2/12/2013

Los periodistas pal cafe....


Como en la fábula atribuida a Esopo, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita (la zorra, en el relato), ha anunciado que no quiere las uvas (la relección) porque están verdes (en reacción al rechazo anunciado a esa posibilidad por parte del PRD).
LVZ entró en febrero de 2008 como opción aceptada por los partidos dominantes para destrabar uno de sus ya clásicos atoros a la hora de tomar decisiones respecto de este instituto, y deberá entregar el cargo en octubre del presente año, cuando también dejarán el IFE los consejeros Alfredo Figueroa, Francisco Guerrero y Macarita Elizondo. A esos relevos programados se suma la peculiar salida de Sergio García Ramírez y en conjunto abren la puerta al expansionismo priísta y a sus aliados opositores para rediseñar el funcionamiento de ese instituto, con la vista puesta en los comicios intermedios de 2015, cuando el tricolor pretenderá aumentar su mayoría legislativa mediante el rosarismo asistencial y la operación electoral de los gobernadores peñistas que cubrirán sus propias tierras y las de los no priístas (con especial acento en el Distrito Federal), y los presidenciales de 2018.
El actual consejero presidente llegó al cargo por la promoción o cuando menos con la aprobación del chuchismo dominante de la estructura del PRD, pues se estimaba que los antecedentes de Valdés Zurita en partidos de izquierda lo convertían en instrumento idóneo para actuar contra la siempre cantada segunda postulación presidencial de Andrés Manuel López Obrador (véase el Astillero en que se daba cuenta del empanizamiento del nuevo presidente del IFE y del izquierdismo como coartada, http://bit.ly/11CnTkP ). LVZ llevaba tres años en Guanajuato, acogido por el foxismo hegemónico en esas fechas en esa entidad, dando clases en una facultad universitaria y esforzándose en sacar adelante junto con su esposa una empresa familiar, la academia de gastronomía Agatha, con el propio Leonardo como afamado catador de vinos o sumiller (palabra, ésta, de origen francés: sommelier, que a su vez viene desde antes de la Edad Media, cuando significaba conductor de animales).
Considerado corresponsable activo por quienes sostienen que el año pasado hubo fraude en las elecciones presidenciales, Valdés Zurita sabe que no tiene ninguna posibilidad de seguir en la presidencia del IFE, pero se ha acogido ahora a un extraño jaloneo con sus promotores originales para aparentar que se va por decisión propia y en un contexto de tal imparcialidad que la propia élite perredista le ataca. Silvano Aureoles y Jesús Zambrano, quienes no son considerados en el núcleo duro del lopezobradorismo como genuinos defensores de las posturas del tabasqueño, sino todo lo contrario, han enderezado baterías críticas contra Valdés Zurita y éste, con gran dignidad, ha tomado al aire la oportunidad para advertir que no buscará la improbable relección, pues no desea someterse a la valoración de esa misma izquierda que al criticarlo está demostrando que él, LVZ, sí ha sido equidistante de los partidos.
Otras uvas dejaron de ser atractivas para quien ya las tenía en su regazo. El jefe máximo de la iglesia católica decidió renunciar a su cargo, señalando como causal una falta de vigor físico y espiritual, atribuible a su edad, que le impide cumplir a plenitud sus responsabilidades. A diferencia de Juan Pablo Segundo, quien se mantuvo en el poder vaticano hasta el final de su vida y a pesar de su declive físico públicamente mostrado sin cesar, Benedicto 16 prefirió el retiro anunciado ayer, aunque, según se informó después, concebido durante su visita del año pasado a México y Cuba.
Aun cuando también es evidente su cansancio físico, la dimisión de Ratzinger tiene como telón de fondo los múltiples problemas que ha acumulado la iglesia vaticana. El que ha causado más ruido y estigma es el de la pederastia clerical, que B16 no pudo o no quiso enfrentar y castigar de verdad, convertido a fin de cuentas en protector y cómplice de los crímenes sexuales cometidos al amparo de las sotanas.
En México la depredación sexual sacerdotal ha sido intensa pero igualmente acallada por los jefes católicos locales, en especial por el cardenal Norberto Rivera, cuyas relaciones estrechas con los poderes económico y político le han permitido sobrellevar acusaciones concretas de permisividad con curas acusados de violentar a menores de edad. Aun cuando su condición de cardenal lo faculta para ser considerado papable, como todos sus pares, Rivera vive un desgaste acentuado, al extremo de que la representación real del catolicismo mexicano recae en Francisco Robles Ortega, actual cardenal de Guadalajara, bien relacionado con Peña Nieto y objeto de distinciones de parte del propio Benedicto 16.
Otro ejemplo de complicidades con la pederastia se ha vivido en Oaxaca, donde está como arzobispo José Luis Chávez Botello. En junio de 2012 se denunció en La Jornada que cuando menos 45 niños y jóvenes de regiones indígenas oaxaqueñas sufrieron abuso sexual por un sacerdote, Gerardo Silvestre Hernández, según diversos testimonios y pruebas que desde junio de 2009 habían sido presentados al arzobispo en mención e incluso a las instancias adecuadas del Vaticano, sin que a la fecha se haya hecho justicia.
Benedicto 16 renunció a la posibilidad de estremecer y así depurar y fortalecer a su iglesia aceptando en su dimensión real (no sólo en declaraciones al aire) el problema de la pederastia clerical e iniciando castigos ejemplares e incluso correcciones doctrinales en materia de castidad y celibato. Además se vio afectado por problemas bancarios, de corrupción directiva y de mayordomía infiel, de tal manera que prefirió decir adiós de manera adelantada. También esas uvas estaban demasiado verdes.
Y, mientras continúan los enfrentamientos en Nuevo Laredo y Reynosa, en el Tamaulipas donde algunos enterados dicen que hay un fantasma burocrático de nombre Egidio Torre, ¡hasta mañana!


Se libra en estos días una batalla sorda entre los llamados ‘‘poderes fácticos’’, los partidos políticos (divididos), legisladores y funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto. La forma en que se resuelva será definitoria del sexenio. Se trata de las modificaciones a la Ley de Amparo. Para expresarlo sin caer en tecnicismos jurídicos difíciles de entender, las autoridades tratan de eliminar la llamada ‘‘suspensión’’ dentro del juicio de amparo, la cual, una vez otorgada por un juez, deja las cosas como están. Si se trata de una sanción, por ejemplo, a una empresa de televisión o de alimentos, su aplicación queda suspendida hasta el final del juicio y depende de cuál de las partes lo gane. Eso ata de manos actualmente a los funcionarios; muchas veces sólo se anuncia el castigo, pero al final de meses o años no llega a ejecutarse. El Consejo Coordinador Empresarial y la Confederación Patronal de la República Mexicana han saltado en defensa de las empresas, mientras que funcionarios como Mony de Swaan, el presidente de Cofetel, opinan que debe legislarse que se niegue la suspensión de los actos regulatorios, ya que se ha abusado de esta figura atrofiando las facultades de los entes reguladores. Desde el punto de vista de algunos juristas, existe el riesgo de que se violen las garantías constitucionales si desaparece la suspensión. Ahora bien: uno de los postulados del Pacto por México es poner límite a los ‘‘poderes fácticos’’. El asunto se ventila en la Cámara de Diputados. Las modificaciones llegarán al pleno en su momento y será ocasión para observar cómo votaron las formaciones partidistas y qué compromisos tienen y con quién.
En tiempos de crisis
El amor ha tenido que sobrevivir a las numerosas catástrofes financieras que ha sufrido el país y el saldo negativo se expresa en el creciente número de divorcios. Aunque las causas son variadas, dicen los que saben que son los problemas económicos los que más influyen en el rompimiento de los matrimonios. El Inegi dio a conocer ayer un dato impactante: en 1993 (hace 19 años) por cada 100 enlaces se dieron cinco divorcios; en 2011 esta relación aumentó a 16. Se triplicaron. Sin embargo, Cupido sigue haciendo de las suyas. Agrega el Inegi otro dato: en 2011 se registraron 570 mil 954 matrimonios, lo que representa 4.9 uniones legales por cada mil habitantes. Son muy costosas las ceremonias, así que un buen número de parejas vive en unión libre. No ocurrió, por otro lado, la avalancha de matrimonios que se preveía entre personas del mismo sexo. En 2010 y 2011 se han registrado en el Distrito Federal solamente mil 491. Inegi suministró la información en vísperas del 14 de febrero, la fecha dedicada al amor y la amistad.



Dos cosas concretas y contrapuestas puede presumir Petróleos Mexicanos: que es uno de los consorcios más rentables del mundo (con un margen de ganancia cercano a mil 600 por ciento por barril de crudo, una vez descontado el costo total de extracción) y que, a la vez, es la única petrolera en el planeta que permanentemente registra pérdida (ficticia, pero contablemente anotada como tal). Difícilmente alguna empresa distinta a la citada puede mostrar esta ambivalencia, porque de ser así de tiempo atrás habría cerrado sus puertas.
La emblemática paraestatal cada año obtiene más ingresos, pero al mismo tiempo cada año reporta mayores números rojos y se endeuda más para tapar su pérdida financiera. Parece un cuento de terror, aunque no es más que la triste realidad de este gran consorcio del Estado mexicano que permite mantener aceitado el terriblemente ineficiente gasto público del país, y que ahora, en el enésimo intento, el gobierno y los abajo firmantes del Pacto por México pretenden modernizar a favor del capital privado, por ser –dicen los jilgueros privatizadores– un ente improductivo que ya no es negocio.
Para dar un ejemplo de esto último la información financiera de Pemex para el periodo 2009-2011 (la de 2012 aún no se conoce a detalle) documenta un rendimiento bruto (utilidades para el caso de una empresa privada) antes de impuestos por un billón 844 mil 410 millones. Muy pocos consorcios pueden presumir ese volumen de ganancia, pero llegó la Secretaría de Hacienda y arrasó: se quedó íntegramente con ella (vía derechos sobre extracción de crudo, impuesto a los rendimientos petroleros y otro tipo de gravámenes), y por si fuera poco a la paraestatal le exigió un monto adicional equivalente a 13 por ciento de esas ganancias, para redondear 2 billones 77 mil millones.
¿Resultado? Sencillo: en ese lapso Petróleos Mexicanos reportó una pérdida por 232 mil 380 millones de pesos, los cuales recuperó por medio de un mayor endeudamiento. ¿Qué empresa en el mundo paga una tasa fiscal de 113 por ciento sobre utilidades, se endeuda para tapar agujeros financieros y sobrevive? Sólo Pemex, a la que en 2011 extraer un barril de crudo le costó 6 dólares con 12 centavos para venderlo a 101 dólares con 13 centavos (precio promedio de exportación) en el mercado internacional, o lo que es lo mismo, un margen de ganancia cercano a mil 600 por ciento, es decir, nada más lejano a la versión de que ya no es negocio.
De hecho, la propia Pemex informa que en 2011 los ingresos por ventas alcanzaron un máximo histórico de un billón 558 mil 400 millones de pesos (111 mil 400 millones de dólares) y que el incremento en ventas fue de 21.6 por ciento, en comparación con 2010. Pero ese mismo año las contribuciones por impuestos y derechos también registraron un nivel máximo histórico ascendiendo a 876 mil millones de pesos (62 mil 600 millones de dólares), lo que representó 56.2 por ciento de las ventas totales y 111 por ciento de los rendimientos antes de impuestos, derechos y aprovechamientos.
Derivada de lo anterior, apunta la paraestatal, “en el ejercicio contable 2011 se registró una pérdida neta de 91 mil 500 millones de pesos (6 mil 500 millones de dólares). Así, mientras más ingreso obtiene, mayor es la pérdida de Pemex y, por lo mismo, su endeudamiento, en un cuento –que no es cuento– de nunca acabar. Entonces, con la modernización –que privatizará sin privatizar– ¿quién será el guapo del sector privado que se animará a perder permanentemente para cumplir con las voraces exigencias de la Secretaría de Hacienda?
Para 2013 la Ley de Ingresos de la Federación obliga a Petróleos Mexicanos a pagar puntualmente cuando menos los siguientes derechos: ordinario sobre hidrocarburos, sobre hidrocarburos para el fondo de estabilización, extraordinario sobre exportación de petróleo crudo, para la investigación científica y tecnológica en materia de energía, para la fiscalización petrolera, sobre extracción de hidrocarburos, especial sobre hidrocarburos, adicional sobre hidrocarburos y para regular y supervisar la exploración y explotación de hidrocarburos. Sólo por estos conceptos deberá enterar al fisco 787 mil 561.4 millones de pesos.
En el capítulo segundo de la citada ley (De las obligaciones de Petróleos Mexicanos), se obliga a Pemex y sus organismos subsidiarios al pago de contribuciones y sus accesorios, de productos y de aprovechamientos, excepto el impuesto sobre la renta (aunque en el informe 2011 reconoce un pago superior a 3 mil millones de pesos por tal gravamen), y para que no quede duda le ordenan pagos diarios, incluyendo los días inhábiles, por 634 millones 525 mil pesos durante el año. Además, el primer día hábil de cada semana del ejercicio fiscal deberá efectuar un pago de 4 mil 453 millones 880 mil pesos. Todo, a cuenta del derecho ordinario sobre hidrocarburos.
Cantidades similares se le imponen por la venta de gasolinas y diesel, impuesto al valor agregado, impuestos a la exportación de petróleo crudo, gas natural y sus derivados, impuestos a los rendimientos petroleros, impuestos a la importación de mercancías, y otras obligaciones. Lo anterior, no sin antes advertir a la paraestatal que la Secretaría de Hacienda queda facultada para modificar el monto de los pagos diarios y semanales establecidos en este artículo y, en su caso, para determinar la suspensión de dichos pagos, cuando existan modificaciones en los ingresos de Petróleos Mexicanos o de sus organismos subsidiarios que así lo ameriten, así como para expedir las reglas específicas para la aplicación y cumplimiento de lo dispuesto en este artículo.
Lo llamativo de todo esto es que el gobierno peñanietista, por medio de Luis Videgaray, anuncia que primero va la reforma energética y después la fiscal, cuando a todas luces ésta condiciona la modernización de la paraestatal; sin ella, la privatización sin privatizar es mero albur. Al final de cuentas, como dice el consejero Fluvio Ruiz, lo mejor para para Pemex es restructurarlo y reintegrarlo, porque la participación del capital privado en la paraestatal no es la panacea.
Las rebanadas del pastel
La Jornada informa en su contraportada de ayer que los migrantes están en riesgo por una empresa, Ferrosur, que ha colocado postes cerca de las vías que han causado accidentes entre los centroamericanos que van hacia Estados Unidos. En 2012, al menos siete indocumentados resultaron con lesiones graves por tal acción. ¿A quién pertenece ese consorcio privado? No se esfuercen: a Germán Larrea, el mismo propietario de Pasta de Conchos, barón Forbes a quien el gobierno también entregó otro bien de la nación, Ferrocarriles Nacionales de México.



