Trump, entrampado con el muro
¿Arremeterá contra México?
Buena relación con AMLO
El Chapo: radiografía nacional
Empecinado en que México pague
un muro fronterizo, Donald Trump es quien cubre altos costos políticos.
Una parte de la administración estadunidense está cerrada por la
negativa presupuestal que a su proyecto ha impuesto la nueva
conformación legislativa del país vecino, en específico los demócratas
que controlan la Cámara de Representantes.
Entrampado en su propio capricho, en una crisis política
multifactorial y con la vista puesta en su eventual relección, Trump
hablará la noche de hoy en un mensaje para cuya difusión se pretende el
tiempo preferencial de la programación de televisoras. El tema será el
muro con México y el peligro que los migrantes significan para la
seguridad nacional de su país. El jueves el escandaloso multimillonario
estará en la frontera con México para insistir en la importancia de la
barrera (ya no de cemento sino de acero, ha aceptado Donald, obligado a
negociar a la baja) y en la
emergencia nacionalque representa para Estados Unidos el flujo migratorio proveniente del sur.
Los enredos, cada vez mayores, del accidente de la política
estadunidense apellidado Trump, pueden tener consecuencias para un
México al que el presidente Andrés Manuel López Obrador busca dar
equilibrio y orden. A diferencia del continuo maltrato que recibió el
antecesor Enrique Peña Nieto (a pesar de la subordinación ejecutada y
garantizada por el entonces canciller Luis Videgaray), la postura de
Trump ha sido insólitamente amable, respetuosa y colaborativa con el
tabasqueño que, a su vez, se ha esforzado en evitar roces y situaciones
de conflicto.
En los hechos, la administración de López Obrador concede importantes
ganancias al presidente vecino. Los proyectos de desarrollo económico
en las zonas norte y sur del país (en especial el paquete sureño que
incluye el Tren Maya, el corredor transístmico, las zonas económicas
especiales y la siembra de árboles) han sido definidos abiertamente como
cortinaspara ayudar al frenado de las corrientes migratorias que desean llegar a Estados Unidos. Además, México ha aceptado, sin reconocer que haya un pacto de trasfondo (luego del extraño episodio de las incursiones y las caravanas de centroamericanos desde Tapachula), que Estados Unidos deposite acá a los migrantes que le soliciten asilo, con lo cual México se convierte en una especie de estación de paso, un patio trasero de acomodo de material humano de destino que habrá de definirse en algunos años, previsiblemente de manera negativa en la mayoría de los casos.
La firma del nuevo tratado comercial norteamericano contó con un
acompasamiento de los equipos de Peña Nieto y de López Obrador que
habría sido impensable en otros momentos. Al final, Trump se declaró
máximo ganador político en lo general y, para tratar de salvar la cara
respecto al tema del muro (su gran promesa electoral de exacerbación de
ánimos nativistas), llegó a pergeñar la peregrina tesis de que México
acabaría por pagar la polémica construcción limítrofe mediante las
ganancias que Estados Unidos alcanzaría mediante las reconversiones del
tratado en mención.
Una lectura política sin desquiciamiento debería llevar a Trump a
mantener su especial relación con López Obrador, pero el rubio magnate,
un personaje políticamente en jaque, urgido de generar controversias
externas que amainen las tormentas internas, necesita reinstalar temas
de combate. Esperemos que no sea México el destinatario de sus próximos
disparates.
Por lo pronto, las sesiones judiciales que continúan en Nueva York
relacionadas con Joaquín Guzmán Loera han proveído de suficiente
material para confirmar a propios y extraños la existencia de un narcosistema mexicano que ha alcanzado todos los niveles. La radiografía de México, a partir de aquellas diligencias sobre El Chapo,
muestra un país plenamente invadido de corrupción criminal, aunque
desde luego, en correspondiente interacción con el vecino que es el gran
consumidor de drogas, como lo reveló el narcotraficante Vicente
Zambada.
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario