2/13/2013

Los periodistas pal cafe.....


Enrique Peña Nieto busca reconstituir el presidencialismo cesarista de antaño. En ese proceso de recuperación de un poder devaluado por Fox y Calderón durante 12 años, e incluso durante el zedillismo preparatorio del arribo de ese panismo a Los Pinos, Peña Nieto y sus asesores y guías están afectando intereses de sus aliados empresariales y sindicales, pero no porque deseen someterlos a esquemas de justicia social o haya detonado en la cúspide del neosalinismo una súbita vocación revolucionaria profunda. Es decir, no se está frente a políticas como las tomadas por Hugo Chávez o los Kirchner respecto a medios de comunicación, por ejemplo (¿se atreverá Televisa a tachar a EPN de ser un Chávez mexicano?): lo que sucede es que el rediseño necesario para esta reinstalación del PRI en el mando y para sus proyectos de permanencia a largo plazo requieren una redefinición tajante de la relación entre los poderes económico y político, reubicando por debajo de la silla presidencial a los desbordados y retadores jefes de los corporativos dominantes de la vida económica nacional, sobre todo en lo relacionado con las telecomunicaciones, y a los desbordados y retadores caciques sindicales, como ha sucedido en el SNTE y como podría acontecer en el ámbito petrolero.
Peña Nieto se sabe producto político de la televisión, pero para afianzarse y consolidarse necesita someter a tal matriz de pantalla. También sabe lo que les debe a otros empresarios generosos con su campaña. Por ello ha impulsado la nueva ley de amparo, que entre otras cosas coloca a los concesionarios de bienes de la nación, como las telecomunicaciones, las minas y los energéticos, en una situación de fragilidad jurídica que sólo podrá ser resuelta mediante negociaciones en las que, por ejemplo, los barones de la televisión, Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, no sigan sintiéndose dueños de un poder inercial que no necesita refrendos sexenales.
Con la propuesta de ley de amparo que ayer aprobaron los diputados y regresaron al Senado para que se atiendan algunas modificaciones, se despojará a los notables del empresariado mexicano (si el ciclo legislativo se cumple tal cual quedó planteado) de las armas judiciales que les permitían sostener largos litigios con el Estado mientras sus negocios seguían funcionando sin alteración e incluso, en el caso de los televisivos, chantajeando a los gobernantes mediante periodismo y comentaristas de circunstancias. Pero no hay un cambio de fondo ni intenciones de reivindicación social. Sólo son forcejeos de élite para replantear relaciones entre sus miembros, una fórmula de recuperación del estilo cesarista clásico del priísmo que había sido diluido por empresarios poderosos, sobre todo los concesionarios de las televisoras, que ahora deberán renegociar los términos de los entendimientos finalmente felices.
En Aeroméxico se vive también un reacomodo accionario y directivo que corre junto a los nuevos tiempos pinoleros. El empresario Eduardo Tricio Haro ha redondeado un poco más de 20 por ciento de las acciones de la línea aérea en mención y ha ocupado la presidencia del consejo de administración. Ha desplazado a José Luis Barraza, empresario exitoso en asuntos inmobiliarios en las ciudades de Chihuahua y Delicias, quien por azares de la guerra sucia fue promotor de mensajes televisivos contra Andrés Manuel López Obrador a nombre del Consejo Coordinador Empresarial que presidía (recuérdese que los dueños del capital dominante suelen enviar a algunos empleados a encabezar cámaras y organismos empresariales) y de donde saltó sin proporción alguna a la participación accionaria en Aeroméxico y a la presidencia de su consejo de administración. Dado que el calderonismo ya no tiene fuerza, Barraza y sus ganancias se retiran del pilotaje central y dejan el camino a un lagunero que, como Ricardo Martín Bringas, de Soriana, ha sido solidario con el peñismo.
En otra historieta de pretensiones político-empresariales, el jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, nombró un city manager. Como en otras decisiones importantes, se acogió a la experiencia de funcionarios que fueron del equipo de Marcelo Ebrard, como el propio MAM. En esta ocasión designó a Fernando Aboitiz, quien fue delegado a nombre del PAN en Miguel Hidalgo y luego fue expulsado del partido de blanco y azul por apoyar electoralmente al perredismo en 2006, hasta terminar como secretario de Obras en el gabinete del mencionado Ebrard. El titular de la Agencia de Gestión Urbana tendrá un nivel político por encima de varios secretarios y sostendrá negociaciones con empresarios urbanos, tema éste en el que ya ha recibido acusaciones por supuestas irregularidades.
