[India] Entrevista a Savita Ali y Manisha, activistas indias de la comunidad dalit
La comunidad dalit, “intocables”, trabaja para erradicar el sistema de castas en medio de la apatía, la impunidad, leyes no implementadas, la discriminación, múltiples violencias y la oposición de las castas dominantes que se rehúsan a perder sus privilegios. |
¿Dónde nacieron?
Savita Ali (SA):
En una villa en el estado de Haryana donde predomina la discriminación
de género. Las mujeres no tienen libertad, no pueden montar en bicicleta
ni votar.
Manisha (M): En Badalpur, una villa en Haryana.
¿Qué edades tienen las mujeres activistas?
¿Cómo se hicieron parte de este movimiento contra el sistema de castas?
SA: Cuando estudiaba en la universidad leí libros del Dr. Bhimrao Ramji Ambedkar, jurista, académico y político, quien luchó por los derechos de la antes denominada casta de los “intocables”.
Sus
ideas y filosofía me inspiraron. Cuando me gradué me uní a All India
dalit mahila Adhikar Manch (NCDHR). Comprendí que no era la única
víctima de la discriminación de castas y de género. Fui testigo de las
atrocidades contra nosotras: violaciones y asesinatos de honor, por eso,
ayudé para que más mujeres se convirtieran en lideresas y visibilizaran
estas injusticias.
Savita Ali
M:
Desde el año 2005. He colaborado en el aumento del liderazgo para
acabar con el sistema de castas, abolido por la constitución, pero
vigente socialmente. Reclamo justicia por los crímenes cometidos.
Manisha
¿Cuáles son las herramientas utilizadas en el trabajo comunitario?
SA:
Creamos el primer grupo cultural de mujeres en Haryana. A pesar del
miedo de las participantes, a represalias, realizamos presentaciones
sobre los problemas que afrontan las mujeres dalit en varias villas.
Consideramos
la educación un pilar importante pues sin ella no podríamos acceder a
la justicia. Trabajamos para superar el analfabetismo, ofrecemos cursos
de contabilidad, asistencia legal, entre otros, para que las mujeres no
se sientan inferiores y no vean a las otras castas como jefes.
Proyectamos
películas sobre discriminación y nos reunimos con los padres de familia
para insistir en la necesidad de educar a su descendencia.
¿Cómo se vive en Haryana?
SA:
Muchas mujeres de esta comunidad realizan trabajos domésticos. Hice una
encuesta entre ellas y descubrí que el 80% sufrió abuso sexual y
discriminación debido a su “casta”. Tras ganarme su confianza, reunimos a
un grupo de adolescentes, trabajadoras domésticas, con el fin de
sacarlas de allí y matricularlas en escuelas y dialogamos con sus padres
pues sin su apoyo el programa habría fracasado.
Con respecto a
los abusos ofrecimos acompañamiento legal. Continuamos esta labor en
Bihar, otro estado de la India, a donde llegué en el año 2013. Comprobé
que la situación de las mujeres dalit era la misma. Contacté
organizaciones que trabajaban el mismo tema, no fue difícil pues soy
abogada, llevamos a cabo talleres y ahora hay 50 personas disponibles
para prestar ayuda legal a esta población en Bihar.
¿Es más retadora la vida para una mujer activista en India?
SA: En ningún país es fácil ser mujer y activista.
En India, el sistema de castas determina cómo somos tratadas. Ser
mujer, “intocable” y activista implica correr riesgos, recibir amenazas y
enfrentarse a la oposición por parte de hombres y mujeres de castas
altas.
M: ¡Hay que ser muy valiente! No se respeta a las
mujeres activistas y, por ello, tenemos que superar muchas barreras.
Haryana es un estado conocido por los asesinatos de honor, especialmente
debido a matrimonios entre diferentes castas. Como mujeres dalit
trabajamos en condiciones precarias y no sabemos si seremos víctimas de
esas atrocidades que registramos.
¿Por qué es tan difícil eliminar el sistema de castas?
SA:
Desde tiempos inmemoriales se ha intentado acabar con esta práctica. La
“intocabilidad” está prohibida por la Constitución, es considerada un
acto criminal. Hay movimientos en contra de esto, existen leyes pero
falta mucho para borrarlo de la psiquis de las personas pues esto no
ocurre solo en áreas rurales, como podría pensarse, sino también en las
universidades y en los lugares de trabajo donde las comunidades
dominantes, castas, oprimen a los dalit.
M: Es una
práctica de aproximadamente tres mil años. Por eso, no es fácil cambiar
la mentalidad de una sociedad construida en torno a esta. Hay quienes se
oponen al movimiento y lo sabotean porque sus privilegios como “castas
superiores” tienen su fundamento en este sistema.
¿Cuáles son las violencias que experimentan las dalit?
SA:
En India, cada día dos mujeres de esta comunidad son asesinadas y tres
son violadas. Anualmente se reportan unos 27 mil crímenes contra
personas dalit. Pese a que fue abolida por ley, el odio de castas no ha
desaparecido. Este es un fenómeno perverso que corroe los fundamentos
esenciales de la democracia.
La mayoría de personas dalit no
poseen tierras, viven en las zonas más pobres de las villas sin
electricidad ni servicios de salud, tienen prohibido el acceso a los
cementerios, el ingreso a los templos, en las peluquerías se rehúsan a
atenderlos y desde temprana edad trabajan para pagar viejas deudas
familiares.
En las escuela son ubicadas en la parte trasera de
las aulas de clase, separadas de los demás; además, han sido abusadas y
explotadas sexualmente, tienen en.
M: Ser llamadas aún por
el nombre de la casta, la prostitución, impedirles tomar agua de la
misma fuente y la segregación, entre otras.
¿Por qué son más oprimidas las mujeres dalit?
SA:
Al ser ubicadas en los niveles más bajos de la sociedad sufren todo
tipo de discriminaciones: escasez de educación, pobreza, violencia de
género, invisibilidad política y opresión sexual. No existe voluntad
política ni social para acabar con esta situación.
Hay grupos
interesados en mantenerlas analfabetas, pobres, dependientes y
subyugadas a pesar de las leyes expedidas en su favor, pues casi nunca
son aplicadas y cuando algunas de las víctimas, superando muchos
obstáculos, llegan a las cortes no siempre obtienen la reparación que
merecen.
M: Primero porque somos mujeres y luego porque somos dalit. Nuestras luchas son contra el patriarcado, la casta y la clase.
Mis familiares y yo pertenecemos a esta comunidad, es algo de lo que no
podemos huir. Nacemos en esta casta y eso determina la forma en que las
personas y la sociedad nos tratan.
¿Cuáles logros han obtenido con su resistencia?
SA: El movimiento se ha fortalecido. Hay líderes y lideresas, ahora las personas conocen y reclaman sus derechos.
M:
Hemos trabajado durante más de una década y el movimiento ha crecido,
el liderazgo y las habilidades de los miembros se han consolidado. Pese a
todas las dificultades hemos visibilizado la situación de la comunidad
dalit, de las mujeres especialmente, en India y fuera del país.
…
Su actividad es muy peligrosa. Savita ha sido amenazada por los perpetradores de crímenes y algunos oficiales, por defender legalmente a las mujeres dalit. Manisha
también fue amenazada por miembros de las “castas altas” quienes se
oponen a su trabajo, es vigilada. Sin embargo, ambas persisten en su
lucha pues su objetivo es que las futuras generaciones vivan en igualdad
de condiciones y dignamente.
Fotografías: Cortesía de Gangmei.
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