y las normas sobre fuero militar; sin embargo, consideró que estas afirmaciones se quedan en el discurso.

Para imaginar cómo sería la gestión de Peña Nieto, Raczynska afirmó que es suficiente revisar su desempeño como gobernador del Estado de México, entidad que es líder en las estadísticas de homicidios de mujeres: 922 en cincos años, según organizaciones civiles.

El investigador del IDHD recordó que, como gobernador del Estado de México, Peña Nieto fue incapaz de prevenir y garantizar justicia en casos de feminicidio, detenciones arbitrarias y tortura, además de que fue responsable de la represión en San Salvador Atenco, en 2006.

En tanto, Abel Barrera sostiene que mientras no haya políticas de Estado en la materia, nada cambiará pese a los compromisos de campaña.

CALDERON: AVAL DE LA VIOLENCIA DE GENERO
 
Durante el sexenio de Felipe Calderón se generó una crisis humanitaria  en la cual las mujeres y las niñas fueron de las principales victimas; esto hace urgente que quien triunfe en las elecciones tenga la visión y la capacidad para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mexicanas.

De diciembre de 2006 a enero de 2012, 4 mil 419 mujeres y niñas fueron víctimas de feminicidio u homicidio doloso en 17 entidades de la república, de acuerdo con la Comisión Especial de Feminicidios de la Cámara de Diputados.

De acuerdo con el informe “Una mirada al feminicidio en México”, realizado por el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), integrado por 43 organizaciones que defienden los Derechos Humanos (DH) de las mujeres en 17 estados del país, solo de enero de 2010 a junio 2011 se registraron mil 235 asesinatos de mujeres en ocho entidades de la República: Estado de México (320), Tamaulipas (169), Sinaloa (168), Jalisco (142), Nuevo León (138), Distrito Federal (125), Oaxaca (102) y Sonora (71).

Asimismo, conforme el mismo texto, solo de enero de 2010 a junio de 2011, en nueve entidades del país (Chihuahua, Coahuila, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, nuevo león, Quintana Roo,  Sinaloa y Veracruz), se documentaron 3, 149 mujeres desaparecidas; más de 60 por ciento de ellas tenía entre 10 y 17 años.

Con el PAN, la violencia contra las niñas y mujeres seguirá desdibujándose, ya que “se ha planteado como un daño colateral” relacionado, de alguna manera, con las víctimas del crimen organizado, sentenció Salas Ramírez.

El ESTADO DE MEXICO, EL MEJOR EJEMPLO

Con respecto al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, las dos defensoras coincidieron que el mejor ejemplo para saber lo que nos espera si gana este candidato es ver la situación en el Estado de México (Edomex): “El simple hecho de ser mujer y vivir en Edomex ya te coloca en riesgo”.

Entre 2005 y 2011, durante la gubernatura de Enrique Peña Nieto, fueron asesinadas 922 mujeres; mientras que solo en 2011 hubo 600 desapariciones de mujeres de entre 10 y 20 años de edad, según registros del OCNF.

Por su parte, la activista Lucha Castro indicó: “Peña Nieto ya nos amenazó con traer al general colombiano Óscar Naranjo para que sea su asesor de seguridad, sin importarle la pésima historia del militar como violentador de DH”.

A su vez, Karla Michel Salas afirmó que Peña Nieto fue el gobernador de la simulación ante la violencia extrema que padecen las mexiquenses: “lo que hizo fue crear una serie de reformas que, más que buscar atender el problema de raíz, fueron simulaciones; creó una subprocuraduría, un tipo penal y un protocolo para investigar el feminicidio, y además hizo una serie de  reformas legislativas para erradicar la violencia contra las mujeres, las cuales no están siendo aplicadas y únicamente han servido para maquillar las cifras”.

 PRI Y PAN:  DETERIORO LABORAL DE GENERO

Con la llegada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) o el Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia se mantendrían el deterioro laboral, los bajos salarios y la desigualdad de género en el empleo, que se traduce en menores ingresos y seguridad social para las trabajadoras, coincidieron especialistas.

Hilda Esquivel, economista integrante de la organización Red Género y Medio Ambiente, señaló a Cimacnoticias que las promesas de la candidata Josefina Vázquez Mota (PAN) y del candidato Enrique Peña Nieto (PRI), como guarderías infantiles y la ampliación de horarios escolares, son “reivindicaciones viejas” del movimiento feminista que beneficiarían solo a quienes estén ocupadas en el sector formal.

Estas propuestas, además de dejar fuera a millones de mexicanas ocupadas en la informalidad, son difíciles de instrumentar sin una política laboral que garantice a las trabajadoras el ejercicio de derechos como la seguridad social, por lo que se cumplirían de manera parcial, como ocurrió con las guarderías subrogadas.

Esquivel refirió que no hay “grandes diferencias” entre la política económica-laboral del PRI y del PAN, pues ambos partidos se preocupan por “cuidar los indicadores macroeconómicos” y por mantener al país “enganchado” a tratados comerciales con economías del primer mundo, como el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, cuyo resultado, además del deterioro del campo, ha sido una mayor desigualdad.

Con estos partidos al frente del país, la política económica se mantendría, reproduciendo la disparidad de género en el trabajo: brecha salarial, menor protección social y empleos informales para las mujeres.

Cabe destacar que las mexicanas ganan en promedio 30 por ciento menos que los hombres por realizar la misma actividad económica, según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

Durante la actual administración panista, por cada empleo formal se generaron tres informales, es decir, cada día se sumaron mil 400 personas a labores sin prestaciones ni derechos, en las cuales las mujeres tienen una mayor participación que los hombres.

El 29.3 por ciento de las mujeres se ocupa en el sector informal, mientras que entre los hombres la tasa es de 27.9 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Asimismo, desde hace 30 años, en los gobiernos del PRI y del PAN, el salario mínimo ha perdido entre 70 y 80 por ciento de su poder adquisitivo, según el Centro de Análisis Multidisciplinarlo de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Arturo Alcalde, abogado laboral, coincidió con Esquivel al señalar que la política económica-laboral del PRI y del PAN “ha sido básicamente la misma y se ha caracterizado por restringir los salarios y mantener el corporativismo”, el cual con el tricolor fue de tipo estatal, y con el albiazul, empresarial.

“En el 2000, el PAN continuó la misma política del PRI al proteger al sindicalismo ‘charro’”. El ejemplo más claro de sus semejanzas, dijo Alcalde a Cimacnoticias, son sus proyectos de reforma a la Ley Federal del Trabajo.

El abogado apuntó que ambos partidos convergen “en la destrucción del carácter protector de la ley y en facilitar el despido libre y barato de las y los trabajadores mediante la legalización de prácticas violatorias de los derechos laborales, como el outsourcing”.

Añadió que si las y los empleados “conocieran los proyectos del PAN-PRI, no les darían un solo voto porque es un suicidio para los trabajadores, es un voto a favor de su despido barato”.

El impacto es todavía mayor para las trabajadoras, informó a Cimacnoticias Norma Malagón, integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas (RMS), quien calificó las iniciativas de reforma laboral del PRI y del PAN como “agresivas”, pues en lugar de ampliar los derechos contenidos en la legislación actual, los disminuyen.

La activista indicó que las mujeres necesitan empleos estables de jornada completa con acceso a derechos como seguridad social y servicio de guarderías ligado al empleo, “no contratos por horas con ingresos más bajos, sin posibilidad de generar antigüedad ni protección social”.

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