Entre otros casos de pederastia clerical tolerada, la administración de Benedicto XVI deja pendientes las acusaciones contra un sacerdote fuertemente protegido por el arzobispo de Oaxaca, José Luis Chávez Botello. A pesar de los diversos testimonios contra Gerardo Silvestre Hernández, presentados por una decena de curas de la entidad a las autoridades vaticanas, lo más que se ha hecho es el nombramiento de un obispo auxiliar, Gonzalo Alonso Calzada Guerrero, quien tomó posesión del cargo el pasado 5, con un lenguaje distinto al del conservadurismo practicado por Chávez Botello. Por ejemplo, dijo que su prioridad en la atención pastoral serán los pobres, que tratará de aprender del pueblo y, especialmente, de las culturas indígenas, y que buscará la verdad con humildad. En el gobierno de Gabino Cué, mientras tanto, a pesar de los indicios del abuso contra los 45 niños indígenas, la maquinaria de procuración de justicia está atenta a las presiones del arzobispo Chávez Botello y a los siempre convulsos tiempos políticos oaxaqueños.
Y, mientras la Riviera Nayarit, con Punta Mita, sigue estando en el interés central del peñismo, ahora con el anuncio del plan nacional turístico, en un contexto que repite el interés de ciertos mandatarios en zonas de descanso cuyo desarrollo les resulta atractivo, ¡hasta mañana, con Fidel Herrera como reaparecido político en Veracruz!
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El Pacto por México dio un paso adelante en el camino de cumplir uno de sus compromisos: limitar el poder de los llamados ‘‘poderes fácticos’’. Los diputados del PRI, el Panal (así es, el partido de la profesora Gordillo, tan disminuida por el nuevo gobierno en estos días) y algunos del Verde votaron en favor de un agregado a la ley de amparo que les impedirá refugiarse en la figura de la suspensión cuando sus intereses resulten afectados por acciones del gobierno. Es sólo un paso. La legislación aprobada ayer en San Lázaro irá al Senado, donde todavía podrán hacerle cambios. Y aun en el caso de que los senadores votaran el texto tal cual, los ‘‘poderes fácticos’’ podrían recurrir al amparo. Los dirigentes de algunos organismos empresariales han venido insistiendo en que la limitación de la figura de la suspensión viola la Constitución, y aunque no lo han expresado claramente todavía, tal vez algunas compañías optarían por el amparo, creando una situación muy especial: amparos contra la ley de amparo. ¿Quiénes podrían ser los afectados? Las empresas de telecomunicaciones, como Telcel; las televisoras, con Televisa a la cabeza; las empresas mineras, como Grupo México; las compañías de alimentos, como Bimbo. Saben cómo defenderse, les sobran recursos.
Cada quien por su santo
No obstante que Gustavo Madero y Jesús Zambrano estamparon la firma en el Pacto por México armado por el priísmo, los diputados de Acción Nacional y el PRD no votaron junto a los tricolores, como hubiera podido esperarse, lo que muestra nuevamente las fragilidades del acuerdo. El ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial Mario Sánchez Ruiz, panista, de plano se le salió del huacal a Madero y habló en defensa de los intereses que realmente representa, los empresariales, y no en favor del compromiso del pacto: ‘‘la decisión –dijo– representa un grave atentado contra el desarrollo económico nacional en materia de concesiones, en la explotación y tratamiento de aguas, recolección y disposición de basura, utilización de transportes en general, minas, gas, energía, telecomunicaciones, radio y televisión, etcétera, afectando el crecimiento económico, la competitividad del país, los empleos, la innovación tecnológica y el fortalecimiento de la democracia’’. Los diputados del Panal, por su lado, respondieron a los intereses de la profesora Elba Esther; ellos sí votaron al lado de los priístas. Le cobraron la factura a Televisa y al grupo Mexicanos Primero, de Claudio X.X. González, que han emprendido una dura campaña contra la lideresa magisterial. En resumen, el pacto no es con Dios. A la hora de la verdad, los legisladores jalan por su santo y le dan la espalda a los compromisos del pacto que firmaron los dirigentes de los partidos y cada quién da su voto a quien quiere.
Tasa de interés
El dólar se vendía ayer en el aeropuerto a 12.60 pesos. El flujo de capitales golondrinos está regresándole su fuerza al ‘‘superpeso’’. Sin embargo, preocupa que en un momento dado alcen el vuelo. Las autoridades hacendarias están pensando en un recorte de la tasa de interés tipo de 4.50 a 4.25%. Eventualmente desalentaría la entrada del capital viajero.