El chile es el condimento básico de la cocina mexicana. Permite una amplia gama de sabores, pues a los frutos frescos se agrega la posibilidad de secarlos o ahumarlos, lo que modifica su sabor de tal manera, que no muchos mexicanos asocian que el chile mulato o el ancho son el mismo chile poblano que comen relleno o en rajas, una vez que está seco.
El nombre de este fruto es una muestra de continuidad cultural, ya que la palabra que se aceptó en todo el país y en algunos países de Centro América es de origen náhuatl. La palabra chile se utilizó desde antes de la invasión española y está registrada en documentos tempranos como el Vocabulario, de Alonso de Molina (1571). Así encontramos las raíces para chilcoztic o chile amarillo, chilacatl o chile en forma de caña o alargado (el chilaca), chiltepin o chile pulga (por su tamaño o por su picor), chilpoctli, que significa chile ahumado.



La abdicación de Benedicto XVI cimbró a la opinión pública, no sólo por su rareza –las renuncias de papas son pocas y remotas en los anales del catolicismo–, sino también porque ocurre en un momento sumamente crítico para el Vaticano y para la Iglesia católica en el mundo.

Piden hacer proyectos culturales en zonas en desuso
El secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del gobierno de la ciudad, Simón Neumann, propone reciclar zonas en desuso para concentrar el crecimiento de la ciudad.

Adujo motivos de edad y de salud, pero llama la atención que el primer papa dimitente en siglos sea, también, un pontífice sumamente inepto que causó daños severos a la Iglesia católica. Si se trataba de la relación con otros cultos cristianos o con otras religiones, Joseph Ratzinger solía meter la pata y muchas de sus declaraciones, lanzadas desde la razón escolástica, si no es que patrística, causaron irritación justificada entre musulmanes, judíos y protestantes; en el ámbito político el ahora renunciante no fue capaz de formular una definición clara; en el terreno administrativo el Papa alemán mantuvo intacta, para mal, la proverbial opacidad del Vaticano, en un entorno planetario que reclama transparencia, y lo hizo en forma tan torpe que se le escaparon documentos escandalosos nada menos que por vía de su mayordomo, Paolo Gabriele. En lo social el papado de Benedicto XVI ha sido tan repelente como el de su antecesor a los dramas causados en el mundo por el modelo neoliberal y se ha conservado como activo promotor de la discriminación contra las mujeres y las minorías sexuales.

Se habla que, además de los problemas de salud, la posición de Papa era cada vez más vulnerable ante las intensas luchas grupales en el interior de la curia vaticana. Que la atmósfera precónclave se vive desde hace más de un año. Como relató el cardenal de Palermo, Paolo Romeo, quien filtró en un documento confidencial que el Papa estaba muy solo, con discrepancias fuertes con su secretario de Estado Tarciso Bertone, incluso llegó a vaticinar que moriría en noviembre de 2012. Estas revelaciones fueron objeto de un escándalo mayúsculo, pues fueron presentados en la televisión italiana.