A las porras y buenos deseos económicos que cotidiana y retóricamente se escuchan desde el micrófono oficial y el de los jilgueros oficiosos, la terca realidad responde con una caída en uno de los sectores estratégicos para cualquier país, el industrial, descenso que no se había registrado desde hace 37 meses, es decir, desde que (también oficialmente) México superó la crisis del catarrito.
La producción industrial de México, informó el Inegi, registró una caída anual de 1.1 por ciento en diciembre pasado, su primer resultado negativo desde noviembre de 2009, afectada por la contracción de la actividad económica estadunidense en el cuarto trimestre de 2012. El único subsector con crecimiento fue el de electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final, el cual tuvo una elevación marginal de 0.1 por ciento (La Jornada, Juan Antonio Zúñiga).
Lo anterior confirma que la desaceleración industrial sigue su marcha, pues la actividad fabril mexicana se ha contagiado de la menor dinámica manufacturera de Estados Unidos, como señala el Centro de Investigación en Economía y Finanzas (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México. De manera adicional, se terminó la tregua que el sector de la construcción había vivido en los dos años previos, pues la caída de 5 por ciento que reportó en diciembre de 2012 tiene como telón de fondo un mercado interno sin fuerza suficiente para mantener la expansión, las grandes obras y la edificación, que no sólo han moderado su paso, sino que exhiben tasas negativas que de continuar profundizándose provocarían una nueva crisis en el sector.
Derivado de lo anterior es evidente que se corre el riesgo de que la actividad industrial afecte otras ramas de la economía, principalmente los servicios, con el severo impacto laboral que ello implica. Parte del mecanismo viene vinculado por la inversión y el empleo, los cuales son aspectos que inmediatamente responden al menor dinamismo industrial y que terminan por afectar el consumo privado. En consecuencia, no puede obviarse la posibilidad de que durante 2013 la economía no sólo registre un crecimiento económico inferior al del año pasado, sino que de no revertirse esta tendencia es probable que algunos sectores de la industria presenten tasas negativas durante buena parte del año.
Dicho escenario es poco deseable, apunta el CIEN, fundamentalmente porque inhibiría el de por sí precario desarrollo del mercado laboral, donde la factura de los costos económicos se traduce en desequilibrios sociales, básicamente en forma de pobreza. La capacidad limitada que la economía mexicana tiene para dar empleo formal permanente incide sobre la política social, los programas de lucha contra el flagelo de la pobreza se estrellan contra el dique que durante las últimas décadas ha formado la precarización del mercado laboral, y donde la desaceleración industrial incrementa el desafío a resolver. En este sentido, la Cruzada Nacional contra el Hambre enfrentará no únicamente la dificultad de obtener mejores resultados en un aspecto social contra el cual poco ha podido hacer el actual modelo económico, ahora deberá hacer frente a un menor dinamismo industrial.
Algo similar ocurrirá respecto a la reforma laboral, que enfrentará su primera prueba de fuego a sólo unos meses de haberse aprobado y donde habrá que observar si será capaz de revertir el entorno negativo que comienza a configurarse. La puerta de salida que la reforma le da a las empresas, contratar con menores prestaciones y obligaciones laborales, podría ser tomada en un escenario de menor crecimiento económico. De inicio, para el cuarto trimestre de 2012 las cifras del mercado laboral no fluctuaron de manera significativa respecto a lo reportado en el trimestre previo, por lo que las condiciones de pobreza que inciden sobre las familias mexicanas se mantienen. En este sentido, la inercia de pobreza vinculada al mercado laboral no presentará una reducción significativa, la precarización del empleo atribuible a la falta de seguridad social, bajos salarios, trabajos sin prestaciones y sin contrato por escrito, por citar algunos ejemplos, afectarán la evolución de la economía y la sociedad mexicanas, y ante lo cual se debe actuar.
Si bien el retroceso y desaceleración industrial, así como los efectos que tienen sobre el empleo y el resto de la economía no son responsabilidad del nuevo gobierno (forman parte de la negra herencia de la administración anterior y de las fallas estructurales del modelo económico), debe mencionarse que la implementación de medidas de política económica que eviten una desaceleración mayor sí son de su competencia. Evitar caer en la tentación de negar el escenario que se está configurando y aplicar cambios al modelo económico, es algo esencial. Una nueva política de desarrollo industrial debe formar parte de la agenda económica. Ninguna nación altamente desarrollada o economía emergente exitosa ha logrado alcanzar niveles superiores de actividad económica sin antes tener una industria sólida. La aplicación de nuevas tecnologías les proporciona una nueva base industrial integrada hacia el interior, internacionalmente competitiva y de alto valor agregado (mucho con innovación propia).
En el caso de México lo anterior no ha estado presente y, por el contrario, la desindustrialización refleja la erosión de un aparato productivo que se conforma con la comercialización de productos importados, algunos de los cuales provienen de países donde el Estado ha aplicado una política de subsidios y promoción de la inversión que genera una competencia inequitativa respecto a aquellos donde las empresas deben hacer frente al entorno con apoyos menores o nulos.
Así, puntualiza el CIEN, de confirmarse la tendencia negativa de la actividad industrial se tendría la tercera desaceleración relevante en los últimos 13 años, lo cual representa una inestabilidad que no permite fortalecer las cadenas productivas, y lo cual debería representar un argumento suficiente para motivar la aplicación cambios en la conceptualización y gestión del modelo económico. Incorporar un programa de desarrollo industrial al Pacto por México y al propio Plan Nacional de Desarrollo debería ser un primer paso.
Las rebanadas del pastel
La reforma laboral registra sus primeros logros: creció el número de trabajadores sin prestaciones (7.9 por ciento), aumentó el empleo temporal (11.9 por ciento) y se incrementó la desocupación (2.1 por ciento). En cambio, el número de empleadores se desplomó 18.1 por ciento, y así por el estilo.


Oscurecido como el viento de noche, por ti me es concedido hacer eterna y fácil mi amargura. Llegas inesperada hasta tu misma voz, flor inmóvil, perfecta, insospechada rosa. En el umbral del corazón se afina el sentimiento, y aunque es nada la música que limitada dije y determina tu estancia en mis horas, todo está. La soledad te busca en mis sentidos. Ven.
Tal, cruelmente puesto en prosa, el principio anhelante (dos sonetos de diez) de La muerte del ángel, primer y redondo trabajo del temprano Rubén Bonifaz Nuño (tenía 22 años) que aunque en una de sus vertientes puede leerse como amoroso (poesía eres tú, para decirlo con Bécquer) en la principal, explícita, es búsqueda, realización y despedida satisfecha (en o desde el silencio) de la voz lírica.



Aplaude actitud de Argentina ante el FMI
El Fondo Monetario Internacional pretende de nuevo inmiscuirse en la economía de los países del Tercer Mundo para tener acceso a ellos y proponer sus tradicionales recetas recesivas que han originado graves crisis sociales en Grecia, Portugal, Irlanda y España.

Rompiendo toda ortodoxia, el general secretario de la Defensa Nacional no sólo celebró la Marcha de la Lealtad, ratificando la vocación de las fuerzas armadas por la defensa de las instituciones y en particular por la institución presidencial, como ha sido la costumbre, sino que se lanzó a definiciones políticas y fue más allá: ofreció la lealtad –¿de las fuerzas armadas?– al polémico Pacto por México, firmado por los líderes políticos de los tres partidos con mayor representación en el Congreso. Es, dijo, “… justamente la marcha de la lealtad moderna que el país requiere”.

No bien iniciado el sexenio de rutilantes escenarios para alentar la vida pública cuando, después de varios apagones, pifias y varias actuaciones trilladas, sobreviene el desencanto. No se sabe, por ahora, cuán prolongado llegue a ser este momento de incertidumbre, pero las dudas, angustias y requiebros cunden por doquier. No ha sido casual y menos aún indebida la pausa que se abate sobre la débil esperanza de un renacimiento posible y hasta facilón que, con repetitiva intensidad, difundió el oficialismo. La serie de acontecimientos traumáticos se suceden uno tras otro en inacabados capítulos que los medios se encargan de ensombrecer aún más con sus grandilocuentes peroratas. De la misma manera en que escarban con gazmoña sensiblería en las simplonas vidas de actores privados ribeteados con heroicidades, también intentan sacar raja, aunque sea temporal y poquitera, del abundante como vacuo discurso público.

Lo llamaban Tío , hacía empanadas, fue leyenda entre los anarquistas del norte argentino, y los compañeros perseguidos por la justicia recurrían a él, que no era intelectual ni escritor, para ocultar sus bibliotecas en escondites inhallables.

Entre las causas de la crisis global se encuentran algunos elementos estructurales de la economía mundial. Uno de los más importantes es el defectuoso sistema monetario internacional. Mientras no se corrija su estructura, y en especial el papel hegemónico del dólar estadunidense, persistirán las fuentes de tensiones económicas y la recuperación se hará más difícil.


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