Este 16 de febrero se cumplen 17 años de la firma de los acuerdos de San Andrés entre el gobierno federal y el EZLN. En ellos el gobierno federal dio respuesta a una parte de las demandas enarboladas por los zapatistas, las relacionadas con los derechos y la cultura indígenas. Allí se plasmaron los resultados de la primera mesa de trabajo de cinco programadas entre las dos partes para resolver las causas que propiciaron la insurrección de enero de 1994. A pesar del tiempo transcurrido, el gobierno federal sigue sin cumplir los acuerdos.

Suspendo esta semana mi serie sobre la necesidad de una reforma intensa de la educación, para referirme a doña Devastación Social Gordillo, que se extendió, a sí misma, el título de guerrera. Ahí estuvo, en Toluca, agitando los brazos, blandiendo su imaginario escudo y su ficticia espada.

No hay tiempo para digerir, existe una indigestión general en la ciudadanía, un hartazgo de información que nos repite, corrupción acá, al norte, al sur, en todas di­recciones. Por la mañana, nos enteramos que la cúpula del Partido Popular (PP) lleva años cobrando sobresueldos en dinero negro; a mediodía nos apuntan que el primogénito de Jordi Pujol, ex presidente de la Generalitat de Cataluña, actual secretario general de Convergencia, cobra comisiones para financiar su organización. A la hora del café, nos dicen que la Comunidad de Madrid paga las nóminas de los trabajadores de las empresas privadas de la sanidad, mientras recorta personal sanitario, a la merienda, nos atragantamos con que la ministra de Sanidad, Ana Mato, a la sazón redactora del código ético del PP, ha cobrado en especie más de 60 mil euros. Bolsos de marca, viajes al extranjero, fiesta de cumpleaños de hijos y la primera comunión. En la noche nos dicen que su ex marido, ex alcalde y destacado militante del PP, Jesús Sepúlveda, mientras compartían lecho, recibió de la trama Gurtel, en pago de favores, dos coches de lujo, un Jaguar y un 4X4. Ella no responde. Sus correligionarios acusan de machista la información, al decir que no tiene por qué saber lo que hace su esposo ni es responsable de sus actos. Cuando estamos a punto de entrar a la cama, el yerno del rey Iñaki Undangarín está deprimido. Su abogado dice que sufre un empobrecimiento injusto, al pedirle el juez una fianza de 8 millones de euros, por apropiación indebida. Eso sí, nos confirman el doping en el ciclismo, la compra de partidos de futbol, el indulto a guardias civiles acusados de tortura, el archivo de las investigaciones sobre la violencia policial en las manifestaciones. Para tranquilizarnos nos dicen que el gobierno gobierna, que todo marcha bien, que es una campaña orquestada por enemigos de España, destinada a dañar la imagen del país. Antes de apagar la radio, Rajoy no está para nadie. No habrá comparecencia parlamentaria ni comisiones de investigación. El PP tiene mayoría parlamentaria y se escuda en ella para rechazar toda petición. Eso sí, habla con Angela Merkel y lanza loas a su ministra de Sanidad.

El próximo 16 de febrero se cumple un año más de la firma de los acuerdos de San Andrés y el pasado 30 de diciembre el EZLN emplazó al gobierno priísta a cumplirlos. Al margen de la necesidad de actualización de dichos acuerdos, resulta importante observar el cuadro de abierta regresión que se ha practicado desde el Estado con sus tres poderes.

En el estado de Morelos primero y luego en el Distrito Federal, surgieron recientemente dos nuevas secretarías que se ocuparán del fomento de la ciencia, la tecnología y la innovación. No pueden escapar dos elementos comunes entre ambas. El primero es que se localizan en el centro del país, donde se concentran quizá las mayores capacidades en infraestructura científica y recursos humanos especializados. Su creación ha sido posible gracias a que el gobernador morelense Graco Ramírez y el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, han apoyado decisivamente estas iniciativas. El segundo elemento común es que en los dos casos se trata de proyectos emprendidos por gobiernos de izquierda.

Los diálogos entre artistas contemporáneos con obras de acervo en las colecciones de los museos han desatado discusiones, pero sin duda se han incrementado los públicos. En la muestra del afamado artista austriaco, naturalizado irlandés, no hay tal diálogo. Él mismo eligió la pieza del belga Pieter de Kempener (1505-1580), probablemente debido al título, son las siete virtudes que se contraponen a los consabidos siete vicios, v.gr. contra pereza, diligencia, contra soberbia, humildad, etcétera. Tal vez eligió el título de la muestra: Fe, esperanza y caridad, para complementar la cuestión de la virtudes, pues éstas son las virtudes llamadas teologales





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